jueves, 1 de marzo de 2012

"HELP" - (GENERACIÓN DESCARTABLE)

G E N E R A C I Ó N     D E S C A R T A B L E

" H E L P "

                                     "Pero esta vez todavía no alcanzaremos
                                       a descubrir el Gran Misterio."
                                                                                      Junco

Volvíamos a reunirnos en el Obelisco a la noche tarde adonde iban llegando siempre nuevos amigos. Por ahí andaban Pipo, Miguél y Tango y otra gente que yo todavía no conocía, algunos que recién se acercaba al grupo. Entre estos había una chica que yo veía por primera vez. Era chiquita y flaquita pero muy bien proporcionada con unos pelos cobrizos ondulados y enredados con mechones rubios descoloridos, ojos tristes y sonrisa escéptica. Era Junco. Nos acercamos e intercambiamos algunas palabras como si nos conociésemos desde siempre. Llevaba una campera de cuero negro que le quedaba muy grande y un pantalón elastizado muy ajustado en imitación leopardo. Con los ojos muy pintados daba la impresión de una niña disfrazada de prostituta.
Entonces empezó a correr la voz de que estábamos muy en la vidriera, era muy tarde y pasaban los patrulleros, estábamos haciendo mucha bandera y en cualquier momento íbamos a terminar todos en alguna comisaría. Pero había saltado un lugar para copar y enseguida nos dirigimos todos hacia allí. Era cerca, unas pocas cuadras por Diagonal Norte, un bulincito bohemio, el atelier de un pintor en un edificio antiguo; y en grupos de a dos y de a tres para no llamar la atención nos mandamos para allá. El lugar era muy reducido, con algunos cuadros amontonados en un rincón y unos almohadones desparramados por el piso.Y en ese espacio donde difícilmente podían convivir dos personas nos hacinamos casi quince náufragos. Nos fuimos acomodando sentados en el suelo y apretados contra las paredes muy divertidos ante el absurdo de meter tanta gente en ese mínimo lugarcito.
Y cuando todos empezamos a conversar y a fumar y encendieron una luz roja y pusieron música de los Jefferson Airplain en el tocadiscos, la escena se tornó realmente alucinante.
Junco estaba apretada entre Pipo y yo y junto a mi estaba Miguél  y a su lado Tango. Ya habíamos estado tomando nuestras pastillitas, (las pequeñas ayudantes de mamá), y estábamos  todos muy animados. Junco hablaba conmigo y a mi me parecía que me la podía ganar. La veía tan seductora... Pasaban los maravillosos temas de los Aviadores de Jefferson: "Amante Fantástico"... "Conejo Blanco"... "La Chica de los Autos Raros"... "Alguien para Amar"... "¿Cómo te Sientes?"... "3/4 de Milla en 10 Segundos"... Miguél sostenía la tapa del disco y leíamos los títulos de los temas. Tango había inventado un juego original: tomaba las tapas de algunos long-play, iba leyendo y te hablaba con los títulos de los temas. Después iba intercambiando los títulos y podía decir las cosas mas graciosas, delirantes, poéticas y surrealistas imaginables.
Escuchábamos la música envueltos en esa luz roja entre las densas nubes de humo, la voz de Grace era formidable y el tema "Regresa a Mí" que duraba cinco largos minutos nos volvía realmente locos y lo repetíamos todo el tiempo.
De pronto cuando me volví hacia Junco para comentarle algo ya era demasiado tarde,. estaba confundida en un estrecho abrazo con Pipo y se besaban apasionadamente. Bueno, me habían ganado de mano, así que tratando de no darle importancia seguí hablando con Miguél y Tango y escuchando al grupo californiano.
Pero al rato notamos que el nuevo romance estaba levantando presión, sin duda, porque ya Pipo y Junco se habían quitado los abrigos y rodaban por el piso entre las otras personas. Casi no había espacio para nada, pero ellos rodaban y se estiraban ante la mirada comprensiva de los amigos.. El juego de los besos y los abrazos duró mucho tiempo hasta que se puso verdaderamente candente. Algunos hacían comentarios graciosos, pero a ellos parecía no importarles, hasta que muy naturalmente y como afiebrados, como si hubiesen estado completamente solos comenzaron a sacarse las ropas hasta quedar completamente desnudos.. Después de quitarse los pantalones él se sentó en la posición del loto y cuando ella quedó desnuda buscó refugio entre sus brazos y él la cubrió por completo. Así estuvieron un rato mientras él la contenía y la cubría amorosamente. Las caricias y los besos siguieron avivando el fuego hasta que ella tomando la determinación se sentó en la posición del árbol. La penetración hizo que se arquease hacia atrás en un gesto de placer. Todos seguíamos el desarrollo de la escena un tanto divertidos y con muestras de ternura. Algunos hacían comentarios y otros seguían conversando entre sí sin darle importancia al asunto.
Junco ya estaba meciéndose dulcemente sobre la rama del árbol. Por momentos se abría sin inhibiciones y después se replegaba buscando ocultarse entre los brazos de Pipo. Se miraban extasiados y luego volvían a confundirse en un apretado abrazo.
Del grupo brotaban exclamaciones de placer y expresiones excitantes. Sus movimientos se iban acelerando a medida que aumentaba la excitación. Estaban hermosísimos, desnudos bajo la luz roja envueltos en el humo con la música de los Aviadores... Ella se echó hacia atrás hasta acostarse en el suelo y el la cubrió con su cuerpo. Entonces empezaron a moverse lentamente primero y después en un ritmo cada vez mas acelerado. Ella lo abrazaba y lo rodeaba con sus piernas en tanto el ritmo de las voces y los comentarios del grupo también se iban acelerando hasta que cuando pareció que la pareja se acercaba al orgasmo, alguien gritó:
- ¡Help!
Y todos copadísimos empezamos a gritar:
- ¡Help!... ¡Help!... ¡¡¡Heeeeeeelp!!!... -palmeando acompasadamente hasta que alcanzaron el orgasmo entre risas y aplausos generales.
Después de un breve descanso se incorporaron y se vistieron. Pipo preguntaba:
- ¿Y...qué tal estuve?...
Entonces Miguél le dijo:
- Un poco monótono, siempre lo mismo che, todo para adelante como un camionero...
- ¿Y qué querés, -se defendía Pipo -hay que estar ahí con todos mirándote.
- Si, -dijo Miguél -pero ella en un momento te hizo un pase de piernas que era como para hacerle algunas variaciones...

Desde entonces se llamó "Help" a ese tipo de reuniones donde alguna pareja hacía el amor.
Mario el colorado empezó a repartir unas tarjetas rojas muy lindas con las letras HELP en blanco y todos estábamos de acuerdo en que esas prácticas  era al menos una buena terapia mucho mas efectiva que varios años de psicoanálisis en la costosa clínica del Dr. Fontana.

" H E L P "

G E N E R A C I Ó N     D E S C A R T A B L E

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