martes, 2 de noviembre de 2010

DULCE DE ZAPALLO

Se desplomó el gran salón de sándalo
y se hizo fuego el palacio dorado;
las resinas se hicieron  llamaradas,
el humo exhaló raros perfumes
y al fin se abrió el espejo candente,
el teatro regio de las brazas.

Se trizaron los dólmenes de piedra negra,
y hasta rostros de cenizas se esfumaron;
solo queda esta exigua estrella titilando
en el fogón donde hirvió la pava del té
y se hizo este dulce de zapallo.

                               Omar Serra Forner

No hay comentarios:

Publicar un comentario