tag:blogger.com,1999:blog-23624505148591700012024-02-07T13:44:41.443-08:00omaragon omarteumomarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.comBlogger96125truetag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-9139697776023056102017-03-04T19:56:00.001-08:002017-03-04T22:14:47.066-08:00"Generación Descartable" - (Segunda Parte) - Capítulo XII <div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
"Generación Descartable"<br />
(Segunda Parte)<br />
Capítulo XII<br />
"ESMERALDO"<br />
La Piedra del Deseo</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmSNTxva1MvUhiEn6hP7mVLdnrhcTw82eRDMke6QRfeIbN9AL6CPeKm-5qpj_I1fe6vu-qDYMBIdWCzKbHr_nkjetaqDk6HXIBqRGugEJ5BFYNIv2AK3QPO_UeSOgIvrqZY9tUFKwBqh9O/s1600/esmeralda.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmSNTxva1MvUhiEn6hP7mVLdnrhcTw82eRDMke6QRfeIbN9AL6CPeKm-5qpj_I1fe6vu-qDYMBIdWCzKbHr_nkjetaqDk6HXIBqRGugEJ5BFYNIv2AK3QPO_UeSOgIvrqZY9tUFKwBqh9O/s320/esmeralda.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
"ESMERALDO"</div>
<div class="MsoNormal">
<st1:personname productid="La Piedra" w:st="on">La Piedra</st1:personname>
del Deseo</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
Había llovido
torrencialmente toda la noche cuando llegué a Bahía de San Salvador.<br />
El ómnibus
entró por una calle empedrada hasta el alto edificio de <st1:personname productid="la Rodoviaria" w:st="on">la Rodoviaria </st1:personname><br />
en uno de
esos barrios céntricos donde siempre están emplazadas las estaciones<br />
y que casi
nunca dan una pauta de lo que es esencialmente la ciudad.<br />
El lugar estaba lleno
de bares y hoteles pero yo no iba a perder el tiempo en nada de eso.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
Amanecía con
un sol hermoso que hacía brillar las calles mojadas.<br />
Me había hecho amigo de
tres chicos de San Paulo que venían en el ómnibus<br />
y ya andábamos juntos como
amigos de siempre.<br />
Y ellos habían decidido que en ese momento lo mas importante
era tomar un buen baño,<br />
así que cargando nuestros bolsos atravesamos la ciudad,
bajamos por el elevador y<br />
frente a la plaza nos indicaron el lugar de los baños
junto a la vieja muralla.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
Era un caserón
colonial y a través de largos pasillos y altas puertas llegamos<br />
a la sala de
baños.<br />
Detrás de una puerta verde se sentía el fuerte ruido del agua. Entramos
a un pequeño<br />
recinto de paredes de piedras. Era un lugar muy antiguo que me
pareció el interior de<br />
un cofre secreto.<br />
En la pared opuesta a la entrada y un
poco mas arriba de nuestras cabezas estaba<br />
la boca de agua que surgía del mismo
muro. Un grueso chorro de agua puro y cristalino<br />
brotaba sin parar y
describía un semi arco cayendo en medio del recinto sobre las piedras<br />
pulidas
del piso, salpicando y cantando y escurriéndose por las canaletas que surcaban<br />
el suelo. Nos miramos asombrados porque el lugar era verdaderamente primitivo
y después<br />
lentamente nos desnudamos y nos fuimos metiendo bajo el chorro fresco
del agua.<br />
Yo tenía la sensación de que ese lugar concentraba un inmenso
significado y que estaba<br />
cargado de sentido como los símbolos.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
Por una
claraboya entraban los rayos del sol y mientras nos bañábamos nuestros cuerpos<br />
tomaban extrañamente el mágico fulgor del oro. Éramos de oro, sin duda.<br />
Y
saltábamos y gritábamos y reíamos bajo el agua y alguno también cantaba<br />
y
éramos jóvenes y hermosos con esbeltos
cuerpos dorados y los lacios pelos de uno eran<br />
como briznas de hierba y los
cabellos enrulados de otros eran como<br />
caracoles de cristal y los ojos eran
hermosas joyas transparentes y luminosas.<br />
Y yo pensaba que después de ese largo
viaje por caminos polvorientos, finalmente Bahía<br />
era eso, ese agua brotando
entre las piedras. Si, nada más que eso era Bahía de San Salvador.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
Mis tres
amigos magos me conducían. Y eran tres locos formidables super positivos al
mejor estilo<br />
brasuca. Artesanos, hippies y locos, o malucos como ellos mismos
decían.<br />
Milton, Paulo y Jimmy…</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
Con Milton
desde el comienzo tengo una comunicación especial. Toca la flauta y parece que<br />
nos entendemos en forma instantánea. Milton… Sus amigos lo llaman “Seda” porque
siempre<br />
está procurando papel de armar: “¿Cade a seda?”-dice. Pelo afro muy
enrulado con reflejos<br />
color cobre por el mar y el sol. Ojos color miel. Piel
dorada, muy bronceado. Flaco y alto,<br />
viene a Bahía a curtir el verano, y a
vender sus artesanatas: aros, pulseras, piedras y cueros.<br />
Trae un paño con
mercadería y un par de herramientas. Viste una remera, unos jeans gastados<br />
y
sandalias artesanales. Veinte y poco de años y haciendo carona por el camino.<br />
Yo sospechaba que eran ángeles y me dejaba guiar dócilmente por el laberinto
apasionante<br />
de la ciudad. Nunca había visto esa maravilla de arquitectura. Esas
callecitas empedradas<br />
que suben y bajan y giran y dan vuelta entre casitas de todos colores con techos de
tejas<br />
y balcones barrocos de madera tallada.<br />
Y esos jardines de los patios
interiores con plantas exuberantes entre fuentes y galerías.<br />
Yo veía un paisaje
urbano totalmente nuevo donde abundaban las piedras labradas, el hierro forjado<br />
y la madera tallada. Mis amigos ya habían estado otros veranos y me mostraban
los lugares<br />
que conocían y los sitios más característicos de la ciudad. Yo me
asombraba ante las vendedoras<br />
callejeras, las plazas, los paseos, las iglesias
y los barrios antiguos. Las calles donde se festejaba<br />
el carnaval y los
innumerables bares donde se reunía la gente. Y así pasamos el centro comercial<br />
y siguiendo una avenida que ondulaba suavemente llegamos a la casa de la calle
Raymondo.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
La casa de la
calle Raymondo… A veces pienso que los verdaderos protagonistas de las
historias son las casas. Mi memoria está llena de rostros y nombres a tal punto
infinitos que a veces temo se confundan unos con otros, o lo que es aún peor,
que algunos caigan para siempre en el olvido, cosa que raramente podría
suceder, porque casi siempre un nombre o un color, una palabra o una música, hacen surgir de pronto a seres que
parecían olvidados.<br />
Debe ser que los recuerdo, ellos mismos se procuran su
propia supervivencia. Y si esos seres son los protagonistas, entonces las
casas… Si, la casa es lo más importante, porque son como la matriz de
todas las historias. Y a veces suelo pensar que son como naves espaciales que
conducen al encuentro de los seres. Nuclean las historias y son el punto de
referencia que tenemos en común. Y tal vez el plan y la clave de lo que
sucederá en el marco referencial de su espacio y su tiempo. Y la casa de la
calle Raymondo (¿Rey del Mundo?) resultó ser algo muy especial para mí.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
Era la pensión
de a Donha Tereza, una casona inmensa que ocupaba toda la esquina en una cortada<br />
junto a la avenida. Esa calle que daba
una leve curva hasta un descampado desde donde podía verse<br />
toda la ciudad. Era
una casa amarilla de planta baja y piso superior con techo de tejas rojas, Y en
la planta baja vivía <st1:personname productid="la Donha Tereza" w:st="on"><st1:personname productid="la Donha" w:st="on">la Donha</st1:personname> Tereza</st1:personname>
con toda su corte y en el piso de arriba estaban las habitaciones de alquiler.
Era una casa muy antigua y destartalada, y la pensión mas barata de Bahía. Y
ahí se juntaban cada verano los locos que venían de Río y de San Paulo a pasar
sus vacaciones.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
Cuando
llamamos a la puerta apareció <st1:personname productid="la Tereza. Una" w:st="on"><st1:personname productid="la Tereza." w:st="on">la Tereza.</st1:personname> Una</st1:personname>
mujer negra de mediana edad, tan gorda que ocupó toda la puerta con su cuerpo
impidiéndonos el paso. Parecía que no quería saber nada con nosotros, mas aún
cuando me vio a mi lleno de collares y anillos vestido con la túnica blanca de
monaguillo y la bincha violeta en la cabeza.<br />
Empezó a decir que ya no había
lugar, que estaba todo ocupado y todo reservado. Pero los chicos le hicieron el
filo y entre broma y seducción lograron que <st1:personname productid="la Tereza" w:st="on">la Tereza</st1:personname> se apartase de la
puerta y subiese los escalones crujientes del porche olvidándose de mi y
retomando el corredor oscuro hacia la cocina donde volvió a unirse al grupo de
niños, viejos y mujeres de su corte. Y yo conducido de la mano de Milton me
escurría por el corredor y subíamos silenciosos la escalera de madera
desvencijada hasta el piso superior. Y ahí estábamos en otro mundo sin
comunicación aparente con la planta baja en donde Paulo y Jimmy se habían
quedado entreteniendo a la dueña, desplegando para ella el paño de brincos y
rentando cualquier cuartucho pagando unos días por adelantado. Al rato se
unieron a nosotros diciendo que <st1:personname productid="la Tereza" w:st="on">la
Tereza</st1:personname> era una mujer buenísima pero que no entendía nada y no
había que hacerle caso. Tenían la llave de una habitación y aunque las camas no
fuesen suficientes ya nos arreglaríamos.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
Si, la planta
alta era un mundo aparte. Estaba formada por una sola habitación inmensa
dividida por tabiques de madera en unas ocho o diez habitaciones pequeñas
unidas por un estrecho corredor lateral. Y al atravesar el corredor pudimos ver
luces de diferentes colores por encima de los tabiques divisorios. En uno de
los compartimientos sonaba música de la radio y en otro se oían los rasguidos
de una guitarra.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: -3.0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt left 504.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Olha… o violón. –dijo Milton al tiempo que hacía brotar
una notas de su flauta.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
En algún otro
lugar alguien se reía y más allá se oían varias conversaciones superpuestas. Y
por todas partes un fuerte olor a incienso intentando ocultar otro olor más
fuerte y sugestivo. Nuestra habitación era la de la esquina y era minúscula,
con apenas dos camas y una mesita junto a la ventana. Milton se arrojó sobre
una de las camas y Paulo ocupó la otra, Jimmy desplegó su manta en el suelo. Y
yo… de momento ya tenía copada la mesa junto a la ventana y observaba como mis
amigos se estiraban rendidos de cansancio por el largo viaje y Milton hurgaba
entre sus bagullos preguntando:</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: -3.0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt left 504.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->¿Cade a seda rapais?... ¿Cade ela?..</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
A la tarde
vamos hasta el Farol da Barra, una antigua fortaleza construida sobre un
peñasco a orillas del mar. Salvador de Bahía fue fundada en 1548 y desde ese
torreón sin duda se avistaban las naves enemigas para organizar la defensa de
la ciudad. Ahora el fuerte era visitado por los turistas, invadido por los
vendedores regionales y punto de reunión de todos los locos, lugar de exposición
de los artesanos, museo, paseo y además… algunos patios y habitaciones habían
sido invadidos y copados por familias muy pobres y numerosas que tendían sus
ropas, cambiaban a sus hijos y preparaban sus comidas ante la visita de los
turistas que recorrían el lugar.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
La gente
deambulaba por las largas veredas del paseo que bordeaba el mar y allí mis
amigos desplegaron sus paños exponiendo sus mercaderías. El cielo era diáfano.
La ciudad descendía hasta la costa en terraplenes escalonados por caminos
zigzagueantes y el mar fabuloso se mecía suavemente entre las rocas. Se veía
azul verdoso sin decidirse exactamente por el azul o por el verde. Las nubes
tornaban del rosado al lila. Y en algún lugar del horizonte, en las islas, se
decía que Mick Jagger y los hippies habían instalado sus campamentos.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
Al avanzar la
tarde el lugar se fue llenando de gente. Se veían pelos muy largos y túnicas
multicolores, binchas en el pelo y profusos bordados, sandalias y jeans,
anillos y collares, guitarras y flautas. El flower Power había copado la
ciudad. Los locos decían que Caetano estaba en Bahía y faltaba poco para toda
la locura del carnaval.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm; tab-stops: 504.0pt;">
Yo estaba
fascinado con la gente. Cada persona que conocía me parecía descubrir una nueva
raza, cada rostro una nueva especie. Los grupos que se reunían a conversar
semejaban extrañas congregaciones y me maravillaban la fuerza y la energía que
colmaban a esos seres donde descubría cabezas majestuosas que giraban como
montañas imponentes adornadas con gemas iridiscentes. Algunas miradas y el
sonido de sus voces parecían animadas por la misma energía del rayo en las
súbitas tormentas del verano, o emitían los sonidos susurrantes del viento
entre el follaje. Los pelos parecían electrificados y quemados, descoloridos y
pintarrajeados.</div>
<div class="MsoNormal">
Es que las personas ejercían sobre mí una atracción
irresistible. Como me sucedía con la arquitectura del lugar, los caracteres
físicos también me resultaban sumamente originales. En mi país había rasgos
componentes de dos o tres ramas de las corrientes de inmigrantes europeos que
lo habían poblado; pero aquí, en este pueblo se hacían visible en forma
evidente marcados caracteres orientales, y además el elemento afro de la gente
negra y todas las combinaciones resultantes. Me atraían los ojos chinos de un muchacho
que combinaban extrañamente con su piel de tierra aurífera de caboclo, o una
menina negra de piel de cobre y labios carnosos. Por otro lado había también
marcados caracteres europeos, especialmente germánicos en muchas fisionomías y también
estaba el dulce sutaque gutural francés
en la cadencia del idioma brasilero. Era otro pueblo, otra raza muy diferente a
la austral a la que yo pertenecía. Ellos eran más cálidos y expresivos.
Parecían exteriorizar todo lo que sentían, eran más amables y graciosamente
solemnes, y también muy sencillos y seductores.<br />
Su lenguaje mismo era muy melodioso y por momentos parecían
niños.</div>
<div class="MsoNormal">
Yo me sentía tan deslumbrado que me olvidaba de mi mismo.
Esos seres me despertaban mucha ternura. Hubiese querido besar y acariciar a
todo el mundo. Pero aunque yo me olvidase de mi mismo para percibirlos con
mayor profundidad, ellos me percibían también a mi de una forma muy particular.
Me trataban como si me conocieran desde siempre, como si ya hubiesen aprendido
mi manera de ser y de pensar. Y aunque yo nunca he sido muy atractivo ni
demasiado carismático, los personajes mas destacados de sus grupos buscaban
comunicarse especialmente conmigo en algún momento. Yo no era muy
conversador pero siempre había alguien dispuesto a mantener conmigo una
amistosa conversación. Sin conocernos previamente me hacían interesantes
declaraciones e insólitas confidencias. En pocos momentos se creaba una
relación muy intima y la comunicación tenía la característica de una expresión de arte. Yo
notaba grandes diferencias: en mi país las personas daban la impresión de ser
niños tratando de parecer adultos, aquí, por el contrario, la gente parecía
demostrar a cada momento que aunque fuesen adultos en alguna forma siempre
seguirían siendo niños.</div>
<div class="MsoNormal">
Me obsesionaba la belleza humana (ese factor que imprime en
los seres el sello del presente y que muy raras veces impresiona las placas
fotográficas). Yo acariciaba los cuerpos con la mirada. Durante las
conversaciones dibujaba repetidas veces los rostros. Sin desatender el tema de
la conversación, una parte paralela de mi percepción recorría la línea de los
labios, descubría el tono de la leve coloración de los párpados, perseguía el
movimiento de las manos en cada secuencia, atrapaba el trazo veloz de un perfil o percibía el fulgor de una mirada.</div>
<div class="MsoNormal">
Y esa tarde en Bahía yo presenciaba fascinado una
super concentración de belleza, porque el lugar de por si era maravilloso, y lo
mas importante, la gente (sin la cual los lugares no me significaban nada), la
gente era formidable.</div>
<div class="MsoNormal">
Mis tres magos que ya de por sí eran hermosísimos me
presentaban a unos garotos que hacían música y que tenían aspecto de
duendecitos encantadores: uno rubio y muy blanco de ojos celestes que saltaba
cada vez que se reía, otro negro azulado de largos bucles que digitaba
continuamente una viola invisible, otro
de barba y pelos de fuego que pensaba que todo era muy absurdo. Yo deseaba que
la conversación se prolongase para poder admirarlos por más tiempo, pero cuando
se marcharon apareció un tipo grandón, con larga barba y pelos de troglodita
con su mujer, una negra escultural con una túnica iridiscente y descalza. Ambos
muy ingeniosos y divertidos. Teníamos que pasar por su estudio para ver sus
pinturas. Yo hubiese querido retenerlos pero aseguraron que volveríamos a
encontrarnos con más tiempo. Y de pronto aparecía ante mi vista un barbudo de
aspecto legendario con los pelos calcinados por el sol y extasiados ojos
ultramarinos que según me explicaron mis amigos era un poeta delicioso y
también un músico encantador. Su conversación era disparatada, abundando en
metáforas y expresiones exóticas. Nos veríamos mas tarde en el mercado ¿verdad?<br />
De cierto que pasaría luego a buscarnos por la pensión. Entonces aparecieron
unas garotas alucinantes: una parecía un muchachito, una especie de grumete
salido de la tripulación de un barco pirata, la otra era etérea como un hada. Iríamos a tomar cerveja mas tarde. Nos
esperaban en la terraza del bar. Pasaban y algo de mi se iba tras ellas. Pero
ya nos encontrábamos con un grupo que hacía teatro en la playa. ¿Iríamos a
verlos? Estarían esa misma noche en el Jardin de Alá. Yo estaba estupefacto. Y
no se trataba en todos los casos del sentido clásico y tradicional de belleza.
Era muy otra cosa. Algo difícil de explicar. A veces yo comentaba a mis amigos:</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Aquella garota de la playa tan linda…</div>
<div class="MsoNormal">
Y ellos me miraban diciendo:</div>
<div class="MsoNormal">
_ ¿Vocé acha? Ela no e tan linda nao. E muito pequenha e muito
magra.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Si, claro. –decía yo.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->- So que ela tein graça. – decían ellos.</div>
<div class="MsoNormal">
Parecía entonces que la gente más que belleza tenía gracia.</div>
<div class="MsoNormal">
Pero lo cierto es que a veces yo veía a la gente como a
través de una lente distorsionante. Me llamaba la atención una boca que no
podía dejar de mirar mientras hablaba y se reía y mientras más la observaba
tenía la impresión de que había algo marcadamente exagerado. ¿Por qué atraería
tanto mi atención? Avanzaba en el campo visual e insinuaba poder ocupar todo el
espacio. Esa nariz ¿acaso no era demasiado aguileña? El arco de su tabique se
curvaba cada vez más hasta crear otro plano espacial independiente del rostro.
Unos dedos demasiado largos se desprendían de la mano y flotaban ante mis ojos,
luego volvían a integrarse. ¿Una mandíbula podía estirarse hasta ser mas larga
que toda la cabeza? Y este fenómeno estaba para mi estrechamente ligado al
concepto de belleza. Tenía mas que ver con la expresión puesto que estaba
relacionado siempre a la gente mas expresiva, a la gente que me comunicaba y me
transmitía cosas, ideas, afectos, emociones, deseos. La belleza clásica estaba
allí en principio, pero de repente se producía un desdoblamiento, algo se
desplegaba en algún detalle para hacerme ver que lo verdadero, lo esencialmente
bello era algo mas que el simple equilibrio de las formas. La pura belleza
formal podía ser un valor incompleto si no fuera por ese otro elemento.</div>
<div class="MsoNormal">
Me sucede muy
frecuentemente al contemplar viejas
fotografías de familia o de amigos, de pronto pienso: esa boquita, qué
anticuada… o que nariz demodé… o un torso desnudo, qué vetusto. Ya se que no se
trata de superación de las técnicas fotograficas ni de las ropas inusuales, y
menos aún del paradigma de belleza de la época ya superado. Se trata
simplemente de que lo que completa la imagen de las formas bellas es solo la
expresión del presente, difícil de captar con una Kodak, con cualquier Agfa o
con todas las Polaroids. Y era precisamente eso lo que yo percibía, era eso lo
que me fascinaba, lo que me hipnotizaba.</div>
<div class="MsoNormal">
Esa noche tarde, juntamos algún dinero y fuimos a comer a
los puestos del mercado. Arroz y porotos negros con tocino y chorizo y mucha
Farina de mandioca; Feichoada. Los puestos eran atendidos por negras vestidas
con hermosas ropas blancas llenas de puntillas y volados. Las mesas iluminadas
con velas y siempre el profundo aroma del incienso en el aire. Todo el tiempo
conocíamos mas personas y hacíamos nuevos amigos. Me volaba la mente solo los
nombres de la gente. ¿No eran extraños y encantadores?: Gilson, Newton,
Ran-Ran, Buda, Milton, Mira, Maninha, Plinio… No solo la traducción de los tradicionales
nombres latinos o griegos o celtas o sajones, sino, además otros, algunos muy
propios, otros traídos de la antigüedad, otros como sonidos onomatopéyicos, y
otros tal vez inventados. Todos despertaban en mi profunda admiración. Y esa
noche, mi primera noche en Bahía con mis nuevos amigos, bebiendo una cerveza
deliciosa que sugestivamente tenía el nombre de una divinidad hindú, <st1:personname productid="la Brahama" w:st="on">la Brahama</st1:personname> chopp, y fumando
unos cigarrillos que tenían que llamarse Alfa y no de otro modo, estaba lejos
de saber que pronto conocería a alguien con un nombre realmente excepcional.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Sin duda la casa estaba
encantada. Por momentos no había nadie y daba la sensación de una casa
abandonada, y al instante se llenaba de gente a tal punto que parecía imposible
que pudiese haber tantas personas en un lugar. La gente más loca de Bahía
pintaba por esa bendita casa a diferentes horas del día. ¿Cómo harían para
burlar el control de los habitantes de la planta baja? No podía entenderlo
porque <st1:personname productid="la Terezinha" w:st="on">la Terezinha</st1:personname>
seguía diciendo que no permitía visitas en las habitaciones, porque ella no
quería tener problemas con las autoridades, pero sin embargo algunas noches
todo Bahía parecía estar reunida en la planta alta de la casona de la calle
Raymondo. Grupos numerosos entraban y salían. Desde la ventana de arriba se
hablaban a los gritos con los que estaban abajo en la calle. A veces se
formaban banditas de músicos con hasta dos o tres guitarras, un par de flautas
y algunos tamborines que arremetían inesperadamente con un violento rocanrol o una samba bien
caliente coreada y palmeada por una ronda de numerosos espectadores. Al rato
todos salían a tomar cerveza en los lanchonettes de la avenida y la casa se
sumía en un profundo silencio donde parecía imposible que hubiese habido tanto bullicio un momento
antes. Entonces volvía a imperar el sonido del televisor o las voces
destempladas de los viejos y los gritos de las crianzas en la planta baja. Así
sucedía siempre como por oleadas con un ritmo semejante al de la respiración.
La casa se llenaba y se vaciaba periódicamente varias veces al día.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Mis amigos los magos salían
temprano a vender sus artesanías y volvían muy tarde por la noche. A veces
dormían en cualquier plaza sobre la grama o con sus meninas en la playa y yo
pasaba varios días solo en el cuarto de la pensión. La mesa y la silla junto a
la ventana era mi lugar exclusivo. Bien aprovisionado de papeles y marcadores
de colores, con la ventana abierta al día o a la noche pasaba gran parte del
tiempo dibujando. Por la tarde iba hasta la playa a pasear por la costa y a
encontrarme con la gente y volvía a la noche atravesando toda la ciudad. Y
mientras dibujaba sobre la mesa en la habitación percibía ese ritmo alucinante
de la casa. A través de los cuartos sin techo me llegaban las voces, las conversas,
las risas y el movimiento de los otros habitantes.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Descubrí que la casa estaba
encantada como por casualidad la noche que me tomé un jarope Romilar. Era noche
ya tarde, dibujaba en mi habitación. Los muchachos habían llegado de la playa
muy cansados y se habían dormido en sus lugares habituales. Dormían desnudos
por el calor sofocante de las noches del verano Bahiano. Yo había encendido una
vela sobre la mesa y dibujaba.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Esa vez estaba dibujando
precisamente a mis amigos durmiendo. Ya otras veces habían posado para mis
dibujos, y esa noche el modelo de turno se había quedado dormido pero igual yo
seguía dibujando. Entusiasmado había integrado al dibujo a mis otros
compañeros, el desorden de la habitación y hasta a mi mismo dibujando en la
mesa de trabajo junto a la ventana abierta. Me pareció que ese dibujo era muy
bueno. La habitación tenía límites difusos y las paredes eran transparentes. La
luz de la vela ponía reflejos dorados en los cuerpos y por la ventana abierta
entraba la noche invadiendo el cuarto con el resplandor de las estrellas. Un
arco iris comunicaba los cuerpos con sus colores. Todo se transparentaba, se atravesaba y se superponía. Las paredes
parecían sembradas de estrellas mientras los cuerpos flotaban en sábanas como
nubes… y la luz de las velas y los resplandecientes colores del arco iris…
Paulo en el suelo dormía hecho un ovillo. Jimmy, en la cama, boca abajo parecía
un nadador. Y Milton… bueno, Milton había tenido una erección mientras dormía
boca arriba justo en el momento en que yo lo dibujaba. Y yo, no queriendo
falsear la realidad lo había reproducido muy fielmente con erección y todo.
Parecían ángeles flotando entre las estrellas, uno de ellos, curiosamente, con
el sexo erecto…</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
En una de las habitaciones
alguien dejaba oír el rasgueo de una viola a la vez que una voz entonaba un tema
folk muy suave que en alguna de sus estrofas repetía:</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
“Mais elis matan os pássaros…¡Ah!…
¿por qué matar?...”</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Comprendí que en algún lugar se
había creado un clima propicio. Y me gustaba mucho como me había salido aquel
dibujo. Era realmente bueno. Y esa música… con ese fraseo… Era algo especial,
como una especie de llamada. Entonces sentí un fuerte e irresistible impulso,
un puro deseo de ir hasta donde estaban haciendo aquella música… Desnudo como estaba,
con solo la bincha violeta rodeando mis alborotados pelos, salté de la mesa y
sosteniendo el dibujo por la punta de la hoja abrí la puerta y salí al
corredor. Llevaba mi dibujo, tal vez no tanto con la intención de mostrárselo a
alguien, sino porque quería hacer
coincidir el dibujo con aquella música en un mismo plano. Tanta era la afinidad
que me parecía descubrir entre ambas cosas. Todo lo demás, la casa estaba
completamente silenciosa. Las luces de los compartimientos siempre encendidas
arrojaban una tenue penumbra en el corredor. Y solo se oía ese suave rasguido y
aquel fraseo repetido. Dejé la puerta abierta tras de mi y avancé unos pasos
por el corredor sosteniendo el dibujo con la punta de los dedos.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Para llegar hasta la música
tenía que atravesar todo el pasillo porque el sonido venía de la habitación del
fondo. Di dos o tres pasos hacia allá y me detuve a contemplar la situación.
¿Qué pasaría si alguien llegaba a encontrarme desnudo en medio del pasillo con
una hoja de papel en la mano?... Seguí desplazándome muy lentamente. ¿Y si
alguien abría alguna de las puertas de las habitaciones y me sorprendía en esa
situación? No tenía tiempo de contestarme esas preguntas porque en ese momento
fue cuando descubrí que la casa estaba encantada y que lo que estaba sucediendo
era parte de un extraño sortilegio. Lo supe porque debido a la extrema lentitud
de mis movimientos pude ver que las paredes a ambos lados del corredor y hasta
el techo y el piso de la casa estaban iluminados por un extraño resplandor. Me
detuve de golpe y todo se apagó. Volvía a moverme lentamente y todo volvió a
iluminarse. Pero al intentar cambiar la velocidad de la marcha y avanzar un par
de pasos a una ritmo normal las paredes se apagaron con una opacidad
concentrada. Traté de retroceder y la materia pareció condensarse para
impedírmelo. Pero si volvía a retomar mi impulso inicial, siempre que me
moviese muy lentamente y como flotando casi en puntas de pié, toda la casa
volvía a encenderse iluminada por tenues resplandores provenientes del
interior mismo de la materia. Hasta la música parecía decirme que siguiera
avanzando y fue así como tuve la certeza de que la casona amarilla de la calle
Raymondo era un territorio mágico.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Seguí avanzando siempre muy
lentamente viendo como las paredes relampagueaban subiendo y bajando la
intensidad de sus resplandores y a cada paso las luces arrojaban diferentes
tonalidades de colores, a cada centímetro que avanzaba pasaban del celeste al
blanco, al amarillo. Mas adelante se hacían de un verde muy suave y después<br />
de
un lila tenue, enseguida un puro fulgor rosáceo como de amanecer y por fin fue
un dorado reflejo<br />
de crepúsculo. Un poco más allá fue la luz verde abismal de
profundidades oceánicas. Yo pasaba a través de un espacio muy denso, casi líquido,
como arrastrado por corrientes subterráneas. La música era siempre un polo de
atracción muy concreto y yo ya estaba en su órbita. Sabía muy bien que nadie me
interrumpiría. Ya estaba llegando al fondo. ¿Cuánto tiempo me había llevado
atravesar ese corto trecho? No podía decirlo porque había entrado en un tiempo
paralelo al tiempo habitual de los relojes, el mismo y diferente. Pasé a través
de un espacio sólido casi pétreo, luego hubo un trayecto totalmente ígneo y
avancé en medio de los resplandores del fuego y ya frente a la puerta del fondo
el espacio se tornó aéreo, azul, etéreo. Entonces alguien adivinó mi presencia,
la música se detuvo, se oyeron unos pasos breves y la puerta se abrió.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Había abierto la puerta y se
había quedado mirándome entre asombrado y divertido. Yo estiré hacia él la hoja
con el dibujo. Desde su punto de vista la hoja de papel cubriría justo la
desnudes de mi sexo. El pareció comprender y me hizo señas para que me
apresurase a entrar. Asombrado vi que la habitación estaba llena de gente, cosa
que yo no había previsto. Aparte de la guitarra y la suave voz del fraseo yo no
había percibido ni voces ni murmullos. La habitación era grande y había
personas sentadas en el suelo mientras otras parecían dormir sobre esteras. La
luz era difusa y muchas partes del cuarto quedaban en penumbras. Un rayo de luz
muy tenue caía sobre la cama iluminando a un muchacho con una guitarra. El que
había abierto la puerta tomó el dibujo, me tomó de la mano y me condujo hasta
un lugar oscuro en el rincón mas apartado de la habitación, cerca de la ventana
donde nos sentamos sobre una estera. Se acercó a mí y me dijo al oído:</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: -3.0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Nois istamos facendo “operaçón silencio”. No tein
ninguein aquí. So o violón… ¿ta?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Se apartó para mirarme y le hice
notar con una seña que había entendido. Él hizo dos señas para darme a entender
que abajo dormían. Asentí conforme y mientras él observaba mi dibujo eché una
mirada a las otras personas. Los que no dormían estaban sentados contra la
pared prestando atención a la suave música.
Algunos se comunicaban entre si con ligeros y precisos movimientos de manos o
pegando la boca al oído de su compañero cuando necesitaban decirse algo. Pero
en general solo se oía un débil murmullo. Algunos cuerpos estaban entrelazados
y recostados. Había chicas y muchachos que yo ya había visto paseando por la barra. Toda gente muy linda.
Entonces observé a mi anfitrión. Vestía simplemente un jean azul y una camisola también azul de
cuello Mao bordado. Su pelo lacio muy fino, largo hasta los hombros y partido a
un lado le cubría parte del rostro. Miraba el dibujo y me miraba sonriente. Sus
ojos verdes-castaños eran muy vivaces, grandes y levemente achinados.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Boca grande y carnosa de
caboclo. Pómulos y mejillas anchos y fuerte mentón. Me hizo una seña con su
pulgar queriéndome decir que aprobaba mi dibujo. Acerqué mi boca a su oído y
suavemente le pregunté:</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: -3.0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->¿Quein é voce?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Él puso su boca en mi oido y
dijo:</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
-Eu sou Esmeraldo… ¿e vocé?...</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Me costó creer que alguién
pudiese llamarse así. Él dijo “Ismeraldo con una “e” inicial con algo de
“i” y arrastrando suavemente una “erre” gutural.
Acerqué entonces mi boca y le dije mi nombre. Expresamente puse algo de “u” en
la pronunciación de la “o” inicial, porque sabía que entonces mi nombre sonaría
para él con un doble significado: Omar, o mar, u mar, el mar.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Asintió con una amplia sonrisa
de crianza mientras con una mano dibujaba en el aire una onda como las olas del
mar, mientras yo uniendo los nombres pensaba “o mar… esmeraldo”…</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Nos miramos con más atención.
Nos miramos fijamente a los ojos. Su expresión era radiante, serena,
placentera. Sus labios se estiraban en una suave sonrisa. Sus ojos me recorrían
y volvían a fijarse en mis ojos. Yo veía su áurea. Estaba envuelto en una
luminosidad dorada. Y así estuvimos largo tiempo en estado de pura
contemplación y reconocimiento. Después se incorporó lentamente y me tendió la
mano. Me paré y él me condujo hasta la ventana abierta. Nos apoyamos en el
marco y nos asomamos a la noche. Era una magnífica noche estrellada y creo que
nunca he vuelto a ver tras una ventana tal profusión de estrellas. Creí que
desde esa ventana se veía el cielo de todos los hemisferios terrestres. El
espacio vibraba, las estrellas centellaban y la casa y nosotros nos
estremecíamos. Tuve la fuerte sensación de estar en una nave espacial que se
desplazaba a velocidades siderales a través del universo. Sentí vértigo. El
espacio parecía poder succionarme. La fuerza cósmica me arrancaría de la
ventana y yo caería hacia arriba atraído por la gravitación de esas lejanas
galaxias. Volvimos a mirarnos entonces me tranquilicé al ver que las estrellas
estaban también ahí en su mirada, y pensé que si lo inmensamente grande se
hallaba contenido en el tamaño diminuto de sus pupilas entonces todo estaba
controlado y no había nada que temer. Me sentí ingrávido. Sin duda que podría
salir por la ventana, bailar sobre los tejados y volver junto a Esmeraldo. Con
las manos aferradas al marco de la ventana eché la cabeza hacia atrás buscando
el cénit de la noche. Él se sentó en la ventana y volvimos a hacer coincidir
otra vez nuestras miradas. En esa posición yo tenía frente a mi su rostro
mirándome y detrás suyo todo ese lucerío alborotado del cielo. Su cabeza
flotaba en la noche y como en mis dibujos todo se transparentaba y se superponía. Sus ojos, su
pelo y su boca eran otras tantas constelaciones Yo veía todo con un ligero
efecto ojo de pez donde Esmeraldo y la noche constelada me envolvían como una
atmósfera.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Un grupo de personas se
levantaron y salieron silenciosamente. Nos saludaron desde la calle agitando
las manos. Esmeraldo desmontó de la ventana y volvió a conducirme de la mano
hasta una colchoneta con almohadones. Las luces se apagaron, y la guitarra se
silenció. Estábamos en el centro del cuarto
iluminados solo por la luz de las estrellas. Él se sentó en la posición
del loto y yo me senté así también exactamente frente a él. Y ahí comenzó todo.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Estábamos así frente a frente y
muy cerca. A un lado la ventana abierta arrojaba sobre nosotros toda esa
fosforescencia estelar, y hacia el otro lado nos rodeaba la penumbra del
cuarto. Así permanecimos un tiempo, siempre las miradas y la sonrisa flotando
entre nosotros. Y cuando todo alrededor se aquietó por completo, Esmeraldo hizo
con la cabeza una breve señal indicando que podíamos comenzar. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Nuestros ojos se fijaron bien
cada uno en los del otro y entonces, al poco tiempo algo empezó a pasar. En la
periferia del campo visual algo estaba sucediendo, algo se movía y giraba como
volutas de humo. Alrededor de la visión todo se desenfocaba y se esfumaba. Para
percibirlo había que realizar un doble trabajo: concentrar la visión en el
centro focal, en los ojos del otro, pero al mismo tiempo prestar atención a lo
que sucedía alrededor. Entonces todo comenzó a girar. La visión era un inmenso
remolino que iba de la periferia al centro y del centro a la periferia. Y en el
centro de ese mandala, la mirada siempre, flotando en el espacio. El tiempo y
los movimientos se aceleraron y dejé de ver los rasgos fisionómicos de
Esmeraldo. Todo se unió y se desintegró en polvo y hubo una avalancha de
tinieblas saltando hacia delante y cuando todo se borraba los ojos irradiaron
un rápido destello material casi tangible, y así la luz empujó desplazando a
las sombras. Las líneas del rostro volvieron a hacerse visibles lentamente. Esa
luz parecía un fuerte chorro de agua cayendo sobre un vidrio embarrado. Esa luz
flotaba y limpiaba y se extendía y pulía todo a su paso. Proveniente de la
mirada ganaba espacio y volvía a hacer nítidas las formas que se habían hundido
en el caos tenebroso. El entorno se restituyó. El rostro, las facciones, la
ventana, la habitación, la noche estrellada… Pero cuando sentí que podía
tranquilizarme comprobé algo que me hizo saltar en mi mismo: Esmeraldo era
otro. Creo que es la única forma posible de decirlo. Si, Esmeraldo, él mismo
era otro. Algo había cambiado puesto que ya no era el mismo. Y en realidad
había cambiado todo, porque ya no era la misma persona de antes… Y al mismo
tiempo no había cambiado nada. Es decir, seguía siendo Esmeraldo con su mismo
pelo lacio fino cayendo hacia los lados y su hermosa boca emitiendo esa
agradable sonrisa, su cara ancha bien enmarcada, sus ojos ligeramente oblicuos…
y sin embargo cuanto mas lo observaba era mas notable que un cambio profundo se
había producido. Porque desde el momento en que abrió la puerta cuando lo vi
por primera vez yo había percibido si, un ser bello, luminoso, sofisticado,
socializado; y ahora en cambio estaba ante un Esmeraldo a quien no vacilaría en
calificar de prehistórico. Su pelo tenía texturas vegetales, su piel era de
arena aurífera del lecho de los ríos, sus ojos parecían gemas sin pulir
igualmente preciosas. La boca había sido tallada en la piedra y horadada por
los vientos, y lo que era mas notable aún, todo su cráneo parecía emerger
recientemente con su maravillosa forma humana evolucionada de algún eslabón
precedente., de algún oscuro primate… Si, acababa de dar el primer paso humano
en el camino de la evolución. Y sin embargo era el mismo Esmeraldo. Su sonrisa
se hizo más nítida y se extendió a todo el rostro. Sin duda sus ojos sonreían y
el mandala de la visión volvió a accionar sus fuerzas centrífugas y
centrípetas. Aquél vértigo de formas en
expansión y contracción, aquel movimiento de la luz y la sombra volvió a
comenzar. La serpiente volvió a devorar el sol y cuando quedó solo la mirada
suspendida en el vacío entonces renació la luz, volvieron a emerger las formas
y una vez mas Esmeraldo se había transformado. Sin dejar de ser el mismo estaba
muy lejos de ser el que había sido momentos antes. La materia se había
concentrado y tenía la contextura de los metales sólidos. Ahí estaba su boca de
cobre, su piel de bronce, su frente de plata, sus ojos de cuarzo y todo su
cuerpo compuesto de sólidas aleaciones de oro. Y este Esmeraldo no había sido
formado por la acción de los elementos naturales como su precedente, este nuevo
Esmeraldo había sido forjado en vivo por sí mismo. En un minucioso proceso de
auto-realización se había esculpido miembro a miembro, rasgo a rasgo él mismo a
sí mismo. El tiempo se aceleraba. Otra vez volvió a girar la rueda del mandala.
Otra vez volví a estar suspendido en medio del abismo unido al universo solo
por la persistencia de la mirada. Y cuando la luz líquida volvió a establecer
el dominio de lo visible, Esmeraldo había vuelto a mutar. Había dejado de ser
su propio artífice; ya no era el laborioso producto de sus manos. Algo se había
producido en él en algún momento que como un viento huracanado lo había arrojado
violentamente al mundo abstracto de las ideas. A través de su frente, como una
larga cinta móvil yo podía percibir lo complejo de su pensamiento en forma de
signos, relaciones, figuras, ecuaciones. Un concepto simple se desdoblaba y se
multiplicaba infinidad de veces. El espacio se exploraba en todas las
dimensiones posibles. Cada pensamiento que brotaba en su mente debía ser
rigurosamente analizado como un extenso teorema. Su visión percibía el mundo
circundante como estructuras bien definidas y conocibles.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
La visión era como una llave que
abriese a su paso complejas cajas chinas que remitían cada percepción a un
mundo de modelos arquetípicos impersonales compuestos de cuerpos simples como
poliedros. Los sentidos del tacto, del oído, del olfato, del gusto respondían a
esquemas físicos, químicos y magnéticos. En su contextura física era evidente
la estructura atómica. Vivía en el alucinante mundo fenoménico donde todo se
observaba, se experimentaba, se reproducía, se enunciaba. Los sentimientos y
las emociones podían traducirse a puras fórmulas. Y cuando percibí que ese
mundo estaba saturado de todos los significados posibles, la esfera mandálica
volvió a poner en acción aquel extraño juego de lo invisible tragando a lo
visible para finalmente volver a hacer surgir lo visible del seno mismo de lo
invisible. Los cambios se sucedían cada vez a mayor velocidad. Cada
transformación parecía dividir el tiempo presente a la mitad del pasado, y no
obstante, cada nuevo ser parecía tener mayor extensión en el tiempo. Y así fue
que me encontré de pronto ante el producto de un nuevo cambio. Esta vez la
comprensión de la imagen me llegó a través de una súbita intuición. Antes de
haber visto yo ya sabía. Las transformaciones anteriores conservaban entre si
una relación de continuidad pero ahora se había producido un salto desmesurado
de octava, mi amigo Esmeraldo, si es que todavía era posible llamarlo por su
nombre sustantivo o había que pensar en un nombre adjetivo, un nombre verbal,
él estaba siendo nada menos que el Buda viviente, el Iluminado Señor Maytreya
Buda, ¡Om Mani Padme Hum!, <st1:personname productid="la Joya" w:st="on">la
Joya</st1:personname> en el Loto, Señor de las Esmeraldas. Entonces me
abandoné a un estado beatífico de pura contemplación. Como… ¿acaso no lo había
notado desde el primer momento? Era evidente que todo conducía aceleradamente a
la realización de este descubrimiento, a esa implícita revelación. Algo que
había estado ahí todo el tiempo y por lo que sin embargo había tenido que
recorrer un largo y sinuoso camino para hacerlo visible. Ahí estaba la semilla
profundamente afianzada en el barro y después el tallo había atravesado
trabajosamente el agua buscando la luz
de la superficie, y una vez alli, cuando hubo emergido desarrolló sus hojas y
así por fin abrió sus pétalos y estaba ahí…<st1:personname productid="la Joya" w:st="on">La Joya</st1:personname> en el Loto. Noté que sus manos habían
formado exquisitos mudras y un aura dorada como una esfera de partículas
infinitesimales envolvía su cabeza. Sus ojos me veían, sin duda pero sus
párpados estaban entornados y su mirada se fijaba en algún punto de su nariz lo
que me hizo suponer que me veía doble. Comprendí instantáneamente que las líneas
de refracción se su mirada me proyectaba a… su propia interioridad en un fenómeno
extraordinario de intrayección donde él y yo… Pero no pude seguir pensando
porque su mano derecha se elevó en un mudra de dedo medio unido al pulgar con
el índice extendido hacia su boca lo que me pareció señalar al mismo tiempo que
indicar el silenciamiento de toda especulación para volver a establecer el
disfrute de la contemplación como la realidad suprema. A partir de entonces
pudieron haberse sucedido las edades geológicas, porque cuando volví a tener
una leve conciencia del tiempo cronológico noté que estaba amaneciendo y que
una claridad celeste-rosácea muy tenue llegaba desde la ventana abierta.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Sentí que la experiencia llegaba
a su fin. Pero la luz diurna que avanzaba volvió a accionar la llave del
mandala. Entonces, ahora tanto las fuerzas luminosas como las tenebrosas del
amanecer adquirieron una existencia material mas intensa. Esos densos plasmas lumínicos
que pujaban contra pesadas
concentraciones de oscuridad estaban exactamente más allá de la física. En <st1:personname productid="la Metaf■sica." w:st="on">la Metafísica.</st1:personname></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Supe que la mayor parte de lo
que estaba sucediendo escapaba a mi comprensión. Hubo una serie de resplandores
estroboscópicos con estallidos de luz mas intensos que la luz diurna y de
repente, como si la naturaleza se hubiese visto compulsada a tomar un atajo
ajeno a la lógica y como abreviando un complejísimo desarrollo con una
disparatada resolución por el absurdo, el plano de las cosas cotidianas volvió
a ocupar su lugar con la ventana, la habitación, los ruidos que comenzaban a
despertar en la calle… y Esmeraldo, ahí mismo, frente a mi. Pero esto si que
era verdaderamente divertido… la mañana entera se reía… El universo entero era
una gran carcajada. Y me pareció que todos los seres posibles, todas las formas
inteligentes del universo estaban unidos a la expresión de esa fantástica risa. En un impulso
irresistible alargué mi mano y toqué a Esmeraldo. Cuando noté que la visión era
real, que tenía un cuerpo tangible, comencé a recorrer lentamente a Esmeraldo
con las manos en un prolongado reconocimiento que tenía al mismo tiempo la
calidad de la más tierna caricia. Mis dedos se demoraban con placer infinito
palpando el metalizado lamé azul de su traje. Después recorrieron sus hombros,
acariciaron su torso y remontaron hasta su cara<br />
para acariciar los finos hilos dorados de sus pelos, los suaves pétalos de sus pómulos, el trazo alado de
sus párpados como hojas de té, sus ojos achinados, la línea exquisita de su boca…
Las gemas de sus ojos me miraron<br />
y entonces se restableció el orden natural de
todas las cosas, porque me hizo sentir que me veían a mi, me convocaban, me
consolidaban y me con-formaban</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Entonces rompiendo el silencio
por primera vez desde que nos habíamos encontrado le pregunté:</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: -3.0cm; margin-top: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Esmeraldo… ¿quein é vocé?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
A lo que él muy naturalmente
contestó con otra pregunta:</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
- ¿E vocé, Omar?...</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
Lo que nos hizo sonreir con la luminosidad de innumerables soles… Pero inmediatamente,
Esmeraldo reflexionó y como con un súbito sobresalto dijo:</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
- Mais…¿cómo nois vamos facer
agora? </div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSH1vvEiMjQZifZ3FRjj290_yel5S3fLNAkorL8xCBkeyPRAKyRcgV3bAqAccavWnIz7MfnCvZxv2v3sM9PGI3Gn9vFeyKz-B8xRuozuUhR6nMPD1UHoTrQzY-iHzlD2mUB8psqaRb5Mu7/s1600/buda+esmeralda.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSH1vvEiMjQZifZ3FRjj290_yel5S3fLNAkorL8xCBkeyPRAKyRcgV3bAqAccavWnIz7MfnCvZxv2v3sM9PGI3Gn9vFeyKz-B8xRuozuUhR6nMPD1UHoTrQzY-iHzlD2mUB8psqaRb5Mu7/s320/buda+esmeralda.jpg" width="203" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
(continuará)</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: -3.0cm;">
<br /></div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-79008377638410702032016-08-17T16:51:00.001-07:002016-08-17T16:54:31.004-07:00 omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-47012023798698869842016-07-30T08:22:00.001-07:002016-07-30T08:55:13.593-07:00 "GENERACIÓN DESCARTABLE II" Capítulo 11<div>
<br />
<br />
"GENERACIÓN DESCARTABLE II"</div>
Capítulo 11<br />
<div>
<br /></div>
<div>
<br />
<br />
<img src="https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/736x/b7/cb/77/b7cb77d2ac12d6e891337a3aa6608b81.jpg" /><br />
<br />
<br />
"ALTERNATIVAS DE UN VIAJE INTERRUMPIDO"</div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<o:p> </o:p>Caímos en el departamento de Nino en Leblón con Nora que no<br />
paraba de llorar mientras se probaba los hermosos vestidos del valijón frente<br />
al espejo y le contaba a Nino por enésima vez los pormenores del fatídico viaje.<br />
Nino era un tipo regordete con pelos rubios enrulados y aspecto de angelote.<br />
Parecía un capo di mafia bondadoso exilado al sol de Río de Janeiro y estaba<br />
siempre acompañado de un flaco lánguido y perverso. Ambos eran de Baires y<br />
antiguos amigos de Nora. El flaco estaba eternamente enamorado de ella y la<br />
perseguía como hipnotizado por todas partes sin lograr su aceptación. Nino<br />
trataba de consolarnos: todo se arreglaría de la mejor manera. En poco tiempo<br />
Clarita recobraría su libertad y podríamos continuar el maravilloso viaje<br />
interrumpido. El flaco me miraba con sus ojos celestes llenos de odio por el<br />
solo hecho de que había llegado acompañando a Nora.</div>
<div class="MsoNormal">
Yo había perdido mi calma habitual. Iba y venía por el<br />
departamento estrujándome las manos. Llené la bañera con agua caliente y me<br />
sumergí. Enseguida llegó Gracielita. A pesar de la tristeza que la invadía no<br />
perdía su sentido del humor. Se sentó al borde de la bañadera y sonriendo<br />
iracunda me dijo:</div>
<div class="MsoNormal">
- Omar, vos sos un pececito argentino…</div>
<div class="MsoNormal">
Y después me contó todo lo demás. Había visto todo. Venía un<br />
poco más atrás y había podido ver como los canas paraban a Clarita y al Peli,<br />
los revisaban y se los llevaban. Ella tampoco se había atrevido a hacer nada.<br />
Pero ahora si, había que hacer algo. Nora tenía la dirección de la madre de<br />
Clarita. Iríamos a hablar con ella. Tal vez consiguiésemos ayudar de alguna<br />
forma. Nora no podía ir, estaba abatida y no dejaba de llorar, así que salimos<br />
para allá Gracielita y yo. Tomamos un taxi hasta llegar a una zona residencial<br />
de altos edificios. Llamamos por el portero eléctrico y nos atendió la madre de<br />
Clarita. Gracielita subió a hablar con ella mientras yo preferí quedarme<br />
esperando en el hall. Media hora después apareció Gracielita totalmente<br />
decepcionada. No había nada que hacer. La madre de Clarita estaba bien al tanto<br />
de todo y Clarita ya había pasado automáticamente de la policía a la clínica<br />
psiquiátrica donde sería sometida a un tratamiento de desintoxicación. Sin duda<br />
que todo lo hacía con las mejores intenciones por el bien de Clarita… Y ni una<br />
palabra mas. No había nada que hacer.</div>
<div class="MsoNormal">
En silencio caminamos a la deriva por las calles del barrio<br />
residencial. No sabíamos adonde ir. Nos mirábamos y sonreíamos tristemente y<br />
así llegamos a la playa. Se había hecho de noche y nos tendimos en la arena<br />
boca arriba uno junto al otro. El cielo estrellado brillaba como una fiesta a<br />
destiempo de nuestros tristes sentimientos y recién entonces en la oscuridad de<br />
la playa solitaria comenzamos a hablar quedamente. ¿Dónde estaría Clarita en<br />
ese momento?... ¿por qué habían interrumpido nuestro viaje?... ¿por qué?...<br />
¿por qué?... ¿ y por qué? Justo cuando estábamos<br />
por alcanzar algo fantástico. Recordábamos las canciones y las palabras de<br />
Clarita.</div>
<div class="MsoNormal">
Nuestra imaginación proyectaba su imagen sobre el fondo<br />
estrellado del cielo nocturno.</div>
<div class="MsoNormal">
Mientras hablábamos movíamos brazos y piernas en círculo por<br />
el mero placer de sentir la arena cálida. En un momento me atreví a decir:</div>
<div class="MsoNormal">
- ¿Sabés una cosa?... En el ómnibus… cuando se sacó el<br />
sombrero y los anteojos… yo pude verla. Fue rarísimo…era Renée y Tango. Los dos<br />
como fusionados.</div>
<div class="MsoNormal">
- Si, -dijo Gracielita- yo también los vi.</div>
<div class="MsoNormal">
Habíamos visto lo mismo. El mismo extraño misterio. En ese<br />
momento nuestras manos se encontraron en la arena y se unieron, y así<br />
permanecimos en silencio. Después nos incorporamos lentamente. Donde habían<br />
estado tendidos nuestros cuerpos en la arena se habían formado dos círculos que<br />
se unían en un punto como un signo<br />
infinito.</div>
<div class="MsoNormal">
En el departamento de Nino estaban mirando televisión y por<br />
otro lado no teníamos mucho que decir, simplemente que no había nada que hacer,<br />
así que nos pusimos a mirar el noticiero. De pronto, ahí en la pantalla, en<br />
medio de una información deportiva percibí una imagen insólita: entre las<br />
vertiginosas imágenes del partido de futbol, imprevistamente la estatua de la<br />
libertad a la entrada de Manhatan… ¡¡¡estallando!!!… volando en mil pedazos, en<br />
una breve milésima de segundos, y después, otra vez el partido de futbol.<br />
Pregunté a todos pero nadie había visto nada. Había sido una irrupción<br />
subliminal solo para mí. No había dudas, por alguna razón había visto una<br />
imagen subliminal: la estatua de la libertad desmoronándose.</div>
<div class="MsoNormal">
Entonces Nora propuso<br />
que para cortar la pálida nos vistiésemos con nuestras mejores galas y<br />
saliésemos a caminar por Leblon a tomar un helado.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A la mañana siguiente encontré a Nora y Gracielita en la<br />
playa. Sobre una duna alejada de la orilla y tendidas en la arena<br />
resplandeciente Gracielita leía para Nora en voz alta los textos tibetanos<br />
recopilados por Alexandra David-Neal. Me acerqué y me senté a escuchar. Era una<br />
preciosa historia de amor entre dos abejas. Gracielita pronunciaba divertida<br />
los resonantes vocablos tibetanos. Cuidadosamente leía todas las llamadas donde<br />
se traducían los términos tibetanos al chino y al sanscrito. Después de la<br />
lectura Gracielita se quedó un rato en silencio mirando el mar y al final dijo<br />
como para si misma:</div>
<div class="MsoNormal">
- Pero… ¿adonde íbamos a ir con Clarita?... ¿Dónde sería ese<br />
lugar adonde nos iba a llevar y donde nadie iba a saber de nosotros?</div>
<div class="MsoNormal">
Parecía mas un cuestionamiento filosófico que una pregunta<br />
concreta. Pero entonces oí la voz adormilada de Nora que decía simplemente:</div>
<div class="MsoNormal">
- A su casa en Friburgo. La casa de fin de semana de su<br />
familia en Friburgo, no muy lejos de aquí, en las montañas.</div>
<div class="MsoNormal">
Y si Clarita iba a llevarnos… ¿por qué no íbamos? Teníamos<br />
que ir. Era tristísimo que ella no estuviese con nosotros, pero igual nosotros<br />
podíamos ir.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En el departamento de Nino habían llegado amigos de Buenos<br />
Aires. Nada menos que Mario el colorado y Agustín el uruguayo, ahí en Leblon<br />
después de un largo viaje a dedo en camión.<br />
Mientras tanto hacíamos los preparativos para viajar a Frigurgo y a la mañana siguiente ya éramos una extraña<br />
caravana con bolsos, arroz integral y un toco de grass tomando el bus en la<br />
rodoviaria rumbo a Friburgo.</div>
<div class="MsoNormal">
Al cabo de dos horas de viaje nos apeamos en medio de un<br />
paisaje montañoso en una colonia suizo alemana donde las nubes se enganchaban a<br />
las copas de los árboles. Íbamos caminando sobre la hierba húmeda de rocío,<br />
encendiendo unos porros y preguntándonos cómo haríamos para entrar a la casa de<br />
Clarita sin Clarita.</div>
<div class="MsoNormal">
La casa era una maravillosa cabaña en medio de un parque<br />
excepcional. Había un cuidador y tuvimos que improvisar. Le dijimos que éramos<br />
amigos de Clarita, que veníamos de Río y que ella llegaría enseguida.<br />
Extrañamente el buen hombre nos abrió la<br />
casa y nos ayudó a ubicarnos.</div>
<div class="MsoNormal">
La cabaña era bellísima. Varias habitaciones rodeaban la<br />
sala en medio de la cual brotaba un hogar circular bajo una campana de cobre pulido.<br />
Las habitaciones eran un primor y alrededor de la casa se extendía un frondoso<br />
parque con grandes árboles entre colinas por donde corría un arroyito.</div>
<div class="MsoNormal">
Allí pasamos unos días tomando sol desnudos, haciendo música<br />
y paseando. Yo leía “El Hombre Invisible” de Wells. Me ponía mi túnica blanca<br />
de monaguillo y me iba a meditar junto al hilo de agua. Por extraña casualidad<br />
Agustín llevaba en su mochila una capa eclesiástica de seda negra con abundantes bordados dorados<br />
que usaba para pasearse desnudo por el jardín.</div>
<div class="MsoNormal">
Con Gracielita aprovechamos las largas horas de ocio para<br />
escribir un cuento en conjunto. Se llamó “Los Ojos de Janis Joplin” y era una<br />
historia de ciencia ficción: </div>
<div class="MsoNormal">
Dos extraterrestres de una lejana galaxia llegaban a la<br />
tierra para apoderarse de los ojos de Janis Joplin porque en su planeta han<br />
desarrollado una extraña tecnología: todas las imágenes acumuladas a lo largo<br />
de una vida en el banco de imágenes de los ojos podían ser procesadas en forma<br />
de film y pasadas como una serie en las pantallas de su televisora local. Llegan<br />
a la tierra, exhuman el cadáver de la diva, extraen los preciosos ojos y en su<br />
lugar ponen dos canicas japonesas para no despertar las sospechas de los<br />
terricolas.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Por la noche hacíamos música y encendíamos fuego en el hogar<br />
de la sala, pero nada que hiciésemos nos ayudaba a superar la tristeza por la<br />
ausencia de Clarita, hasta que deprimidos y desorientados volvimos a Río de<br />
Janeiro.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En el departamento de Nino nos encontramos con algo<br />
realmente sorprendente: acababan de llegar Farolito y <st1:personname productid="la Washington. Resultaba" w:st="on"><st1:personname productid="la Washington." w:st="on">la Washington.</st1:personname> Resultaba</st1:personname><br />
insólito pero estaban en pareja. Cylbia se paseaba por el patio con una<br />
camisola blanca cantando para disipar las tristezas:</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
¿Por qué llorar?</div>
<div class="MsoNormal">
Llorar…</div>
<div class="MsoNormal">
Llorar…</div>
<div class="MsoNormal">
Si todos podemos cantar</div>
<div class="MsoNormal">
Cantar…</div>
<div class="MsoNormal">
Cantar…</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Habían salido de Baires con un poco de pervetas y se habían<br />
estado picando por el camino. Cuando llegaron a Río les quedaba una caja de<br />
cinco ampollitas que las vendieron a un brasuca para poder pagar el hotel. Les<br />
contamos de Clarita. Cylbia tenía alguna experiencia en persecuciones<br />
familiares e internaciones psiquiátricas y nos consolaba. No podíamos hacer<br />
nada, solo esperar.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Yo conversaba mucho con Gracielita. Alguien le había hablado<br />
de una comunidad hippy en las montañas no muy lejos de Friburgo. Ella tenía las<br />
indicaciones para llegar y un día nos largamos al camino.</div>
<div class="MsoNormal">
La compañía de Gracielita era sumamente agradable porque<br />
parecía tener una gran estima por si misma y por las personas. Junto a ella yo<br />
me sentía un animal lujoso. Mientras viajábamos me contaba que una vez en<br />
Baires se había ganado un toco de guita a la lotería y cuando cobró el premio<br />
se subió a un taxi y le dijo al conductor que quería conocer todo el norte<br />
argentino y que tenía plata suficiente para pagar todos los gastos. Y se fue<br />
con el tachero en un largo viaje hasta Jujuy. Era una viajera apasionada e<br />
infatigable.</div>
<div class="MsoNormal">
Tomamos un ómnibus y llegamos a un pueblito perdido entre<br />
los cerros. Allí pedimos hospitalidad y dormimos en un galpón hasta que a la<br />
mañana siguiente un autito destartalado nos acercó hasta la comuna.</div>
<div class="MsoNormal">
Nos recibieron muy mal porque acababa de podrirse todo y<br />
solo quedaban dos sobrevivientes del grupo. Habían surgido serios problemas de<br />
convivencia y todos se habían desbandado. Solo ellos resistían pero no querían<br />
a nadie por ahí. Era mejor que nos fuésemos inmediatamente, pero cuando<br />
decidimos volvernos se apiadaron de nosotros. Estaba anocheciendo y no podíamos<br />
salir así al camino. Pasaríamos la noche allí y nos largaríamos temprano por la<br />
mañana. Comenzábamos a simpatizar y los chicos no eran tan desagradables como<br />
pretendían aparentar. En realidad eran bastante hermosos y se sentían<br />
desdichados. Nos mostraron las casas donde hasta entonces habían estado<br />
viviendo los locos: paredes profusamente pintadas con flores y grafittis,<br />
afiches y poemas… Pero sin la gente era realmente triste. Parecía un mundo<br />
abandonado. Era como asistir al fracaso de las comunas. Nos prepararon algo de<br />
comer y después conversamos hasta tarde. A la mañana siguiente ya no querían<br />
que nos fuésemos, pero… ¿qué podíamos hacer?... Daban ganas de quedarse… esos<br />
chicos eran hermosos, uno parecía Mick Jager y el otro idéntico a Robert Plant.<br />
Regresamos al camino y esa misma noche estábamos de vuelta en Río.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Una tarde fui a visitar a los sufis en su taller del morro<br />
Santa Teresa y ahí estaba Luis Alberto el Peli. Finalmente lo habían dejado en<br />
libertad. Y entonces me contó su terrible experiencia desde que lo detuvieron<br />
junto con Clarita al bajar del ómnibus. Los habían separado al llegar a la<br />
policía y ya no había vuelto a saber nada de ella. Estuvo incomunicado, y<br />
después lo habían puesto en un calabozo junto con un japonés que no hablaba<br />
nada de español ni portugués pero que meditaba y hacía yoga todo el tiempo. Así<br />
que más allá de las palabras se habían comunicado atraves de la meditación y<br />
los ejercicios. Ahora estaba trabajando con los sufis y todo estaba bien, pero…<br />
¿qué sería de la pobre Clarita?</div>
<div class="MsoNormal">
Por otro lado Gato acababa de llegar de Baires y andaba<br />
bagabundeando por la ciudad. Había quedado en pasar por el taller. Me andaba<br />
buscando y quería verme y esa misma tarde nos encontramos.</div>
<div class="MsoNormal">
Estaba muy bonita, con trenzas, pantalones de corderoy<br />
marrón, camiseta de batik y una bolsa marroquí con bordados y espejitos que le<br />
habían regalado los sufis. Por otro lado estaba bastante loca, no ligaba en las<br />
conversaciones y estaba como ida cuando acababa de llegar. Inmediatamente nos<br />
quedamos en la calle porque en ningún lado aceptaban a los clochards y no nos<br />
podíamos quedar. Pero la calle, para nosotros era el mejor lugar. Vagabundeamos<br />
días enteros, íbamos a las playas solitarias de Flamenco y por las noches<br />
dormíamos en un edificio en construcción. Despertábamos asomados al vacío en<br />
los balcones sin barandas y volvíamos a<br />
recorrer sin descanso la ciudad y las playas mendigando nuestra comida. Ella no<br />
hablaba. Silenciosa y telepática andaba<br />
junto a mí con su sonrisa de gato de Chesire, afirmando con su sola<br />
presencia la existencia de la magia ya<br />
que no podía ser sino magia el misterio de los viajes no planificados y el<br />
milagro de encontrarse.</div>
<div class="MsoNormal">
Un día nos enteramos que los hippies se estaban concentrando<br />
en una playa de Buzios y nos fuimos para allá. Cruzamos a Niteroi, tomamos un<br />
bus y después hicimos un dedo y así llegamos a la playita en forma de herradura<br />
donde estaba el hipperío.</div>
<div class="MsoNormal">
Habían armado una gran carpa circular hecha con un<br />
paracaídas ahí en la playa junto al mar y todo el mundo estaba hermosísimo, muy<br />
bronceados y con los pelos mas largos jamás vistos. Pasábamos el día en la<br />
playa haciendo música y nudismo. Esa playita era famosa porque ahí había estado<br />
un verano Brigitte Bardot y el lugar era realmente encantador.</div>
<div class="MsoNormal">
Una mañana llegaron amigos de Buenos Aires: Mario, Hernán y<br />
Pedro y traían un frasco lleno de trips. Todos tomamos y bajo el sol y junto el<br />
mar el viaje fue ideal. ¡Cuántos colores ocultos había en el agua y en la<br />
arena! Todo el mundo hacía nudismo. En medio del trip, naturalmente me saqué la<br />
ropa y entré al mar desnudo. Estuve largo tiempo jugando entre las olas, pero<br />
al salir del agua sentí vergüenza. Busqué mi ropa pero no la encontraba, en<br />
cambio veía una mancha rojiza latiendo sobre la arena caliente. Al acercarme<br />
noté que era una colcha antigua que parecía abandonada. En efecto era un<br />
cubrecama de dos plazas y lo tomé para cubrirme. Enseguida noté que la tela era<br />
muy suntuosa con flores azules y doradas, y ante mi visión alucinada aparecía<br />
como un tejido mágico maravilloso. Emocionado vi la marca en uno de sus bordes,<br />
con letras dorada estaba escrito AIJATITAMA-ROMA. Me cubrí con esa tela<br />
preciosa que nadie reclamó porque se había materializado exclusivamente para<br />
mi, después tomé una guitarra y fui a sentarme sobre una alta roca que se<br />
adentraba en el mar. Sin saber música toqué la guitarra, pero no iba a presumir<br />
de violero. Sentado en posición de loto y con la guitarra acostada sobre mis<br />
piernas comencé a sacarle sonidos como si fuese una cítara y ante esos sonidos<br />
experimentales mis amigos se reunieron junto a mí. Después de un rato pasé la<br />
viola y al atardecer cantamos:</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
“Soy del sol y no quiero saber</div>
<div class="MsoNormal">
Adonde van los que no quieren luz.”</div>
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/eGhxyYrv5Hg/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/eGhxyYrv5Hg?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Por la noche nos fuimos a tomar cachaça al pueblo. Yo iba<br />
cubierto con mi manto AIJATITAMA-ROMA y Gato con mi túnica blanca de<br />
monaguillo.</div>
<div class="MsoNormal">
Días después, Pedro, Hernan y Mario se fueron para Río y yo<br />
me quedé con Gato y los hippies en el paracaídas.</div>
<div class="MsoNormal">
Empezaron a circular pastillas de artane y estuvimos<br />
tomando. El fuego del fogón se tornó líquido y los colores estridentes, el<br />
paracaídas se llenó de insectos y como siempre al final vino la policía y nos<br />
llevó a todos en un camión. Nos tuvieron un par de días asinados en un calabozo<br />
y cuando nos largaron nos dispersamos.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En Río perdí de vista a Gato y por mas que la busqué no pude<br />
volver a encontrarla. Entonces me fui a lo de Farolito que estaba viviendo en<br />
un departamento frente al taller de los sufis. Pero no me podía quedar en<br />
ningún lado. De todas partes había que irse porque el artane desintegraba la<br />
materia y las paredes se resquebrajaban y las cucharitas se doblaban solas… y<br />
siempre había que irse.</div>
<div class="MsoNormal">
Farolito me llevó a<br />
lo de Newton y durante horas estuvimos viendo sus diseños para el carnaval.<br />
Después pintaron unos trips. Disolví uno en un poco de agua y me lo piqué.<br />
Enseguida encontré un cartón y me puse a dibujar: un arquero zen con su arco<br />
arrojaba su flecha y se atravesaba a si mismo, la flecha se incrustaba en medio<br />
de su frente. Durante todo ese tiempo Farolito se había copado con mi manto<br />
AIJATITAMA-ROMA. Lo había extendido sobre el piso y con hilo y aguja cosía y<br />
cosía. Al amanecer me probé el resultado de su labor. Ahora la colcha era una<br />
hermosísima túnica larga hasta el suelo y quedaba muy bien con la túnica blanca<br />
de monaguillo debajo. El atuendo completado con una vincha violeta era<br />
perfecto.</div>
<div class="MsoNormal">
Newton me regaló un precioso volumen de “El Libro Tibetano<br />
de los Muertos” con una cariñosa dedicatoria y Farolito me acompañó hasta la<br />
avenida. Allí me despidió con una enigmática sonrisa deseándome buena suerte. Y<br />
me quedé ahí, vestido como uno de los tres reyes magos. Hice un dedo e<br />
inmediatamente alguien me llevó hasta la ruta de salida Río – Bahía. No tenía<br />
ningún plan. No sabía bien adonde iba. Me senté sobre una piedra y terminé de<br />
coser el dobladillo de la túnica. Después volví a hacer dedo y me paró un<br />
camión. Cientos de kilómetros más adelante me recogió un auto. El conductor y<br />
su acompañante conversaban animadamente<br />
a lo largo de todo el trayecto y yo iba cómodamente instalado en el<br />
asiento de atrás entre jaulas llenas de pájaros tropicales y macetas con<br />
plantas exóticas.</div>
<div class="MsoNormal">
Me dejaron en un pueblito cerca de Bahía. Habían compartido<br />
conmigo sus comidas y encima me habían dado algo de plata para parar esa noche<br />
en un hotel. Y a la mañana siguiente tomé un ómnibus hacia San Salvador de<br />
Bahía. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
(continuará)</div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
</div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-41997387551230323702016-03-26T05:09:00.001-07:002016-03-26T07:34:35.846-07:00omaragon omarteum: “GENERACIÓN DESCARTABLE II” - Capítulo 10 <span style="font-size: 10pt;">“Generación Descartable II “</span><br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRGJ7wKULUoP1xzkPq9ooUiKEdhjQHMUMX_KVZj5kJqqq15-TWHyp6DiyMrQvMhAqkAAJYAvMp_08XYNmuPcIrBWObuAKOiBK2j5y_KAWDtv3hV_AkA8K5Vd5YvaUyYxLXC5CpBPXrXnOE/s1600/100_4365.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRGJ7wKULUoP1xzkPq9ooUiKEdhjQHMUMX_KVZj5kJqqq15-TWHyp6DiyMrQvMhAqkAAJYAvMp_08XYNmuPcIrBWObuAKOiBK2j5y_KAWDtv3hV_AkA8K5Vd5YvaUyYxLXC5CpBPXrXnOE/s320/100_4365.JPG" width="320" /></a></div>
<span style="font-size: 10.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 10.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 10.0pt;">Capítulo 10<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">“EL ROCK DE CLARITA<br />
MESCALINA”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Contar una vez más la historia de Clarita que ya he contado tantas veces…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Contar otra vez la fantástica y terrible leyenda de Clarita Mescalina que ya he contado millares de veces. Una<br />
vez más, mil y una vez. La misma historia que llevo contado y recontado infinidad de veces<span style="color: purple;">…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y a veces se me hace increíble a mi mismo que haya sucedido realmente una historia tal y exactamente<br />
como la recuerdo, y me pregunto si no la estaré inventando cada vez que la cuento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Así es que salimos de Río de Janeiro aquel pintoresco grupo de argentinos: Gracielita, Nora, Marcela, el<br />
Peli y yo. Y nos dividimos en pequeños grupos a la salida en la autopista Río - Sao Paulo.</span><br />
<span style="font-size: 10pt;">Habíamos llegado hasta allí todos juntos en la parte </span><span style="font-size: 10pt;">de atrás de una camioneta. Nuestros pelos se alborotaban al sol y veníamos </span><span style="font-size: 10pt;">cantando y tocando en las dos violas que llevábamos. Y a partir de allí yo me </span><span style="font-size: 10pt;">puse a hacer dedo con Graciela que estaba ese día especialmente hermosa, porque </span><span style="font-size: 10pt;">la loca se había puesto una túnica blanca de maya tejida y exhibía desafiante </span><span style="font-size: 10pt;">sus hermosas tetas en transparencia. Con su pelo lacio cortado a lo paje </span><span style="font-size: 10pt;">parecía una de las jóvenes griegas de Afrodita. Pero también tenía algo de </span><span style="font-size: 10pt;">muchachote rocanrolero “da pesada”. Así que entramos a hacer carona en medio de</span><br />
<span style="font-size: 10.0pt;">
la autopista. En el bar de enfrente unos muchachos nos convidaron a tomar cerveja fresca. Nos sentamos ahí en su mesa y estuvimos bebiendo y conversando. Y al rato volvimos a salir a la ruta con más ánimo y paramos un camionazo de<br />
aquellos que nos llevó hasta Sao Paulo. Elegimos ir en la parte de atrás, en el trailer para disfrutar el aire y el sol.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Así fue como caímos al atardecer en la feria de los hippies artesanos de Praça da República, en el centro mismo de la inmensa ciudad. Ya había refrescado y el clima era bien distinto del de Río. Al anochecer había que andar de abrigo. ¡Y cuánta gente loca había en Sao Paulo! Ahí si que el hipperío acababa de florecer y estallar. Se veían<br />
“dulces montones” de gente linda por todas partes. Largos pelos en libertad, hermosos sombreros y maravillosas<br />
túnicas. En todo era notable una marcada línea orientalista. Hasta en la mirada y la sonrisa de la gente. Allí en esa ciudad, todos los jóvenes eran músicos, artistas plásticos, cineastas y gente de teatro. En el extenso espacio de la ciudad había infinidad de galerías y salones de pinturas y esculturas. Los artesanos también eran excelentes y los puestos tenían tocos de mercadería.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">El motivo real del viaje había sido el de recuperar la gran valija con ropajes fabulosos de Nora que había quedado olvidada en la sesión Equipaje de la rodoviaria; pero ya en el mercado de artesanía noté que Nora andaba preguntando en algunos puestos si no habían visto por ahí a Clarita Mescalina o a Maninha… Todos decían que ellas ese día no habían pintado por ahí y que de cierto debían estar en “la casona”. Maninha estaría esa noche en la vernisage de la galería. Allí la<br />
encontraríamos. Y a Clarita podíamos buscarla en la casona. ¿Ya sabíamos donde era? El número no se acordaban, pero era tal y tal calle pasando el cementerio.<br />
“Depois do cimiterio” habían dicho y el término sonaba como a “misterio”…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Pero nos contaban que ella estaba dejando la casona. Era así mismo, Clarita estaba muy loca y estaba<br />
huyendo de su madre que quería meterla en un psiquiátrico. Andaba disfrazada para despistar a sus perseguidores. En cualquier momento saldría para Río de Janeiro con todas sus cosas y de allí volaría a Londres o tal vez a California.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Bueno, era mejor conseguir la dirección cierta de la casona y tratar de encontrar a Clarita antes que saliese<br />
para Río. Y en algún momento pasar a buscar la valija y tal vez hasta podríamos regresar a Río con Clarita. Mientras tanto para conocer bien la dirección de la casona nos íbamos ya mismo hacia la vernisage de pintura a ver a Maninha.<br />
Tomamos un par de taxis a través de largas avenidas y aéreas autopistas entre la gigantesca colmena luminosa de los edificios de la metrópoli mas densamente poblada de América del Sur.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">En un lugar céntrico entramos en una gran casa colonial blanqueada a la cal, y atravesamos extensas salas de<br />
exposición donde un mundo de gente deambulaba como entrenadando bajo las fuertes luces que iluminaban las pinturas. Y en una de esas salas encontramos a Maninha. Estaba rodeada de gente y conversaban animadamente. Se oía en un<br />
volumen bastante elevado la música del Submarino Amarillo. Cuando vio a Nora se apartó del grupo y se saludaron calidamente. Yo me preguntaba ¿de dónde se conocían? … y era que Nora viajaba a Brasil muy frecuentemente y siempre que pasaba se encontraba con Maninha y Clarita. Pero siempre se habían visto en diversos lugares y Nora no sabía la dirección de la casona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Maninha nos condujo a través de unos corredores y unas escaleras hasta un confortable despacho desde donde<br />
se emitía la música del submarino que sonaba en la sala. Y ahí nos sentamos a conversar en unos cómodos sillones de cuero negro. El mobiliario perseguía los efectos contrastante del negro sobre el blanco. Las luces eran más tenues y yo<br />
podía ver mejor a Maninha. Ella iba enfundada en un vestido negro y enseguida noté que era de una belleza inquietante. Nos sirvió whisky con mucho hielo en unos enormes vasos tallados, y entonces a mi me pareció que ella era… Gato. Si,<br />
sin duda ella era <st1:personname productid="la Gato Poeta" w:st="on"><st1:personname productid="la Gato" w:st="on">la Gato</st1:personname> Poeta </st1:personname>que yo tanto había buscado en Buenos Aires antes de salir de viaje. Pero esta era una Gato un poco mayor y algo mas evolucionada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Ya me habían dicho que sus pinturas eran formidables y que sus obras se vendían muy bien en Brasil y en el<br />
exterior. Y sin duda alguien podrá decir que Maninha no se parece en nada a Gato, pero yo veía a Gato como en el trasfondo de Maninha. Y Maninha se me aparecía como un ser fascinante. Los siguientes momentos que estaría con ella en aquella oficina sería la única vez que la viese, pero ella quedaría profundamente gravada en mi memoria. Yo la miraba entre extasiado y divertido.<br />
En el fondo yo creía que estaba viendo a Gato haciendo de Maninha en una especie de superproducción. Algunos me dirán que Maninha es un ser muy superior y mucho mas desarrollado, pero yo había conocido primero a Gato… y los seres que durante nuestra vida se acercan a nosotros en la primera flor de nuestra juventud, serán luego para siempre los Dioses Originales hacia los que siempre se remitirán todos los otros seres. Pero, a veces también me pregunto: ¿y ellos, a su vez… quienes son en esencia… desde antes?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Maninha en tanto bebía de su vaso que entre sus manos parecía un diamante tallado con un líquido ámbar donde<br />
flotaban pequeños icebergs.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Hablaba con Nora muy sobriamente: hacía ya algún tiempo que no veía a Clarita porque con esto de la muestra ya no iba por la casona y además, ya había sacado todas sus cosas porque iban a dejar la casa, ella ya estaba en su departamento y estaba trabajando mucho con una serie de fotos y pronto empezaría a rodar cinema. Pero estaba realmente preocupada por Clarita porque la veía demasiado alterada. Sin duda debía ser cierto que su familia la perseguía y que estaba en peligro, pero tal vez, además, ella estuviese un poco… confundida… Había estado tomando diversas cosas y lo que le estaba pasando era que no podía parar un poco… y andaba siempre disparando de un lugar a otro, y siempre como huyendo y<br />
ocultándose. Haría mejor en tomarse su tiempo… Un poco de calma… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-size: 10.0pt;"><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> - </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">Como yo le tengo ya dicho: tein calma Clara… calma… Ella tiene que ponerse a trabajar con su grupo y hacer su música… Solo eso… Si ella se pone a componer y a hacer su música nadie la va a perseguir, porque ahí nadie la puede alcanzar… Le estamos pidiendo la banda de sonido para el film… O son do filme… -decía Maninha<br />
acentuando las palabras. ¡Que bonito que hablaba! Y esas palabras sonaban con tanta profundidad en su velada voz… “O son”… el sonido… “Do filme”… del film… Las palabras parecían sintetizarse hacia lo musical en su idioma. Ella nos miraba continuamente y volvía a mirar el iceberg flotante de la gema que consultaba entre sus manos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Parecía proponernos que tratásemos de hacer algo por Clarita. Si ya no había salido para Río de Janeiro la podríamos encontrar en la casona. Pero es que tampoco estaba ya demasiado tiempo en la casona. Iba porque todavía estaban allá sus cosas, algunas cosas como sus libros, su ropa… Pero no paraba mucho tiempo en ninguna parte, porque decía que la andaban buscando y que tenía que salir pronto para Río…. La casona… era facil llegar… era en la rua tal y tal… ya sabíamos, si íbamos en el bus era pasando “o cimiterio”. Otra vez, pensé mientras salíamos de allí hacia las salas iluminadas: otra vez, todo se encuentra pasando el misterio…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">La marea de gente nos hizo navegar a través de todas las salas por entre las manchas estridentes de las<br />
pinturas y nos iba arrojando a diferentes playas. A último momento convinimos en encontrarnos bien tarde en casa de Iomara hacia donde irían Gracielita y el Peli porque tenían que pasar a verla, y la casona estaba muy cerca de allí.<br />
Entonces Nora y yo decidimos que pasaríamos a buscar la valija por la rodoviaria, así nos podríamos cambiar y descansar un poco. Quedamos así: nos esperaban en lo de Iomara… Y nos largamos a rescatar la valija. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Otra vez un taxi veloz y al rato estábamos en la infinita estación rodoviaria de Sao Paulo. Entonces pude comprobar que la valija era en realidad un enorme valijón de cuero marrón, muy grande y muy pesada que enseguida empezamos a arrastrar a través de un corredor. Nos sentamos a descansar apenas un momento en un banco y ya Nora empezó a abrir la valija ahí mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Estaba llena de ropa, ropas maravillosas que yo casi no podía creer. Y estuvimos a punto de desplegar ahí mismo todo ese plumaje exótico, pero… buscaríamos algún lugar… ¡Ya está, iríamos a un hotel! Tan solo por un momento, para cambiarnos y luego seguir.<br />
Era tarde y no habíamos parado en todo el día, desde Río. Tal vez hasta nos pudiésemos duchar un poco y descansar unos minutos. Nora notó que no tenía mucho dinero, pero iríamos a cualquier hotelito barato de esos de frente a la rodoviaria. Mañana tenía que ir al banco a sacar un poco de plata.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Frecuentemente Nora pasaba a hablar del argentino al brasilero y me preguntaba en portugués:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- ¿Vocé tein problema?... –y sin esperar mi respuesta, ella misma aseguraba: - Nao tein problema nao… -y enseguida generalizaba riendo divertida: - A gente nao tein problema nao.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Volvió a cerrar precipitadamente la gran valija donde transportaba su magnífico tesoro y nos<br />
metimos en un hotelito frente a la estación. Llenamos vagamente un registro con nuestros nombres y subimos una<br />
estrecha escalera caracol de madera lustrosa hasta una piecita del piso superior donde todo era también de madera oscura, paredes, piso y techo, y había una camita de plaza y media frente a la ventana abierta a las luces de la noche. </span><br />
<span style="font-size: 10.0pt;">Y, allí si, finalmente, Nora abrió la valija maravillosa y el cuartucho se iluminó con sus vestidos fantásticos. Y aquellas eran unas ropas magníficas, de las telas mas soberbias y con los colores mas deslumbrantes. Allí brotaba esa profusión de gasa de seda violeta intenso que era su túnica: numerosos pliegues desde un talle princesa hasta sus pies descalzos. Sus pequeñas tetitas sostenidas por unos finos breteles. Tan flaca y alta que me maravillaba, con sus largos pelos color caoba de reflejos rojizos y dorados, largos hasta el culo, Nora se paseaba con aquella túnica violeta junto a la ventana abierta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-size: 10.0pt;"> - </span><span style="font-size: 10.0pt;">No… -decía sonriendo – Todavía no me la voy a poner… Esta túnica es para cuando lleguemos a Venus… ¿verdad, Omar?... Yo para ahora me voy a poner esta, -decía - ¿ves?... Esta linda túnica de <st1:personname productid="la India." w:st="on">la India.</st1:personname><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y ciertamente aquella era una preciosa túnica en una tela muy finita como un lienzo en formidables tonos naranja con arabescos en bordó, con unas mangas muy largas y muy amplias. Era realmente muy bonita. ¿Iría mejor con el pelo recogido?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Yo la veía desfilar ante mí y me preguntaba si haríamos el amor. Entonces Nora me dijo muy entusiasmada:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-size: 10.0pt;"><span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> - </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">Y para vos, Omar, tengo una ropa genial, ya vas a ver… ¡mirá estos pantalones de terciopelo!… ¡¡¡dorados!!!<br />
¿te gustan? A ver… ponetelos, tomá. Esos van a andar bien con esta camisa azul noche… a lunares blancos… y sandalias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y la camisa tenía unas amplias mangas isabelinas como a mi me gustan y ya estábamos admirablemente vestidos en aquella pobre piecita de hotel de estación con todas aquellas ropas desplegadas por ahí alrededor nuestro… Entonces Nora encontró mágicamente una pelota de grass que había olvidado en un bolsillo de la valija y enseguida armamos unos charutos y nos embarcamos en una conversación muy delirante y nos fuimos tendiendo sobre la estrecha camita y atenuamos las luces y… estábamos tan cansados que nos quedamos dormidos ahí mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Despertamos a media mañana. Estábamos durmiendo como príncipes vestidos con aquellas hermosas ropas,<br />
espalda con espalda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y ya Nora estaba alarmada. ¡nos habíamos quedado dormidos! Era imperdonable, cuando había tantas cosas por<br />
hacer. Nos habrán estado esperando en lo de Iomara. Y había que pasar por el banco. Después tratar de encontrar a Clarita. Saltamos de la cama. Todo el delicioso desparramo colorido de las ropas volvió a entrar en el valijón y allí<br />
no pasó nada. Antes de salir me miró atentamente:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- ¿A ver cómo estás?... Si, -dedujo –estás bien, pero te falta algo… Ya sé, podés llevar esta bolsita marroquí colgada del hombro… Y… a ver… falta algo… si, en la mano… Tomá… llevá este rollo de dibujos. A ver… ahora si, parecés un ángel… El Mensajero de los Dioses… o un juglar… y un clown. –y se rió estrepitosamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Salimos a la calle y tomamos un taxi hasta la zona bancaria de la ciudad. Hacía mucho calor y cuando entramos al banco nos pareció que entrábamos a un oasis climatizado. Yo veía nuestras fantásticas imágenes reflejada en todos los cristales y estábamos fabulosos. ¡Estábamos tan lindos! Era realmente divertido, y ciertamente aquella camisa azul a lunares blancos tenía mucho de payasesco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Al volver a salir a la avenida candente tomamos un café en el lanchonette, con unos pastelitos, y<br />
recién tras desayunarnos desperté por completo recordando que al final no habíamos hecho el amor anoche en el hotelito ya que nos habíamos quedado dormidos. Era lamentable. No habría otra oportunidad. Y hubiese sido genial, ¿verdad? Pero nos hubiese llevado mucho tiempo y nos estaban esperando. Además, ¿llegaríamos a encontrar a Clarita? Tal vez ya hubiese salido para Río. Así que volamos a través de la ciudad hasta la casa de Iomara donde nos esperaban el Peli y Gracielita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">La casa de Iomara estaba todavía en construcción en algunas partes, en el jardín y en la planta alta. Pero abajo ella ya estaba bien instalada. Ella y su marido. La construcción dejaba ver que sería un inmenso chalet. La parte de abajo tenía muchas habitaciones con muy pocos muebles y numerosos cuadros, porque Iomara y su marido pintaban. Ella era un tanto extraña. Enigmática y sombría, tipo princesa Soraya, en una larga túnica de hilo grueso de rústica trama color té se paseaba por las habitaciones hablando en un susurro. Podíamos sentirnos como en nuestra casa. Ella y su marido eran un tanto retraídos y les gustaba recluirse en sus habitaciones, pero nosotros podíamos andar tranquilamente por la casa. No debíamos preocuparnos si veíamos andar por ahí a los albañiles. Ellos estaban trabajando en la parte alta, y bueno, hacían ruido con sus herramientas todo el tiempo. Era infernal, pero había que adelantar la obra, ya faltaba tan poco… En unos días podrían habitar los altos. Sería una hermosa casa con un gran parque y un lindo jardín a la entrada. La casona de Clarita estaba muy cerca de ahí, y Nora salió enseguida para allá. No valía la pena que fuésemos todos, mejor sería cerciorarse si Clarita estaba allá. Así que nos quedamos viendo las pinturas de las habitaciones y después descubrimos que la casa tenía un baño fabuloso, muy blanco y grande como una cancha de tenis.<br />
Yo me asomé al patio y vi. que andaban trabajando los albañiles. Instantáneamente uno de ellos me llamó la atención. Era muy hermoso, joven y fuerte. Rubión y musculoso, estaba vestido con un pantalón vaquero y una camisa escocesa a cuadros grandes rojos y azules. Pelo de oro enrulado y ojos celestes. Iba calzado con fuertes zapatones para la construcción. Con sus compañeros trasladaban unos tirantes de madera y unas vigas. Y nos saludamos sin darle importancia a la intensidad de nuestras miradas. Era muy gracioso y parecía un cowboy. </span><br />
<span style="font-size: 10.0pt;">Pero en ese momento llegaron unos amigos de Iomara y nos pusimos a conversar todos en la cocina. Al rato sacaron unos frascos de cocaína y empezaron a extender las brillantes líneas cristalizadas que aspiramos por turno. Los amigos de Iomara eran muy agradables y simpáticos. Y como hablaban tan de presa no los entendí del todo, pero sus gestualidad era muy expresiva, hablaban con todo el cuerpo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Nora volvió enseguida para decirnos que había encontrado la casona pero que Clarita no estaba. Un amigo de Clara que todavía estaba viviendo ahí le había dicho que Clarita pasaría en cualquier momento. Debía estar por llegar. Los bolsos con su ropa y sus libros estaban allí. Ella había tenido que salir, pero enseguida volvería a pasar por sus cosas antes de viajar para Río. Había que pescarla, y Nora volvió a salir acompañada por el Peli.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Nos quedamos Gracielita y yo con los amigos de Iomara. Ella y su marido tomaron una líneas y volvieron a recluirse en su habitación. Sus amigos se miraban entre ellos y se reían. Hasta que uno de ellos finalmente dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">Iomara, ela está muito loca…- y todos nos largamos a reír. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Recién en ese momento me di cuenta de que el nombre Iomara bien podía ser el femenino de Omar… </span><span style="font-size: 10pt;">I – omar – a… pero yo no lo </span><span style="font-size: 10pt;">había notado hasta entonces. Tal vez no lo noté porque los brasileros </span><span style="font-size: 10pt;">pronunciaban </span><st1:personname productid="la I" style="font-size: 10pt;" w:st="on">la I </st1:personname><span style="font-size: 10pt;">un poco como ye… Pero ¿cómo se escribíría?... ¿Iomara o Yomara? Bueno, no tenía importancia, pero </span><span style="font-size: 10pt;">era muy posible que si yo hubiese sido mujer me habria parecido a Iomara: una </span><span style="font-size: 10pt;">mujer así, de pelo muy negro peinada en un alto rodete, con oscuros ojos enigmáticos </span><span style="font-size: 10pt;">y andar de somnámbula desplazándose a través de las habitaciones de la casa. Pero mientras </span><span style="font-size: 10pt;">estaba divagando con estos pensamientos, uno de los chicos dijo:</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- ¡Elis son muito sádicos! Agora ya se sabe, se encierran en su cuarto y se hacen el amor durante toda la noche sobre una especie de tarima de aspecto teatral bajo la fuerte luz de los spots. Y cerca del amanecer se empiezan a castigar, se pegan y se torturan y gritan y lloran. A Iomara le gusta que él le pegue, y ela tambein gosta de bater. Tiene un buen puño dicen. A veces rompen todo y lloran durante varios días. Es así. Les encanta sufrir. Están muy locos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y después de tales infidencias los chicos se fueron, pero nos dejaron uno de esos frascos de vidrio marrón con ese polvo blanco hasta la mitad. Ahí había para estar cheirando y jalando toda la noche. Solo que estábamos un tanto impacientes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entonces Gracielita y yo nos empezamos a pasear por toda la casa como tratando de encontrar lo que estábamos buscando pero sin saber muy bien de qué se trataba. Hasta que al cabo de tanto ir y venir lo encontramos en el baño. Ahí nomas, revolviendo en uno de los armarios, entre las toallas y el botiquín de los remedios: una jeringa descartable envasada en esas bolsitas de celofán, una de esas hipodérmicas de plástico descartable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">En otros tiempos, en Buenos Aires, no hacía tanto, algunas semanas atrás apenas, cada uno tenía su propia jeringa. Andábamos por ahí con nuestras cajitas cada cual con su equipo de pico. Y había jeringas muy lindas: estaban las comunes de vidrio blanco y después otras finitas y largas de cristal transparente con el émbolo color caramelo.</span><br />
<span style="font-size: 10.0pt;"> Renée tenía una de color azul-violáceo, y el Zombie exhibía una en forma de prisma exagonal. Y cada uno tenía su juego de agujas: largas y finas o gruesas y cortas, cada aguja enfundada en su tubito protector y provista de su finísimo mandril, y la sierrita de acero para limar las ampollas completando el juego endovenoso. Si, cada uno tenía su propio equipo, aunque al final uno se picaba con cualquier cosa, porque el equipo propio no era símbolo de individualidad, sino el simple dominio de una técnica de acceso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Pero ahí habíamos encontrado esa simple jeringa descartable de lo más berreta. Made in U.S.A. Pero…¿cuánto polvo nos inyectaríamos?... Bueno, era mucho, pero podíamos diluirlo todo y picarnos la mitad cada uno. Nunca nos habíamos picado merca antes, ¿sería fuerte?... ¿cómo vendría?... Nunca podría ser más fuerte que los cócteles de anfetamina y meta-anfetamina que acostumbrábamos inyectarnos en Baires. Así que nos sentíamos despreocupados y sumamente concentrados en nuestros preparativos.<br />
Diluimos el polvo blanco estrellado en el mismo frasco con agua de la canilla, así nomás, tapamos el frasco y lo agitamos un buen rato yendo de acá para allá por el amplio cuarto de baño. Eso si, batimos muy bien hasta estar seguros de que los gruesos cristales se disolviesen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">¿No lo vamos a destilar con un algodoncito? –pregunté yo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">No, así nomás. –dijo ella, y se sonreía como las iguanas cuando toman sol. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Cargó la jeringa con la mitad del líquido y me la pasó, no nos íbamos a andar peleando de primero yo, y me<br />
pareció bien justo que ella me privilegiase con la primera vuelta, no había que pensarlo, me paré en el medio del baño bien bajo la luz de la lámpara, ella me sujetó el brazo y empecé a buscarme la vena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"> Yo siempre tuve muy buena vena. Lo mas frecuente era que la mano derecha inyectase al brazo izquierdo. En el tubo del<br />
grifo había un líquido blanco y espeso como la leche. Cuando entré en vena el tubo blanco se llenó de una especie de hongo atómico color rojo negruzco. Empujé el émbolo y lo mandé directo de una sola vez todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Casi ni me di cuenta que Gracielita me ayudó a retirar la aguja y desde ahí nomás empecé a caer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">¿Qué me estaba pasando? ¿Mierda, me estaba muriendo! Un sudor helado me arrebataba de la vida, un pesado golpe pegado en mi cerebro desde adentro y me caía, mi cuerpo pesaba varias toneladas, la luz eléctrica se salió saltando de la lámpara y entró a dar fuertes alaridos amortiguados de silencio, y yo caía y caía y nunca mas acabaría de caer. Aunque el piso blanco parecía estar tan increíblemente lejos como el techo y las paredes blancas, yo estaba cayendo y el golpe era<br />
inminente. Quería mantener los párpados abiertos… Respirar era tan dificultoso… La gravedad se acrecentaba y mi propio peso se tornaba monumental. Me pareció oír el ruido de una ramita al quebrarse suavemente y comprendí que acababa de estrellarme contra el piso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Estaba empapado de sudor, de un frío caliente y pegajoso. Detrás de los párpados, temblorosos los ojos exploraban como globos oculares aerostáticos los espacios interiores de la masa craneana, remontando desde los parietales hasta la nuca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Ahí estaba, tirado y acabado y colgado de la nuca. Recién después del fuerte golpe me pareció que recobraba la respiración y los latidos corporales. Me extendí lo más posible sobre el piso de baldosas blancas helado. Se oía el agua rugir en la piletita del baño. Habíamos dejado la canilla abierta. Pero… ¿dónde estaba Gracielita?... No se podía creer… ahí nomas, parada allá arriba, todavía, picándose a contraluz y </span><span style="font-size: 10pt;">enseguida retirando la aguja y cayendo </span><span style="font-size: 10pt;">también junto a mi, aunque me pareció que con un poco mas de gracia. Porque </span><span style="font-size: 10pt;">cualquiera hubiera dicho que en vez de caer se deslizaba muy suavemente, como </span><span style="font-size: 10pt;">por una ligera pendiente. Cayó sentada en posición de loto, y enseguida empezó </span><span style="font-size: 10pt;">a decir:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">¡Chau!...¿Qué es esto?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Se paró de un salto y entró a pasearse a grandes pasos por el baño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">¿Qué pasa?... -preguntó Gracielita subiendo y bajando de acá para allá.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">Nada. –dije cuando pude articular alguna palabra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Ella largó una risa que era como un resoplido de caballo y concluyó diciendo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">…pero ¡nos matamos!...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Mi cabeza giró sobre el piso rodando para un lado y frente a mi campo visual quedó el sobre de plástico arrugado de la jeringa. Bien frente a mis ojos y en primerísimo plano podía leer:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">D I S C A R D E D <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">M A D E I N USA<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">No tiene importancia… -pensé yo distraídamente – Total somos descartables…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Después llegamos a la conclución de que el líquido era muy espeso, estaba muy grueso, era como una pasta. Tendríamos que haber destilado con un algodón. Nos podíamos haber matado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Ya estábamos mas recompuestos y conversábamos quedamente sentados al borde de la bañera cuando apareció el Peli.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">¡Chau qué pálidos que están! ¿Qué les pasa?... ¿Qué se hicieron?... Nora y yo nos vamos a quedar allá en la casona esperando a Clarita que puede aparecer en cualquier momento. Estamos ahí con Claudio, un amigo de Clarita. Ustedes pueden quedarse acá si quieren y apenas venga Clarita los pasamos a buscar.</span><br />
<span style="font-size: 10.0pt;"> ¿Ustedes estuvieron tomando de ese frasco?... Ya sé, estuvieron curtiendo merca… ¡¡¡Cómo curten<br />
merca estos brasucas!!!... Todo el tiempo… todo el tiempo… ¿No me dejaron ni un cristalito? ¡Qué zarpados! Miren que esa no es como el vino que se va a la cabeza… esa se va para abajo…. directo a <st1:personname productid="la Kundalini" w:st="on">la Kundalini</st1:personname>, a despertar el chakra sexual. No se vayan a copar… Es cierto, la energía entra al cuerpo como energía sexual, pero se puede transmutar en otro tipo de energía si uno quiere… bah, qué se yo… me parece… no me den bola…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Gracielita estaba como agotada y ahí nomás me dijo que se iba a descansar un poco. Se acostó en un sofá de la sala y se durmió instantáneamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Yo en cambio no quería dormir. Daba vueltas de acá para allá en silencio tratando de no despertar a Graciela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Me desplazaba en la semipenumbra. Hacía calor pero estaba fresco. Pero…¿qué era eso que estaba viendo colgado del perchero del living?... Nada menos que una de esas magníficas capas negras marroquíes. Larga hasta los pies y ribeteada toda con un cordoncillo negro… Una belleza total… Me desnudé frente al espejo y me cubrí con la capa… </span><br />
<span style="font-size: 10.0pt;">¡Tenía capucha!...me la puse y me anduve paseando por la casa. Fui hasta el baño donde había quedado la luz encendida y la canilla abierta. Me miré en el espejo ante la luz despiadada del botiquín, estába lívido, tenía labios morados, cerré la canilla y apagué la luz. En un par de horas amanecería. Salí al jardín iluminado tenuemente por la luz de la luna. Noté que<br />
había luz en la habitación de Iomara y se oían unos suaves gemidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Arriba, en la buhardilla bajo el tejado había una luz encendida. Subí lentamente por la escalera hasta el piso superior y pasando por un corredor encontré otra escalerita que llevaba al entretecho bajo el tejado. Subí, y por un hueco en el piso aparecí en plena buhardilla donde alumbraba la luz encendida. El piso era de largas tablas y había maderas apiladas por todas partes y un poco mas allá alguien dormía cubierto por una manta sobre un colchón extendido directamente sobre el piso. Me acerqué lentamente sin hacer el más mínimo ruido, pero cuando llegué junto al oculto durmiente, este levantó la cabeza, se asomó entre las mantas y me miró como extrañado. Y entonces pude ver que era nada menos que aquel cowboy rubión de ojos celestosos que había entrevisto esa tarde en el patio. Me quedé sorprendido ahí mismo sin saber qué hacer hasta que él sonrió dulcemente y se apartó un poco hacia un lado abriendo la manta para hacerme un lugar junto a él. Y yo solo tuve que dejar caer la capa negra a mis pies, dar apenas un paso y tenderme a su lado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Desperté a media mañana cuando Nora vino a decirnos que por fin Clarita había aparecido durante la noche bien tarde, y que de veras estaba loquísima. Si, bellísima como siempre… ¡pero muito loca! Cuando Nora le dijo que estaba con unos amigos en lo de Iomara se puso un poco paranoica y dijo que no quería ver mas a nadie. Sus perseguidores solían<br />
infiltrarse entre sus mejores amigos. Pero al final Nora la convenció de que éramos gente de confianza, amigos de Buenos Aires, gente legal, ningún problema. Entonces Clara dijo que bueno, que ella saldría a hacer los últimos arreglos para poder viajar a Río. Que la esperásemos en la casona, volvería esa misma tarde. Pero que tuviésemos mucho cuidado porque la casona estaba vigilada…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Preparamos nuestras cosas para ir saliendo y mientras tomábamos café en la cocina yo veía pasar a los<br />
albañiles trabajando en el jardín. El cowboy me miraba desde lejos y cuando nadie veía me sonreía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Esa tarde llegamos a la casona. Desde afuera me pareció un convento o una escuela abandonada con sus paredes descascaradas de un viejo color ocre desteñido. La puerta de entrada era un pesado portón de madera de dos hojas de un tono marrón oscuro y se arrastraba y gemía cada vez que se abría.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entramos a un inmenso vestíbulo con desvencijados pisos de madera totalmente vacío y sumido en la oscuridad porque todas las ventanas estaban cerradas. </span><span style="font-size: 10pt;">Nora avanzó unos pasos y </span><span style="font-size: 10pt;">enseguida llamó:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">¡Clara!... ¡Clarita!...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Pero no hubo respuesta, y entonces dirigiéndose a nosotros dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">Todavía no ha llegado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y volvió a llamar:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- ¡Claudio!... Somos nois…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Pero tampoco hubo respuesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- Debe haber salido. –dedujo Nora – Vengan, vamos a esperar en la habitación de Clarita. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y nos metimos por una puerta a uno de los lados del salón. Allí en la oscuridad encendió un fósforo que<br />
anduvo hasta encontrar el cabo de una vela. </span><span style="font-size: 10pt;">La habitación de Clarita ya </span><span style="font-size: 10pt;">era otro lugar vacío. Solo quedaba una estera sobre el piso, un almohadón viejo </span><span style="font-size: 10pt;">y un revoltijo de papeles desparramados.. Pero en un ángulo detrás de la puerta</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">
dos grandes bolsos de viaje y la guitarra enfundada en su estuche. </span><span style="font-size: 10pt;">Nos sentamos por ahí, sobre </span><span style="font-size: 10pt;">la estera, sobre los papeles desparramados y allí mismo desplegamos nuestros </span><span style="font-size: 10pt;">pertrechos de viaje abriendo nuestros bolsos, desenfundando nuestras violas y </span><span style="font-size: 10pt;">extendiendo paquetes de frutas y galletitas. En las paredes habían quedado </span><span style="font-size: 10pt;">algunos dibujos, pero se notaban espacios vacíos donde otros habían sido </span><span style="font-size: 10pt;">arrancados. Comimos un poco y el Peli se puso a practicar unos tonos en la</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">
viola con Marcela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Yo encendí otra vela, y como siempre, apasionado por las casas abandonadas me aventuré a recorrer la vieja casona. En el Gran Salón Vacío sumido en la oscuridad descubrí un montón de<br />
pinturas descolgadas y apoyadas contra una pared. ¡Ah, qué bueno, ya había<br />
encontrado algo sustancioso! Me acerqué con la luz y estuve mirando esos<br />
cuadros. Eran bien extrañas esas pinturas. Como polvorientas fotografías viejas<br />
donde el artista había retratado a sus amigos y conocidos. Casi todos los<br />
cuadros eran grupos de personas, sentados alrededor de una mesa o conversando<br />
en un salón. Los colores eran muy oscuros y opacos. Había montones de telas en<br />
ese estilo, todas extrañamente sin fecha, sin nombre y sin firma… Pero a través<br />
de toda la serie se podían reconocer algunas constantes: ese hombre tenebroso<br />
de mirada sombría, rostro afilado y barba negra aparecía en muchas pinturas.<br />
Después, esa mujer hermosa de rasgos perversos… y también el joven rubio algo<br />
afeminado… y esa muchachita de aspecto angelical… Era evidente que esos<br />
personajes habían sido la obsesión del artista. Los personajes habían sido<br />
captados en salones y habitaciones, pero el entorno se<br />
desdibujaba hasta el punto de hacerlos aparecer como puras alucinaciones, o<br />
reminiscencias de una brumosa memoria. Parecían surgir entre volutas de humo y<br />
nubes de polvo, siempre entre pesados cortinados, en ambientes nebulosos entre<br />
muebles vetustos. ¿A qué época pertenecían?... ¿En qué tiempo habían vivido?...<br />
Imposible saberlo… En uno de los cuadros el hombre de barba ocupada el centro<br />
de la tela y a su alrededor aparecían como una rueda girando en torno suyo toda<br />
aquella fantasmagoría de personajes: la mujer, el muchacho, la niña… entre<br />
otros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Nora me sorprendió en aquella<br />
contemplación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Vení, Omar –me<br />
dijo – quiero que veas lo que era la habitación de Maninha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Había armado un charuto de<br />
grass y me condujo a través del salón hasta una habitación. Allí quedaba<br />
todavía la cama grande cubierta con una manta, las paredes llenas de afiches y<br />
posters y a un costado, junto a la ventana, el tocador con su espejo neblinoso<br />
lleno de estuches, potes de maquillaje y frasquitos de perfumes. Unos tules<br />
mosquiteros colgaban del techo cayendo sobre la cama, y aunque Maninha ya se<br />
había ido, esa habitación parecía más habitada que las otras, tal vez como si<br />
todavía las sombras esperasen su regreso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Nora me pasaba el Joint y me<br />
mostraba pegadas a las paredes y a los muebles, fotografías y secuencias de<br />
películas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Mirá que gente<br />
linda, qué locos, qué delirantes… Esta serie es de Maninha… y aquí está<br />
Clarita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entonces sentimos el gemido<br />
de la pesada puerta de entrada al abrirse y nos quedamos paralizados. ¿Sería<br />
ella?.... O tal vez Claudio…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Gracielita ya se había<br />
asomado al salón y preguntaba:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">¿Quién es?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Una voz de hombre desde la<br />
puerta contestó en pésimo portugués:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Estou procurando<br />
a Clarita…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Nora me aferró la mano, apagó<br />
la vela y me susurró al oído:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">La policía… están<br />
procurando a Clara… - sentí que se alejaba en medio de la oscuridad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">¿Quién es?<br />
–preguntaba Gracielita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Um amigo…. -dijo<br />
la voz – Amigo d´ela…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Después se sintió que<br />
Gracielita dialogaba interminablemente en el salón con la voz del hombre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Me acerqué en la oscuridad<br />
hasta Graciela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Un amigo de Clara<br />
–me dijo y me señaló a un muchacho de alborotados pelos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Soy Agustín –dijo<br />
– el uruguayo, amigo de Clara. Me dijo que vendría por aquí, que la esperase.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Suspiramos, no tenía pinta de<br />
policía y Gracielita ya estaba como deslumbrada con el uruguayo y lo condujo<br />
hasta la habitación donde esperábamos a Clara. El Peli volvió a practicar los<br />
tonos de la viola con Marcela y Nora reapareció totalmente alterada. ¡Porra!,<br />
creyendo que era la policía había tirado el toco de fumo por la ventana hacia<br />
el jardín. Así que salimos todos al jardín alumbrándonos con una vela buscando<br />
el faso. Nora se tiró sobre el pasto y empezó a buscar entre las briznas de<br />
hierba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Ven, por aquí,<br />
aquí encontré un pedacito, tiene que estar por aquí, por este lugar…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Nos pusimos todos a la<br />
búsqueda y recuperación del grass a la luz parpadeante de la vela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">En un momento tuve que ir al<br />
baño y de regreso, al pasar por una habitación del fondo se me dio por echar<br />
una ojeada. ¿Quién podía vivir en esa cueva de anacoreta?...una cama estrecha y<br />
una mesa de luz sobre la que había un collar de hojalata con unos dijes: una<br />
flecha, una estrella, una espada, una cruz, una media luna… Por lo demás todo<br />
vacío, las paredes lisas, sin imágenes, nada que pudiese distraer la visión,<br />
algo extraño en nuestro tiempo de abundante iconografía, donde todos los<br />
espacios eran ocupados por imágenes, fotos, dibujos. Me pareció un lugar<br />
especial para la meditación… en el Vacío Absoluto… con un solo objeto de<br />
concentración: el plateado collar de los siete símbolos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Cerré la puerta y regresé al<br />
jardín donde continuaba la búsqueda. Alguien más había llegado: un muchacho<br />
grandote de enrulados pelos amarillos y anteojos de gruesos cristales. Era<br />
Claudio, el amigo de Clarita, el último habitante de la casona, el anacoreta de<br />
la austera habitación del fondo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">De pronto ella apareció<br />
entrando a la habitación con largos<br />
pasos napoleónicos, como si acabase de desmontar de su cabalgadura. Pequeña<br />
como una adolescente, un principito moreninho de áureos pelos acaracolados,<br />
envuelta en un largo abrigo cruzado de paño negro, tocada con una hermosa<br />
capelina de fieltro negro de alas anchas, ocultando sus ojos detrás de unos<br />
anteojos oscuros redonditos tipo Lennon.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Parecía, de alguna manera,<br />
como se ha dicho también de Gurdjieff “una persona disfrazada” y semioculta por<br />
su indumentaria. Pero a diferencia de los locos que ostentan complejos atuendos<br />
pero tienden a mostrar un trasfondo de miseria, en Clarita hasta el menor<br />
detalle dejaba traslucir el lujo más riguroso. Ese tapado era como se dice de<br />
muy buen paño, y el sombrero del mejor fieltro. Sus lentes dejaban entrever sus<br />
bellos ojos de miel. Parecía una criança jugando con las ropas de sus abuelos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Sus firmes pasos sobre la<br />
madera del piso resonaron al contacto de sus botas negras. Se desabrochó el<br />
largo abrigo y lo abrió. Lucía unos pantalones de veludo negro satinado como la<br />
piel de una pantera combinando con una musculosa batik de profusas manchas<br />
violetas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Nos miraba a la luz de las<br />
velas y al mismo tiempo buscaba con la vista el equipaje que descubrió en el ángulo<br />
detrás de la puerta. Ahí estaba su equipaje ordenado y su violón enfundado.<br />
Entonces estaba todo bien. A nosotros en cambio no nos conocía, pero enseguida<br />
acertó a decir que seguramente éramos los “amigos argentinos de Nora”, y nos<br />
saludó calidamente. Y enseguida nos confió:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">-Oh, amigos, eu estou puta da<br />
vida con todo el sistema lanzado tras mis pasos… Mais, onde está Nora?...¿Ca de<br />
ela?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entre divertidos y<br />
confundidos le explicamos que ella estaba en el jardín del fondo, recostada<br />
sobre la grama procurando o fumo que tinia jogado… Y para no seguir explicando<br />
conducimos a Clarita hasta el jardín donde Nora seguí buscando en el pasto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Mientras tanto un extraño<br />
fenómeno se había producido: desde la llegada de Clarita la casa había<br />
adquirido el aspecto de las casas habitadas y habilitadas. Esa insólita<br />
“claridad” y calidez de las casas de todos los dias con sus espacios apropiados<br />
para disfrutar del tiempo. Del tiempo de uno y del tiempo de la casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Mientras el Peli y Graciela<br />
repasaban los tonos en las violas de pronto Clarita trajo sus cuadernos y sus<br />
lápices y sobre su tablero de dibujo se puso a escribir y ya Claudio estaba<br />
preparando un arroz macrobiótico, ya estaba todo marchando en la cocina y Nora iba<br />
juntando el grass y armando unos charutos. Parecía que habíamos vivido en esa<br />
casa desde siempre. Entonces Clarita nos dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- Meus amigos, hoje de manhan<br />
cedo nois vamos sair desta cidade y vamos viajar pro Río. Hoje nois estamos<br />
deijando esta casa para siempre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y fue justo en ese momento<br />
que apareció el loco de Paim. Flaco y alto, ligeramente encorvado y con largos<br />
pelos negros lacios cayendo sobre su rostro. Tomó la guitarra de Clarita y<br />
dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- O Clarita, vocé ya sabe qui<br />
eu vou fazer a música pra voce. Vocé pode contar comigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Clarita le explicó que en ese<br />
momento ella estaba saliendo para Río y Paim afirmó que el también iría para<br />
Río con nosotros. Entonces Clarita nos dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Oh, meus amigos…<br />
depois du Río eu vou levar voces a um lugar que ninguein ya mais va a saber de<br />
nois.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entonces pidió que le pasaran<br />
el violón y sentada ahí al estilo Buda con la guitarra entre las piernas empezó<br />
a cantar aquela canción: “A Festa e Longa”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">¡A festa e longa!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">¡A festa e longa!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y esta e de onda<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">¡Esta e de onda!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y repitió ese estribillo<br />
varias veces para luego entrar diciendo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">¡Procure por si mismo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">A pasajem na viajem<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">A viejem prohibida<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">A um espiritu antiestético<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">¡Procure ser!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">¡Procure ser!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">¡Procure ser!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">¡Procure entender!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y después de un puente<br />
instrumental pasaba a la siguiente estrofa:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Caso d´Ulysses<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Eu ya fui informado<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">La en Dublin<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">O amigo morreu<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">O amigo morreu<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">No fim d´esa jornada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Para volver enseguida a la<br />
estrofa inicial:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">¡A festa e longa!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">¡A festa e longa!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Esta e de onda<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Esta e de onda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">“Procure ser… Procure<br />
entender…” Aquel tema me pareció maravilloso, su música y su poesía nos había<br />
llevado hasta el delirio mas eufórico y a la vez emocional. Estábamos exaltados<br />
y a la vez al borde de las lágrimas. Realmente Clarita nos estaba conmoviendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"> Entonces Paim que había desaparecido por un<br />
momento, volvió a aparecer ridículamente disfrazado. Gritaba como una aparición<br />
terrorífica vistiendo un largo batón de vieja con una peluca apelmazada en la<br />
cabeza. Parecía el tétrico Perkings de Psicosis haciendo de madre asesina, pero<br />
mucho más grotesco, y gritando:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- ¡La muerta sin cabeza<br />
aparece esta noche!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y se paseaba por los lugares<br />
oscuros mientras Clarita se reía a lo loco y Claudio llegaba para decirnos que<br />
el arroz ya estaba listo y que si queríamos podíamos comer ahí mismo en el<br />
jardín. Entonces trajimos una canasta con frutas, mientras Paim agarraba ahora<br />
él la guitarra y se ponía a sacar una canción. Y mientras repartíamos los<br />
platos de arroz Clarita me decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- Espera un momento, Omar,<br />
deija ese garfio, vocé hoje vai comer con palitos chinos. Vocé pode<br />
experimentar. –y me tendió unos hermosos palitos chinos de madera pintados. Y<br />
ya Paim había comenzado a cantar su tema:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">“A casa está na rua<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">A rua esta en um bairro<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">O bairro na cidade<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">A cidade en um pais<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">O pais no continente<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">O continente na aterra<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">A terra no espaço<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">O espaço na galaxia<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">A galaxia no universo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">…y eu andando por aquí<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Eu andando por aquí<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Mientras tanto comencé a<br />
comer aquel rico arroz… con palitos. Y no me resultó para nada complicado y<br />
hasta me pareció que tenía cierta habilidad natural. Además era la primera vez<br />
que probaba el arroz integral que me pareció riquísimo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Al rato entramos a la casa y<br />
nos reunimos en la habitación de Clarita. Allí ella entreabrió ligeramente su<br />
equipaje y nos estuvo mostrando sus libros y sus cuadernos, sus escritos y sus<br />
dibujos. Llevaba su diario íntimo en un inmenso libraco negro de anotaciones<br />
comerciales muy antiguo y a la luz de la vela nos estuvo leyendo sus notas escritas con su menuda letra en<br />
tinta china. Nosotros estábamos fascinados. Esos concisos textos contenían un<br />
punzante sentido crítico. Enjuiciaban a la sociedad y desbarataban el sistema.<br />
Y todo con el mas ácido sentido del humor… y del amor, si, porque también sus<br />
escritos proclamaban que “el arma mas poderosa es siempre el amor”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y ya nos pusimos a dibujar…<br />
todos juntos sobre un pliegue de cartulina, y estuvimos dibujando largo tiempo<br />
con las cabezas reunidas sobre el dibujo, haciendo rolar un charuto y<br />
conversando y riéndonos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y cuando el dibujo ya estaba<br />
casi terminado, atravesé el papel con la punta de la lapicera e hice un agujero<br />
en el centro de la hoja. Hubo un ligero silencio y enseguida se soltó una<br />
carcajada general. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entonces, confundido, busqué<br />
un papel plateado de cigarrillos y lo pegué por debajo del agujero…Así al menos<br />
parecía mas una estrella que un simple agujero… Y enseguida Gracielita trazó<br />
una flecha desde un borde de la hoja, una flecha que fue viboreando hasta<br />
señalar la estrella del centro, y sobre la línea de la flecha escribió “El<br />
Psicoanálisis”, y como ya tenía título dimos por terminado ese dibujo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entonces clarita volvió a<br />
decirnos:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Amigos, eu vou<br />
levar voces a um lugar que voces ni se imaginan…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Pero de repente Clara pareció<br />
ponerse algo nerviosa y alterada. Volvió a abrocharse su largo abrigo, reordenó<br />
otra vez su equipaje y nos comunicó que tenía que volver a salir. Era peligroso<br />
que ella permaneciera mucho tiempo en el mismo lugar. Por una cuestión de<br />
equilibrio energético tenía que estar moviéndose de acá para allá. Además había<br />
que concretar algunas cosas mas para el viaje. La esperaríamos ahí mismo y ella<br />
pasaría por nosotros a media mañana. Pero para entonces debíamos estar ya<br />
preparados, porque sería cosa de Clarita llegar y todos debíamos salir<br />
disparados al punto de ese lugar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Antes de salir, Clarita me<br />
dejó un librito para que leyese algo durante la espera. Era un tratado de<br />
“Ingyiología”, la antigua ciencia del equilibrio entre el ying y el yang, y<br />
traía largas tablas con los componentes de calcio y potacio de los alimentos.<br />
Era sumamente interesante, pero yo pasaba las hojas sin lograr concentrarme por<br />
completo. En cambio pensaba en lo que continuamente absorbía mi atención: <st1:personname productid="La Identidad Trascendental" w:st="on"><st1:personname productid="La Identidad" w:st="on">La Identidad</st1:personname> Trascendental</st1:personname><br />
de las Personas. ¿Qué clase de fenómeno era ese en donde los recuerdos se<br />
interponían entre las personas y el observador?... ¿Acaso fuese algo común a<br />
todos los individuos actuando a nivel subconsciente? Sin duda era un tema<br />
recurrente. Recordaba que de chico había visto una película argentina muy<br />
melodramática donde un hombre había amado a una mujer y esa mujer había muerto, y para olvidarla él<br />
viaja alrededor del mundo, pero en todas partes le parece encontrarla. A cada<br />
paso una actitud, un gesto, algo siempre le recuerda a la mujer amada. Hasta<br />
que después de mucho tiempo la encuentra en una fiesta, y es ella, sin duda,<br />
pero lógicamente se trata de otra persona… Un extraño parecido, una curiosa<br />
coincidencia. El hombre le cuenta su historia y la mujer se niega a asumir el<br />
rol de mero fantasma… Yo había visto esa película cuando era muy chico. Y<br />
ahora, bajo ciertos estados de conciencia inducidos por las drogas, algo<br />
relacionado con ese tema se producía en mi mente. Cada vez mas yo remitía la<br />
imagen fisiognómica de la persona que acababa de conocer a otra persona<br />
“parecida” que había conocido anteriormente… ¿Pero qué relación real había<br />
entre esas asociaciones? Oscuramente yo presentía que se trataba del mismo ser,<br />
y que lo que sucedía era que simplemente aquel se había “transformado” en este<br />
otro… ¿pero cómo?... no lo sabía… magia pura. Y sin embargo, detrás de rostros<br />
nuevos, viejos amigos me hacían velados gestos de reconocimiento. Ahora mismo,<br />
por ejemplo, podía tratar de adivinar quién era cada uno. Gracielita era<br />
Gracielita, claro, y el Peli también era el Peli ya que yo no recordaba a nadie<br />
anterior parecido a ellos, aunque a veces yo descubría en Gracielita la misma<br />
mirada oriental de mi abuela y su misma afición a las lecturas y las citas<br />
bíblicas. Marcela se parecía mucho a una amiga mía de la infancia y me<br />
asombraba ver los mismos rasgos de una niña morena en una muchacha pelirroja.<br />
Pero… Nora… Si, nora me recordaba insistentemente a alguien, pero… ¿a<br />
quién?...De pronto se produjo el descubrimiento… ¡cómo no me había dado cuenta<br />
antes si era mas que evidente… Nora era una especie de Melina. Si, era ella,<br />
mas alta y mas delgada. No muy parecida a Melina en cuanto a sus rasgos, pero<br />
la misma piel morena, idénticos larguísimos pelos caoba, idéntica mirada<br />
sugestiva, ambas semejantes a la misma Afrodita surgiendo de la espuma. Y con<br />
respecto a mis nuevos amigos brasileros: Claudio tenía un fuerte parecido a<br />
Farolito: los mismos pelos rubios enrulados, la misma mirada analítica, la<br />
misma nariz pico de pájaro, los mismos gruesos lentes culo de botella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"> ¿Y Paím acaso no era una especie de Juanito<br />
grotesco? Piel muy blanca y largos pelos negros lacios. Maninha era Gato Poeta,<br />
yo ya la había visto. Y Agustín el uruguayo amigo de Clarita que acababa de<br />
aparecer y que ya se había integrado al grupo de viajeros, me recordaba<br />
insistentemente a Pipo y su clásico estilo dylaniano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Era increíble, yo había<br />
viajado, había cambiado de país y de amigos, pero allí estaba con todos mis<br />
amigos de siempre. Solo que no había que decirlo, no había que romper el<br />
encanto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y entonces pensé en Clarita…<br />
¡quién era Clarita?... ¿Quién era esa personita de aspecto tan exótico y<br />
misterioso?... no lo sabía. Me resultaba imposible poder vislumbrar a alguien<br />
detrás de aquella extraña apariencia. Por lo demás ella misma era muy hábil<br />
para ocultarse tras su amplio abrigo, su sombrero negro y sus anteojos oscuros…<br />
realmente se me presentaba como un ser indecifrable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Volvió, como lo había<br />
anunciado, a media mañana y estaba maravillosa irradiando una fuerte energía. Y<br />
no había que perder tiempo. Mientras recogía su equipaje y nos animaba a<br />
ponernos en movimiento iba diciendo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Amigos, tudo<br />
legal, tudo certo. A gente va embora desta cidade, agora sim estamos deijando a<br />
casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Salimos a la calle y nos distribuimos<br />
en un par de taxis cargando los bolsos y las guitarras, y así nos alejamos de<br />
la casona para siempre. Nos sentíamos felices y exaltados. Finalmente nos<br />
íbamos con Clarita como huyendo de las sombras. Y un poco mas adelante pasamos<br />
por el extenso cementerio de San Paulo, y en el silencio que se hizo en el taxi<br />
mientras contemplábamos aquel panorama de cruces y de ángeles de piedra, pensé:<br />
depois do cimiterio… depois du misterio… Y enseguida el taxi se confundió entre<br />
el tumultuoso tráfico de la ciudad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Bajamos en un lugar céntrico,<br />
en una elegante avenida y nos reunimos con la otra parte del grupo frente a un<br />
alto edificio circular. Y allí fue donde Clarita nos dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Amigos, antes de<br />
pegar o bus para Río a gente vai facer uma comida ligera. ¿Ta bom?... <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entramos al edificio<br />
conducidos por Clarita y tomamos el ascensor hasta el último piso, y allí como<br />
colgado de las nubes estaba el Restautante Macrobiótico de Sao Paulo. A través<br />
de los amplios ventanales del recinto circular podíamos ver el abigarrado<br />
paisaje urbano. Hasta donde alcanzaba la vista se extendían los altos edificios<br />
y las sinuosas autopistas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Ocupamos una gran mesa junto<br />
a las ventanas y clarita con ayudó con el pedido del menú. Ella sabía cuales<br />
eran los platos más exquisitos y nos recomendaba las especialidades de la casa.<br />
Ella misma fue hasta el mostrador y vino con una gran bandeja conteniendo su<br />
manjar favorito: unas galletas de harina integral y miel que eran un manjar.<br />
Enseguida los mozos trajeron innumerables platitos de arroz integral condimentado<br />
y preparado de diversas maneras con ensaladas y verduras. Para beber Clarita<br />
nos recomendó el Bang-cha o el té de diente de león porque eran estimulantes<br />
naturales. Junto a los cubiertos tradicionales estaban los palitos chinos. Y<br />
sonriente Clarita me decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Vamos ver, omar,<br />
cómo vai sua práctica de palitos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Así que cuando la comida<br />
estuvo servida, tomé los palitos y comencé a comer. Me resultaba muy simple y<br />
divertido. De algún lugar me venía esa habilidad para manejar los palitos. Y<br />
aquella comida que yo probaba por primera vez en mi vida era realmente<br />
deliciosa. Sencilla y deliciosa. Y el té verde me pareció formidable. En<br />
adelante solo comería comida macrobiótica y bebería té verde. Los postres, por<br />
supuesto que no tenían azúcar, pero estaban endulzados con miel.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y fue entonces, al llegar a<br />
los postres que Clarita, con un encantador toque de misterio, entre solemne y<br />
divertida anunciaba poniendo sobre la mesa una cajita de metal:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- E agora sim que vamos<br />
deijar a cidade.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Abrió la dorada cajita<br />
circular y todos pudimos ver que estaba lleno de minúsculas pastillitas de<br />
color violeta intenso. Y sin decir palabra, pero con una luminosa sonrisa,<br />
clarita Mescalina pasó por delante de cada uno de nosotros su dorado<br />
pastillero. Y uno a uno fuimos tomando de aquellas pastillitas. Había<br />
muchísimas porque eran muy chiquitas, y todavía quedaron muchas cuando al final<br />
de la ronda Clarita cerró el pastillero diciendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Ainda tein mais<br />
para depois…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y mientras tomábamos las<br />
pastillitas con sorbitos de té verde, Clarita agregó:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- A partir de agora, meus<br />
amigos, ya nunca mais nada voltará a ser como antes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Los mozos nos hicieron unos<br />
paquetes con comida para el viaje, y también llevamos un montón de aquellas riquísimas<br />
galletas integrales. Y enseguida salimos para la rodoviaria. Bajamos del taxi y<br />
buscamos el ómnibus. A nuestro paso la gente nos miraba asombrada. Sin duda que<br />
éramos un grupo muy sui géneris, vestidos con exóticos atuendos de brillantes<br />
colores y conducidos por una extraña muchacha ataviada de negro con sombrero y<br />
anteojos y cargando paquetes, bolsos y guitarras. Pensarían al vernos pasar que<br />
éramos la corte trashumante de algún lejano país oriental.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Subimos al bus y nos ubicamos<br />
ocupando todos los asientos del fondo. A esa hora pasado el mediodía no era<br />
mucha la gente que viajaba, y tal vez para no confundirse con el bullicioso<br />
grupo del fondo, los pocos pasajeros que nos acompañaban se fueron ubicando<br />
bien adelante junto al asiento del conductor, por lo que había una brecha de<br />
asientos vacíos entre nosotros y los demás pasajeros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Yo me senté con Clarita<br />
dejando que ella ocupase el asiento de la ventanilla. Junto a nosotros, del<br />
otro lado del pasillo estaban ubicados el Peli con Nora, y mas atrás Gracielita<br />
con Agustín y Marcela con Paim.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Clarita abrió el bolso<br />
inmenso que llevaba y que parecía estar lleno de libros, revolvió un poco y<br />
repartió ejemplares entre nosotros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Aquí tienen<br />
–decía – si necesitan material de lectura durante a viajem.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Miré el ejemplar voluminoso<br />
que me había tocado en suerte: “Psicología y Alquimia” de Carl Jung.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entonces el ómnibus se puso<br />
en marcha. Miré a través de la ventanilla y de pronto al salir, al final del<br />
andén vi. algo que me pareció maravilloso: estaba parado ahí, en el andén, un<br />
hermoso muchacho moreno y delgado de largos pelos afro acaracolados<br />
completamente vestido de blanco con un pantalón de lienzo, sandalias de cuero y<br />
una camisola marroquí bordada. Sostenía en la mano izquierda una rosa rojo<br />
sangre y agitaba el alto su mano derecha en un saludo de despedida y sonreía<br />
dulce y tristemente. Lo vi apenas durante unos segundos, porque enseguida el<br />
ómnibus salió de la estación y el muchacho desapareció. Pero me había causado<br />
una fuerte impresión. Sin duda había ido a despedir a alguien del pasaje, había<br />
llegado tarde cuando el bus ya arrancaba y extrañamente parecía saludarnos a<br />
nosotros. La rosa roja que sostenía frente a su pecho parecía poner al<br />
descubierto su propio corazón. Me hizo acordar a Miguel, pero yo sabía que no, que no era él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">El ómnibus se alejó<br />
confundiéndose entre el veloz tránsito de las autopistas, y yo empezaba a<br />
sentir que a nuestro alrededor todo vibraba y se encendía en colores luminosos,<br />
y que ahora si había comenzado a viajem…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Clarita sentada a mi lado<br />
miraba por la ventanilla. Se había sentado con su pierna derecha flexionada<br />
apoyando su pié sobre el asiento. Parecía como si una montaña de terciopelo negro<br />
hubiese surgido entre nosotros. Yo, en tanto, había comenzado a hojear el libro<br />
que me había pasado donde estaba descubriendo algunas ilustraciones muy<br />
interesantes. Clara había estado revolviendo en su bolso y ya había encendido<br />
una varita de incienso. Pensándolo bien, ¡qué extraño equipaje era el suyo1… Montones<br />
de libros maravillosos, carpetas de dibujo y numerosos cuadernos de anotaciones<br />
escritos con su apretada letra negra. Por otro lado una cantidad considerable<br />
de ropa de fiesta y atuendos exóticos, y además varias bolsas de arroz integral<br />
con especies y condimentos macrobióticos. Y también su infaltable violón… todo<br />
el material necesario para entretenerse durante largo tiempo en alguna especie<br />
de retiro espiritual. Pero…¿adónde iríamos realmente? Creo que nadie lo sabía<br />
excepto Clarita. Pero sus palabras dejaban entrever que sin duda iríamos a un<br />
lugar donde nadie nos molestaría, un lugar donde finalmente podríamos encontrar<br />
un poco de paz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Mientras tanto yo había<br />
comenzado a tener extrañas sensaciones. Lo de siempre al inicio del viaje: un<br />
poco de nausea, palpitaciones aceleradas, oleadas de calor y enseguida escalofrío<br />
y temblores internos. Quería dialogar con Clarita, pero articular alguna forma<br />
de lenguaje me resultaba imposible. Por otro lado, tal vez no fuese necesario<br />
decir nada, pero yo percibía que nuestros otros compañeros de viaje<br />
dialogaban en forma natural. Ella y yo,<br />
en cambio, mirábamos en silencio el mutante paisaje a través de la ventanilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Sin embargo, había algo que<br />
yo quería decirle, aunque no era fácil, contando que además del esfuerzo<br />
sobrehumano que significaba para mí construir la frase más simple, luego<br />
tendría que pasarla a su idioma para que ella me entendiese. Yo miraba el<br />
paisaje de ondulantes colinas violáceas y al mismo tiempo veía el enigmático<br />
perfil de Clarita todavía envuelta en su ropaje negro, con su sombrero y sus anteojos, sus pelos de<br />
reflejos dorados y su piel de tonos cobrizos. ¡Que hermosa era! Pero al mismo<br />
tiempo qué lejana y distante parecía estar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Recordé casualmente que en<br />
Buenos Aires, yo había visto, no hacía mucho el maravillosos film de Ingman<br />
Bergman “El Mago” que me había impresionado profundamente. Y Clarita tenía algo<br />
de ese personaje. En su atuendo había una marcada reminiscencia medieval. Como<br />
el mago ella era también un ser atractivo y extraño, oscuro y enigmático.<br />
¿Acaso en su extraño equipaje no había algo del delirante contenido del<br />
carromato del mago? Y tal vez, hasta fuese posible que estuviésemos yendo a dar<br />
un espectáculo de música, bailes, poesía<br />
y linterna mágica a un lejano reino del otro lado del bosque. Aquel mago del film se ocultaba bajo el<br />
aspecto de un simple vendedor ambulante, un buhonero que iba ofreciendo su<br />
mercancía de pueblo en pueblo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Sentí que ya había conseguido<br />
armar una especie de frase y me decidí a expresarla. Así que volviéndome<br />
repentinamente hacia ella le dije:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Clarita, voce me<br />
lembra un buhonero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Se sobresaltó al oír mi voz<br />
que sin duda la había sacado de profundas meditaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">¿O qué voce diz?<br />
– me preguntó inquieta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Um buhonero…<br />
-repetí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Ella lo pensó un instante y preguntó<br />
un tanto alarmada:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">¿Um buho Nero?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Comprendí horrorizado que en<br />
su idioma ella estaba entendiendo que yo creía que se parecía a un búho negro.<br />
¡Qué terrible confusión! ¿Qué lamentable malentendido! Aunque el ave hubiese<br />
sido del agrado de Minerva, la diosa de la sabiduría que los griegos<br />
representaban con figura de lechuza, no era exactamente eso lo que yo había<br />
querido expresar. Para colmo, la lechuza, en el folclor sudamericano había perdido<br />
su antiguo prestigio mitológico y había pasado a significar un pájaro de mal<br />
agüero. Estaba muy lejos de lo que yo había querido decir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">No, no, no… no es<br />
eso… -trataba yo de explicar nerviosamente sin encontrar las palabras<br />
apropiadas en su idioma ni en el mío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Un buhonero quer<br />
dizer… un vendedor que va de pueblo en pueblo… ofereciendo su mercancía como en<br />
la edad media…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entonces su rostro se iluminó<br />
repentinamente con una sonrisa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">¡Ah, si, un<br />
buhonero! Agora que eu sei. Agora que estou entendendo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Su sonrisa veladamente<br />
burlona me hizo pensar por un momento que tal vez solo se había estado<br />
divirtiendo con mi lenguaje chapucero. Fue una leve sospecha que nunca llegaría<br />
a comprobar, pero yo ya había caído en un total desconcierto. ¡Qué pena!… ¿cómo<br />
podía resultar tan difícil la mas simple comunicación? O acaso ella solo había<br />
intentado un simple juego de palabras… Me sentí muy contrariado ante la<br />
confusión de mi significante mientras ella sonreía divertida volviendo a mirar<br />
por la ventanilla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Me sentí ridículo. En otras<br />
experiencias yo ya había podido observar la innumerable cantidad de<br />
significados que podía encerrar una palabra. ¿Además… por qué yo tenía que ser<br />
siempre tan complicado ¡por qué había recurrido a una imagen tan rebuscada para<br />
entablar un simple diálogo? Me sentí una piltrafa y hubiese querido<br />
desaparecer. Trataba por todos los medios de evadirme de mi mismo y con una<br />
mirada ávida me lanzaba hacia los objetos exteriores. Estábamos en pleno viaje<br />
y los efectos visuales eran magníficos. El ómnibus se transformó por completo.<br />
Los colores eran luminosos y cambiantes. Los<br />
cuerpos parecían vibrar con rápidos movimientos. El espacio se dilataba<br />
y se contraía alternativamente como siguiendo el ritmo de una secreta<br />
respiración. A veces las cosas parecían encontrarse muy lejanas y otras veces<br />
demasiado próximas, como ampliadas por un cristal de aumento poderoso. A través<br />
de la ventanilla, los colores del paisaje fluctuaban por la escala cromática<br />
del naranja al rojo, al amarillo, al verde, al azul, al violeta… Y observar el<br />
cielo en continuo cambio y movimiento era sin duda un espectáculo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Infinidad de tonos<br />
intermedios podían apreciarse entre una gama de color y otra. ¿y el tiempo?<br />
¿qué estaba pasando con el tiempo?... Simplemente no existía ni antes ni<br />
después. Solo existía ese extenso presente en que viajábamos, que había sido<br />
siempre y que siempre sería. Pero… ¡qué podía importar el tiempo?... si<br />
estábamos en ese viaje mágico y maravilloso en ese ómnibus que se había<br />
transformado en un jardín fantástico con árboles enjoyados de flores y frutos<br />
resplandecientes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Sin duda que ya había logrado<br />
escapar de mi mismo, era puro ojos, existía<br />
solamente en lo que veía, en la mirada, en la visión delirante. No tenía<br />
nada que ver con ese personaje complicado y complejo que era yo, Omar,<br />
naufragando entre la depresión y la tristeza sin poder llegar a expresar mi<br />
verdadero ser interior. Reprimido y acorazado. No quería saber mas nada con ese<br />
pobre tipo. Me fundía en la esencia de todas las cosas. Era íntimamente uno con<br />
todo lo que percibía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">De pronto, la risa alegre de<br />
mis compañeros de viaje me sacó de mi estado contemplativo. Me volví hacia<br />
ellos. ¡estaban maravillosos!, con colores encendidos e irradiando fuertes<br />
ondas luminosas de energía. Parecían iluminados por resplandores<br />
estroboscópicos, conversaban muy alegremente y reían. Me pareció que estaban<br />
jugando un juego muy raro en un estadio intermedio entre el antiguo primate y<br />
el ser humano evolucionado. Se miraban asombrados y solo atinaban a reírse sin<br />
parar. No parecía que estuviesen ubicados en los asientos del ómnibus, mas bien<br />
parecían estar rodeados por sus propios espacios como dentro de esferas<br />
transparentes, de huevos cósmicos. Bien podían estar en sus casas jugando sobre<br />
la alfombra de la sala o retozando sobre sus camas. Me sonreían desde lejos<br />
como invitándome a jugar. ¿A quién?... a mi sin duda. ¿Pero que había sido de<br />
mi?... ¿Dónde habíamos quedado?.... ah, si, no estaba en muy buenas relaciones<br />
conmigo mismo. Me evitaba. Estaba harto del personaje retorcido salido de<br />
alguna novela existencialista y lo evitaba cuidadosamente y no quería verlo.<br />
Pero, bueno, al menos debería intentarlo… con solo un poco de buena voluntad… a<br />
ver… tratemos de ubicarlo, dirigiendo hacia él una benévola mirada. Ahí está<br />
sentado formalmente en el asiento afelpado del ómnibus, del lado del pasillo.<br />
Lo primero que vemos de él son sus largos brazos y sus manos abiertas<br />
descansando sobre sus piernas. Pero… ¡qué es esto?... ¿Qué cosa horrorosa está<br />
pasando con sus manos?...¡Por los dioses!... no quiero verlo… sus hermosas<br />
manos están…¡podridas!... la carne asoma tumefacta por las mangas de la camisa,<br />
manchada de moretones violáceos, cicatrices negruzcas y coágulos morados, con<br />
llagas amarillentas de aspecto viscoso….¡no puedo verlo!... la piel se abrió<br />
dejando al descubierto asquerosas<br />
ulceraciones… ¡es espeluznante!... pero ya no puedo apartar la mirada.<br />
Demasiado tarde, estoy atrapado en esa representación inmunda… ahí, frente a<br />
mis propios ojos… mis manos… en avanzado estado de putrefacción. Las llagas son<br />
hervideros de gusanos y los microbios mas repugnantes se agitan en su<br />
superficie. Creo que voy a perder el sentido. No puedo hacer otra cosa, no<br />
puedo ponerme a gritar enloquecido dentro del bus y trato de fingir que no pasa<br />
nada. Quisiera morir, pero ese estado calamitoso quizás se deba a que ya estoy<br />
muerto y re-muerto. Busco desesperadamente a mí alrededor y ligeramente<br />
entreveo a mis amigos coloreados por cálidas ondas de vida. No quiero que me<br />
vean, si mis manos están podridas mi cara debe ser una horrible calavera<br />
descarnada. No, que no me vean. Prefiero seguir contemplando el escatológico<br />
espectáculo de mis manos en descomposición. Me invade una sensación de frío<br />
letal. Siento mi corazón latir muy débilmente y la respiración se extingue.<br />
Pero en cambio la visión se agudiza, veo mis manos como através de un poderoso<br />
zoom que aumenta millones de veces hasta el punto que ya no estoy seguro de<br />
estar viendo mis manos… parece mas una pintura abstracta animada por densos movimientos.<br />
Manchas de colores fantásticos se desplazan muy lentamente. Son colores<br />
biológicos, colores orgánicos como los que suelen verse a través de un microscopio,<br />
colores espectrales, fantasmales, meras irradiaciones de la materia, y la<br />
visión sigue aumentando como un ligero teleobjetivo que avanza abriéndose paso<br />
a través de un universo microscópico, acercándose implacablemente a eso que al<br />
principio me pareció la erupción de un coágulo sanguinolento, pero que ahora me<br />
parecía mas otra cosa… si, esos puntos de brillante pigmentación parecían mas<br />
bien…estrellas… y soles muy lejanos…mientras que la mancha coagulada a la que<br />
nos aproximábamos se asemejaba cada vez mas a una distante galaxia con sus<br />
brazos en espiral desplazándose a velocidades siderales entre cúmulos estelares<br />
y nubes de polvo cósmico… en los espacios infinitos…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y yo que había confundido<br />
todo… En esas pobres podridas manos en desintegración estaba contenido el<br />
universo. Pero aún el pasaje del micro al macrocosmo no podía darme ni un poco<br />
de serenidad, todo me resultaba igualmente vertiginoso, todo me arrastraba en<br />
la misma vorágine, no encontraba asidero, necesitaba un punto de apoyo, un<br />
contacto con alguna forma de realidad… Estaba agotado, zarandeado como un naufrago<br />
“a través del tumultuoso oleaje”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y de pronto vi con asombro<br />
que mi propia mano se movía buscando algo, se agitaba como un animalito que se<br />
despierta y comienza a moverse hacia…algo… lentamente… a traves de grandes<br />
distancias, flotando y nadando hacía un lugar indeterminado… si, la misma mano<br />
que había estado pudriéndose en su callada agonía y que después se había<br />
inscripto entre luminosas constelaciones… se desperezaba de su largo letargo… y<br />
se movía… buscaba… iba ¿hacia donde?... muy naturalmente, pero como si le<br />
costase un esfuerzo sobrehumano iba mi mano a posarse… ¡¡¡sobre la rodilla de<br />
Clarita!!!... esa rodilla enfundada en su suave pantalón de veludo negro y que<br />
emergía sobre el asiento como un firme peñón de fuerza y energía en pleno mar<br />
de los zargazos… y a posarse finalmente allí, sobre la firme rodilla de<br />
Clarita, que sentada impasible miraba por la ventanilla un paisaje de<br />
continente sumergido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entonces ella se volvió hacia<br />
mí y me observó atentamente. Ella también parecía emerger de las profundidades<br />
de su propio universo sin entender del todo qué era lo que estaba pasando. Pero<br />
no tardó mucho en darse cuenta, me miró y enseguida supo que yo necesitaba<br />
ayuda. Y cuando su sonrisa brotó comprendí que finalmente habíamos establecido<br />
contacto. Yo había tenido tanto temor… no podía arriesgarme a un malentendido<br />
mas, cuando había puesto su mano sobre su rodilla, debía ser un gesto<br />
transparente, ella no podía pensar que yo quería “tocarla”, no debía creer que<br />
yo intentaba abordarla, esta vez tenía que dar certo. Yo necesitaba verificar<br />
que ella también estaba allí y que estábamos compartiendo la misma experiencia.<br />
Era cuestión de vida o muerte. Sonreímos en un gesto de mutua comprensión y<br />
volvimos a contemplar juntos el paisaje abisal que pasaba por la ventanilla del<br />
bus. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Así permanecimos largo tiempo<br />
y mientras tanto en esa aparente calma algo estaba pasando, algo sucedía entre<br />
nosotros, algo fluía a través del punto en que nos habíamos conectado. Por mi<br />
mano y su rodilla circulaba una fuerte corriente energética. Hasta que de pronto<br />
nos separamos al mismo tiempo. Clarita se irguió sobre su asiento y<br />
dirigiéndose al grupo dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Amigos, este<br />
viajem esta ficando muitu chato ¿nao é? Vamos fazer alguna coisa. Vamos fazer<br />
um poco de música ¿ok? A gente vai tirar um son.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y todos dijimos que si, que<br />
claro, que era eso lo que la gente estaba necesitando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entonces Clarita se sacó el<br />
abrigo y se lo echo sobre los hombros y pasó por sobre mi al pasillo del medio<br />
del bus. Buscó su violón en el portamaletas, lo desenfundó, se sentó sobre el brazo<br />
de un asiento y empezó a sacar música.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Estaba en medio de todos<br />
nosotros que nos habíamos vuelto hacia ella haciéndola el centro de nuestra<br />
atención.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">El clima general cambió<br />
notablemente y de pronto estábamos realmente juntos. Nos mirábamos entusiasmados,<br />
estábamos radiantes de felicidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Primero clarita templó la<br />
viola y durante algún rato estuvo sacando sonidos e intentando alguna melodía<br />
hasta que repentinamente su voz brotó haciendo algún temita conocido de los que<br />
había hecho en la casona, pero este tema parecía nuevo e improvisado sobre la<br />
marcha. Yo me había vuelto sobre mi asiento y la observaba extasiado. Ahí<br />
estaba el mago como levitando entre nosotros con sus lentes anticuados y su<br />
sombrero de alquimista iluminado por extraños colores cambiantes que variaban<br />
de acuerdo a las diferentes tonalidades de su voz. Según sus palabras y la<br />
melodía la veíamos irradiar diferentes colores que la iluminaban como ocultos<br />
reflectores, pero viniendo desde su interior. Ese era sin duda el antiguo<br />
lenguaje mágico capaz de realizar prodigios con la sola potencia de su<br />
enunciación. Estábamos exultantes y<br />
aplaudíamos y gritábamos al final del tema. Y pedimos más. Queríamos más.<br />
Completamente fascinados. Hasta que de pronto Clarita hizo algo absolutamente<br />
imprevisible: estaba transpirada y el sudor le corría por el rostro y por el<br />
cuello. Su camiseta violeta estaba empapada. Entonces, naturalmente, se sacó el sombrero y lo arrojó sobre un<br />
asiento. Sus pelos como una nube de caramelo con destellos dorados se expandieron<br />
libremente aureolando su rostro moreno, y enseguida con un ligero movimiento de<br />
la mano sus anteojos subieron hasta quedar montados sobre su frente. Y he aquí<br />
al magismo completamente revelado. Veíamos su cabeza desnuda por primera vez y<br />
finalmente podíamos contemplar sin velos sus ojos dorados hasta entonces solo<br />
oscuramente intuidos detrás de los oscuros cristales. Y precisamente, en ese<br />
momento, sin transición comenzó a hacer ese tema que todos estábamos esperando:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">“A festa e longa<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">A festa e longa<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y esta é di onda<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Esta é di onda”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"> Ahora podía ver sus hermosos ojos de miel.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Siga siempre seu camino<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Sin dizer nada a ninguein<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">En el espacio flotaba un leve<br />
polvillo dorado de sol.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Procure por si mismo a<br />
pasajem na viajem<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Algo sin duda iba a producirse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">A viajem prohibida a um<br />
espíritu antiestético.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Su mirada de oro me prevenía<br />
que debía estar sumamente atento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Procure ser<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Procure ser<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Procure entender<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y entonces la visión se<br />
produjo, la mirada se abrió y pude ver. Tantas veces había mirado a Clarita<br />
preguntándome quien era y ahora podía verlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Caso d´Ulysses eu ya fui<br />
informado la en Dublín<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Pero extrañamente, por<br />
primera vez en la larga sucesión de fenómenos respectivos a la identidad oculta<br />
de los seres que yo venía experimentando desde hacía mucho tiempo, Clarita no<br />
era “otra persona”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">O amigo morreu<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">O amigo morreu<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Yo tenía que hacer un super<br />
esfuerzo mental para poder asimilar lo que estaba viendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">No fim d´esa jornada<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Porque Clarita, según yo<br />
podía ver no era otra persona sino dos personas estrechamente unidas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">No fim d´esa jornada<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Por una mitad exacta de su<br />
rostro se asomaba la negra Renée… y en la otra mitad estaba Tanguito, Ramses<br />
VII, mientras una linea imperceptible separaba las dos mitades y al mismo<br />
tiempo las mantenía unidas. Y yo estaba ahí, presenciando la esencia milagrosa<br />
y sagrada que es el individuo, el in-divi-duo, el duo indivisible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Repentinamente comprendí<br />
muchas cosas. Renée, renacidea y Tango<br />
Ramses, el inmortal se habían fusionado en Clarita Mescalina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y el tema llegaba a su<br />
apogeo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">¡A festa e longa<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">A festa e longa<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y esta e di onda<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Esta e di onda<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Nuestras voces se unieron a<br />
la suya cantando y gritando. Saltábamos y nos reíamos… pero cómo, ¿acaso no<br />
estábamos en un ómnibus de Sao Paulo a Río? Parecía más bien un recital de rock<br />
en un boliche psicodélico con juego de luces y sonido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Mientras tanto… ¿qué pasaba<br />
en el resto del pasaje?... Nada. Allá adelante ni el mas leve movimiento, ni la<br />
mas mínima alteración. Inmóviles en sus asientos los pocos pasajeros y el conductor<br />
parecían rígidos muñecos de prueba. Mirando hacia delante nos pareció<br />
verdaderamente extraño. Nada. Ni la más mínima reacción. Nada de nada. Duros y<br />
rígidos hacia delante devorando el asfalto kilómetro tras kilómetro. Con nuestra<br />
música y nuestros gritos los desafiábamos pero no respondían.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">-La gente parece que no<br />
existe. –dijo Gracielita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- Es cierto, - observo el<br />
Peli – estan como dibujados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entonces Clarita sentenció:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> <br />
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 10.0pt;">Amigos, elis<br />
estan mortos. Solo existen … teoricamente, pero lo cierto es que son muertos.<br />
No viven, no sienten, no reaccionan. Vean –dijo y tomando unos biscochitos macrobióticos<br />
los arrojó hacia los pasajeros…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"> ¡Nada! Ni la más ligera inquietud.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Nora reía y chillaba saltando<br />
sobre su asiento. Nos envalentonamos y empezamos a arrojar proyectiles sobre los pasajeros, pelotitas de papel,<br />
puñados de arroz integral, pedacitos de bizcocho… silbando y ululando. El<br />
recital de rock se había transformado en una fiesta de fin de curso, en una<br />
despedida de soltero, en una boda. Nos estábamos poniendo realmente vandálicos.<br />
Pero Clarita retomó su violón, las risadas y los gritos se fueron aplacando y<br />
la voz de Clarita surgió del tumulto con un nuevo tema.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Paciencia<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Paciencia<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Paciencia <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">E a ciencia da paz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entonces el ómnibus tomó una<br />
curva, disminuyó la marcha y paró en una estación en medio de la ruta. Había un<br />
restaurante y el conductor y los pasajeros bajaron “automáticamente” como<br />
robots. Poco a poco nos fuimos silenciando, nos extendimos en nuestros asientos<br />
y nos relajamos. El silencio total y la ausencia de movimiento nos parecía<br />
maravilloso pero enseguida bajamos a estirar las piernas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Era plena tarde y el calor<br />
apretaba. Junto a la confitería surgía<br />
de una fuente un chorro de agua poderoso y ahí nos refrescamos. El agua salía<br />
con una potencia increíble, fresca y transparente como cristal líquido.<br />
Estábamos empapados y exhaustos pero sonreíamos felices viendo divertidos como<br />
la gente nos miraba con curiosidad desde detrás de las ventanas del bar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Volvimos al ómnibus y el viaje continuó. Nos sentíamos mas despejados. Dentro de poco llegaríamos a Río.<br />
El bus descendía por el zigzagueante camino bordeado de precipicios en medio de una selvática vegetación. También los efectos psicodélicos se disipaban gradualmente, y al final de largas avenidas arribamos a la rodoviaria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Mientras nos emprolijábamos las ropas y juntábamos el equipaje Clarita se acercó a mí y cuando el ómnibus se detuvo en el andén y comenzábamos a bajar me mostró su paquete de cigarrillos y me dijo insólitamente:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">Omar, estos son os cigarros que eu fumo. ¿sta sabendo?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Miré extrañado el paquete de cigarrillos: una barquilla blanca entre franjas amarillas y la letra griega alfa en el medio, y con letras doradas A L F A …<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">Nao esqueça que esos son os que eu gosto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Sonreí sin entender y salté del ómnibus al anden lleno de gente. Vi que Nora avanzaba hacia la salida y me uní a ella. Cargábamos nuestro equipaje y caminábamos cansadamente. Por los altoparlantes de la estación se oía una música pegadiza que yo escuchaba por primera vez y que me seguiría por donde fuese durante mucho tiempo. Era un tema<br />
de Roberto Carlos y no estaba del todo mal:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Jesus Cristo, Jesus Cristo, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Jesus Cristo eu istou aquí<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Pasaron junto a nosotros unos hippies cargando sus mochilas. Iban en sentido contrario al nuestro y nos saludamos con un antiguo signo: los dos dedos en ve de la victoria. Seguimos andando hacia la salida. Nora miró hacia atrás buscando a los otros y aceleró la marcha nerviosamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">Omar –me dijo angustiada –no mires para atrás, no te des vuelta. Seguí caminando, no mires por favor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"> Por supuesto que no me volví a mirar y aceleramos el paso hacia la salida. Pero varias veces le pregunté a Nora : <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">¿Qué pasa?... ¿Qué está pasando?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Hasta que una vez fuera de la estación sin pararnos me dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">Sigamos, la policía detuvo a Clarita y al Peli que venían atrás nuestro. Los pararon y los estaban revisando ahí mismo, palpándolos de arma… Vamos, vamos, no podemos hacer nada. ¡Taxi! ¡Taxi!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Un taxi paró junto a nosotros y subimos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">Rápido a Leblon, de preça, de preça… -ordenó Nora y arrancamos velozmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Yo no sabía qué hacer. Todas mis reacciones posibles estaban momentáneamente paralizadas. Nora en cambio<br />
lloraba. Se había tornado extrañamente hiperkinética y realizaba infinidad de pequeños movimientos inútiles. Se arreglaba el pelo, se presionaba las mejillas, miraba hacia atrás, se removía en su asiento y lloraba copiosamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">El conductor se volvió hacia ella y le preguntó:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">O, menina, ¿o qué está acontecendo con vocé?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 10.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 10.0pt;">Nada. –dijo Nora reaccionando nerviosamente –Eu nao tein problema nao… Eu nao tein problema… a<br />
gente nao tein problema neiumo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-URxq11Z6d6z2eo4XKBpmxQTLVB3LilKxRYF-4kf1mA_EZITnvPa54Zd_dJ03rlV_o2qG3IM6r_m3udRSfBBKDa_ZE7x27fZzUGDMYchh5etq4z-b-LTb2VQ9O3MRXOBeqX8zlf7N7rcw/s1600/100_4478.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-URxq11Z6d6z2eo4XKBpmxQTLVB3LilKxRYF-4kf1mA_EZITnvPa54Zd_dJ03rlV_o2qG3IM6r_m3udRSfBBKDa_ZE7x27fZzUGDMYchh5etq4z-b-LTb2VQ9O3MRXOBeqX8zlf7N7rcw/s320/100_4478.JPG" width="240" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<span style="font-size: 10pt;">(continuará)</span> ...omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-84728801234297248902016-01-20T15:59:00.001-08:002016-01-22T05:01:31.981-08:00“GENERACIÓN DESCARTABLE II” - Capítulo 9 <div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhn0D1CggTJRCCabwFO3PwXrkVdvzqkA4N67qpoUb3vtWJ6Sg-o2X-08px50oWXlEIpAyO5QenA4sGzPThiqEQ0xzb7YTH-5wmbKpJAkMLxGGVGibqMu4Q1DfqnRP5ta4Mu0YZ8zAv3HfvN/s1600/EL+VIAJE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="184" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhn0D1CggTJRCCabwFO3PwXrkVdvzqkA4N67qpoUb3vtWJ6Sg-o2X-08px50oWXlEIpAyO5QenA4sGzPThiqEQ0xzb7YTH-5wmbKpJAkMLxGGVGibqMu4Q1DfqnRP5ta4Mu0YZ8zAv3HfvN/s320/EL+VIAJE.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">“El Viaje”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: 'Lucida Grande', 'Lucida Sans Unicode', Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 12.8px; font-style: italic; line-height: 19.2px; text-align: justify;">"Si quería ser cabal, mi corazón se tornaba malévolo, y la menor ofensa parecía convencerlo de la gran maldad y lo diabólico de los hombres, y de que hay que guardarse y evitar la menor familiaridad con ellos." </span><br />
<span style="background-color: black; color: white; font-family: 'Lucida Grande', 'Lucida Sans Unicode', Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 12.8px; font-style: italic; line-height: 19.2px; text-align: justify;"> </span><span style="background-color: white; color: #545454; font-family: arial, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 18.2px;"> FRIEDRICH </span><span style="background-color: white; color: #6a6a6a; font-family: arial, sans-serif; font-size: x-small; font-weight: bold; line-height: 18.2px;">HÖLDERLIN</span><br />
<br />
<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Nada me hubiese hecho
sospechar que ese viaje se tornaría infernal en pocos momentos. Porque todo
parecía estar bien. Sin duda las puertas se abrían a mi paso con total
naturalidad, aunque, como hubiesen dicho mis amigos, “estaba muy cargado”. Ya
mientras esperaba la salida del ómnibus en un café de la avenida Corrientes
cerca del bajo, fui hasta el baño, me encerré en el oscuro compartimiento y me
inyecté un par de ampollitas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Después volví a la mesa y me
puse a escribir en mi cuaderno mientras tomaba un café doble y esperaba la hora
de salida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Al volver a la agencia me
encontré con un amigo que venía de Río y nos saludamos cambiando algunas
impresiones: Río estaba maravilloso, pero aquí era una pálida como siempre y
buen viaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Me senté adelante en uno de
los primeros asientos del lado izquierdo, y en el comienzo de la noche entre el
denso tráfico que se iba encendiendo en las avenidas salí de Buenos Aires
Capital. Me sentía exaltado, finalmente salía de aquella tortuosa city donde
todas las calles conducían, para mi, a ninguna parte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Después, en la autopista, el
ómnibus se deslizó suave y velozmente a través de la noche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"> Algunos pasajeros dormían extendiendo sus
asientos y otros leían con sus luces direccionales el material de lectura que
habían preparado para el largo viaje. Alguien desplegaba un periódico, otros
hojeaban revistas o se enfrascaban en la lectura de algún libro. Algunos
conversaban con las luces encendidas, pero otros que por cierto aún no dormían,
preferían hablar entre sí con leves murmullos en la penumbra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Yo intentaba sin conseguirlo concentrarme
en la lectura de “El Tarot” de Papus que llevaba como material de estudio para
el viaje. Mi atención prefería desviarse hacia la ventanilla para ver pasar las
raudas luces del tránsito. Como si se tratase de la presentación de un show
pasaban los camiones con sus coloridos juegos de luces. Una luz violeta
brillaba sobre casi todas las cabinas. Toda mi atención estaba hipnóticamente
centrada en las luces del tránsito que pasaban en sentido inverso por la otra
mano de la autopista: luces amarillas con bocinas estridentes, triángulos de
luces verdes, lineas de luces rojas, y las encandilantes luces blancas de los
faros, todo pasando por la pantalla de mi ventanilla, con la poderosa vibración
del bus entre las ráfagas de viento que se producían al cruzarse con los otros
vehículos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">En un bar donde el ómnibus
hizo una parada al amanecer me alejé caminando algunos pasos del lugar, y mas
allá me arrodille en el pasto de una suave ondulación mirando hacia donde ahora
huía la noche, hacia donde había quedado Buenos Aires y me pregunté hacia donde
iba. ¿Qué estaba haciendo? Tal vez todavía estuviese a tiempo de volver como solía
volver tantas veces al amanecer en mis reiteradas fugas frustradas. Pero
entonces recordé a Gabrielito: “la llave que no abre nada”… De alguna manera me
parecía que Gabriel me había ayudado a salir de aquel laberinto, porque después
de nuestro encuentro todas las cosas se precipitaron hacia el viaje, y sentado
ahí en el pasto al amanecer decidí que ya era imposible volverse atrás, así que
regresé al ómnibus y volvimos a partir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Durante la noche anterior ya
había hecho un par de incursiones hasta el bañito del ómnibus para picarme. Era
el lugar perfecto y nada se podía comparar a darse un pico en pleno trayecto en
aquel gabinete secreto ambulante. Y a media mañana volvía a picarme, y creo que
fue entonces cuando comencé a advertir las primeras señales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Ya hacía un par de noches
largas que no dormía pero me acomodé en el asiento y cerré los ojos prestando
atención a los sonidos que me rodeaban con el continuo deslizarse de lo
neumáticos sobre el asfalto de la ruta. Pero por más que tratase de escuchar
las múltiples conversaciones de los pasajeros me resultaba imposible percibir
alguna en especial. Lo único audible era un murmullo general indiferenciado. Me
parecía extraño no poder pescar una sola palabra. Sin embargo, algunos
conversadores estaban lo suficientemente cerca como para poder seguir la
conversación paso a paso si lo hubiese deseado. Pero por más que tratase no
lograba entender una sola palabra, ni el más mínimo sentido. Abrí los ojos
sobresaltado. El murmullo se había vuelto como un cántico que se elevaba y del
que me era imposible comprender nada. Entonces observé atentamente a los pasajeros
del otro lado del pasillo: el hombre gordo de pelo blanco hablaba con la señora
junto a su asiento. Es decir, supuestamente hablaban, porque yo no alcanzaba a
escuchar nada, el canto de las llantas sobre el asfalto anulaba cualquier otro
sonido y se me ocurrió que bien podían estar haciendo la pura mímica de una
conversación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"> Fue entonces que noté que el hombre hacía
continuamente señas con las manos y los dedos durante la charla. Y la señora
también, hacía el mismo simulacro de hablar sin emitir palabras, pero en cambio
expresaba con cuidadosos movimientos de manos y dedos lo que estaba simulando
decir. Y tras el primer golpe de vista tuve la certeza de que lo que decían y
lo que expresaban sus manos eran cosas bien diferentes. Por mas que me
concentrase tratando de leer el movimiento de los labios no distinguía palabra
alguna, pero en cambio, extrañamente, las señales de sus manos y sus dedos me
parecían cobrar por momentos un sentido cada vez mas reconocible, porque cuanto
mas observaba esos movimientos mas me parecía reconocer en los trazos
invisibles de esos dedos y esas manos en el aire, especies de… figuras,,,
signos… dibujos veloces de ángulos y arcos con la punta del dedo índice… arcos
paralelos con el índice y el pulgar… giros y rotaciones con los demás dedos y
diferentes puntos de señalización. A veces con ambas manos formaban una figura
especial. Los interlocutores se miraban entre sí y veían sus manos entre sí, y
de pronto vi con asombro que todo el ómnibus practicaba el mismo código: todos
hablaban con sus manos. El murmullo que yo podía oír junto al rodar de las
ruedas, era, lo supe entonces, el inductor hipnótico que emitían los
“pasajeros”, mientras que con sus manos y sus dedos… ¿qué hacían?... (y esto
tardé mucho tiempo en darme cuenta). …¿Qué hacían esas manos y sus volátiles
dedos flotando como ingrávidos delante de esos rostros vagos? Era pleno
mediodía y atravesábamos el calor húmedo de la mesopotamia… sentí que debía ir
otra vez… una vez mas atravesando el largo pasillo del bus hasta el bañito. En
el trayecto comprobé que todos dialogaban con manos muy versátiles. Y en el
privado gabinete del bañito me inyecté las últimas ampollitas que quedaban en
la caja. Estábamos por llegar a la frontera, no debía faltar mucho para Paso de
los Libres y el pico entró bien en vena. Solté la banda elástica con los
dientes y empujé el émbolo. Llegábamos a la frontera y sin duda revisarían el
equipaje. Arrojé la jeringa por el inodoro, después hice un bollo con las cajas
y las ampollas vacías y lo tiré también. Apreté el botón y todo desapareció
bajo el agua. Me bajé la manga de la camisa, abrí la puerta y volví por el
pasillo entre los pasajeros hasta mi lugar. Y fue entonces, en esa ráfaga de
observación que comprendí lo que estaban haciendo los pasajeros con sus manos y
dedos… Estaban CONDUCIENDO EL VEHÏCULO… Desde ya podía ver cómo todos los
gestos y señales se reflejaban perfectamente
en el espejo retrovisor del chofer y este iba recibiendo todos los
signos a través del espejo traduciéndolos en movimientos. ¿Qué significaba
semejante código y técnicas tan esotéricas para un simple viaje lineal
terrestre por una de las tantas rutas nacionales? Pero cuando volví a sentarme
en mi asiento noté que algo estaba empezando a cambiar sensiblemente, porque
estábamos aproximándonos a algo como “otra dimensión”. Y mientras caía la noche
y llegábamos al puesto fronterizo comprendí tratando de mantener la calma que
los pasajeros y yo estábamos íntimamente conectados en el plano mental. Ellos
sabían todo lo que yo hacía y pensaba. Leían mis más recónditos pensamientos y
podían hablar directamente a mi mente. Enseguida yo también podía comprender de
manera espontánea el oculto lenguaje de las manos. Al menos en parte me parecía
comprenderlo, aunque no hubiese podido decir concretamente en qué consistía. El
sentido se me ofrecía abiertamente y a la vez se ocultaba a mi razonamiento. Yo
lo sabía… pero cómo lo sabía? Las voces de sus mentes me invitaban a la calma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Llegábamos a la frontera y
las mentes de los pasajeros me decían: “Estamos llegando a casa”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y no hubo ningún problema con
los empleados de aduana. Bajamos del ómnibus y mientras revisaban ligeramente
el equipaje y sellaban nuestros pasaportes sentí que un cambio más profundo y fundamental
se estaba produciendo. Así fue que pasamos a Uruguayana, y extrañamente
mientras cruzábamos la linea divisoria de la frontera los pasajeros comenzaron
a cantar. Era una canción muy dulce que todos los pasajeros entonaban muy
suavemente y que expresaba la emoción de aquellos que tras largo tiempo en el
exilio regresaban a la patria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"> Ahora yo podía descifrar mensajes muy
complejos aunque me costase comprender las cosas mas simples. Tal vez fuese
probable que en aquel ómnibus todos los pasajeros fuesen brasileros que
regresaban a su país. ¿Pero cómo no había alcanzado a oir ninguna palabra en
portugués? Acaso las había oído todo el tiempo solo que hasta entonces no las
había registrado, y ahora si, me parecía que oía fragmentos de palabras con la
cálida cadencia brasilera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Pasamos sin inconvenientes el
control brasilero. El ómnibus paró un momento en la rodoviaria y para estirar
las piernas me paseé por el hall de la
terminal. En la mesa de un bar había tres elegantes mujeres tomando refrescos,
y al verme pasar con mi mochila me llamaron. Resultaron ser brasileras que viajaban
para Buenos Aires, y poniendo en práctica mis básicos conocimientos de
portugués dialogamos. Me invitaron a sentarme y me convidaron algo fresco.
Querían saber qué hacía, adonde iba… ¿era hippie? Si bien no tenía el pelo largo
iba vestido un tanto exótico, (casi nada: camisa floriada y pantalón de
terciopelo azul), pero veían que tenía numerosos anillos y pulseras y un collar
colgante… Me dijeron que Brasil era un país muy hermoso y que yo iría a
¡adorar!, y mientras se alejaban a tomar su ómnibus una de ellas se apresuró a
decirme casi como un secreto:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- No esqueça que so vocé pode
saber o que acontece no seu corazón e na sua mente. Ninguein pode saber, mais
so vocé pode saber.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Me pareció un extraño
consejo, y me apresuré yo también en tomar mi ómnibus.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Al rato atravesábamos un
amplio paisaje de verdes praderas ondulantes. Me paré junto al conductor para
observar el camino a través del panorámico parabrisas y a la vez podía ver mi
propia imagen reflejada en aquel espejo retrovisor. Ahí pude observar con
asombro que ¡yo ya no era el mismo! Algo imperceptible había cambiado. Sin duda
era yo, pero ya no era exactamente igual a mi mismo. Era probable que estuviese
contemplando al fin al del otro lado, el revés de la trama. Hasta ese desparejo
corte de pelo con su rapado escalonado parecía poseer cierto orden arbitrario
surgiendo del caos de mis pensamientos.. Y detrás de mi imagen podía ver
también el ballet de las manos y los dedos flotantes de los pasajeros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Aquellas tres hadas de la
estación me habían dicho que nadie podría saber lo que pasaba por mi mente y
por mi corazón, pero lo cierto es que los pasajeros leían mis pensamientos y
hablaban a mi mente. Y yo, por mi parte, ya comprendía el alado lenguaje de sus
dedos. Veía como con ángulos y arcos veloces trazados con la punta de los dedos
en el aire indicaban lineas de desplazamiento, direcciones y sentidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Volví a mi asiento. El gordo
de pelo blanco le decía a la mujer de al lado: “Casi no lleva equipaje en su
mochila. Apenas unos trapos revueltos. Pude verlo bien cuando revisaron su
equipaje en la aduana.. Una camisa con puntillas y después puro papeles
desordenados y algunos libros.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Al mismo tiempo noté que otro
grupo de mas atrás decía: “Nosotros te vamos a llevar… hasta un lugar perdido
en esas colinas… Hasta nuestra casa… donde vamos a hacer una gran fiesta… y
donde nadie te va a encontrar…”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Me sobresalté ¿Qué estaba
escuchando? ¿Qué acababan de decir? Tuve una oscura persecuta. ¿Quiénes eran
los extraños pasajeros? Era muy probable que se tratase de una misteriosa secta
oculta. Se comunicaban con el lenguaje de los sordomudos y se habían instalado
en mi propia mente. Me conducían. Me llevaban. Pero eso de la “gran fiesta” me
resultaba inquietante, sospechoso, amenazador... Yo estaba en franco bajón y
tenía pensamientos siniestros. ¿Adonde pretendían llevarme los pasajeros? Tal
vez había leído demasiados cuentos de terror, pero el caso es que… tenía miedo.
Miraba por la ventanilla y me sentía perdido. ¿Dónde estaba? Me revelé entonces
desafiando a las voces con mis propios pensamientos: yo no iba a ir a ningún
lugar y no iba a participar en ninguna fiesta de locos fanáticos. No estaba
atado al ómnibus, si quería podía bajarme allí mismo. “Si, claro –decían los
pasajeros – pero no lo harías ¿verdad?” ¿Por qué no? Solo bastaba con que me
acercase al conductor, me parase bien frente al espejo tratando de interferir
las órdenes manuales de los pasajeros y dijese que parase un momento que quería
bajar. Pero no lo haría ¿verdad?, eso solo se dice… Cada vez mas los pasajeros
me parecían componentes de una secta satánica. ¡Me estaban raptando! Me
sacrificarían en sus rituales. Vi con horror cómo el gordo de pelo blanco decía
con los dedos: “Cuidado, se está dando cuenta.” (O tal vez había dicho: “Atado
que va dando vueltas.)”. Noté que el gordo ahora hacía los signos con una
velocidad sorprendente y no tuve duda alguna de que era el Maestro Mayor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entonces, sabiendo que estaba
completamente loco y que estaba haciendo una pura locura, salté de mi asiento y
corrí por el pasillo hasta el conductor gritando:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- ¡Pare, chofér, por favor,
pare que quiero bajar!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Todo el pasaje se
convulsionó. Sentí que algunos decían:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- Está loco… pero si quiere
bajar déjenló.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">El chofér se mostraba muy
contrariado. No podía parar así en medio del camino sin previo aviso. Le pedí
que parase porque me sentía muy mal y tenía que bajarme ahí mismo, en cualquier
lugar, aunque fuese en medio del desierto. Yo temblaba de la cabeza a los pies,
tenía miedo, estaba furioso pero al final logré que el ómnibus parase. El
conductor abrió con violencia el portaequipaje y me tiró la mochila junto al
camino. Después me miró incrédulo y preguntó:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- ¿Está seguro que se quiere
quedar aquí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- Si, si, claro. –me apresuré
a contestar. –Vayasé. Dejemé solo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">El pobre tipo parecía no
entender, pero volvió a subir al bus, se instaló frente al volante y el ómnibus
se alejó del lugar con un fuerte bramido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Me quedé parado ahí viendo
cómo se alejaba por ese largo camino que subía y bajaba. Y finalmente solo, me
sentí tranquilo. Comprendí que había logrado, al menos, apagar el ensordecedor
murmullo de las llantas lamiendo el asfalto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Hacía medio día que habíamos
atravesado la frontera. Yo tenía pasaje hasta Río de Janeiro y bien podría
decirse que en mi caso, el viaje había terminado a poco de empezar. ¿Qué iba a
hacer ahora? Cargué mi mochila y comencé a caminar junto a la ruta, siempre
hacia el norte, hacia donde había desparecido el ómnibus de los locos
satánicos. Yo bien podría llegar a Río de Janeiro caminando. Pero… ¿dónde
estaría exactamente?... Caminaba a grandes pasos pateando iracundo sobre el
asfalto, al borde de las lágrimas apretando fuertemente los maxilares. Era sin
embargo un hermoso día de sol y yo pensaba que por el momento había logrado
escapar. Pero… ¿qué era eso que presentía oscuramente y que me daba tanto
miedo? Bueno, no lo sabía, pero acudían a mi mente siniestras escenas de una
ceremonia ritual en la que yo era ofrecido en sacrificio. ¿De dónde podía
provenir esta idea? ¿Una imaginación novelesca? ¿Recuerdos del futuro? ¿Memoria
ancestral? ¿Delirio paranoide? Imposible saberlo. ¿Qué podía hacer sino seguir
caminando? Hice dedo y un camión me levantó. Iba unos pocos kilómetros mas
adelante, me aclaró el conductor, pero allí podría conseguir otra carona.</span><br />
<span style="font-size: 10.0pt;"> El
camionero era un brasuca joven y enseguida se entabló una conversación. Él iba
hasta Curitiva, pero yo… ¿qué hacía? ¿De dónde venía? ¿Cómo estaba ahí en medio
del camino? ¿Hacía dónde iba? Todavía me sentía conmocionado por el bajón de
pico y pensé que lo mejor sería contarle toda la verdad. El tipo parecía
confiable y me sinceré: hablé del ómnibus encantado y de los brujos locos. Él
parecía entender todo bastante bien, pero cuando hablé de los brujos el
camionero me interrumpió sobresaltado preguntando:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- ¿Vocé quer dizer bruxos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Me costaba mucho comunicarme
en portugués, pero no podía haber demasiada diferencia entre brujos y bruxos.
Pero si, en el idioma del camionero la misma palabra tenía una resonancia más
misteriosa y él me miraba atentamente mientras volvía a preguntarme:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- Bruxos?... Bru… xos… Mais
bruxos mesmo? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- Eso… -respondía yo –
brujos. Eran todos brujos… -de repente recordé el film de Polansky: “Todos
ellos brujos.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Entramos en un pueblito y al
llegar a una calle central noté consternado que el camionero paraba en la
puerta misma de la comisaría, un caserón colonial pintado de amarillo. Me quedé
sentado ahí en la cabina del camión mientras el tipo entraba en la seccional.
¿Era mejor quedarse ahí o tratar de escapar? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Pero… escapar ¿adonde?... El
pueblo era chico, me perseguirían y sería peor. Así que decidí esperar ahí y
enseguida los policías salieron a buscarme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Ya de entrada me trataron con
violencia. Me agarraron y me sacaron a empujones del camión. El camionero salió
de la comisaría en ese mismo momento. Se subió al camión y se alejó </span><span style="font-size: 10pt;">velozmente del lugar.
Simplemente me había entregado.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Me llevaron hasta la oficina
del comisario y allí me rodearon entre cinco o seis monos. Eran unos negrazos
bastante feos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- ¿O qué vocé esta fazendo aquí,
menino? –inquiría impaciente el
comisario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Le mostré mi pasaporte y lo
arrojó sonriendo sobre la mesa. Entonces le extendí mi pasaje del ómnibus.
Pero, si iba para Río, ¿por qué me había bajado del bus en medio del camino?...
¿Y que era esa historia de brujos? Me rodearon y entraron a darme sin esperar respuesta.
Me pegaban y me pasaban entre ellos. Parecían tranquilos, recién empezaban,
pero yo sentía que me estaban matando. Caí arrodillado al piso cubriéndome la
cabeza con los brazos entre golpes y patadas cuando de pronto sonó el teléfono
y se paró todo. El comisario atendió y escuchó atentamente. Los negros,
mientras tanto esperaban. Pensé que era una tregua y que enseguida volverían a
llover los golpes después de la llamada, pero entonces sucedió lo mas extraño.
Mientras escuchaba en el teléfono y afirmaba brevemente, el comisario tomó mi
pasaporte de encima del escritorio, lo observó y replico en el tubo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- Sim senhor… Muito bom…
Obrigado… -y colgó el receptor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Después se acercó a mi que
parecía ovillado en el suelo y me alcanzó el pasaporte, y cambiando de tono,
pero con violencia aún latente me dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- Va embora, menino. Y eu no
quero ver vocé nunca mais por aquí. ¿Ta entendendo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Tomé mi documento, alguien me
arrojó la mochila y casi corriendo salí de la comisaría y remonté las calles
hasta la ruta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Era increíble, no podía
explicarme. ¿Qué había pasado? Me había encontrado exactamente con lo mismo de
lo que estaba huyendo. Había dejado el ómnibus por miedo al sacrificio y me
había dirigido por mis propios medios al encuentro del ritual tan temido… ¿y
allí?... ¿qué había pasado?... El infierno había durado unos pocos segundos y
de repente todo se había interrumpido. Esa llamada… aquella llamada telefónica…
¿Qué había sido?... ¿Quién había llamado por teléfono? ¿Quién me había salvado
interrumpiendo todo aquel horror? No podía hacer la más mínima conjetura. Pero
había algo extraordinariamente cierto: ALGUIEN había llamado dando órdenes
concretas para que me dejasen inmediatamente en libertad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Al llegar a la ruta había un
bar donde paraban los ómnibus, y tuve suerte, porque después de largas
explicaciones, logré subir al ómnibus que venía detrás del que yo había dejado.
Al principio el chofér no quería llevarme, pero le mostré mi pasaje de la misma
línea y le dije que me había distraído en el bar y que mi ómnibus se había ido
sin mí. Lo convencí. Finalmente me llevaban. Subí y me ubiqué en uno de los
confortables asientos, y al fin dejamos aquel fatídico lugar. Enseguida me
dormí y desperté en medio de la noche. Vi que todo el pasaje estaba sumido en
la oscuridad. Avanzábamos velozmente y los pasajeros invisibles parecían
dormir. El ómnibus me pareció mas suntuoso que el anterior, mas confortable,
mas moderno. De vez en cuando sonaba un susurrante timbre y me pareció que se
producían cambios de ubicación en medio de la oscuridad entre los pasajeros
adormecidos. Ahí mismo frente a mi asiento había un pulsador de timbre.
Repentinamente recibí información telepática. Este era un ómnibus especial, con
servicio erótico incorporado. Si llamaba por el timbre recibiría inmediatamente
una visita agradable. Solo tenía que pulsar… Pero…¿no estaría metiéndome en
otro lío? Decidí que por esa noche podía prescindir del servicio erótico y me
dormí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Desperté a media mañana. Me
sentía inquieto. Llevaba ya tanto tiempo viajando. Me habían pasado tantas
cosas… Estaba otra vez con síndrome… volvía a oír voces en mi mente. Me
fastidiaba. No sabía qué hacer. Me revolvía en el asiento. Me sentía nuevamente
localizado. Focalizado. Tenía que hacer algo y ganarles de mano. Busqué en mi
bolso la caja de pinturas. Ahí estaban los pomos de óleo. Destapé el amarillo y
lentamente, con los mismos dedos me pinté las manos. Las miré a la intensa luz
del día: manos amarillas… el ómnibus adquirió súbitamente un aspecto subreal.
Enseguida agregué un poco de rojo y lo fui extendiendo sobre la piel hasta
formar un bonito tono naranja. Movía las manos en el espacio frente a mis ojos
y los dedos adoptaban extrañas formas como figuras y signos. Los vecinos de
asiento miraban extasiados mientras yo seguía agregando colores: lineas rojas,
puntos verdes, manchas azules, rayos violetas… y las manos danzando coloridas
frente al vertiginoso paisaje de la ventanilla… así durante largas horas hasta
que llegamos a Sao Paulo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">En el baño de la rodoviaria
me lavé bien las manos y cuando volví hacia el ómnibus descubrí sorprendido en
la banca de jornais la tapa de la revista “Veja”: ¡Un par de manos pintadas de
colores!...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">En adelante el ómnibus empezó
a descender en zig-zag por caminos de precipicios rodeado de una sugestiva
vegetación tropical. Y cuando finalmente entrábamos en Río de Janeiro me senté
en mi asiento en la mística posición de loto porque tenía la fuerte convicción
de que estaba penetrando en un lugar sagrado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Una vez en Río me alojé en el
hotelucho aquel de Praça Tiradentes donde habíamos estado con Juanito en el
viaje anterior. Pero ahora estaba solo, me sentía desamparado y aquel hotel sin
Juan era más miserable todavía. Sin duda había sido el brillo de su
presencia lo que había hecho aceptable
aquel lugar que sin él se tornaba insoportable. Tenía dinero para un par de
días más y después ya no sabría qué hacer. Caminaba de una punta a otra de la
ciudad maravillosa buscando algo, alguien, hasta que una mañana, atravesando la
playa de Flamenco me encontré con Gracielita. Me parecía imposible. ¿Qué estaba
haciendo ella justamente ahí en Río de Janeiro? Yo la había llamado por teléfono
varias veces antes de salir de Baires y no me había dicho nada que iba a
viajar. Lo había decidido a último momento y estaba ahí, con Nora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">_ Qué Nora? –pregunté.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;"> - ¿Qué Nora va a ser?… - me contestó – ¡La Única!
Y estamos parando en casa de Newton, un amigo brasilero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Así que saqué mis cosas del
hotelucho y me instalé con mis amigas en un amplio y luminoso departamento decorado solamente con esteras
de paja pintadas, hamacas paraguayas y plantas tropicales. Y Newton era un tipo
bastante loco que fumaba inmensos charutos todo el tiempo. Tenía una biblioteca
entre cuyos volúmenes encontré una hermosa edición de “El Libro Tibetano de los
Muertos” que habíamos leído con Graciela y Renée en la casona de San Telmo.</span><br />
<span style="font-size: 10.0pt;"> Newton acababa de
separase de su mujer y vivía solo en aquel departamento que sus numerosos
amigos visitaban puntualmente a lo largo del día. Tenía un buen pasar como se
dice, ya que desde hacía muchos años era el encargado de la decoración del
Sambódromo de <st1:personname productid="la Presidente Vargas" w:st="on"><st1:personname productid="la Presidente" w:st="on">la Presidente</st1:personname> Vargas</st1:personname>
para los carnavales. Era excelente dibujante, y junto con la decoración su
especialidad eran las maquetas y los vestuarios para las carrozas de las escolas de samba.</span><br />
<span style="font-size: 10pt;"> Nora, pasaba su tiempo tendida en las hamacas de red
luciendo exóticas túnicas orientales, tomando refrescos y haciendo comida
macrobiótica con Newton y escuchando música a todo volumen. Los Who acababan de
editar su ópera rock “Tommy”, y esa música excitante sonaba repetidamente en el
equipo de la sala.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- Vean lo que me envió de
regalo mi ex mujer para navidad… -nos
decía Newton, y nos mostraba una lonja de filete de pescado que parecía un pene
disecado – ¡Arenque ahumado! Filia da puta, ela sabe que o que eu mas gosto no
mundo es o arenque ahumado, e ella me envía so uno en una bandejinha… ¿Qué me
querrá decir?... Curtiçao… y nos miraba con un divertido gesto de interrogación
sosteniendo el arenque con la punta de los dedos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y ahí estábamos, todo el día
en la playa, paseando y tomando sorvetes. </span><br />
<span style="font-size: 10.0pt;">Gracielita no podía creerlo cuando yo
le contaba mi aventura fatal en el ómnibus de los brujos y el extraño altercado
con la policía.. Sentada frente a mí en la estera me miraba profundamente con
esos inquietantes ojos que parecían achinarse aún más ante el misterio y volvía
a preguntarme por enésima vez:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- ¿Pero esa llamada
telefónica tan oportuna?... ¿Quién pudo ser?... Realmente milagroso… ¿verdad?
Después que me digan que no hay magia… ¡Qué increíble! –concluía Gracielita.
-¿Qué suerte que estés aquí con nosotros!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">A mi también me parecía increíble
estar en Río con mis amigas. Y la verdad es que, aunque no lo decía, yo
sospechaba que Gracielita y Nora no eran las mismas personas de Buenos Aires.
Me costaba creer que ellas hubiesen viajado como yo, a través del espacio y
kilómetro tras kilómetro para llegar hasta allí. Pensaba en cambio, que su
presencia se debía más a algún tipo de misteriosa operación mágica. ¿Cómo no me
dijeron que viajarían? ¿Cómo nos habíamos encontrado en forma casual en una
ciudad con millones de habitantes? Yo me sentía propenso a creer que mis amigas
eran “otras”, ya no las de Baires, sino reproducciones espectaculares de
aquellas. Pero nunca dije nada respecto a esto. Menos aún cuando me dijeron que
los hermanitos Romero, Carlos, y Kelly con su flamante esposo el esotérico
Suarez, y hasta el Peli Luis Alberto estaban viviendo muy cerca de allí, en un
palacete del residencial barrio de Santa Tereza, donde habían instalado un
taller de artesanía en ropa de cuero que a la vez era un centro de reunión del
sufismo. Me costaba creer tal coincidencia de casualidades y cada vez me
parecía más verdadera la hipótesis de Cylbia cuando decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">- El mundo es un
caleidoscopio donde estamos reproducidos infinidad de veces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Una tarde fuimos a visitarlos
subiendo el morro por unas empinadas callecitas entre los elegantes jardines de
las embajadas. Era una casa de dos plantas pintada de un tierno color rosado.
Kelly nos recibió luciendo una hermosa túnica persa y nos condujo al taller en
la planta alta donde estaban trabajando. Hasta Marcela Pascual estaba allí,
solo faltaba que apareciese Tango al abrir una puerta. Con el Peli nos asomamos
a una ventana a contemplar el atardecer en la bahía de Guanabara allá abajo a
lo lejos. La luz crepuscular se fusionaba en rosaceos y lilaceos mientras nos
mirábamos sonrientes tomados de la mano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">Y fue precisamente unos días
después que Nora nos dijo a Graciela y a mí que quería ir a Sao Paulo a buscar
esa valija que había dejado y donde estaban los vestidos más bonitos, la túnica
violeta de crepe de seda, y los pantalones de pana y muchas cosas más. Era una
lástima… esa ropa tan linda que podíamos usar en Río para lucirnos como
príncipes… todo abandonado en aquel valijón allá en Sao Paulo… Inmediatamente
organizamos el safari a fin de rescatar aquellos adorable trapos. Y un mediodía
tropical salimos a la ruta a hacer carona para Sao Paulo, Gracielita, Nora y
yo. Y también se habían unido a nosotros el Peli y Marcela. Al anochecer
podíamos estar allá. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10.0pt;">(continuará)<o:p></o:p></span></div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-49886885296522353452015-12-15T14:23:00.001-08:002016-01-20T15:40:36.934-08:00<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">GENERACIÓN DESCARTABLE II</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Capítulo 8</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">“<st1:personname productid="LA FUGA" w:st="on">LA FUGA</st1:personname>”</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_21XNJEzZH52Gaa9ZEGjO7gs-9XFoDhY7lFSxJ7SFmQtbIAUM2MqR1H6o0iebtuEujkjNmdpPz6_7CB7chlDtkDKkx80fono9oVCO7_qB9-y7K5i5vM0wQBB1Pq4dlnjPm5_Y2glOLPMD/s1600/kx1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_21XNJEzZH52Gaa9ZEGjO7gs-9XFoDhY7lFSxJ7SFmQtbIAUM2MqR1H6o0iebtuEujkjNmdpPz6_7CB7chlDtkDKkx80fono9oVCO7_qB9-y7K5i5vM0wQBB1Pq4dlnjPm5_Y2glOLPMD/s320/kx1.jpg" width="218" /></a></div>
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"><br /></span>
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"><br /></span>
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">"Envidio, aunque no sé si
envidio, a aquellos de quienes se puede escribir una biografía, o que pueden
escribir sobre sí mismos. En estas impresiones sin nexo ni deseo de nexo, narro
con indiferencia mi autobiografía sin hechos, mi historia sin vida. Son mis
Confesiones y si en ellas nada digo es porque en ellas nada tengo que
decir."</span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Fernando Pessoa </span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Un día me conseguí unas cajas de
ampollitas y me fui desde la mañana con mi bolso con material de dibujo y
escritura a ese lugar en las barrancas del río donde habíamos estado aquella
noche fugaz con Kris y Tango. ¡Qué extraño había sido todo! Miraban por encima
de mi cabeza y decían: “Si, ahí está.” Pero también era extraño que yo no
hubiese mirado hacia arriba mas que ligeramente sin parar mi interminable
monólogo, porque yo tenía la sensación de que si dejaba de parlotear por un
momento, ellos dejarían de ver lo que estaban viendo por sobre mi cabeza. Si
hubiese preguntado qué veían, la visión se hubiese interrumpido.<br />
Pero lo mas raro es que si lo que veían mis amigos estaba realmente ahí ¿por qué
no nos quedábamos en ese lugar? ¿Por qué no nos quedábamos habiendo recorrido
tan largo camino?</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Ahora yo volvía solo después de
mucho tiempo. Llegué hasta la vereda y el terraplén ese donde habíamos estado y
bajé por la barranca siguiendo un sendero entre los pastos hasta llegar al río,
ese ancho río de barro y plata, y en esa playita me instalé a pasar el día.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Me piqué y anduve por ahí
caminando y estudiando el lugar. Sobre la barranca podía ver una vieja casona
señorial y espléndida entre los árboles del parque. No podía equivocarme, desde
el primer momento se me ocurrió que podía ser la casa de los Ocampo, la finca
donde Victoria reunía a sus amigos.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Pasé el día en ese lugar
solitario. Improvisé mi nido entre los arbustos y me volví a picar. Era un
hermoso día de verano y el sol del mediodía achicharraba el planeta. Dibujé,
escribí algo, y ya desnudo al atardecer cuando el sol doraba la casa, bailé a
la orilla del río entre los altos pastos y los retorcidos arbustos.
Contrariamente a lo que me pasa siempre, que cuando busco un lugar solitario
enseguida empieza a llegar caravanas de gente, nadie apareció aquel día por ese
lugar, ni en la playita ni en el parque de la casona. Solo a lo lejos por el
río las velas de los veleros. El verano… Bailé desnudo allí al caer la tarde y
encendí el fuego de la noche con ramas secas. Y cuando se hizo completamente de
noche me fui.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Por entonces no salía mucho. Leía
“Fulcanelli y el Misterio de<span class="apple-converted-space"> </span><st1:personname productid="la Catedrales" w:st="on">la Catedrales</st1:personname>”.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Casi no comía porque las anfetas
me quitaban el hambre, pero solía darme minúsculos festines en medio de
la noche. Por ejemplo: típica mentalidad clase media, las copas y los juegos de
té del trinchante no se usan para diario, solo para las fiestas… yo
acostumbraba tomar un suculento desayuno americano cada tres o cuatro días a
las tres de la mañana, nada menos que con el juego de té holandés, el de las
tacitas azules con las caritas de los niños sonriendo, el que se usaba solo
para los cumpleaños. Té con tostadas, manteca y mermelada y… huevos revueltos
con jamón y queso. En medio de la noche mientras todos dormían. Después volvía
a mi habitación a leer, escribir, dibujar… Empezaba a hacer macrobiótica y
pretendía cocinar mis alimentos sobre la estufa en mi habitación. Me aislaba.
Compré unos cartones y con unos oleos viejos de una caja de pinturas que había
sido de mi mamá, comencé a pintar. Mi primer cuadro fue “El Ángel”, y no
resultó una buena pintura, yo no conseguía dominar la técnica de pintura al
óleo. Pero eso no me impedía intentarlo. Y el Ángel desnudo, notablemente
androide volaba sin alas sobre una pirámide egipcia en medio del desierto.
Púdicamente una punta de su flotante manto púrpura cubría su sexo imprevisible.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Yo acostumbraba inyectarme por la
noche, esperando la hora en que todos dormían.<br />
Al poco tiempo las consecuencias fueron siniestras, ya que a raíz de que yo me drogaba
mis padres se enfermaron. Aunque mamá siempre vivía enferma de diversas enfermedades,
pero yo establecía culposas relaciones entre mis acciones y los males que los
aquejaban. Todo estaba muy interrelacionado. Durante el tiempo que yo
experimenté con artane, peligrosísima droga de venta libre, cuyo prospecto
advertía que su uso podía producir glaucoma, mi papá fue perdiendo la vista.
Mientras yo deliraba en mis experiencias psicodélicas mi papá comentaba con mi
mamá el avance de la ceguera, y cuando yo me inyectaba pervitín, mi mamá volaba
de presión. El karma era instantáneo, así de simple. Además por sus interminables
conversaciones que yo escuchaba todo el día, dejaban traslucir que intuían que
algo estaba pasando conmigo. Para algo
eran mis viejos y se preocupaban, pero exageraban. Revisaban palmo a palmo mi
habitación como experimentados detectives cada vez que yo salía. Pero aunque
eran hábiles en requisar yo ponía el hilo de chicle en la puerta y sabía que
habían entrado.<br />
Hasta que un día mi mamá se animó a decirme:</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> -</span><span style="font-family: "\22 times new roman\22 "; font-size: 10pt;"> </span><span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Yo se lo
que hacés vos… -dijo.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Creí que había encontrado la jeringa
y que me iba a sermonear por la droga, pero enseguida agregó:</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> -</span><span style="font-family: "\22 times new roman\22 "; font-size: 10pt;"> </span><span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">… esas
revistas puercas que tenés escondidas en el placard…</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Al menos debía agradecer que nunca
me hubiesen sorprendido en mis prácticas solitarias.<br />
Por otro lado revisaban todo con pelos y señales. Yo creaba inmensos desordenes
en mi habitación, daba vueltas todo, corría los muebles e improvisaba mesas y bibliotecas
creando un gran caos donde fuera imposible orientarse, pero igual andaban
como sabuesos detrás de mis rastros.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Por esos días para colmo asaltaron
varias veces el almacén de mi viejo. Ese barrio era el lejano oeste, Lanús
(L´anus) oeste al fondo, por el lado de Caraza. El caso es que yo asociaba
todas esas calamidades con mis experiencias nocturnas. Cuando yo me<br />
inyectaba se rompían cosas en la casa y en el negocio, botellas, sifones… Yo me
resistía a establecer relaciones culposas, y me decía que todo sucedería igual aunque
yo no me drogase, pero en algunas cosas las relaciones eran demasiado evidentes.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Para entonces mis delirios ya eran
marcadamente eróticos. Complejas escenas de acoples múltiples, que configuraban
“extraños mapas de Marte” como decían las voces que hablaban en el interior de
mi cerebro y parecían ver a través de mis ojos.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Una noche yo había estado pensando
insistentemente en el factor crueldad en el arte. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Y recordaba esos inquietantes
dibujos de Renée, realmente obras maestras de crueldad: crímenes, torturas,
cuerpos decapitados y mutilados; aunque ella también sabía hacer dibujos llenos
de ternura, y también otros muy divertidos, pero esa faceta suya en el campo de
la crueldad y el sadismo, era notable.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> ¿Qué pasaría si yo experimentara con la
crueldad?... Me parecía imposible, había que nacer para eso. Aparte de mis
obsesivos dibujos de poéticos puñales nunca había incursionado en el dibujo
macabro. Pero aquella noche me vi de pronto en el mundo del terror. Dibujaba
con lápiz negro de punta afinada como un estilete sobre la corrugada textura de
la hoja de dibujo. Impasible veía salir de mis trazos rápidos extraordinarios
personajes que configuraban una complicada escena. Dibujé como hipnotizado
durante varias horas y no resultó un buen dibujo. Lo noté cuando en la noche
avanzada pude distanciarme un poco de mi delirio como para poder verlo objetivamente.
No era un buen dibujo pero estaba bien claro, era una escena sangrienta, había
tipos desnudos encapuchados, cuerpos
tajeados y mutilados.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> Esa misma mañana las
noticias de la radio anunciaron la matanza de Los Ángeles, el múltiple crimen
del clan Manson, y mis terribles dibujos desaparecieron devorados por el fuego…</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Se dijeron cosas muy extrañas de
ese caso. Hasta se habló de la influencia de un tema de los Beatles en los
asesinos. Una orden explícita de masacre en un tema musical… Pero el caso es
que yo había dibujado la escena, esa misma noche, en el mismo momento en que
aquel horror estaba aconteciendo.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Muchas veces me he cuestionado la
realidad a la que se hace alusión a través de los medios de información. Esos
hechos ¿existen realmente?... Parece un sacrilegio pensarlo, pero no sería yo
el único, otros han dudado por ejemplo, de la realidad del holocausto judío
durante la segunda guerra. Insinúan que tal vez nunca haya habido tales
matanzas y que solo se trataría de una “maqueta” de los medios de información.
Eso estaría a la altura de las ficciones de Orwell en “<st1:metricconverter productid="1984”" w:st="on">1984”</st1:metricconverter>.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> Una realidad que existe solo como información.
Yo “creía” que verdaderas personas habían sido asesinadas en Los Ángeles por un
grupo de hippies. Ahí estaban sus rostros en <br />
las primeras páginas de todos los periódicos. ¿Quién era ese ser
crístico-diabólico<br />
que aparecía en actitud desafiante en las fotos y en los noticieros de la<br />
televisión? El caso estaba conmocionando al mundo entero. (Al mismo tiempo<br />
sepultando para siempre en el desprestigio al floreciente movimiento hippie.)<br />
De todos modos, en ningún momento me atreví a pensar que en realidad todo eso<br />
podía no existir. Lo único cierto era que había ocurrido “en otro lugar”. Y lo<br />
que yo cuestionaba en el fondo era exactamente eso: que pudiese existir “otro<br />
lugar”.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">El múltiple crimen de Los Ángeles
perpetrado según los medios por el clan Manson<br />
cobró ante mis ojos la fabulosa dimensión de la revolución francesa del siglo<br />
XVIII. En aquella ocasión el pueblo había acabado con el sistema monárquico<br />
haciendo rodar las cabezas de los reyes. En el siglo XX la más rancia<br />
aristocracia del planeta estaba representada por las estrellas de Hollywood. Y<br />
Sharon Tate era la nueva estrella en ascenso cuando un grupo de cualquieras<br />
acabó con su reinado a la vez que con su descendencia. La siniestra escritura<br />
de la palabra “PIGS” escrita con sangre en las paredes cobraba un sentido
marcadamente<br />
político. Como en Versalles la turba había irrumpido para descuartizar a María<br />
Antonieta y al Delfín. Y los "cerdos" eran sin duda los mismos nuevos
ricos de siempre.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">El asesino, de rasgos notables, se
parecía un poco a todos y a cualquiera de<br />
nosotros, los hippies que en ese mismo tiempo andábamos rodando por el mundo.<br />
De alguna forma, el hecho implicaba a toda una generación, un modo de vida y<br />
una forma de expresión. Implicaba nada menos que al nuevo modelo de la época.
Desde entonces se dijo siempre que el hippismo fue un movimiento fracasado y
abortado del<br />
siglo XX, pero lo cierto es que fueron hechos extraños como la matanza de Los<br />
Ángeles y mas tarde el suicidio masivo de Guayanas lo que contribuyó al<br />
desprestigio del movimiento. Se acusó a nuestra generación de tender oscuramente
hacia esos fines terribles: asesinatos rituales de clanes anárquicos y el nihilismo
del suicidio colectivo.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Por entonces, todo eso me perturbó
profundamente y no podía evitar el sentirme<br />
culpable. No lograba olvidar que yo había dibujado la escena. Y todo lo que
pasaba<br />
en mi vida iba dejando su lastre de culpa. Releía la sublime crueldad de Los<br />
Cantos de Maldoror y pensaba: la culpa es para los necios. Intentaba<br />
desesperadamente superar toda relación basada en la culpa, en la puta culpa,<br />
como decía por entonces. ¿Por qué tenía que haber una conexión psico-biológica<br />
entre mis viejos y yo? Yo pretendía ser libre… sentía que debía serlo. ¿por qué<br />
mi cuerpo tenía que estar conectado al de mis viejos? Yo era un INDIVIDUO y<br />
tenía derecho, si quería, a explorar mi cerebro con drogas y experimentar con
mis venas y con mi propia sangre. Intentaba decirme que “solo yo existía” en
realidad, y que todo el<br />
mundo y los demás seres humanos eran como robots o clones de un juego de<br />
espejos infinitos, total Maya, total ilusión. Mis padres, mi familia, mis amigos,
eran solo desdoblamientos de mi mismo. Proyecciones. Pero entonces ¿yo quién
era? Debía ser el Cero, el Loco del tarot, la llave del planeta !!! ...Pero aunque
la teoría pareciese impecable no lograba convencerme, desde que parecía haber
algunos seres que sin duda no eran yo de ningún modo. Algunos de mis amigos no
eran yo. Lo mismo que algunos otros seres sumamente inteligentes y
extrañamente poéticos y surrealista en cuyas mentes superdesarrolladas yo
apenas podía intentar penetrar, sin duda tampoco eran yo. ¿Cómo podía ser
posible una idea tan descabellada? Pero entonces ¿quién era yo? ¿Por qué yo era
yo? Y por último: ¿dónde diablos estábamos... si lo que yo dibujaba sobre una hoja
de papel en un suburbio de Buenos Aires estaba pasando en una ciudad de la
costa oeste del norte del continente?... No quería que fuese un recurso para
dejar de sentir a mis<br />
semejantes, sin duda alguna los seres humanos debían existir al menos las veces<br />
que se los encontraba y yo ya sabía bien lo difícil que era encontrarnos… Y<br />
cada vez que nos encontrábamos con mis amigos era fatal y nos pasaba de todo y<br />
terminábamos de lo peor. ¿A qué se debía esto? Yo todavía no sospechaba de mis<br />
propios amigos. Era jóven y creía que lo que nos pasaba era lo que sucedía,<br />
pero el caso era que había un magnetismo fatal entre nosotros.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Mi prontuario de detenciones iba
engrosando: vagancia, segundo hache (homosexualidad), ebriedad y otras
intoxicaciones, escándalo en la vía pública, etc. Faltas menores, si se quiere,
pero ahí estaban y significaban algo.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Tramité mi pasaporte. Me metí en
la boca del lobo del falso decorado burocrático<br />
operístico de la policía federal y obtuve mi pasaporte para poder viajar.<br />
Volvía y me encerraba en mi habitación, me desnudaba y hacía collares de fideos<br />
pintados de colores. Pensaba: ¿me dejarían salir? ¿Podría finalmente escapar?<br />
En la radio pasaban un tema:</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">“Tu, que has elegido la prisión</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">no tienes por qué condenar</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">a los que quieren escapar.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Cada cual escoge su razón</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">la tuya es la del corazón</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">abre los ojos y verás.”</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Asistí al estreno mundial de
“Woodstock”. Ahí estaba la parte vital del movimiento, en la<br />
música de rock, en el hecho comunitario, en la poesía y la belleza, en el amor y
la paz.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">También debo haber visto por
entonces la grandiosa epopeya del “Submarino Amarillo”.<br />
Esos dibujos formidables con esa música excepcional. Yo me identificaba modestamente
con el pobre “Hombre de Ningún Lugar”. Era tonto y casi insignificante, pero
ellos igual lo llevarían en el viaje.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br />
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/_eiY4EiOhmQ/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/_eiY4EiOhmQ?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"><br /></span>
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Adoraba “Canción del Norte”
con sus secuencias geométricas y numéricas. Pensaba si en lugar de continuar mi
tratamiento psicológico, no sería más terapéutico irme de viaje a</span><br />
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">
Brasil y salir a vagabundear por el mundo. Desde mi habitación, en mis largas noches
solitarias no dudaba para nada en la existencia real de los seres humanos, del
factor humano. Pero, un tanto más escéptico en cambio ponía en duda la
existencia del mundo. Sospechaba que las distancias y hasta el tiempo estaban
como superpuestos y plegados en el espacio. También era cierto que yo formaba
parte de un grupo social, y aunque algunos parecían ser meras proyecciones
mentales, afectivas y volitivas de mi mismo, otros en cambio, parecían ser
seres autónomos con voluntad y existencia propia. La realidad<br />
parecía ser como había escrito Gracielita en mi cuaderno:</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">“Un camino<br />
entre paredes de hielo</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> que separa en surcos</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> los animales salvajes de los
cereales</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> desde hace diezmil años</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> para llegar hasta este
momento.”</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Decidido a viajar, recorrí el
mismo laberinto de pasillos administrativos y salas de<br />
hospitales que habíamos atravesado con Krishya. Quería salir. Me iría. Ya casi<br />
no había más tiempo para nada. Pero… ¿dónde estaría Gato? ¿Por donde andaría<br />
Gatito? Habíamos hablado de viajar juntos. La llamé por teléfono y no la<br />
encontré. Fui a buscarla a su casa y no estaba. Y no aparecía. Insistí en el<br />
teléfono. Me pareció que se hacía negar. Tal vez no quería atender. Pero lo más<br />
insólito era que yo había visto su foto en todos los periódicos. Era ella sin<br />
duda la que salía fotografiada entre los miembros del clan Manson junto a los<br />
demás inculpados por la matanza de Los Ángeles. Ahí estaba en primera plana su<br />
mismo rostro felino, sus mismas adorables trenzas negras… Y buscándola por las<br />
calles y los barrios de Buenos Aires no la encontraba. Nadie la había visto.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">“Miro alrededor para buscar el sol
quizás,</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Ese que me entibie cuando el día
no está más.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Oh, no, lo sé…</span><span style="font-size: 10pt;"> </span><span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Sos vos mujer que no estás.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Dime tu destino si la puedo yo
encontrar</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Ella es mi verdad, dime dónde está</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">En la gran ciudad o en la
eternidad</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Dime si está y si existe en
realidad</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Que con mis manos la pueda
alcanzar…”</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Me iba. No podía andar buscándola
ni seguir esperando. Ya había reunido el dinero para<br />
el pasaje. Quería viajar en ómnibus aunque fuese un poco más caro que el tren y
preparaba<br />
mi equipaje.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Eso era tal vez lo más complicado:
el equipaje. Ponía y sacaba, agregaba y desechaba.<br />
Tenía una mochila que me había regalado Miguel con la que había recorrido
Brasil y su contenido se modificaba a cada momento. No pensaba despedirme de
mis viejos. Ellos estaban inmersos en el sistema y formaban hasta tal punto
parte del sistema que sin duda tratarían de impedir mi partida. Esperaba el
momento. Todavía recibí alguna carta de<span class="apple-converted-space"> </span><st1:personname productid="la Polaca" w:st="on">la Polaca</st1:personname><span class="apple-converted-space"> </span>desde Londres, escrita sobre fino
papel via aerea con el misterioso membrete de<span class="apple-converted-space"> </span><st1:personname productid="la Wellcome" w:st="on">la Wellcome</st1:personname><span class="apple-converted-space"> </span>Fundation Ltd. Y el enigmático
unicornio impreso en azul. El mismo unicornio de las cajas de Methedrine que ya
se fraccionaban en los laboratorios argentinos.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Finalmente mi equipaje parecía
estar listo. Iría con lo puesto y llevaba en la mochila<br />
algunas herramientas para trabajar metales. En ese tiempo hacía marcos de espejos
muy elaborados con chapas de bronce o aluminio. Llevaba el grueso volumen de
“El Tarot de los Bohemios” de Papus. Y llevaba como atuendo festivo la blanca y
puntillosa túnica de monaguillo que me había robado de la capilla de Glew.
Además material para escribir y dibujar. Mis pantalones de terciopelo azul… y
nada mas. Nada complicado, pero sospechaba que me sería difícil salir de allí.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Tal vez la idea parezca ahora un
tanto estrafalaria, pero el caso es que yo, un poco en<br />
broma y un poco en serio había descubierto algo que me parecía de suma importancia
durante mis frecuentes idas y venidas entre los suburbios y el centro de la
ciudad. Algunas paranoias y ciertas veladas persecuciones de las voces que yo
oía en mi mente pretendían que:</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> “En el centro está el tiempo
y los vivos y, como el lado de afuera de una media, los suburbios son la nada y
los muertos.”</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Desde mi regreso de Brasil en el
viaje anterior, ya Renée había despertado mi curiosidad<br />
al leerme de “El Libro Tibetano de los Muertos” aquellas extrañas palabras:<br />
“Los vivos son los muertos y los muertos son los vivos.”<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> Tanto los habitantes de capital como las
personas suburbanas parecían estar vivos, orgánicamente vivos. Aunque en la zona
suburbana la gente parecía menos vital, menos<br />
imaginativa, menos creativa, menos original. Sin duda que los originales<br />
estaban bien en el centro. Pero el caso es que yo mismo me sentía diferente en los
diferentes lugares. Y en los largos viajes en colectivo desde mi casa al guetto
yo percibía que algo cambiaba hasta tal punto que me parecía que aquí y allá yo
no era el mismo yo. A medida que me aproximaba a las luces del trocen, mientras
leía los anuncios publicitarios de las calles, un cambio profundo aunque
imperceptible se iba operando en mi ser. Pensaba con más agilidad y tenía mayor
capacidad asociativa. Pensamientos que nunca se me ocurrían en la soledad de mi
habitación surgían de repente durante el largo trayecto en<br />
ómnibus. Pensaba otros pensamientos. Creía recibir otros mensajes. Hasta
parecía<br />
despertarse otros sentimientos. De alguna manera cuando me sumergía en la sopa<br />
de ostras de la capital me parecía que me tornaba un tanto mas genial, y hasta
mas<br />
brillante y talentoso. Aunque era siempre el mismo. No sabía bien qué pero algo<br />
cambiaba. Algún cambio se producía en el trayecto.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Entonces comencé a analizar
minuciosamente el viaje desde mi casa al guetto.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> Primero tomaba el ómnibus local en Carlos
Gardel y Lavalleja la esquina de mi casa hasta la estación Lanús. En solo
quince minutos estaba ahí, en la plaza central. A partir de entonces tenía varias
opciones: podía tomar el tren a Constitución que era mi medio de<br />
transporte preferido en mis primeros años de incursiones al centro; o bien podía
tomar algún ómnibus directo en la avenida Pavón. El verde y rojo 45, o el blanco
y verde 37. Eran las líneas más directas y veloces. La linea 45 pasaba por el
puente Victorino de<span class="apple-converted-space"> </span><st1:personname productid="laPlaza" w:st="on">la<br />
Plaza</st1:personname>, agarraba Velez Sarsfield, se metía por Constitución y aparecía
cruzando Corrientes por el bajo hasta Retiro. Y la linea 37 cruzaba por el
mismo puente pero seguía derecho hasta Congreso, agarraba Callao y cortaba
Corrientes en la esquina de la confitería La Ópera donde empezaba el guetto.
Ahí me bajaba siempre yo y el ómnibus seguía hacia Palermo.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Yo tomaba siempre una de estas dos
líneas de transporte que eran diametralmente opuestas. Hasta era diferente la
gente que acostumbraba viajar en cada línea y el clima<br />
general del trayecto.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">El 45 llegaba hasta la zona
portuaria del bajo después de pasar por la turbulenta<br />
Constitución. Y la 37 en cambio remontaba por Las Heras hasta<span class="apple-converted-space"> </span><st1:personname productid="la Plaza" w:st="on">la Plaza</st1:personname><span class="apple-converted-space"> </span>Italia.<span class="apple-converted-space"> </span>Eran por lo tanto dos mundos
diferentes, pero tenían un punto en común: la entrada a<span class="apple-converted-space"> </span><st1:personname productid="la Capital" w:st="on">la Capital</st1:personname>, el acceso a la zona urbana por el puente
Victorino de<span class="apple-converted-space"> </span><st1:personname productid="la Plaza. Yo" w:st="on">la Plaza. Yo</st1:personname><span class="apple-converted-space"> </span>siempre había considerado esa etapa
del viaje como un lugar sumamente importante. Si algo pasaba era en ese lugar.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Al cruzar el negro Rio de<span class="apple-converted-space"> </span><st1:personname productid="la Matanza" w:st="on">la Matanza</st1:personname> llamado también Riachuelo un olor fétido
inundaba el colectivo. Un penetrante olor nauseabundo que indefectiblemente
siempre y en todos los viajes hacía irrupción en las membranas olfativas de los
pasajeros…</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Estudié ese fenómeno y llegué a
considerarlo muy seriamente. Sería posible que por<br />
medio de un olor muy potente y especial se pudiese producir un cambio psíquico<br />
considerable en la modalidad de los seres que viajan en esas máquinas interespaciales…
¿Sería posible a través del olfato, ese sentido menos desarrollado que la vista
y el oído, poder producir cambios esenciales en las personas? Como en las
operaciones alquímicas, un olor nauseabundo precedía la combinación de los
elementos…</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Me concentré en el momento del
cruce. Cerraba los ojos y analizaba mis sensaciones. Entonces descubrí que algo
más sucedía en esa álgida frontera. Por más que el ómnibus contase con un buen
sistema de suspensión, al entrar en el puente descendía bruscamente unos pocos
centímetros; y del otro lado del denso y negro río, al salir del puente volvía
a ascender otra vez un escalón. Era una sensación
muy poco notable, pero con los ojos cerrados se hacía más evidente cada vez y
pronto pude explicarme el fenómeno en forma lógica. Había un desnivel entre el
puente y la calle a ambos lados del río. Era una diferencia casi
insignificante, apenas unas decenas de milímetros, pero lo cierto era que<br />
en el trayecto se producían durante el cruce del puente dos movimientos bruscos<br />
hacia arriba y hacia abajo parecidos a los llamados “pozos de aire” en los<br />
vuelos aéreos, por lo que se me dio por llamar a ese lugar “el cruce del agujero
negro”.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Por lo demás seguía estudiando el
fenómeno en forma rigurosa y con los métodos más<br />
científicos. En un viaje de una hora de duración, a velocidades irregulares, siempre,
en algún momento había que pasar por el repulsivo olor y los sacudones del
agujero negro. Analicé en detalle la sensación corporal en esos momentos.<br />
Evidentemente, a poco de aparecer el olor había que soportar una especie de<br />
golpe pronunciado en el estómago y en la base de la cabeza. Entonces me
pareció suficiente. Eran elementos mágicos más que suficientes para producir
cambios psicológicos. No podía explicar bien cómo se operaba pero estaba
convencido de que ahí estaba la clave de todo. Era como si viviésemos
congelados y en suspensión en el gran conglomerado suburbano, mientras que el
verdadero fluir del tiempo y tal vez hasta la existencia misma era un hecho
fundamentalmente Capital.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Adquirí mi pasaje a Río de Janeiro para los próximos
días y regresé a mi casa en el sur. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Ya tenía mi equipaje listo, mi
pasaporte, mi vacuna internacional, todo en orden. Solo había que ver cómo
hacer para salir de ahí, para escapar del submundo de los muertos…</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Salía durante la noche a caminar
sin rumbo fijo para estudiar el territorio y notaba con alarma que el tránsito
estaba como conectado con mis desplazamientos.<br />
Infinidad de automóviles me seguían adonde fuese. Yo daba grandes rodeos sin sentido
con el único fin de despistarlos y perderlos. Ellos querían saber adonde iba,
porque cada vez que tomaba una dirección concreta enseguida los tenía a todos
detrás mío. Me perdía por las inhóspitas calles de Lomas de Zamora y por los
oscuros meandros de Remedios de Escalada. En un momento en que doblaba por una
calle tratando de despistar el transito automotor, un conductor se asomó
exaltado por la ventanilla de su auto y me gritó brutalmente:</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">- ¿Pero adonde carajo vas hijo de
puta?</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">No había dudas, querían saber
adonde diablos iba…Y aunque yo tuviese en el fondo la<br />
esperanza de que todas esas persecuciones fuesen solo paranoias mías, siempre se
evidenciaban como reales.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Todavía fui a un recital en el
Luna Parck a ver a Manal y a Espineta. Me piqué varias<br />
ampollitas en el baño y salí fotografiado a toda página en la revista Gente junto
a Cylbia Washingto, Actemín y Pappo.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3qWWueW1DoxZ1fsddmkUSXKnYxvXa-nAPVZMfesjyhPyccujlxAiKrFaq3KJp-IN7_VvHULNQJi-_hNj5qIIN2us1swTtWkniwPaSlbwRp8UNCckW_MFnu6Pwy8OmdQFNi2gMIK-4Yiv9/s1600/luna+park.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="303" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3qWWueW1DoxZ1fsddmkUSXKnYxvXa-nAPVZMfesjyhPyccujlxAiKrFaq3KJp-IN7_VvHULNQJi-_hNj5qIIN2us1swTtWkniwPaSlbwRp8UNCckW_MFnu6Pwy8OmdQFNi2gMIK-4Yiv9/s320/luna+park.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">También estuve en el
frustrado festival de Lobos. Me piqué a la noche entre las fogatas</span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">
de las carpas una ampollita que me dio<span class="apple-converted-space"> </span></span><st1:personname productid="la Villamor" w:st="on"><span style="font-size: 10pt;">la
Villamor</span></st1:personname><span class="apple-converted-space"><span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> </span></span><span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">y estuve
todo el día siguiente<br />
rematadamente loco.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Acababa de morir Jimmy Hendrix y
entre los músicos que llegaban al festival, de pronto,<br />
alucinado, vi aparecer al negro Julio con su pelo afro y vistiendo estridentes colores.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Hizo un tema de Miguel Abuelo:</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">“A través de mi ser sin ser visto</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Realiza el cumplimiento del
principio…”</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Le cambió un poco la letra, hizo
su propia versión, pero lo cierto es que en ese festival<br />
de Lobos que no se hizo, el negro Julio canto un tema de las Dionisíacas de<br />
Miguel Abuelo, un proyecto de ópera rock que también nunca se hizo.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> Julio parecía un Jimmy
adolescente. De creer en las reencarnaciones tal vez era posible que los que
desaparecían allá arriba<br />
apareciesen por aquí abajo... Pero poco después el negro Julio desaparecería
también<br />
asesinado por la policía. Creo que debe haber sido la primera víctima del rock<br />
nacional. Aunque era casi desconocido se insinuaba como una gran figura de la
música.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Pero lo realmente insólito fue que
al final de la tarde yo andaba caminando por ahí y en una de esas pasé junto al
Citroen del negro Suarez que era uno de los organizadores del festival. Me
saludó como si me conociese de siempre y yo me alejé hacia mi carpa y ahí me
senté a ver pasar a la gente. Estaba a unos cien metros del Citroen y entonces
vi que desde allí, usando el espejo retrovisor que apuntaba hacia mi lado me
hacían señales intermitentes reflejando la luz del sol poniente. Al principio
no me daba cuenta, pero enseguida tuve la certeza de que esas señales luminosas
estaban destinadas especialmente a mi. Como en una especie de insistente código
secreto se dirigían exactamente hacia mis ojos proyectando la luz del sol en
rápidos destellos. Yo no lo podía creer pero era así: estaban tratando de
hacerme llegar algún mensaje. El efecto duró varios minutos. No<br />
había otro punto de interferencia entre los del Citroen y sus juegos de luces y
yo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> Pero las coincidencias llegaron al máximo
cuando esa misma noche andando entre los grupos que se reunían a hacer música
junto a los fogones pasé por un grupo donde estaba Ruben de León. Me encantaba
el gordo rockero que yo conocía de Plaza Francia y él siempre era muy gracioso
y amable. Habíamos estado hablando solo unas pocas veces y esa noche cuando
pasé junto a su grupo estaban bluseando un ritmo acentuado con la fonación de
dos vocales: O – A. Habían comenzado a cantar mientras yo me acercaba y cuando
después de escucharlos un momento pretendí seguir mi camino, noté que si
trataba de alejarme el ritmo se tornaba mas acentuado y violento. Así que
retrocedí y volví hasta el lugar donde cantaban. Mientras regresaba, el canto
se hizo apoteósico y cuando por fin me<br />
uní al grupo, las voces llegaron al máximo de exaltación. Entonces, entre sus risas
y sus gritos me pareció posible aceptar que realmente estuviesen cantando las
simples vocales de mi nombre: O _ A _ OmAr… Bueno, no estaba seguro, pero no me
cabía ninguna duda.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Por último un día fui hasta la
casa de Gracielita en su departamento del séptimo piso.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> La encontré con Gabrielito. Supuse que habían
tomado ácido porque estaban espléndidos y muy divertidos. No podían entender
mis delirios persecutorios donde yo descubría perplejo que en este mundo todo
estaba misteriosamente referido a mi mismo. Pero a una parte de mi mismo que me
era ajena, que yo desconocía. A una parte de mí con la que me era imposible
responder o tratar de comunicarme. ¿Con mi no-yo?... ¿Por qué señales luminosas
através del sol?... ¿Por qué mi nombre como una contraseña secreta?...</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Estaba tan ensimismado que casi no
me di cuenta que Gracielita me decía que a Renée la<br />
vieja la había internado en el Moyano y que había que ir a verla. Me mostraron unas
notas que enviaba para sus amigos con sus delirantes dibujos. Parecía<br />
haber una extraña relación entre Gracielita y Gabriel, parecían hermanos<br />
gemelos aunque por supuesto no lo eran, pero se veían como fusionados. La misma<br />
textura de piel, el mismo brillo en las miradas. Fuimos a picarnos a la terraza<br />
del edificio para escondernos de la gente de la casa. Yo olia peligro y empecé<br />
a hablar mecánicamente sin poder parar. Ni yo sabía lo qué decía. Me piqué un
par<br />
de ampollitas y la verborragia alcanzó niveles paroxísticos. Gracielita se picó<br />
sin mayores dificultades mientras yo seguía hablando sin parar. Gabrielito se<br />
fue a picar pero no podía encontrar la vena. Se ponía nervioso y me pedía que<br />
me callase pero yo no podía. De pronto el émbolo de la jeringa saltó y un<br />
chorro de sangre brotó salpicando todo. Y recién entonces se hizo un pesado<br />
silencio.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Volví a mi casa. Había olvidado
preguntarle algo a Gracielita y la llamé por teléfono.<br />
Al oír su voiz del otro lado del tubo le pregunté:</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: -18.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> -</span><span style="font-family: "\22 times new roman\22 "; font-size: 10pt;"> </span><span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Decime… ¿vos
crees que yo podría?...</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Pero no pude continuar. Me quedé
escuchando el silencio hasta que su voz categórica me<br />
respondió:</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> -</span><span style="font-family: "\22 times new roman\22 "; font-size: 10pt;"> </span><span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Y…si. Yo
creo que si.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Entonces corté. Tomé la mochila y
el pasaje y me dispuse a salir definitivamente de<br />
allí. Antes, como en un acto ritual me rapé la cabeza. Corté mis largos pelos<br />
hippies y me afeité la barba flower power. Los pelos largos del hippismo que<br />
eran como las aureolas roradas de los ángeles… Dejé los pelos
desparramados sobre las sábanas de mi cama. Me divertía la idea de hacer creer
que desaparecía dejando tras de<br />
mi un reguero de pelos. Y recién entonces salí de casa sin decir nada a nadie.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Caminé hasta la estación Lanús. No
había ni que pensar en tomar algún ómnibus. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">No quería exponerme a la
persecución del tránsito automotor ni someterme a los efectos mutantes de los
agujeros negros. Tenía que avanzar a pié y dando grandes rodeos para alcanzar
el centro de la capital y llegar a la agencia de ómnibus internacionales en Corrientes
y el bajo.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Me sentía en un estado intermedio
próximo al conocimiento. Podía extender mis miembros<br />
sin saber hacia donde iba, hasta encontrar algo semejante pero cerrado e inviolable.
Uno. Otro. Los amigos se me aparecían a veces al doblar una esquina con sus
pocas palabras llenas de sentencias, alguna sonrisa ajena a nosotros y aquel
principio inmutable de estar jugando un juego y haciéndome notar que ellos ya
estaban en otra.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">El pasado en tanto me muestra
flores secas del desierto que acabamos de atravesar desde<br />
detrás de la mirada. ¿Pero quién agita como un viento el aire que me rodea y me<br />
lleva? Creyendo en la superposición de las percepciones, ya lejos de las tardes
en esas playas desiertas, ya lejos del amor que detiene mis pasos o hace más lenta
mi fuga y que es como encontrar el puerto seguro donde imprevisiblemente estallará
la contienda y la paz será el campo de nadie o el territorio de otros… siempre,
en la tierra de nuestros hermanos…</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Y el tiempo es cualquier momento de ausencia de
tiempo y nosotros somos los mismos<br />
de siempre, es decir los únicos. Unos múltiples. Ya que en las áridas planicies
los<br />
herederos de antiguas razas duermen sus danzas con sus trajes de colores tejidos
de plumas. Entonces vamos al encuentro de la cifra o el nombre que nos espera
siempre, sin que podamos ver nada, porque la oscuridad de nuestras miradas
nunca llegará hasta la luz del día donde el sol vuelve a ser la estrella en el
espejo donde yosoy… que busca y busca una imagen para devorar. Con nuestro
cuerpo descubriendo en cambio solo el dolor de aceptar finalmente la desnudez
erizada de las vísceras o el mismo miedo
al llevar los huesos hacia fuera para quedarse
indolente sin un solo gesto. Definitivamente inexpresivo. Sin nada que
vuelva a herirnos sin descanso en el propio espacio que nos limita donde los otros
se apretujan empujando torpemente y excitando cada fibra de existencia con el
solo<br />
hecho de estar vivos en el mismo espacio, de no comprender sus contenidos interiores,
agitando sus sucias banderas donde proclaman igualdad, ellos, que jamás se
fascinaron ante la visión de la sangre de los que aman.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Aquella tarde subí y bajé
infinidad de veces por estrechas calles suburbanas, por Lanús, por Gerli, por
Avellaneda… Calles donde el fantasma irreal del tiempo ya había comenzado a
desintegrarse en mi cabeza tan lentamente que era casi posible creer y
encantarse con los excipientes que dejaban el transcurso de largos siglos tan
improbables como la misma noción de tiempo que invocamos…<br />
Tanto que hasta me detuve frente a una insólita vidrierita que exhibía El Libro
de los Beatles con sus maravillosas ilustraciones. No llovía. Imperaba ese sol
enceguecedor,<br />
pero el cielo estaba rodeado de nubes. Tal vez fuese Gabriel y su tendencia a adoptar
la forma de nubes. Ojalá fuese envolviéndome en un espeso manto de niebla a fin
de cubrir mi retirada. Nubes arrastrándose a poca altura de las calles en las
que se condensa el humo de las fábricas con el gris inevitable de cada gesto
sin amor.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Cada quinientos metros, por
estrategia paranoica doblaba hacia cualquier lado seguro<br />
que así lograría despistar a mis perseguidores de siempre hasta perderme en esas
calles hacia donde habrían huido todos y donde ya mas nadie pretende saber de
los que llegan.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Compré un par de cajas de Methedrina en la
esquina más elegante de su barrio, así
nomás, sin receta ni nada, de puro guapo nomás hice adquisición.<br />
Primero sentí miedo que después fue una furia violenta como arrojar un boomerang
al percibir que por la calle pasaba el ómnibus 14 de la linea 45 y al rato otra
vez el 14 de la 45… y enseguida una vez mas el 14 de la 45… ¿Qué estaba
pasando?... si yo no tomaba el ómnibus de transporte inter-urbano un
coche fantasma circulaba eternamente siempre… Crucé la calle por el semáforo en
la esquina de la avenida. Ver pasar tres veces el mismo vehículo, y comprender
en todo ese orden que era la causa de mi huida, el error mas imbecil; hasta esperar
algo mejor que mis golpes ciegos, algo como un error en gran escala que hiciese
saltar los engranajes de la maquinaria de la infamia que separa el mundo de los
vivos y los muertos.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">No quería detenerme.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> La vibración de una poderosa fuerza provocaba
mis desplazamientos.<br />
Doblando vi la calle casi sin fin con su ingenua perspectiva de casas blancas entre
hileras de paraísos. Percibí una agrupación ordenada (no arbitraria) de los
colores y las formas. Primero fue todo rojo y a veces amarillo. Después el
verde con insistentes llamados. Pero había llegado sin notarlo al lugar de los pantanos
infectos saturados del barro donde los gérmenes claramente visibles se agitaban
en enjambres de microorganismos, en vibraciones espasmódicas y violentas y
movimientos brownoideos. El paso de las esquinas estaba cubierto por ese fango
denso donde se desarrollaban blancas larvas que crecían hasta desprenderse de su fatídico medio para emprender
primero un vuelo vacilante cerca del agua de las zanjas y luego, porque la
existencia es demasiado veloz, unirse al vuelo acéfalo, torpe y zigzagueante de
su grupo. Se desprendía un vapor ceniciento y sin brillo. Volver atrás era
enfrentarse otra vez al miedo, a lo ya experimentado. Respirar ese aire me aterrorizaba
y me llevaba lejos de los pantanos, a la entrada de la zona.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Recordé de repente unas palabras
que<span class="apple-converted-space"> </span><st1:personname productid="la Polaca" w:st="on">la Polaca</st1:personname><span class="apple-converted-space"> </span>había escrito en una hoja con membrete
del Instituto Di Tella. Había hecho un extraño dibujo y al lado, en una columna
había<br />
escrito:</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">“Antes de llegar, los muertos
debían pasar por un terrorífico viaje de cuatro días, deslizarse entre montañas
oscilantes, atravesar desiertos y cruzar un río sobre el lomo de un can rojo. Luego
llegaban.” </span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiWL6ek3Adh2P_FUynaOiJQXuChC03FB2MmzxmHZf1RAF5kwMzNKV6kCgYM28OGBfOYL0yUPQjxXbD3S8MPWCXHAvcy2-xNPkBDycTGE9ZKUmepO1HtQ0qv5aNw_pfE0REs-7tpahFH5Fk/s1600/kx.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiWL6ek3Adh2P_FUynaOiJQXuChC03FB2MmzxmHZf1RAF5kwMzNKV6kCgYM28OGBfOYL0yUPQjxXbD3S8MPWCXHAvcy2-xNPkBDycTGE9ZKUmepO1HtQ0qv5aNw_pfE0REs-7tpahFH5Fk/s320/kx.jpg" width="251" /></a></div>
<br />
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Recité mentalmente esas líneas que
siempre me habían parecido indescifrables. Y que </span><span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">ahora cobraban un significado evidente. Después de algunas curvas a
través de las últimas avenidas ondulantes, divisé a lo lejos frente a
mí la pesada y oscura estructura del
puente Victorino de<span class="apple-converted-space"> </span></span><st1:personname productid="la Plaza. Sab■a" w:st="on"><span style="font-size: 10pt;">la
Plaza. Sabía</span></st1:personname><span class="apple-converted-space"><span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> </span></span><span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">bien,
porque lo había visto al pasar, que frecuentemente estaba vigilado por la policía
y en caso de disturbios políticos por el ejército. Pero a medida que me aproximaba
me parecía ver que no había nadie, y poco después llegaba al borde del río, al
comienzo del puente. Al atravesarlo vi bien de cerca la unión de la calle con
el puente, con el desnivel que provocaba el agujero negro al pasar en el
ómnibus y salté por encima sin detenerme. Era mucho más notable de lo que me
había imaginado.</span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">
Sus bordes acerados parecían los filos de un abismo insondable dispuesto a devorarme
y al fondo del cual entreví moverse oscuramente las aguas servidas del negro
Riachuelo de<span class="apple-converted-space"> </span></span><st1:personname productid="LaMatanza. Desde" w:st="on"><span style="font-size: 10pt;">La Matanza. Desde</span></st1:personname><span class="apple-converted-space"><span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> </span></span><span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">que había
entrado en la zona el olor era insoportable y castigaba mi cerebro implacablemente.
Pasé el puente por la estrecha vereda viendo con pánico que en la vereda de
enfrente había un policía en una cabina haciendo guardia. Pero yo crucé mirando
inocentemente el sórdido paisaje del Docke allá abajo envuelto en el humo de
las fábricas entre oscuras barcazas. Pasé de largo como si hubiese tenido un
salvoconducto, repitiendo la escritura mágica como una oración, sintiendo que
estaba exactamente sobre el lomo del can rojo.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> Me parecía estar en esos
sueños donde avanzar resulta imposible.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Al final del puente vi que pasaba
raudamente sobre el segundo desnivel del agujero negro.<br />
El desnivel del lado urbano no parecía tan amenazador como el anterior. Estaba disimulado
con vigas y tablones pero estaba ahí también. Lo que del otro lado era abrupta
fisión, de este lado parecía elaborada fusión. Y así pasé al otro lado.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> Todavía conteniendo la
respiración y reteniendo las lágrimas de
violencia, si, pero también como un dolor por todo eso capaz de alterar nuestra
natural esencia y que (me obstinaba en negarlo
aunque ya lo supiese) se originaba, aunque real, en la locura mas
disparatada. Exactamente dentro mío.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Es esa hora en que los operarios
abandonan su trabajo de monotonía circular invariable. Los veo pasar con sus
pequeños bolsos donde llevan la comida del
día o la ropa de trabajo. Y un chico volviendo de la escuela, todo
delantal blanco, con manchas de tinta azul en los dedos, perseguido por las
babas del diablo. Y todo por haber entendido apenas un tiempo atrás, como algo
evidente e irreparable el milagro
inalterable de estar muerto y de habitar un extraño mundo donde me tortura la
sola presencia de los otros, es decir de los muertos que yo ya he sido y de los
muertos ya inertes y completamente vencidos que alguna vez seré.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Eran las cinco de la tarde y como
idea no había nada comparable a meterse en una panadería y comprar unas
medialunas, cosa de ir comiendo algo y detenerse en las vidrieras de las
librerías volviendo al lento desplazamiento del ocio cuando el miedo ha pasado
y los pantanos y el olor, y ya no queda sino meterse como se pueda en los giros
del mismo aire de los otros, enemigos feroces o inofensivos vegetales y cereales, mecanismos inertes u
hombres iguales a uno mismo, con ojos de
miradas que se asombran a mi paso de viejo tigre iracundo. Tratando de armonizar
con sus giros y movimientos diferentes en nada al nebuloso enjambre de insectos
sobre el agua de los pantanos.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">En
cualquier esquina volví a doblar y atravesando la humedad fresca de un
portal<br />
entré en la panadería. Gran decepción: como un escenario abandonado hacía ya mucho tiempo. Un lugar deprimente, amarillo, enfermizo y polvoriento. Lo más
notable era sentir una gran ausencia.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Faltaban objetos que parecían
haber sido arrebatados durante un saqueo en huida precipitada. Al entrar, no más, en la pared del frente se veía el espacio marcado
donde faltaba el reloj. Un perfecto octágono de pura ausencia donde alguna vez
había estado el reloj. ¿Acaso hasta el mismo tiempo se estaba fugando?.. Y para peor no había nadie.
Solo las medialunas ahí ordenadas en fila sobre una bandeja. Como nadie atendía
fui hasta el viejo teléfono público que había resistido a la fugacidad de todas
las cosas en su oscuro rincón. Marqué el memorable número de Gracielita y
cuando oí su voz inconfundible de demorado estilo blusero a lo Janis Joplin, le
dije:<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;"> -</span><span style="font-family: "\22 times new roman\22 "; font-size: 10pt;"> </span><span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Hola, ahora
estoy de este lado. ¿De veras… vos crees que yo podría?...</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Sabía que la pregunta estaba mal
expresada. Con espanto comprendí de repente que ese<br />
“podría” del verbo poder podía interpretarse también como una acepción del verbo
“podrir” y entonces en vez de poder se podría todo el significado. Pero oí que
ella decía:</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">-Si, creo que si. –y después de un
corto silencio y una risita de iguana siguió diciendo:<br />
-¿Qué te pasa che?...</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Y entonces me pareció que todo
estaba bien.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">Tuve la certeza de que en ese
lugar con sus inequívocos signos de miseria, de total<br />
inercia, de aire oliendo a desinfectante, el panadero que acababa de aparecer detrás
del mostrador, no podía ser otro que Dios mismo, si, Dios padre, mudo, confuso
y atontado por el calor de los hornos de su universo local. Se presentó exactamente
cuando yo colgué el tubo del teléfono sobre la horquilla del aparato,
los hombros caídos hacia delante, la barba de tres días y torpes y pesadas
manos de trabajador hipnótico. Envolvió las medialunas y las pesó en la balanza
como fascinado, olvidándose de planetas y galaxias para observar la oscilante aguja roja de la balanza y calcular el precio de acuerdo al peso. Era
como Dios, sin duda, inobjetable, y soltando las monedas en la palma de su
mano me alejé furioso e impotente (por
todo el fuego que no había alcanzado aun a estallar), mientras Él se inclinaba
a contar su dinero lentamente a la vez que me espiaba con un ojo por detrás de
la balanza.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">A pocas cuadras de ahí pasé
disimulando, como pasan los locos, por delante del loquero de la calle Vieytes. Iba comiendo mis medialunas despreocupadamente, tenía mi
pasaje, y tenía la bendición de Dios, el panadero. Cargando mí liviana mochila, con la cabeza recientemente
rapada a desprolijos tijeretazos y mal
afeitado, lleno de tajos… Debía tener el equivoco aspecto de un loco en plena
fuga. Mas adelante pasé imperturbable frente al imponente edificio del Congreso
de <st1:personname productid="la Nacin" w:st="on">la Nación</st1:personname> y esa misma tarde al ponerse el sol de la
larga jornada tomaba el bus a Paso de los Libres.</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "\22 verdana\22 "; font-size: 10pt;">(continuará)</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-15583005542211314982015-08-01T13:05:00.001-07:002015-08-01T21:07:04.922-07:00 omaragon omarteum: "GENERACIÓN DESCARTABLE II"<div class="MsoNormal">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8UuEXuDHQziLmJ3ccsSoAlYtJpEbv9pqfq2ynh4r2hXvJSBOGRXOz8bAvRKGhyOPcA8Rmu7hIf_7Xch7IuE5aO7nFI0uqyapI7fhMTOwPAqCbR1Yb0wlIWMGI2WuCMMFV3x2TJCTlfpti/s1600/descartablexx.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8UuEXuDHQziLmJ3ccsSoAlYtJpEbv9pqfq2ynh4r2hXvJSBOGRXOz8bAvRKGhyOPcA8Rmu7hIf_7Xch7IuE5aO7nFI0uqyapI7fhMTOwPAqCbR1Yb0wlIWMGI2WuCMMFV3x2TJCTlfpti/s320/descartablexx.jpg" width="287" /></a></div>
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 20pt;">Capítulo 7 </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><st1:personname productid="LA NUBE DE" w:st="on"><br /></st1:personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 20.0pt;"><st1:personname productid="LA NUBE DE" w:st="on">LA NUBE DE</st1:personname> GABRIEL PUGLIESE</span><br />
<span style="font-size: 20pt; text-align: center;"><br /></span>
<span style="font-size: 20pt; text-align: center;">“En cada uno de nosotros </span><br />
<span style="font-size: 20pt; text-align: center;">hay </span><span style="font-size: 20pt;">una bestia agazapada.”</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Miguel Grimberg<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Fue por entonces, creo, que conocí al extraño y singular Gabriel. La primera vez que lo vi fue en el Obelisco, en <st1:personname productid="la Plazoleta" w:st="on">la Plazoleta </st1:personname>de <st1:personname productid="la República. Una" w:st="on">la República. Una</st1:personname> noche íbamos en un taxi<br />
con Tango cruzando por Corrientes cuando lo vimos a Miguel entre la gente, con traje gris y descalzo. </span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">Nos largamos del taxi y nos unimos a él, y a partir de ahí estuvimos en una fiesta en un departamento, y después mas tarde en otra fiesta en un atelier y después volvimos al Obelisco; y ahí noté que entre todos los chicos y las chicas del hippelinato estaba Gabriel, “ese chico nuevo”, como me lo señaló enigmáticamente el Peli. Y naturalmente,enseguida<br />
nos entre-vimos, nos sonreímos y nos hablamos. Mi primera impresión fue la de ver un niño-anciano que se movía con admirable elasticidad, con un blujean y una camisa empapada de sudor, su hermosa boca resquebrajada por la sed... sus labios resecos y agrietados, me daban la pauta de que él también estaba sobre-estimulado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Su magnífica nariz aguileña, sus ojos como un cielo con diamantes: Gabrielito, tocando una simple flauta de caña (que una vez lo salvó del suicidio); todo un ángel al estilo beat, señalaba el camino a seguir. Avanzamos por Diagonal y terminamos todos metiéndonos en el departamento de alguien, todos muy locos en una penumbra<br />
azul, con la puerta del baño abierta y el agua cayendo de la ducha abierta, lámparas atenuadas con pañuelos de colores y habitaciones llenas de música y humo. Enseguida compartimos unas pastillas y nos quedamos re-enganchados. Ese chico si que sabía sonreír… era lo mejor de su estilo. Anduvimos divagando de lugar en lugar durante varios días. Y al final nos compramos una caja de methedras en una Farma y como buenos náufragos buscamos un lugar donde<br />
refugiarnos. Y así nos fuimos hacia el sur, para Lanús, para mi casa. Él me seguía entre divertido y curioso, pero no podíamos haber elegido peor lugar donde llegar, porque mi casa era una tragedia tipo gresca de tanos y gallegos.<br />
Había un clima de lo peor con mis viejos. Se sentía una terrible vibración de violencia. Para ellos yo estaba loco y drogado y venía a casa con otro loco drogado. ¡Los estaba matando de un disgusto! Gritaban y golpeaban las puertas.<br />
Gabrielito y yo nos habíamos atrincherado en mi habitación y solo pretendíamos picarnos unas ampollitas, pero yo ya estaba por desistir porque el clima era enervante. Mis viejos entraban y salían de la habitación a los gritos dando portazos y en cualquier momento podían sorprender mis operaciones con la jeringa… entonces vendría todo el vecindario, y llamarían a la policía. Así que desistí de inyectarme… por el momento. Pero en cambio Gabrielito parecía obsesionado en picarse ahí mismo, en medio de todo el batifondo. Me miraba sin saber qué hacer, nos estábamos metiendo en un lío infernal. Yo sentía que si nos picábamos ese lugar iba a saltar en pedazos como una explosión nuclear.<br />
Entonces Gabriel que parecía hacer solo cosas insólitas hizo algo impensable, hizo magia: encontró un hilo blanco de algodón, esos hilos de barrilete, de mas o menos un metro de largo (¿de dónde lo había sacado?) y con su encendedor lo<br />
prendió por la punta y apagó la llama quedando solo el rescoldo de un puntito rojo en el hilo. Por la otra punta del hilo lo sostenía suspendido y el hilo colgando se iba quemando lentamente para arriba como una mecha. Entonces él jugó con el hilo moviéndolo por toda la habitación como un péndulo, balanceándolo como si bailara con el hilo encendido de acá para allá. La furia bélica de mis viejos se detuvo. Era muy fácil y Gabriel estaba mostrándome cómo había que hacerlo, porque enseguida me pasó el hilo y yo empecé a moverlo por la pieza igual que<br />
él. Todo se calmó repentinamente. El universo entero estaba pendiente de lo que sucedería. Y mientras yo me entregaba a tan extraño ritual, Gabriel, en un rincón de la habitación, cubierto por la puerta abierta del placard a modo de biombo, limaba las ampollitas de methedrina y se las picaba<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y nadie entró en la habitación en todo ese tiempo mientras el hilo estuvo encendido. Pero cuando el hilo se consumió, entonces volvieron a irrumpir mis enfurecidos ancestros, para decirnos que esto ya era “¡lo último!” y estaban tan furiosos que parecían dispuestos a matarnos o a morir, por lo que nos fuimos inmediatamente de ahí. Pero… ¿adonde podíamos ir?... no había lugar a donde ir… aunque a veces yo solía ir aún mas al sur, hasta lo de un amigo que vivían en Adrogué. Así que nos fuimos para allá. </span><span style="font-size: 20pt;">Aparecimos por ahí al final </span><span style="font-size: 20pt;">de la tarde. Había una fuerte conexión entre Gabriel y yo, pero mi amigo</span><span style="font-size: 20pt;"> que no se picaba ni tomaba anfetas se sentía un poco excluído de nuestro </span><span style="font-size: 20pt;">juego. Igual no había problema, podíamos quedarnos en su estudio al fondo del</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">
jardín. Él mismo estuvo un rato con nosotros pero cuando vio que la conversación era muy delirante nos dejó solos. Reunimos un poco de plata y salimos a comprar una caja de methedras. En la primera farmacia nos dieron lo que buscábamos. ¡ así tan fácil! Y volvimos al estudio y nos picamos. Inmediatamente el lugar nos pareció lúgubre, oscuro y húmedo. Una arañita descendía por su hilo desde el techo. Salimos al parque. Era una noche hermosa. Alguien había estado cortando cañas de bambú del cerco del<br />
fondo y habían quedado trozos sobre la hierba. Nos descalzamos y caminamos con preciosos pies desnudos por el pasto. Encendimos una vela… ni el más mínimo<br />
viento en la noche de verano. Yo bailaba haciendo entrechocar trozos de caña de bambú que producían un inquietante sonido. Así anduvimos entre los árboles. Pero<br />
en realidad yo estaba un tanto molesto. Sentía que a Gabriel no le gustaba ningún lugar que yo pudiera conseguir. Me parecía que en el juego él solo quería que yo “mostrase” los lugares a los que solía acudir para entonces poder anularlos. Después de lo que había pasado en mi casa yo no podía volver ya que en realidad ese lugar no era mas mi casa… ¿tampoco quería ahora disfrutar de mi jardín endrogado en Adrogué?… ¿de mi hotel Las Delicias en oferta?... Tendría que renunciar también a eso... Llevando las ampollas y la jeringa y la vela nos subimos a un árbol, si… ¿por qué no?...<br />
y allí en la fronda nos fuimos acomodando y nos picamos otras methedras. </span><span style="font-size: 20pt;">Y fue </span><span style="font-size: 20pt;">allí, en la copa de aquel árbol donde se desencadenó el drama… porque después </span><span style="font-size: 20pt;">de picarnos a la luz de la vela, pintó de locura paranoica, lo de siempre, me</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20pt;">
parecía ver con claridad que Gabriel tenía una actitud altamente agresiva y provocativa. Yo lo miraba fijamente: ¿cómo no me había dado cuenta antes?.. era tan bello… ¿cómo podía ser tan cruel?.. todo el tiempo se burlaba de mí en forma solapada. Yo veía sus pequeñas maniobras y me enfurecía. Él decía cosas extrañas, que yo no entendía pero que me perturbaban. De pronto sentí ganas de matarlo y se lo dije. Le dije que si seguía murmurando y </span><span style="font-size: 26.6666660308838px;">agrediéndome</span><span style="font-size: 20pt;"> y<br />
burlándose de mí, iba a tener que matarlo. Entonces él, mientras se daba otro pico aproximandosé mas a la luz de la vela, buscando con la aguja su vena escurridiza, entre la fronda del árbol, hasta entrar en vena y mientras se soltaba la ligadura y empujaba el émbolo viendo fluir su sangre en el tubo de la jeringa y dándose tiempo para dirigirme una mirada luminosa como el mismo fuego que reflejaba, para decirme entre muy serio y divertido:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">- Callate, ¿qué me vas a matar?... si vos sos un boludo que nunca va a matar a nadie… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Sentí que era cierto y que acababa de aniquilarme. Tenía que resignarme. Acababan de decírmelo, nunca sería capaz de matar a nadie… Lo miré con odio y volví a ver que Gabriel era un niño anciano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20pt;">Bajamos del árbol, y volvimos al ritual de desplazamiento por el jardín haciendo sonar las cañas huecas mientra amanecía. Y mientras se insinuaba la primera claridad nos refugiamos en el living de la casa, pusimos un disco de Creadence en el equipo y nos tendimos<br />
sobre la alfombra en la </span><span style="font-size: 26.6666660308838px;">débil</span><span style="font-size: 20pt;"> penumbra. Yo estaba en plan de seducirlo. Me desnudé y bailé a su alrededor. Él me observaba distraído y yo esperaba que se pusiese a bailar, pero él estaba como perdido en extraños pensamientos. Parecía observar todo esperando el momento en que la gente de la casa se despertase y aparecieran todos en el living. Pero nadie interrumpió mi baile, aunque tampoco logré que él quisiera bailar…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> Y al rato nos fuimos caminando como autómatas<br />
hasta la estación. Sin decirlo empezábamos a perseguirnos, teníamos la sensación de que ese lugar era muy<br />
peligroso, como las fronteras de un terror ignorado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Le pregunte por qué parecía preocupado y pasándose la lengua por los labios dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">- Este lugar… aquí cerca está la clínica San Gabriel donde<br />
encierran a los adictos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Estábamos saliendo muy lentamente de un territorio minado. Las extrañas señales del ferrocarril dieron vía libre y el tren entró en la estación de Adrogué. Nos ubicamos en un coche<br />
vacío y nos sentamos enfrentados junto a las ventanillas abiertas. </span><span style="font-size: 20pt;">Nos mirábamos sin hablar y a </span><span style="font-size: 20pt;">veces sonreíamos mientras el tren cruzaba los amanecidos descampados de</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">
Temperley. Entonces Gabriel que movía los labios todo el tiempo y cuyo murmullo resultaba inaudible con el ruido del tren, de pronto se acercó para decirme:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">- Omar, yo quiero que me des algo, pero que sea algo tuyo. Algo realmente tuyo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">¿Qué tenía yo para dar que fuese realmente mío? Busqué mentalmente entre mis cosas… ¿qué podía darle?...</span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">me saqué la hermosa faja peruana color naranja que usaba como cinturón y se la dí. Pareció asombrado, como si yo no hubiese entendido su pedido. Tomó la faja y la hizo pendular como antes había hecho con el hilo encendido. El viento del tren que entraba por la ventana agitó la faja y Gabriel se asomó por la ventana para hacerla flamear. Yo también me asomé por mi ventanilla y pude ver que después de jugar un rato con la faja abría los dedos y la soltaba y yo la veía desaparecer entre los cañaverales junto a las vías del tren.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Llegamos a Constitución sin hablar una palabra y nos metimos otra vez en la city. ¿Adonde iríamos ahora?<br />
Anduvimos divagando por ahí buscando amigos en las plazas y en los bares, hasta que al final al llegar la noche nos sentamos exhaustos en el umbral de una casa. Y en medio del silencio, Gabriel sacó de su bolsillo una llave, y la miró<br />
en la palma abierta de su mano. Era una simple llave de puerta, esas llaves viejas de antes… me la mostró, yo la miré detenidamente y le pregunté:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 20.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 20.0pt;">¿Qué es, la llave del sol?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Pero él sonrió y respondió categórico:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 20.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 20.0pt;">El sol no tiene llaves. –y agregó –Esta es la llave de la puerta de mi habitación, pero voy a decirte un secreto… no abre nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">… y me dio la llave, y enseguida mientras se ponía de pié dijo algo aún más extraño:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">- …yo seré Johanesburg, no te olvides…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y se alejó por la calle vacía, y yo me quedé sentado ahí, mirando la llave mientras él desaparecía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/L5V9nK7-OkM/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/L5V9nK7-OkM?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Omar querido querido……<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">20 de agosto de 1970. Día del final de tu tratamiento y día en que recibí tu carta. </span><span style="font-size: 20pt;">Sabés qué y cuantas cosas</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">
quisiera decirte?.... y decido entonces escribir esta carta, claramente, sin circos, que puedan producir confusiones, creo que es necesario así ahora y es solamente para vos-omar-mi-amigo, entendés?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Mi única ayuda que puedo darte es solamente contarte mis planes, algunas cosas más, y decirte que sos una de las pocas personas que realmente amo, y no es mentira ni nada parecido,<br />
es eso……..<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">(Omar, cómo me gustaría que estés o yo estar conmigoconvos.)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Bueno voy directamente a lo que pienso hacer, vos me contestás rápido después, contándome qué te parece, y qué pensas, si querés.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 40.5pt; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: list 40.5pt; text-indent: -22.5pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 20.0pt;">1)<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 20.0pt;">Con respecto a mis planes: uno de ellos es volver a <st1:personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</st1:personname> pronto, quizás dentro de 2 ó 3 meses y de ahí volver a salir, extraño. Extraño a mi hermana, hermano, vos y algunas pocas cosas más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Estoy muy linda a veces y a veces estoy<br />
muy triste.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 40.5pt; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: list 40.5pt; text-indent: -22.5pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 20.0pt;">2)<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 20.0pt;">Un poco de Inglaterra: yo aquí estoy rebien, por inglesa, reina protegiéndome, médico gratis, laburo y posibilidad de hacer lo que se me canta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Omar<br />
es tan difícil escribirte esta carta……………………<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Lo concreto: si te pagan el pasaje y querés venir yo te espero, si no, y querés, esperame y después vemos. Mientras tanto, tratá de laburar y juntar algo de guita, pensá en vos Omar, dejá los circos de lado ahora, o no, qué se yo, es solamente algo que pienso para tratar de ayudarte desde mi propio mundo de despelotes, que son bastantes y no tengo con quien conversarlos para tratar de<br />
resolverlos, y siento que estas muy cerca mío en eso, pero, no quiero que pases cosas mas jodidas, y por eso te digo que me esperes, por supuesto si ves que tenés necesidad de salir hacelo, pero no dejes de tenerme cerca escribiéndome<br />
donde estás siempre…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Yo a veces tengo 5 años como antes, y a veces crezco mucho y me voy muy lejos,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">No puedo ayudarte en guita, porque no tengo, pero si finalmente decidis venir y tu papá te paga el pasaje, decile que yo tengo casa, médico, comida, etc, y que no<br />
tendrías problemas por eso, y te espero y vení y después vemos o queseyo. En ese caso escribí urgente cuándo más o menos vendrías.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">No puedo seguir escribiéndote porque me repito, juro que estoy muy al lado tuyo y por eso me cuesta tanto pensar claramente…. Además me sorprendiste totalmente,<br />
yo estaba esperando otro cirquito… y te encontré a vos de vuelta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Ahora, desde el día de mi cumpleaños, sábado pasado 15 de agosto, día en que aparecieron en mi casa para visitar a Jim Ryan, Pepe Romeu y Mercedes Davalos y nos encontramos, con la consiguiente sorpresa de los tres, y bien, estoy viviendo con ellos, y ellos vuelven a Buenos Aires a principios de octubre, </span><span style="font-size: 20pt;">y </span><span style="font-size: 20pt;">yo, ya te dije……</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">TE BESO </span><span style="font-size: 20pt;">la </span><span style="font-size: 20pt;">nueva dirección es:</span><br />
<span style="font-size: 20pt;"> Bolingbroke Road - London - England</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Escribime pronto pronto apenas recibas esta carta, y contame bien qué te pasa, o tratá de hacerlo. Siempre soy tu amiga. (Por ahí estás en otra…y todo esto ya no vale…pero si es así contestame igual contándome , porque yo se que soy tu amiga.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Qué pensas ahora???????????????????????????<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">TE AMO </span><span style="font-size: 20pt;">chau, </span><span style="font-size: 20pt;">te </span><span style="font-size: 20pt;">beso 1 millón 1 de veces, tulapolaca, desde un Londres con niebla y llovizna,</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">
chau.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Cualquier lugar es lo mismo, solamente en algunos los demás (taché las malas palabras, estoy muy boca sucia…) molestan menos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">ESTO ES MUY IMPORTANTE SABERLO.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<st1:personname productid="LA CUESTIᅮN EST" w:st="on"><st1:personname productid="LA CUESTIᅮN" w:st="on"><span style="font-size: 20.0pt;">LA CUESTIÓN</span></st1:personname><span style="font-size: 20.0pt;"> ESTÁ</span></st1:personname><span style="font-size: 20.0pt;"> EN CADA UNO Y…….<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">NECESIDAD DE VIVIR ESTA MIERDA DE VIDA, EN COMPAÑÍA DE ALGUIEN QUE TAMBIÉN SEPA ESO…..Y VIVIRLA ENTONCES.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">CHAU CHAU CHAU<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">(cuando estés triste pensá que estoy cerca… si querés…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Contame tu soledad y qué pensás sobre eso. ¿Bueno?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">P.D. El año que viene vamos a ir a Polonia para trabajar con Grotowski.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;"> </span><span style="font-size: 20pt;">Krysia</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Después de aquella noche fatal con Lolita una vez más busqué refugio en mi casa. Nos encontramos un día por ahí y volvimos a andar juntos hasta que un sábado a la noche se nos dio por ir a un baile que nos habían dicho que se ponía bueno, pero ese baile era un bajón de esos tipo club de barrio y de pronto ahí mismo nos dimos cuenta no sé por qué, que no tenía sentido seguir andando juntos y que nos íbamos, de ahí nomás, cada uno por su lado. Pero antes, en un delirio de aquellos decidimos que igual éramos hermanos forever e intercambiamos nuestras ropas. Ella llevaba una polera larga y rayada en verde y azul y yo una camisa de colores, así que me puse su polera y ella se puso mi camisa que le quedaba como una túnica. Yo me sentía un poco ajustado de hombros y me quedaba larga como una minifalda, y así nos fuimos del baile cada cual con su vida y con las ropas del otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Caminé por unas calles oscuras y al rato llegué a Plaza San Martín, un poco después de las doce, una hora brava para andar por la calle; y en eso que voy cruzando la maldita plaza no va que me paran los ley de la quince y después de unas miradas burlonas y unas preguntas prepotentes me llevan a la comisaría y me hacen un “segundo H”… ahí me dijeron de todo de puto para arriba y fue infernal, como siempre y un poco mas… días y días en esa inmundicia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Pero después me refugié en mi casa y trataba de no salir, de no andar para nada por el centro. Me quedaba en mi pieza durmiendo todo el bullicio imposible del día y despertaba recién a medianoche. Trataba todo el tiempo de sintonizar buena música. Todavía no había FM y las AM eran puro palabrerío de noticias y tandas publicitarias. Había que andar corriendo todo el tiempo a lo largo del dial para buscar un poco de buena música. Durante años sintonicé todo el día los impecables conciertos de Radio Nacional, pero ahora yo quería solo rockanroll y en Modart en <st1:personname productid="la Noche" w:st="on">la Noche </st1:personname>sabían pasar buena música, hasta que después apareció el fabuloso Tren Fantasma del que fui pasajero durante casi una década en sus largos programas nocturnos a partir de la medianoche. En ese tiempo era un hit en la radio el tema “Spitit in the sky”, Espíritu en el Cielo, yo a veces lo escuchaba y me asomaba por la ventana enrejada de mi habitación y miraba hacia los lados de la calle Monroe oscura y desierta. Pensaba en Lolita y me parecía que una parte de ella se había quedado conmigo. Me pasaba con toda la gente que quería, pero ahora me parecía ver en mi propia sombra una especie de Lolita. Un perfil mío, una faceta mía era ya Lolita para siempre, aprisionada detrás de esa ventana enrejada sin poder salir, aunque aquella música me decía en cambio que el espíritu estaba en el cielo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Hasta que una de esas tantas noche solitarias cuando me asomé a la ventana vi que alguien cruzaba la calle hacia mi ventana. Mientras se acercaba vi que era el Tano de la avenida, Tanucho como le decían, ese muchacho italiano de ojos celestes glaucos, tan hermosos, aunque era casi ciego. (Decía que veía solo manchas de luces y sombras). Yo lo conocía porque él era amigo de un amigo mío del colegio nacional. Todos lo cargaban porque decían que era puro corazón, pero bruto como un ladrillo, el pobre… y era muy lindo pibe… Me gustaba porque era muy pintón en ese estilo meridional de los italianos, rubio y atlético, y esa noche vi que era él quien cruzaba la calle un poco a los tropezones y cuando llegó a la ventana me dijo bajito:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">-¿Sos vos?... ¿qué hacés?... oí la música y pensé: debe ser el Omar….<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y desde entonces, alrededor de esa hora yo le abría por la puerta del fondo y el Tano entraba en la cámara oculta de mi habitación. Y ahí nos quedábamos charlando hasta muy tarde cerca del amanecer. Era frecuente que con mis amigos nos quedáramos charlando hasta tarde, y esas eran conversaciones profundosas de filosofía y de libros, pero con el Tano lo que había era simple charla, de su trabajo en el mercado, y de los viajes con el camión, porque era fama que el Tano que no veía casi nada, manejaba perfectamente el inmenso camión de su viejo cargado de frutas y verduras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">-¿Y como hacés Tano? –le preguntaba yo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">-Y qué se yo… -decía él –…yo manejo al tanteo… -pero después confesaba –No… yo veo por los bulto, mas o menos…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y con ese criterio, el Tano iba por el mundo con su camión todo chocado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Era muy mujeriego y yo sabía que el andaba con las putas de los bares de la estación Fiorito. Y era bello como un emperador romano. Él sabía que yo tomaba pastillas y una noche me piqué delante suyo una dosis de methedra. El Tano se interesó, enseguida quiso saber qué era y ahí nomás se arremangó la camisa y puso el brazo. Yo le expliqué como venía la mano y como él se mantuvo en la misma, agarré el grifo y lo piqué, en ese poderoso brazo de albañil, con todo ese itálico vello dorado… y mientras pasaba el líquido por la jeringa hacia sus gruesas venas, por la radio empezaron a pasar ese otro tema que también estaba de moda en aquel tiempo “Je táime, mais non plus”, un tema musical que por primera vez incluía suspiros y eróticos jadeos junto a la música, y el Tano sentado en el borde de la cama tuvo un flash y se puso hermosísimo, y la música era tan excitante que enseguida nos encontramos tomándonos de las manos y acariciándonos<br />
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Al amanecer ya nos habíamos amado.</span><br />
<span style="font-size: 20pt;">Y volvió otras veces, aunque siempre me decía:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 20.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 20.0pt;">No sé si voy a volver porque tengo miedo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y cuando le pregunté ¿miedo de qué?…el dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">- porque es igual que el amor…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20pt;">Y en efecto, después dejó de venir y si nos </span><span style="font-size: 26.6666660308838px;">encontrábamos</span><span style="font-size: 20pt;"> por ahí nos </span><span style="font-size: 26.6666660308838px;">saludábamos</span><span style="font-size: 20pt;"> distantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/GlpDf6XX_j0/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/GlpDf6XX_j0?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 20pt;">Yo volví a hacer mis incursiones por la city de vez en cuando, y era una movida siempre muy complicada donde había que ser muy arriesgado para meterse en el centro y andar a los saltos por el gueto solo para tratar de encontrarse con alguien, como en un inmenso pim-ball sorteando las patrullas policiales y tratando de no caer en las redes de la ley, recorriendo todos los bares del centro como en una peregrinación a los santuarios, solo para encontrar algunos amigos y ver de ir a encanutarse en algún lugar…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Por entonces los encuentros comenzaron a ser infrecuentes y nunca había lugar a donde ir…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 20.0pt;">Una tarde me encontré con Gabriel en el departamento de Farolito y se nos ocurrió ir a las tiendas de Once a ver si conseguíamos mostacillas para hacer collares.<br />
Yo me puse un saco de General con condecoraciones y todo que había aparecido en la casa y que era de una obra de teatro y salimos como a cualquier cosa… es cierto que los Beatles ya usaban uniformes militares antiguos, pero eso era en el swinging London… en cambio aquí en Baires si me agarraban usando ese saco me iban a aplicar el código de “usurpación de honores”, pero milagrosamente recorrimos todas las tiendas de turcos, yo dejándome guiar por ese chico-viejo afiebrado de labios sedientos que era Gabriel; y en algún momento me dijo así porque si:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 20.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 20.0pt;">Yo nunca voy a ser viejo. Nosotros nunca vamos a envejecer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> …y por la convicción con que lo dijo comprendí que era cierto, a veces todavía lo creo. Y en el atardecer, entre la muchedumbre de las calles comerciales, hasta un policía de tránsito nos vio pasar asombrado, pero nadie se atrevió a pararnos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">- Vos sos milagrero, Gabriel –le decía yo, -a tu paso se deslumbran las multitudes y yo me vuelvo invisible, y además conseguís las mejores mostacillas mas baratas del Once.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">- Puedo hacer prodigios –dijo Gabriél – pero no son milagros. Hace unos días, con el Zombi tomamos un trip y yo paré el transito de la 9 de julio al pasar… si, paré el tiempo por un rato con mi bastón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Hizo un gesto con la mano como si portara un bastón invisible, y recién cuando dijo “bastón” vi lo parecido que era a Antonin Artaud con su famoso bastón de San Patricio… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Yo ni se cómo aparecí una noche en los sótanos del Di Tella en el final de un recital donde Miguel estaba tocando con unos músicos:<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; line-height: 15.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-size: 20pt;">Ven Dionisios ven</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">acaricia mi ser</span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">sin </span><span style="font-size: 20pt;">ser visto</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">realiza el cumplimiento </span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">del principio<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">acaricia tu ser </span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">yo lo he visto<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">realiza el cumplimiento </span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">de principio<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y aquí estoy yo cubierto de pelos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">entregando mis brazos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">a las fiestas del cielo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Yo había llegado justo en el final del recital, pero alguien me contó que fue genial, habían repartido caramelos de lisérgico entre el público y la gente se había vuelto loca y todos pasaban a los vestuarios y se cambiaban de ropa, para participar en el happening y después salieron a plena calle Florida siendo ya otros, completamente “otros” para siempre. Pero todo había sido sumamente esotérico, ceremonia iniciática secreta imposible de comunicar…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y del Di Tella, con Miguel y otros amigos nos fuimos y anduvimos por ahí de casa en casa mientras yo sentía que tenía que dejarme conducir sin preguntar donde íbamos y seguramente así llegaríamos a algún lugar. El mejor secreto –decía Miguel –es el que se oculta a si mismo… Pero eso era una maniobra muy complicada, no se por qué, porque anduvimos dando vueltas toda la noche de aquí para allá hasta que como tratando de despistar a alguien tomamos un tren hasta Ciudadela. De ahí anduvimos un poco mas y llegamos a la quinta de Eber Lobato que había sido “tomada” por una horda de hippies y músicos de rock, y en el parque estaba todo el mundo tirado en el pasto junto a la piscina mientras el trío Manal hacía “Hoy Nací”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Hoy adivino que me pasa<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">por qué mi nombre no soy yo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">por qué no tengo una casa<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">porqué estoy solo y no soy<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/qBToYUA32Gg/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/qBToYUA32Gg?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Amanecía y se levantaba una bruma fresca y luminosa, y con Miguel nos fuimos a la sala del caserón, y allá arriba se abrió una puerta y apareció Tango que había estado durmiendo o fifando, era evidente, y bajó las escaleras con esos hermosos pelos revueltos imposibles y una camiseta negra con una estrella de cinco puntas violeta en el pecho. Bajó esas escaleras de película argentina y cuando llegó hasta nosotros en la sala, agarró una viola y se puso a zapar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Solo puedo vagar<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">y vagar<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">divagar<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">porque lo demás<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">está prohibido…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Al mediodía encontré a Cocho y Graciela durmiendo en el garaje en medio de otra gente, tirados sobre esteras en el suelo y Graciela con su<br />
acostumbrada ironía me dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">- Ves, Omar, este es el camino de las drogas… - y agregó </span><span style="font-size: 20pt;">mostrando los restos de </span><span style="font-size: 20pt;">comida desparramados por los rincones: - Tan solo desorden y suciedad…</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/mtsSfgqvwas/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/mtsSfgqvwas?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20pt;">Hasta que en un recital de Vox Dei en el Gran Rex vi que pasaba una hermosa nube de cartón, una colorida nube de escenografía por delante mismo de los músicos mientras el grupo hacía el tema: “Es una nube, no hay duda”.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Enseguida después del recital encontré a Gabrielito que me decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">- ¿Me viste cuando pasé con la nube?...era yo… ¿te diste cuenta?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y nos fuimos a picarnos una pervetas en el baño de un bar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Después nos sentamos a una mesa. Él llevaba una misteriosa cajita de cartón, y cuando la abrió y me mostró, vi que eran palabras… si, palabras recortadas de diarios y revistas…de títulares y copetes…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Las desparramó sobre la mesa y ahí estuvimos horas enteras jugando a armar frases y poemas con esas palabras, y enseguida supe cual era su palabra preferida: “elegido”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> Aquellos eran encuentros fugases aunque intensos,<br />
pero yo siempre volvía a estar otra vez encerrado detrás de las rejas de la ventana de mi habitación pensando que ella estaba en Londres esperándome y que en algún lugar debía haber “una luz, una hendidura” por donde poder escapar. </span><span class="apple-converted-space"><span style="background: white; color: #333333; font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"> </span></span><span style="font-size: 20.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNZogPloi_VYZP3XDU3LMQBm4m9jU9z76KK5a4sBYUy7DtIk84zoJY8l7V_quDgVdLsTl4y-3ni9unzKh4MfBxcPzCOcVorZMWyAYeQt2SvYV5a22qbczWvGC6eoKEk4DIrX8fVMFzNlof/s1600/kilustra3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNZogPloi_VYZP3XDU3LMQBm4m9jU9z76KK5a4sBYUy7DtIk84zoJY8l7V_quDgVdLsTl4y-3ni9unzKh4MfBxcPzCOcVorZMWyAYeQt2SvYV5a22qbczWvGC6eoKEk4DIrX8fVMFzNlof/s320/kilustra3.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-Cu7rse8e6cQrKmHO8OeWvuw2MmBwDFnqQQyhXSL9-kxmhZxLISGZMvv5WVX_UFL9yePCcQEqgV6R43yiS15IMG5eKv0LepkdK9MhifnwCRroWZeYnO_uXCoX2BbBVHnLIwFFJeK6DoEW/s1600/kilustra4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="169" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-Cu7rse8e6cQrKmHO8OeWvuw2MmBwDFnqQQyhXSL9-kxmhZxLISGZMvv5WVX_UFL9yePCcQEqgV6R43yiS15IMG5eKv0LepkdK9MhifnwCRroWZeYnO_uXCoX2BbBVHnLIwFFJeK6DoEW/s320/kilustra4.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggeC9dtkFYX0Wu4FO13yJY4KOyWWh6mnlEROr-bifYTXZdoJZcjiijdl_Txj6e3QfG1EoI6hS-97MmPqXmFXCtoe4vqv8Lc-PVW_yj8FMxbIPADuE8SLqIRxue_jwm24KnI9QRfx48n8Ii/s1600/kilustracion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="175" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggeC9dtkFYX0Wu4FO13yJY4KOyWWh6mnlEROr-bifYTXZdoJZcjiijdl_Txj6e3QfG1EoI6hS-97MmPqXmFXCtoe4vqv8Lc-PVW_yj8FMxbIPADuE8SLqIRxue_jwm24KnI9QRfx48n8Ii/s320/kilustracion.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">(continuará)</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-75900867678307868872015-03-16T01:02:00.001-07:002015-03-20T08:30:49.983-07:00omaragon omarteum: "GENERACIÓN DESCARTABLE II"<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Capítulo 6<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0fXtE2GSXthFwT6fYcRFXt4v92E0mo_AJhNFtCWwXLV3jdED9LIRsb8SO_sTKbOv21fOQTSw21KD6OYvbg7mbBHdCbTkZswtGIYnqCPGeScGR03DvDqS-Es-MHoa5foFXo0rR0IAOQp8O/s1600/100_2988.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0fXtE2GSXthFwT6fYcRFXt4v92E0mo_AJhNFtCWwXLV3jdED9LIRsb8SO_sTKbOv21fOQTSw21KD6OYvbg7mbBHdCbTkZswtGIYnqCPGeScGR03DvDqS-Es-MHoa5foFXo0rR0IAOQp8O/s1600/100_2988.JPG" height="320" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">“LOLITA”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> “Sobre la negrura luminosa<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> tengo mucho que decir,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> pero mejor callar.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #666666; font-family: Helvetica; font-size: 9.0pt;"> </span><span style="font-size: 20.0pt;">Mahmûd Shabistârí<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Algunas veces yo salía del departamento de Farolito para encontrarme con Lolita. Ella había aparecido en<br />
nuestra mesa en el Politeama una noche con Tango, mientras él preguntaba ¿qué hacíamos ahí?... y si no habíamos visto a <st1:personname productid="la Poderosa" w:st="on">la Poderosa</st1:personname>, y se sentaron porque Gracielita les dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">- ¿Qué les pasa, che?... sientensé y quédense acá, “ya va a venir lo que esperamos…”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Entonces ellos se sentaron en nuestra mesa y Loli sin más preámbulos nos contó cómo había aparecido internada<br />
en el Moyano porque se había peleado con su vieja y había roto el juego de sillones del living con un hacha; y si no se la llevan al loquero hubiese acabado destrozando a hachazos a su propia madre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y esa noche terminamos yendo al cine Lorraine a ver las “Historias Prohibidas” de Edgar Alan Poe. El cuento<br />
final del doble perseguidor con Alain Delón nos pareció sumamente inquietante. </span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">Después estuvimos un rato en El Estaño y al final nos fuimos a picar unas Instilasas en las escaleras del conventillo de las artes de la calle Libertad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Lolita era realmente divina, una especie de Liz Taylor con los mismos ojos violetas, solo que eternamente<br />
adolescente y rematadamente loca.</span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">Negros pelos acaracolados cortados muy cortitos, rostro muy blanco y afilado con pequitas y boquita de fresa mórbida.<br />
Y anduvimos dando vueltas por los boliches del gueto cuando se me dio por decirle que podríamos ir a buscar un poco de grass de la planta de K. ahora que ella se había ido a Londres. Así que enseguida nos fuimos hasta allá y cuando<br />
llegamos y Loli vió la planta no lo podía creer. Llenamos una bolsa de papel con hojas y capullos y volvimos a la city.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Por la noche estábamos en el Moderno tomando café sin saber adonde ir mientras Loli hojeaba divertida mi cuaderno de notas y dibujos marca Superman donde yo le había escrito un poema, y al pié del poema ella escribió un inmenso</span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">“TE AMO” y debajo puso su firma junto al símbolo de la paz. Pero lo mas extraño fue que en la hoja siguiente escribió de pronto con letra apurada y automática:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">TELEGRAMA URGENTE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">AVISO-ARRIBA-AVIÓN-NO MÁQUINA<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">DENTRO DE …<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y entonces nos entró como una urgencia de ir a algún lugar sin saber bien adonde. Yo me repetía el telegrama<br />
tratando de descifrarlo: “arriba avión no máquina” ¿qué podía ser?... arriba podía ser de arribar, algo que está por llegar y también podía ser la parte alta de un lugar… pero… avión-no maquina ¿qué podía ser?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20pt;"> Y ahí se nos ocurrió de ir a lo de Martha, y fue una elección muy acertada, porque apenas llegamos nos encontramos con un chico que tenía unos trips y quería cambiar por grass y le mostramos la bolsa de verdolaga y Loli habló un rato con el chico que nos cambió toda la bolsa por una sintética pastillita color violeta; y enseguida volvimos a salir y nos<br />
metimos en un bar pituco de Florida y Córdoba, un barcito americano con manteles azules en las mesas y empapelado rojo en las paredes, todo muy edípico, e iluminado por una tenue luz difusa, y entonces pedimos unos tes y Loli cortó en el revés de un platito con una </span><span style="font-size: 26.6666660308838px;">gillete</span><span style="font-size: 20pt;"> la diminuta tortita violeta que me pareció de una materia especialmente esponjosa y liviana; y cuando en medio de nuestra animada<br />
conversación nos dimos cuenta que ya nos estaba pegando, porque a nuestro alrededor los colores se tornaron luminosos y vibrantes y nos veíamos como empapados en néctar y bañados de rocío, nos atacó el speed y salimos </span><br />
<span style="font-size: 20pt;">nerviosamente a movernos, a caminar de arriba abajo por Corrientes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Corrientes…¿qué era esa procesión continua de gente que deambulaba por las veredas del gueto en la noche interminable de “la calle que nunca duerme”?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Pasamos al otro lado por el obelisco y nos paramos en la puerta de El Colombiano. Respirábamos la atmósfera<br />
terrestre como si fuese un denso líquido atómico-molecular. Y en realidad la gran ciudad con todas sus luces encendidas… era opaca, porque como una piel cubría<br />
bajo tantas luces a la vibrante y radiante y elemental oscuridad por donde deambulaban los seres como navegando en el viento. Y mientras estábamos parados ahí en la<br />
puerta del bar viendo si encontrábamos a alguien fue que descubrimos que la gente que andaba por la calle era esencialmente de la misma materia de la noche, indiferenciables de la noche misma, pero también había además, algunos seres de los que pasaban junto a nosotros que estaban como iluminados por dentro, no muchos, pocos, en realidad muy pocos en esa inmensa muchedumbre; y<br />
tampoco excesivamente iluminados, sino apenas un discreto resplandor lilaceo de luz negra en los ojos, en los labios, en las manos, en los dientes, en cabelleras como pálidos rescoldos de un fuego atípico; náufragos solitarios que<br />
andaban como a la deriva con su tenue claridad, emitiendo alguna señal.<br />
Entonces apareció Renée y se paró frente a nosotros mirándonos… con una sonrisa enigmática de labios violeta fluor…y cuando la saludamos nos dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 20.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 20.0pt;">Yo estoy en sincronía con la luz negra…¡ustedes también!… somos un oximoron…en micron...en on...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y enseguida se alejó entre la gente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Mas tarde nos encontramos en El Estaño con unos amigos de Lolita que estaban con un auto y se nos dio por<br />
irnos a Villa Gessell. Adelante iban los chicos conduciendo, y Loli y yo íbamos tendidos en la inmensa cama-playa del asiento de atrás. Pero a mitad de camino Loli hizo que los chicos parasen ahí en pleno campo para hacer un pis, y al volver al auto, en un balbuceo lleno de contradicciones aunque imperativo, nos convenció de que debíamos volver a Buenos Aires… ¿qué estábamos haciendo?... ¿para dónde íbamos?... ¿íbamos o veníamos?...total desorientación general…pensándolo bien, ¿qué necesidad había de ir a <st1:personname productid="la Villa" w:st="on">la Villa</st1:personname>?… lo mejor era volvernos porque por ahí en <st1:personname productid="la Villa" w:st="on">la Villa</st1:personname> no había onda… o pintaba la pálida… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Entonces los chicos dieron vuelta y regresamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">En el asiento de atrás nos íbamos haciendo unos mimos con Lolita, cuando al encenderse la noche entramos a<br />
Buenos Aires. Estábamos calientes y nos bajamos del auto en una calle cualquiera de San Telmo; podíamos ir a bailar a algún boliche, pero empezamos a pasearnos y al final nos metimos en un bar que estaba junto a un hotel. Nos sentamos en esa mesa fatal donde yo quedaba ubicado frente al espejo de modo que no podía evitar mirarme, y sin duda que no me veía nada bien… Descubría en la exploración de mi rostro una especie de… crispación entre la risa y el llanto.<br />
¿Qué me pasaba? La sensación no era nada agradable… me sentía tan feliz y al mismo tiempo tan desdichado… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Lolita escribía y dibujaba en mi cuaderno. Había puesto, como saben hacer frecuentemente los niños, su manita<br />
abierta en medio de la hoja y con la lapicera iba dibujando su contorno, (signo oscuro y arcano si los hay), y después dio vuelta el dibujo formando un bichito fantástico con cinco patitas, de una increíble dulzura que pedía “amor, solo<br />
amor, total amor”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Debajo del dibujo escribió:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">“Esta es Lolita Amor<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Es un continuo dar y dar amor<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Pero…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">¿qué pasa que siempre está llorando?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y arriba puso:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">“Amigos…¿no tienen un poquito, aunque sea un retacito de amor para mi?... si tienen tiempo, si no, no importa… Por favor, ¿me dan un poquito de amor? “…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKuJ4rqGsdIlrePVXhU0fKcfR_aT-RJqq79StQUx6-sLTr2sXZ7DLozq-jekeBKM8_sF4b4mIf047QT9AV2_1pXkh3fHq9zAp4nRXogkXgmvrbrnrgS6erJiQByE2Y-oz5g_TcniL8E5tw/s1600/lolita+amor.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKuJ4rqGsdIlrePVXhU0fKcfR_aT-RJqq79StQUx6-sLTr2sXZ7DLozq-jekeBKM8_sF4b4mIf047QT9AV2_1pXkh3fHq9zAp4nRXogkXgmvrbrnrgS6erJiQByE2Y-oz5g_TcniL8E5tw/s1600/lolita+amor.jpg" height="320" width="244" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20pt;">Y ya estábamos por subir al hotel cuando de pronto Lolita me miró a través del espejo, y al ver los antagónicos componentes de mi expresión dijo con sincera simplicidad:</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">- Yo quiero hacer el amor con ese… si...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y yo supe con seguridad que se refería a la parte alegre de mi expresión; y agregó en un susurro:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">- …pero con ese otro no…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y entonces entendí que se trataba de mi parte triste…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> Así que no fuimos al hotel y a través del espejo Lolita me veía pasar de un estado a otro de mi crisis bipolar, y a veces<br />
decía con dulzura:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">- Si, con ese si… </span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">-y enseguida </span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">–pero con ese otro no, con ese no…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Yo estaba lamentablemente dividido y el tiempo transcurría a pesar nuestro, ya amanecía y lo que hubiese sido lo mas simple, es decir pasar a través del espejo por la puerta del fondo del bar y subir las escaleras hasta una habitación de hotel, se convirtió en la misión imposible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Esto debe ser lo que se llama un mal viaje, pensé. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Entonces Lolita me dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 20.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 20.0pt;">Vos estás mal, y hasta que no hagamos el amor vas a seguir estando mal, creeme, es así de simple.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Fue por entonces que Miguel volvió de Brasil. Lo encontré una noche en el Bár-bar-o tomando cerveza. Estaba<br />
hermoso, vestido de blanco parecía un mahatma, y festejamos alegremente su regreso. Habían viajado juntos él y el Peli, pero en Río se habían peleado y cada cual siguió por su lado. Él se juntó con una turma de músicos geniales que le volaron la mente, volvía con nuevas ideas, el tropicalismo estaba en pleno auge, Gal Costa había editado<br />
su nuevo álbum… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Muy tarde, cuando ya cerraban el bar nos perdimos por esas calles aparentemente sin rumbo fijo, y en una esquina me dijo que estaba viviendo ahí, en el departamento de una amiga pero que no me podía hacer entrar por razones obvias, que lo esperase un momento porque tenía algo para mi. Entró y en seguida volvió a salir con el long play de Gal Costa que me había traído de regalo de Brasil. </span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">N</span><span style="font-size: 20pt;">os separamos en </span><span style="font-size: 20pt;">esa misma esquina. Ya nos encontraríamos en cualquier momento por el gheto en</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">
la city. </span><span style="font-size: 20pt;">Y yo me fui para mi casa en Lanús, cruzando el Riachuelo, para </span><span style="font-size: 20pt;">encerrarme en mi habitación y escuchar interminablemente el disco de Gal, y en</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">
especial “Divino. Maravilloso”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://ytimg.googleusercontent.com/vi/C-A8BBNmKrg/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="http://www.youtube.com/embed/C-A8BBNmKrg?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20pt;">Mi habitación, un cubo evanescente<br />
suspendido en el tiempo, y exactamente en el centro del techo de esa habitación que yo mismo había pintado de un tenue color lila, pendía un fino hilo del que colgaba un diablito de felpa rojo con cola de alambre retorcido y<br />
sosteniendo en la mano el clásico tridente. Lo habíamos encontrado con </span><st1:personname productid="la Negra" style="font-size: 20pt;" w:st="on">la Negra</st1:personname><span style="font-size: 20pt;"> en el fondo de una bolsa de ropa vieja que estaba tirada en la calle.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> La luz se filtraba a través del falso vitraux de la ventana, y aveces, en medio de una gran quietud, el diablito giraba hacia un lado o hacia otro, solo, giraba solo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 20pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 20pt;">Una noche en el gheto era </span><span style="font-size: 20pt;">una de esas noches en que uno siente que el piso quema bajo los pies, y que uno </span><span style="font-size: 20pt;">se ha lanzado ahí a danzar en medio del fuego. Yo caminaba por Corrientes dando </span><span style="font-size: 20pt;">brazadas y largas zancadas sabiendo que en cualquier momento me podía parar la policía y terminaría la noche </span><span style="font-size: 20pt;">del sábado en un oscuro calabozo de seccional.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Una noche caliente, y yo avanzaba como un naufrago por la vereda apartando las olas de gente a mi paso… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">En <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> miré por la vidriera a ver si había alguien, pero como no vi a ningún conocido seguí bajando por el gheto<br />
hasta <st1:personname productid="La Giralda" w:st="on">La Giralda</st1:personname>, y ahí si, ahí estaban, sentados en una mesa bajo la luz blanca implacables de los tubos fluorescentes. Si, ahí estaban Renée, Tango, Gracielita, Miguel… Tras el agite y la persecuta de la calle, esa mesa parecía un oasis en medio del desierto. La navegación había sido muy peligrosa, había tenido que pasar por delante de los canas y los patrulleros pero ahora arribaba a puerto seguro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 20.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 20.0pt;">Hola –dije -¿qué hacen?..<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Hubo un largo silencio, se miraron entre sí y fue Renée la que respondió:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> - Estamos esperando un hombre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y yo comprendí casi subliminalmente que no estaban esperando una persona, estaban esperando al hombre como Diógenes buscaba un hombre con su linterna encendida en pleno día.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Pero la calma no duró demasiado, porque ni bien me senté a la mesa en ese mismo instante un patrullero paró frente a las puertas de <st1:personname productid="La Giralda" w:st="on">La Giralda</st1:personname>, y bajaron unos canas que con sus recios abrigos azules estaban entrando al bar y viniendo como para el lado de nuestra mesa. Me levanté de la silla como accionado por un resorte, no, otra vez no, no<br />
me llevarían otra vez hasta su mugriento antro tenebroso… Y me levanté como un solo hombre. Sentí pánico al ver que era el único que se había levantado, pero yo no me quedaría a esperar ningún hombre, no me iba a quedar sentado ahí<br />
esperando a ese hombre. No miré nada y avancé por entre las mesas. Pasé junto a los canas que por casualidad no me<br />
pararon, y fue muy raro, porque siempre que había redada en un bar lo mas sospechoso era tratar de salir, pero esa noche no me pararon y llegué a la vereda y me mezclé en la corriente de gente y me alejé del lugar. Furioso repetía para mis adentros “Esperando un hombre, estamos esperando un hombre…” Me quedé un rato dando vueltas por ahí, crucé<br />
la calle y me puse a observar el bar desde la vereda de enfrente… ¡No se los llevaban!… De mesa en mesa fueron pidiendo documentos y al final se fueron sin llevarse a nadie. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Quedé trastornado, al parecer el hombre que mis amigos estaban esperando había llegado pero se había escapado<br />
cobardemente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Al rato vi que mis amigos se levantaban de la mesa y se desbandaban cada cual por su lado. Tango cruzó la<br />
calle hacia donde yo estaba. Avanzaba iracundo como pateando el asfalto; paró un taxi en medio de la avenida y al verme me llamó. Enseguida me uní a él y nos arrojamos sobre los asientos traseros del auto. Le dio al conductor la<br />
dirección de Kalendar, pasaríamos por la casa para ver si estaba Marcela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> - ¿Qué te pasó?... –me preguntó Tango enseguida -¿Cómo te mandaste así?... No te llevaron de milagro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">- No iba a quedarme sentado esperando que me lleven -dije.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 20.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 20.0pt;">Cuando estas con la gente tenés que pensar en grupal, la acción individual no sirve. Te hubieses quedado con nosotros, viste que no nos llevaron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 20.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 20.0pt;">Pero otras veces nos llevaron a todos.-alegué.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 20.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 20.0pt;">Si nos llevaban a todos al menos íbamos a estar juntos, pero vos te mandaste solo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Llegamos a Kalendar y Tango me dejó en el taxi y subió a ver si estaba Marcela. Comprendí lo difícil de mi situación: si Marcela estaba arriba, él se quedaría hablando con ella mientras abajo el taxi seguía corriendo y yo me había quedado como rehén del tachero.<br />
Pasó un tiempo. Yo no tenía para pagar el viaje y estaba impaciente. Pero por suerte Tango volvió a aparecer en la puerta de Kalendar. Suspiré al verlo. Su aspecto era muy original, parecía un príncipe egipcio, calzaba sus botas beats de cuero negro, y unos pantalones negros muy ajustados, con una polera verde loro… piel aceitunada y esos mechones negros desparejos...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> Volvió al taxi como zapateando sobre la vereda en el más<br />
perfecto estilo de andar rocanrolero, hasta entrar en el taxi y decir que estaba todo el mundo pero Marcela no estaba, y entonces le dio al chofer la dirección del departamento de Farolito en la calle Laprida, al otro lado de la city y viajamos hasta allá, viendo pasar las luces de las calles a través de la ventanilla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">- Escuchá este temita que estoy componiendo –dijo Tango –te lo hago a capela, después en lo de Farolito te lo canto con la viola. Escuchá, oí como empieza:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">"solo quiero vagar<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">y vagar<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">y vagar</span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">divagar…"<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> Y cuando llegamos me tuve que quedar otra vez en el taxi mientras él llamaba por el portero eléctrico diciendo que estaba abajo con un tacho y que no tenía plata, a ver si alguien podía bajar a pagar… por favor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSvuwIJEhFBEfNuzKWkriOEXeVbsWZP_0xvctKGtVP1ZoHNimWaIK1nYSkQWrEbd3SBb3C0StcbsEQFhzZxfYhuBjv0Kq6GtBsLLvxnIeasv3DJ_y4czvntIEroM8qbmds6m4b3NjwZPNs/s1600/grr+8.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSvuwIJEhFBEfNuzKWkriOEXeVbsWZP_0xvctKGtVP1ZoHNimWaIK1nYSkQWrEbd3SBb3C0StcbsEQFhzZxfYhuBjv0Kq6GtBsLLvxnIeasv3DJ_y4czvntIEroM8qbmds6m4b3NjwZPNs/s1600/grr+8.jpg" height="187" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20pt;">Por entonces ya nos inyectábamos otro producto de venta libre en farmacias. Eran cajas de cinco ampollitas y venían respaldadas por los prestigiosos laboratorios “Wellcome” de<br />
Londres. Cinco ampollitas esbeltas como pagodas orientales, y lo mas maravillosos que se pueda ver: sobre el cristal, impreso en letras azules: “Wellcome – METHEDRINE” y encerrado en un círculo, (casi una miniatura), la fantástica<br />
figura de un unicornio azul, en cada una de las ampollitas, “made in England”.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgC2-SoaFIPXiQzq9sdx4gqbKhFD52s9DZ3PMeYgfWJ5Lu5hcverjslNXW3e-UoRAxVjf6vp-xqAOJNtj7n2pBrR68rt_8Me_cvz-pgiYEEh69Sog06p-Vq2dkgGVqfK4jx5SdUXxwR2Suz/s1600/grrr+5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgC2-SoaFIPXiQzq9sdx4gqbKhFD52s9DZ3PMeYgfWJ5Lu5hcverjslNXW3e-UoRAxVjf6vp-xqAOJNtj7n2pBrR68rt_8Me_cvz-pgiYEEh69Sog06p-Vq2dkgGVqfK4jx5SdUXxwR2Suz/s1600/grrr+5.jpg" height="320" width="287" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20pt;">¿Pero que era esto realmente?</span><br />
<span style="font-size: 20pt;">Según el mismo prospecto era una composición de meta anfetamina y se decía que en la práctica médica se usaba como un poderoso reactivador cardíaco en los estados de coma profundo. Era una droga para casos terminales, algo así como un resucitador.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> La denominación ya me fascinaba: meta, como metafísica, lo que está “más allá” (“metha ta”) de la física, (un mero código bibliotecario de Alejandría creado para indicar los libros que se ubicaban después de los de la física)… Y esto era meta-anfeta… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Leíamos los prospectos médicos como si fuesen mensajes poéticos cifrados.¡Pero qué atractiva que era la presentación del producto! Los ingleses si que saben de marketing.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> El caso es que ya todos estábamos picándonos esa droga de curso legal. ¿Cómo era posible que una medicina tan peligrosa, de uso tan delicado y restringido se distribuyese en cantidades fabulosas para venta libre?</span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;"> Se decía que hasta el Presidente Kennedy tomaba anfetas por prescripción médica. </span><span style="font-size: 20pt;">Hubo un acelerado consumo</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">
masivo y en poco tiempo el pico se instaló como un nuevo paradigma de la cultura hippie. Todo el mundo fue a ver “Panico en el Parque” donde un yonky se inyectaba diciendo “La muerte es el mejor estimulante”. Tal ves hubiese cientos<br />
de personas adictas en Buenos Aires en 1970 que se picaban, como yo, un par de cajas por semana, lo que no es poco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Sin duda que debía tratarse de un experimento muy bien orquestado, porque todavía se vendían las pioneras<br />
Pervetas, ya que muchos adictos solía mezclar una ampolla de perveta con una ampolla de methedra en el mismo grifo como la fórmula ideal para un buen coctel endovenoso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> Pero los efectos eran bien diferentes: el pervitín era extático y estático, uno podía permanecer horas y días copadísimo con un dibujo, un amor, una canción o un collar de mostacillas. Pero con methedrine </span><span style="font-size: 20pt;">pasaba otra cosa que era como un gran juego infinito que había que jugar, una</span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">
pura acción con mecanismos sumamente complejos y siempre llenos de significados mágicos ocultos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Y en los momentos de acción mas intensa se tenía la sensación de que toda la realidad se trasladaba para su continuidad… en otro lugar. Si, daba la impresión de que el desarrollo de los hechos presentes tendría continuación lógica en un intangible aunque concreto y visible más allá. Transitábamos los fragmentos de un tiempo original, y la realidad era tan solo el ensayo de la realidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Era muy extraño, realmente misterioso: venta libre en dosis masivas y la policía reventándonos en las cárceles y los psiquiatras castigándonos en las clínicas y en los loqueros con electroshock, coma insulínico y medicación para psicóticos; centenaress de casos, de jóvenes y adolescentes… algo que involucraba a toda una generación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">La adicción al Methedrine se manifestaba en el convencimiento del adicto de que cuanto mas se picara, más remontaría la corriente del tiempo. Se experimentaba primero un rejuvenecimiento notable, y luego se<br />
adolecía casi hasta la infancia. La corriente del tiempo fluía al revés. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Ese efecto fue muy bien reflejado en el film Candy, donde los ancianos se inyectan una droga que los transforma en niños.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> Yo miraba el logo de la ampollita y me parecía intuir que en ese unicornio estaba la clave de un gran secreto.</span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;"> Una droga poderosa, muy poderosa, de venta libre y de importación, autorizada por el ministerio de salud… y lo mas increíble: a precios pop!!!, muy económicos, (not much<br />
expensive!) .<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">En ese momento en todo el planeta el Flower Power en pleno, con los Beatles y </span><span style="font-size: 26.6666660308838px;">Timoty Lear </span><span style="font-size: 20pt;">a la cabeza se manifestaban por el libre uso y experimentación con diversos tipos de</span><span style="font-size: 20pt;"> </span><span style="font-size: 20pt;">alucinógenos y psicodélicos… y de pronto llegaban a Buenos Aires drogas pesadas respaldadas por </span><st1:personname productid="la Wellcome" style="font-size: 20pt;" w:st="on">la Wellcome</st1:personname><span style="font-size: 20pt;"> para libre distribución a bajo precio.¿acaso un regalo de la corona?..¡¡¡Bienvenido!!! </span><span style="font-size: 20pt;"> </span><span style="font-size: 20pt;">Y esa política de expendio tipo “pico libre” funcionó durante un par de años desde fines de los ´60 con diferentes marcas y productos farmaceuticos. ¿Desde dónde se orquestó ese negoción? </span><span style="font-size: 20pt;"> </span><span style="font-size: 20pt;">Veamosló en perspectiva: centenares de casos de<br />
pibes con alteraciones químicas en el organismo, locos y delirantes, moviéndose dentro de la pautada figura algebraica del gheto de Buenos Aires, acosados por la policía y hostigados por los psiquiatras.</span><br />
<span style="font-size: 20pt;"> Una total confabulación de poderes. Sin duda un experimento cruentísimo que nadie nunca investigó, una política de “vista gorda” de un Estado pro colonialista que<br />
nadie jamás denunció.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> Y la extraña sensación que tenía el adicto en todo momento, es decir el hecho de ser OB-SER-VA-DO, de alguna forma era real y no tan solo una mera paranoia, sin duda por alguna extraña tecnología nos estaban viendo, nos veían… como cobayos de laboratorio inyectados con isótopos radioactivos nos detectaban, con invisibles electrodos registraban todas<br />
nuestras sensaciones, nuestros pensamientos, nuestras emociones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> Nos perseguían por el ghetto, nos golpeaban, nos aislaban, nos incomunicaban, nos castigaban con todo el peso de las leyes, y nos recluían en clínicas psiquiátricas.<br />
¡Luego la policía y la psiquiatría supervisaban el experimento!… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">¿Acaso para el Estado éramos monstruosos mutantes que debían ser tratados con drogas teratológicas?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Yo por mi parte era un monstruito inocuo, apenas un perverso polimorfo, cobarde e irascible, violento y obstinado, mimético y delirante, y en una podrida situación<br />
familiar clase media tipo; no sabía nada de mí ni de los otros, ni de las leyes del juego; me parecía que había todo un orden social preestablecido desde antes de mi llegada, que había leyes absurdas y formas de comportamiento totalmente arbitrarias e injustas. Era incapaz de sentir en realidad, emplazado en una estructura rígida y represiva no podía expresarme, no sabía demostrar amor ni afecto ni empatía, estaba bloqueado para la creatividad y necesitaba para desarrollarme esa droga que el Estado tan oportunamente ponía a mi alcance sin sospechar que el premio mayor sería siempre el castigo. Y muchos se perdieron, se quedaron en el camino, desaparecidos ya antes de los desaparecidos en una pre selección de “elegidos” descartables como jeringas,<br />
“quienes se presentaron en los escalones de piedra del loquero con las cabezas rapadas y balbuceando como arlequines del suicidio exigiendo lobotomía instantanea, y quienes recibieron en cambio el concreto vacío de la insulina, el metrasol, el shock eléctrico, la hidroterapia, psicoterapia, terapia ocupacional, ping-pong y amnesia.” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWhyHoXqJRi0OoIdxNg9PL_T9rHYOZvVbx0RT4kSXu_L55La7sbMiED19URp36GqReSBKUbO_ElNiRunTLBVkXrgBFfSoQBnquqkwgRBZesz_RMl_xWhjj2EURFvPhESYZ-OMkCSu6cISk/s1600/grrr.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWhyHoXqJRi0OoIdxNg9PL_T9rHYOZvVbx0RT4kSXu_L55La7sbMiED19URp36GqReSBKUbO_ElNiRunTLBVkXrgBFfSoQBnquqkwgRBZesz_RMl_xWhjj2EURFvPhESYZ-OMkCSu6cISk/s1600/grrr.jpg" height="320" width="279" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20pt;">Por entonces, junto con las primeras cartas de Juanito desde Madrid, Barcelona y París, recibí la primera carta de K. desde Londres.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20pt;">Estaba escrita a máquina en papel </span><span style="font-size: 26.6666660308838px;">vía</span><span style="font-size: 20pt;"> aérea color celeste con membrete azul. Arriba de la página mi nombre, luego doce puntos suspensivos, luego siete series de puntos suspensivos diversos, y en el medio de la hoja una<br />
pregunta: </span><br />
<span style="font-size: 20pt;">“¿Y?”, subrayado, y su nombre al pié de la página:</span><br />
<span style="font-size: 20pt;">K.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Toda la carta era una sola pregunta:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> ¿Y?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Yo la interpretaba con mayor extensión como: ¿y?...¿qué estas haciendo?... ¿y…qué esperás para viajar como habíamos quedado? </span><br />
<span style="font-size: 20.0pt;">Si, habíamos acordado que yo trataría de viajar a Europa, y que pronto nos reuniríamos… ¡Parecía que me estaba esperando!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> ¿Y yo qué estaba haciendo en Baires sin poder despegar? ¿Por qué me perdía entre los endédalos del gheto, en calles y<br />
boliches y amigos y plazas y casas y cárceles y manicomios? ¿Qué estaba haciendo que no me concentraba en la idea fundamental del trip que era EL VIAJE, un viaje que se había iniciado con la psicodelia de la mente pero que<br />
buscaba su continuidad en el espacio real.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglcKXoA4Plh2B4vTKFCU9RvjtuGlK9JfjuJTVRz4pBajUc1JtVFMM-9TSiIzLPRHbXlUWHRYEs54MkL6FIr7tVxa_TobDEpq9glYIxoT0WfqLePeKgcYca4GpE_mWVB2b5Yk7pqSpFFILT/s1600/grrr+7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglcKXoA4Plh2B4vTKFCU9RvjtuGlK9JfjuJTVRz4pBajUc1JtVFMM-9TSiIzLPRHbXlUWHRYEs54MkL6FIr7tVxa_TobDEpq9glYIxoT0WfqLePeKgcYca4GpE_mWVB2b5Yk7pqSpFFILT/s1600/grrr+7.jpg" height="98" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20pt;">Pero lo mas extraño de todo<br />
era el membrete de la hoja de la carta: ¡un unicornio azul, y junto a él en letras azules:</span><br />
<span style="font-size: 20pt;">BURROUGHS WELLCOME & CO,</span><br />
<span style="font-size: 20pt;"> y en letra mas chiquita </span><br />
<span style="font-size: 20pt;">The Wellcome Fundation Ltd., y mas abajo: </span><br />
<span style="font-size: 20pt;">The Wellcome Building Euston Road – London NW1 –<br />
Telefon Euston 4477 – Cables & Telex – Tabloid London Telex 22280</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Junto a mi nombre y dirección una especie de saurio<br />
gruñendo con un signo de la paz en el lomo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> Yo miraba todos los detalles de la carta, hasta los números y los puntos me parecían claves importantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">¿Pero qué significaba esta coincidencia?:mientras aquí, en Baires yo me picaba un producto de los laboratorios Wellcome (¡Bienvenido!), al mismo tiempo recibía una carta de K con membrete de <st1:personname productid="la Burroughs Wellcome" w:st="on">la BurroughsWellcome </st1:personname>Foundation… ¿Qué significaba todo esto?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> ¿Ella había escrito la carta sobre un papel membretado “casual”?... ¿o tal vez estaba trabajando para <st1:personname productid="la Wellcome Foundation" w:st="on"><st1:personname productid="la Wellcome" w:st="on">la Wellcome</st1:personname> Foundation </st1:personname>y me escribía desde la oficina?... o tal vez el papel era de un block del dueñode casa de la dirección a donde podía escribirle: Jim Ryan/para K.. – 12 Lancaster Road – London W11 England…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">…¿Y?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">¿Pero tanto misterio por una simple coincidencia? Los unicornios ingleses abundan desde el escudo nacional hasta en los orinales…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">¿Y?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">¿Y qué estaba haciendo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">¿Y?... ¿qué estaba esperando?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;">Yo miraba el unicornio azul del membrete de su carta y lo comparaba con el unicornio idéntico impreso en azul sobre el cristal transparente de las ampollitas de Methedrine… y pensaba: ¡pero qué misteriosa coincidencia!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"> </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMnK5xN4c49LL9pvDlnGQ5DtxW_o0RkMDhD0rKysHv5b7JhT5pcxi8W4YJI98sx0iek7LrbMU2wC59n5UeXjLG8bMxDcCXoxHNBSR9FNm9eiN7YYpy5QarJuWaCr_Za6s-QRM7fBUW6isz/s1600/grrr+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMnK5xN4c49LL9pvDlnGQ5DtxW_o0RkMDhD0rKysHv5b7JhT5pcxi8W4YJI98sx0iek7LrbMU2wC59n5UeXjLG8bMxDcCXoxHNBSR9FNm9eiN7YYpy5QarJuWaCr_Za6s-QRM7fBUW6isz/s1600/grrr+3.jpg" height="320" width="264" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 20pt;">(continuará) </span></div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-59130080357351291832014-11-18T12:19:00.001-08:002014-11-19T07:13:43.923-08:00"GENERACIÓN DESCARTABLE II"Capitulo 5<br />
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZ6MQtGPctHoN6t1r3EgxyXdLNI3yVhMi3imyJsPqDdVkJHI5GeKxwOye2LFetMi67jXMJvf5Om3iGKL96t-oeYrZ245rcyXGlFR0c3vnqMe7kGZSbDPP1yX-V3dhROw7aTcx8wU8DR8oo/s1600/KAPITULO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZ6MQtGPctHoN6t1r3EgxyXdLNI3yVhMi3imyJsPqDdVkJHI5GeKxwOye2LFetMi67jXMJvf5Om3iGKL96t-oeYrZ245rcyXGlFR0c3vnqMe7kGZSbDPP1yX-V3dhROw7aTcx8wU8DR8oo/s1600/KAPITULO.jpg" height="320" width="318" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">K…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Una mañana apareció K en lo de Farolito diciéndome: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">Me voy, tengo que hacer unos trámites para viajar: certificado de salud y pasaporte… Es un bajón pero tengo que hacerlo.</span><br />
<span style="font-size: 18.0pt;"> ¿Querés venir? Dale, acompañame. Después nos vamos a mi<br />
casa y te muestro mi planta de grass. Dale, vamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Ella ya tenía todo planeado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Me piqué unas ampollitas de perveta, un buen desayuno endovenoso antes de salir a encarar las </span><span style="font-size: 18pt;">Instituciones. Me puse un impermeable que usaba Tango y que era de Farolito, ella </span><span style="font-size: 18pt;">se enfundó en su pilotín y salimos a la neblinosa mañana.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Primer descenso al averno: el viejo hospital, atravesando largos corredores oscuros transitados por sombras; salas donde la gente esperaba desde hace siglos, dando vueltas y vueltas por los<br />
imponentes pabellones, entre seres de aspecto enfermizo. </span><br />
<span style="font-size: 18.0pt;">Yo no quería ni mirar a mí alrededor, ni saber donde estaba, solo me dejaba conducir despreocupadamente por la sonrisa de K y por sus avisados ojos verdes; hasta que llegamos a una oficina perdida al final de un corredor que parecía recientemente creada para compensar tanta búsqueda. Nuestra presencia reactivó a la robótica empleada que como era de suponer nos dijo que teníamos que<br />
aguardar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Para no respirar el aire envenenado de la sala de espera nos fuimos al jardín, nos sentamos en un banco solitario al pié de un añoso árbol, y de pronto K se paró frente a mi y bailó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Giraba lentamente y se desplazaba estirando brazos y piernas como quien se despereza de un largo sueño y saluda al mundo a su alrededor… y en torno suyo giraba aquel jardín convaleciente, los demacrados pabellones y las sombras de los enfermos que deambulaban por los apestados pasillos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Y después de la obligada espera conseguimos retirar el cartoncito gris del certificado de salud para viajar al exterior, con su sellito azul y su ilustre firma anónima.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Segundo descenso: el siguiente trámite era mucho más peligroso, porque había que ir a meterse en la mismísima boca del lobo, “Sección Documentación del Departamento de Policía”. Y ya<br />
estábamos allí: Oficina de Pasaportes… en medio de una arquitectura con reminiscencias operísticas fuertemente iluminada a giorno, entre profusión de uniformes azules con adornos dorados y empleados prepotentes y malhumorados.<br />
Nos olisqueaban y nos miraban con odio. No romperían la tregua que nos daban para parlamentar, pero ya nos perseguirían por la ciudad, nos levantarían de los bares, ya nos iban a hacer conocer los entretelones de ese híper iluminado decorado de opereta: sus inmundos calabozos y sus fétidas mazmorras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Finalmente los empleados recibieron los formularios estampillados y sellados completos, solo tendría que pasar a buscar su pasaporte en un par de semanas. Y así salimos de aquel infierno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Tomamos un ómnibus y después de un largo viaje de algo mas de una hora, bajamos en una estación de servicio, y a pocos pasos de allí estaba la casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Su madre me saludó friamente.<br />
Me miraba con desconfianza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">- No te preocupes, Omar, ella trata mal a todos mis amigos porque me odia. –dijo divertida para disgustar a la vieja –No es nada personal con vos, quedate tranquilo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Hablaba con su madre y a pesar de tratarse con frialdad empleaban un idioma que me pareció lleno de expresiones tiernas y cariñosas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">La casa era un chalet muy grande en medio de un parque arbolado. Habían puesto boliche en el salón principal que estaba lleno de mesitas y sillas y adornado con banderines de todos colores que colgaban del techo. Por las tardes, me contaba K, se llenaba de parroquianos, la mayoría viejos de los alrededores que se juntaban a beber y escuchar música.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Y ahora me haría conocer lo mejor: salimos al parque rodeando la casa por a la parte de atrás y caminamos por un sendero que los pastos crecidos desdibujaban, hasta que de pronto nos encontramos frente a toda la belleza tropical de su exuberante planta de Cannabiss Sativa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Era realmente magnífica, más alta que nosotros y llena de brotes y capullos verdes en sus ramas, con sus perfectas hojas de cinco, siete o nueve folículos…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Saltamos y gritamos y reímos dando vueltas alrededor de la planta mágica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Aquella mañana gris se había transformado en un caluroso mediodía. Juntamos las hojas más grandes, mas verdes y perfectas y en una colinita de césped lindante a la planta nos pusimos<br />
a tomar sol, mientras las hojas se secaban sobre un papel. Los altos pastos de alrededor nos ocultaban y nadie podría vernos, pero ahí estábamos, junto a la exótica planta que crecía exorbitantemente en aquel oculto rincón del parque. Y cuando las hojas estuvieron secas armamos un par de agujas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Pero todavía me faltaba conocer lo mejor, y fue al final de la tarde cuando el sol ya bajaba: ella no dormía en la casa, tenía su propio<br />
lugar, su refugio aéreo al fondo del jardín. Tomándome la mano me condujo hasta llegar a su torre. En medio de los altos pastizales que la invadían se alzaba esa vieja torre, una construcción de ladrillos que había sido granero o tanque y que parecía una torre de guardagujas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Subimos la escalera exterior hasta la habitación, y ahí estaba su lugar: apenas una camita y una mesita con una vela y unos libros. Todo como dormido en un sueño bañado por la luz del<br />
poniente que entraba por la ventanita para colorear las diminutas florcitas pintadas del mobiliario. Se puso un capote de paño verde oliva de la última guerra. El sol nos había afiebrado y ahora estaba refrescando. Armamos otro joint y fumamos serenamente en medio de la algarabía musical de los pájaros al atardecer. Y enseguida su refugio se sumió en la penumbra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Encendimos la vela sobre la mesita. Allí todo era diminuto y austero como ella misma, todo era bello y poético. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">K, se puso a dibujar, y yo me dediqué a observarla. Estaba haciendo un monstruito, una especie de gusanito erizado y colérico que salía de la nada en medio de la hoja de papel y se desarrollaba desmesurado y amenazador. Su expresión era terrible, daba miedo, pero también tenía algo de gracioso y caricaturesco. Pasó largo tiempo hasta que el dibujo estuvo casi terminado… Entonces ella como yo había estado observándola dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">Ah, esperá que falta algo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Encerró al monstruito dentro de la pantalla de un televisor y a los costados dibujó los botones del comando; y entonces agregó:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">- Se sintoniza con estos controles. Lo tengo encerrado en este aparato porque es muy feo… -dijo y sonrió con cándida crueldad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Supuse entonces que me había dibujado a mi… entonces… ¿ella también, mi ángel, podía lastimarme?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18pt;">El Peli apareció una tarde </span><span style="font-size: 18pt;">por el departamento de Farolito con un elegante abrigo de paño azul y el pelo </span><span style="font-size: 18pt;">muy largo de un rubio luminoso para preguntarme si quería trabajar, porque le </span><span style="font-size: 18pt;">habían ofrecido un trabajo de dibujante publicitario para una oficina </span><span style="font-size: 18pt;">editorial, pero él quería irse con Miguel a Brasil, así que si yo estaba </span><span style="font-size: 18pt;">dispuesto me pasaba el trabajo. Yo no tenía que pensarlo mucho, y acepté inmediatamente.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">
El Peli me acompañó a la oficina y me presentó al jefe que era amigo suyo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Esa oficina era un extenso departamento a media cuadra de avenida Córdoba a la altura de plaza Lavalle. Y el jefe era un flaquito tímido que se ocultaba detrás de unos gruesos anteojos verdes estilo loockgodart.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Era <st1:personname productid="la Editorial Ciclo" w:st="on"><st1:personname productid="la Editorial" w:st="on">la Editorial</st1:personname> Ciclo </st1:personname>que publicaba una lujosa revista de decoración. Comencé a ir todos los días desde la mañana. Ocupaba el escritorio del salón biblioteca con altas ventanas que daban a la plaza. Apenas llegaba me ponían un modelo para copiar o una idea para desarrollar y me dejaban solo en ese inmenso departamento durante todo el día.<br />
Volvían a la tarde para ver el trabajo realizado y eso era todo.</span><br />
<span style="font-size: 18.0pt;"> El salón escritorio estaba rodeado de vitrinas que contenían preciosos libros de arte. Muellemente alfombrado y lujosamente decorado el lugar me pertenecía durante todo el día, me tomaba una hora para salir a comer y volvía a instalarme en la mesa de trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Había que reproducir un modelo de vajilla, el detalle de algún mueble, o una puerta de hierro forjado; idear una publicidad para un juego de cubiertos, para un empapelado o un revestimiento; diagramar una página de sanitarios o un artículo de tapicería.<br />
El trabajo era bueno y creativo, además de bien remunerado, pero solo estuve allí un par de semanas. </span><span style="font-size: 18pt;">Apenas me quedaba solo en la</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">
oficina sacaba de mi bolso la cajita de ampollas de Pervitín, me encerraba en el espejeado baño y practicaba mi nueva habilidad: la inyección endovenosa. </span><span style="font-size: 18pt;">Enseguida después me ponía a</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">
dibujar, a diagramar, a componer. Hice algunos buenos trabajos, pero para eso debía inyectarme varias veces durante el día. Y después salía completamente loco y agotado. Pasaba días sin dormir. Recuerdo el último trabajo que realicé: era un juego de desdoblamiento mágico. Tenía que hacer la publicidad para una<br />
vajilla. Dibujé un mago malabarista, luego calqué e invertí la imagen y obtuve entonces dos magos idénticos enfrentados, los ubiqué a cierta distancia uno del otro, recorté el modelo de vajilla y lo dispuse volando en el aire entre los dos magos. El efecto de malabares quedó perfecto y se editó, pero yo estaba exhausto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Pasamos la navidad del 70 en lo de Farolito. Con Gato, Noemí y K<br />
salimos a pedir comida casa por casa y armamos una hermosa mesa de noche buena.<br />
La gente nos daba de todo, estaban felices y se sentían generosos y les resultaba simpático esos pobres chicos hippies que llamaban a su puerta: una indiecita pecosa de trenzas negras, un chico de pelo largo que tocaba la flauta, una muñeca rubia de ojos verdes que bailaba girando envuelta en un poncho celeste y blanco y una flaquita paliducha desgarbada como una modelo… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Y después de las doce apareció todo el mundo en el departamento de Farolito. Las lámparas se atenuaron y estábamos todos apretujados sentados en el piso charlando mientras en la semipenumbra empezaron a rolar los joints de grass, con la música de Jimmy Hendrix sonando en el equipo… y Carlos del Peral, amigo de Farolito dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">-Estamos todos, ya se puede tirar la cadena.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Por entonces gran parte de nuestro tiempo la pasábamos presos, detenidos en las comisarías. Miguel, Tango, Pipo, K, Cylbia, Renée, Graciela, El Peli, yo… y algunos otros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Nos encontrábamos en alguna casa, en algún bar o en una plaza, pero siempre, invariablemente terminábamos en la comisaría. Algunas veces solos o en parejas, pero también en grupos numerosos solían levantarnos de <st1:personname productid="La Paz" w:st="on">La Paz</st1:personname> (qué ironía!), de <st1:personname productid="la Giralda" w:st="on">la Giralda</st1:personname>, del Moderno o del Obelisco. Conocíamos las seccionales perfectamente por su número: un paseo por calle Corrientes (el<br />
guetho) podía terminar en los siniestros calabozos de la quinta; por Florida el peligro era la primera; por Plaza Francia lo fatal era la quince. El terror policial acechaba en cada salida. Aparecían de repente, nos pedían documentos y nos subían al patrullero. Y entonces empezaba la pesadilla. Llenaban una ficha con nuestros datos y nos tomaban las impresiones digitales como bienvenida al infierno. Después nos arrojaban al fondo de oscuros y helados calabozos, siniestros como tumbas, entre chorros y borrachos. y en esa forma de muerte nos tenían suspendidos uno, dos o mas días, sin comer, sin dormir, en medio de una mugre insoportable mientras ese olor nauseabundo impregnaba el cerebro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">El trámite inicial era de averiguación de antecedentes, pero a medida que nos iban conociendo, como siempre caíamos los mismos en las mismas seccionales, nos iban cargando el expediente: y así como para divertirse, nos empezaron a poner desorden en la vía pública, ebriedad e intoxicación, segundo h, prostitución…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Hubo veces en que salíamos de una seccional y caíamos en otra. Nos revisaban, nos desnudaban, nos pegaban, nos cortaban el pelo. Teníamos veinte años y nos trataban como a peligrosos delincuentes. El lenguaje que empleaban con nosotros era terrorífico, del tipo:<br />
-Yo a vos te conozco… (para empezar) con abundantes contradicciones y dobles sentidos a fin de confundirnos y enredarnos; sin duda el lenguaje de mierda que debían usar en su trato con el hampa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Si nos encontraban pastillas o marcas de pico en los brazos el jaleo era un poco más fuerte. Entonces de la seccional nos pasaban al departamento de policía, donde los interrogatorios y las palizas y torturas eran comunes. Y de ahí nos remitían una temporada a Villa Devoto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Una de las tantas veces que caí en Devoto, un preso me contó que Tanguito había estado el mes pasado en ese mismo pabellón y se habían hecho muy amigos, y mostrándome una crucecita verde transparente que llevaba atada al cuello con un cordón me dijo que Tango se la había regalado cuando le llegó la libertad y que él mismo la había hecho con el mango de un cepillo de dientes puliéndolo contra el cemento del piso. </span><br />
<span style="font-size: 18.0pt;">También he estado largos días olvidado en un calabozo, incomunicado, por tener el pelo largo y los brazos picados, sin comer, muerto de frío, con mono; y allí las horas no pasan nunca, tal es así que a veces me parece que todavía estoy ahí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Por la madrugada nos conducían a hablar con el comisario que nos miraba con asco desde detrás de su escritorio, sin duda dábamos lastima de tan sucios y demacrados. Nos hablaba con ironía, proferías graves amenazas y nos regresaban a las tinieblas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Revisaban burlones nuestros libros, cuadernos de notas y dibujos y hacían horribles comentarios. Interpretaban todo por su sentido más abyecto. Una vez en mi cuaderno requisado, sobre un alfabeto maya que yo estudiaba garrapatearon una cruz esvástica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Algunos de los nuestros eran valerosos: Miguel les respondía insolente; Tango se los ganaba con alguna salida graciosa, lo hacían desnudar y se escandalizaban al ver que usaba la bombacha de su hermana. A veces lo hacían cantar y tocar la guitarra para ellos, K. los insultaba abiertamente, Gato les arrojaba extraños maleficios y<br />
conjuros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Una vez nos llevaron de <st1:personname productid="la Giralda. Est£bamos" w:st="on"><st1:personname productid="la Giralda." w:st="on">la Giralda.</st1:personname> Estábamos </st1:personname>en una mesa grande un grupo numeroso. Habíamos desplegado nuestros papeles y<br />
dibujábamos. Alguno escribía y otro armaba un collar de mostacillas. Habíamos copado el bar y nos llevaron a todos. Cuando éramos muchos armábamos algún jaleo de protesta. Nos reíamos mucho y contestábamos las cosas más absurdas y hasta cantábamos y dibujábamos en los calabozos. Aquella vez era pleno verano y nos tuvieron varios días. Hacía mucho calor y el olor era insoportable. Las chicas estaban en el calabozo de al lado y nos hablábamos a través de las rejas. Nos pasábamos notas y dibujos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Otra vez nos llevaron a la maldita quinta con Miguel y algunos chicos artesanos de Kalendar. Miguel estaba muy loco. Hablaba<br />
solo en un murmullo ininteligible y cuando le fueron a tomar las impresiones entró a correr y a golpearse contra las paredes como un pájaro ciego, gritando:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">Basta! ¡Otra vez esta pared! –y se reventaba a golpes contra la pared.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Después en el calabozo hacía mucho frío, entonces Miguel organizó una danza derviche y giramos y giramos como planetas hasta entrar en calor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Empecé a hacer psicoanálisis en el policlínico con una psicóloga por el tema de mi adicción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Me inyectaba cada vez más. Ya casi no iba al centro ni a lo de Farolito. Juntaba dinero de mis pequeños hurtos a la caja del<br />
negocio de mi papá y recorría las farmacias en busca de Pervitín. Volvía a casa y me inyectaba. Durante varios días no comía nada y mis padres se afligían al ver la luz de mi dormitorio encendida todas las noches.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> ¿Qué hacía encerrado ahí?... Leía, dibujaba, pintaba. Hacía interminables dibujos, ¡mis secretos dibujos pasionales! Eran dibujos muy complejos y desorbitados, llenos de imágenes de una erotismo distorsionado y obsesivo. Las drogas habían desarrollado mi capacidad expresiva y comencé a notar que los dibujos no eran<br />
malos, técnicamente eran bastante buenos, aunque la temática recurrente los hacía imposibles de exhibir. Y me parecían buenos porque mis trazos se habían liberado notablemente. En las composiciones pasionales aparecían tanto ángeles como demonios… Los guardaba cuidadosamente escondidos en la<br />
parte alta del placard y se iban acumulando en una pila considerable. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Al principio yo castigaba a mi analista con largos silencios. Me sentaba frente a ella en su despacho y la miraba sin hablar durante casi toda la sesión. No podía decir nada. Todo lo mío era secreto, clandestino, oculto, prohibido. Pero al mismo tiempo necesitaba que me ayudasen, entonces me iba al hospital con una caja de pervetas y mi jeringa, me metía en el baño de la sala de espera y me inyectaba dos o tres ampollas. Recién entonces entraba al análisis y hablaba. Decía todo lo que quería y tenía que decir. Mi sexualidad reprimida, mis dibujos ocultos… todo o casi todo tratando de no esconder, de no olvidarme de nada…</span><br />
<span style="font-size: 18.0pt;"> En ese tiempo yo veía mucho a Adriana Gato. Como yo había dejado de frecuentar la casa de Farolito, ahora ella venía a mi casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Algunos días trabajaba un poco en un taller artesanal de cuero allá en <st1:personname productid="la Boca. Me" w:st="on"><st1:personname productid="la Boca." w:st="on">la Boca.</st1:personname> Me </st1:personname>había conseguido trabajo por unos días y así conocí a su amiga la gorda Cleide y a un grupo de brasileros maravillosos. A veces nos quedábamos a dormir en el taller, pero después ella venía a mi casa. Y siempre juntábamos una plata y salíamos a buscar unas perveta por las farmas. Una vez nos inyectamos todo. Llovíó a mares, caían rayos y truenos, parecía el fin del mundo, pero nos descubrimos hermanos (incestuosos), gemelos idénticos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Y esa mañana Gatito me había acompañado al hospital a mi sesión de análisis. Al llegar, desde la reja del jardín vio las altísimas antenas del hospital y prefirió esperarme afuera, advirtiéndome antes de entrar:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">- Mirá las antenas que tienen ellos, pero nuestras antenas son mas poderosas aunque no se vean. ¿Vas a estar mucho tiempo viniendo al hospital?... ¿Por qué no nos vamos a Brasil con Clyde y el Negro?... Sería mucho mas divertido, ¿no te parece? Lo que en un análisis lleva años de trabajo, viajando se resuelve en muy poco tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Fue entonces que mi analista consultó con su equipo y decidieron medicamentarme. Yo tenía que tomar unas pastillas por día. Debía cuidarme, alimentarme bien y tomar la pastilla.<br />
Prometí seguir el tratamiento sin consumir mas droga. Dejé de ver a Gato y a todos mis amigos. No podía exponerme a recaer. Extrañamente la pastilla diaria que tenía que tomar era nada menos que el famoso Artane para parkingsonianos y esquizofrénicos, venta libre con el que mis amigos y yo veníamos experimentando desde hacía tiempo. Tomabamos indiscriminadamente tres, siete, quince pastillas a la vez para entrar en un viaje de pesadas alucinaciones y deliriums tremens. Ahora en cambio tenía que tomar media a la mañana y media a la noche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Recuerdo muy vividamente ese tiempo: comía en el patio, era pleno invierno y quería almorzar a la intemperie, bajo el débil sol del mediodía. Yo quería curarme. No me inyectaba </span><span style="font-size: 18pt;">ni tomaba anfetas. Me veo por la mañana temprano yendo al hospital caminando </span><span style="font-size: 18pt;">entre la niebla densa que comenzaba a disiparse. Iba envuelto en mi capa azul y </span><span style="font-size: 18pt;">llevaba una bolsa de cuero al hombro con mi carpeta de dibujo y mis marcadores </span><span style="font-size: 18pt;">de fibra. Llegaba a la sala de espera del policlínico y me ponía a dibujar </span><span style="font-size: 18pt;">tratando de abstraerme del doloroso delirio de los otros pacientes que </span><span style="font-size: 18pt;">esperaban para la consulta. Hacía autorretratos. Me dibujaba a mi mismo en la</span><br />
<span style="font-size: 18.0pt;">
sala de espera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Con Gato también habíamos hecho la promesa de no drogarnos más y después dejamos de vernos por un tiempo.<br />
Un día fui a buscarla a su casa en el barrio de Constitución. La esperé en el porche al pié de la escalera, hasta que apareció transparentándose por detrás de la puerta cancel con sus<br />
cortinas tejidas al croché. Había estado en lo de Farolito… se había vuelto a picar… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Volví a mi casa sintiéndome más solo pero seguí con mi tratamiento desintoxicante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Mi única alegría eran las cartas de Juanito que recibía de París o de Roma. Yo le respondía presuroso contándole<br />
mi situación, mi imposibilidad de viajar por el momento. Pero en el fondo abrigaba la oscura idea de evadirme de aquella situación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Con las inyecciones de Pervitin yo había comenzado a tener una serie de alucinaciones recurrentes: confundía a las personas. Las con-fundía, en vez de ver a la persona con quien estaba veía al objeto de mis deseos. Pero esas manifestaciones yo las tomaba como hechos completamente mágicos y absolutamente reales y misteriosos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">La primera de esas apariciones fue Juanito, por supuesto. Hacía poco tiempo que él se había ido a Europa y me escribía divertidas cartas desde Madrid, Barcelona y París. Me contaba maravillas de los lugares por donde andaba. Me llamaba. En todas sus cartas me pedía que viajara para reunirme con él, lo que para mi era imposible. Mis viejos se oponían a dejarme viajar, ¿de qué viviría en Europa? No tenía profesión, ¿Dónde iría a vivir? Lo que yo podía contarles de Juanito era demasiado ambiguo, y ellos no veían nada concreto en todo eso. Además ya sabían de mi adicción a las drogas y me vigilaban.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">La primera vez que “ví” a alguien fue a Juanito. Yo había tomado la costumbre de pasear los domingos a la tarde por plaza Francia, donde se reunían los hippies y los artesanos. Y allí me encontraba con mis amigos y nos sentábamos a conversar y hacer música sobre<br />
el césped entre las altas palmeras. Y una tarde que estaba solo un momento se me acercó un chico. Al principio no lo reconocí, porque era alguien que nunca antes había visto y me preguntaba algo, parado frente a mí. Tal vez algo acerca del lugar, o de alguien a quien estaba buscando, y yo había comenzado a contestarle cuando vi que su rostro se transformaba, y de pronto ante mis ojos<br />
se transfiguraba y era Juanito. Había como un “montaje”, una superposición de imágenes, porque era ese chico y al mismo tiempo era Juanito. Le sonreí a Juan y el chico también me sonrío, pero lo mas extraordinario era que en lo que me estaba diciendo también había palabras de Juan, pequeñas claves, formas, modos que eran característicos de Juan. Además el chico parecía decirme con la mirada que él sabía lo que yo veía, y hasta parecía querer insinuarme que en ese momento él era realmente Juan. Mientras trataba de fusionar mis respuestas para hablar al mismo tiempo con el chico y con Juanito, yo intentaba ser tan mágico como el mismo fenómeno que percibía, pero tenía que mantenerme en delicado equilibrio, porque si lograba ver solo a Juan y me olvidaba de la otra persona algo se trizaba y la magia dejaba de fluir. Entonces dejaba de ver a Juan y solo veía frente a mí a un desconocido.<br />
Pero si lograba el difícil fenómeno de percibir todo al mismo tiempo entonces la magia fluía, y yo estaba ahí, en plaza Francia hablando con un desconocido que era Juanito en París.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">El chico enseguida se fue.<br />
¿Qué pasaría si yo lo llamaba por su otro nombre?... si yo de pronto gritase su nombre y corriese hacia él para abrazarlo… para descubrirlo con un beso… mientras se alejaba sentí que me pedía que no lo hiciera, que no violara las reglas del juego, ya que era la única forma de que él pudiese ser quien fuera y de que hubiésemos podido estar juntos como pares por un momento en plaza Francia…y en Paris…demostrando una vez mas que las líneas paralelas si, se<br />
cruzan… en el infinito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Cualquiera puede explicar este fenómeno con el término de “lo que se parece”… de los parecidos…de lo que al aparecer se parece… de las meras apariencias… y entonces no hubiese pasado de ser una simple co-incidencia. Me decía a mi mismo; “Solo se parece”… y fue entonces que enuncié mi Principio Fundamental:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> “TODO LO QUE PARECE ES”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">(tan acertado como decir que todo lo que es parece…)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Y a partir de entonces ese fenómeno comenzó a desarrollarse vertiginosamente cada vez con mayor frecuencia, tal es así que comencé a estar siempre con alguna persona … y con “alguien mas”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">No era del todo necesario que hubiese un parecido físico, ya que se daba con todos, con cualquiera y en cualquier lugar, en algún momento la fisiognomía se fusionaba y los seres se con-fundían y se amalgamaban. Por eso veo a otros en cada ser, “tengo ojos en<br />
los oídos” y …”una oreja detrás de la oreja”…entonces era cierto que nosotros somos nos y somos otros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Existen otras formas de explicar el fenómeno además de la escisión esquizoide: el desdoblamiento de la actuación, la caracterización, el disfraz, o el misterio de la transfiguración, las<br />
mutaciones, las metamorfosis mitológicas…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">El caso es que comencé a buscar a otros en cada uno…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Recibí una carta de Miguel.<br />
Me escribía desde Brasil unas líneas por las que soplaban aires de libertad y también un poco de su acostumbrada agresividad:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">“Mandame el sobre redondo y no te olvides nada encima del piano. Ahora estoy con un chico brasilero y todo acaba de empezar en cuanto te escribo esta carta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">No hagas preguntas molestas y preocupate por tus problemas que para que me rompan las pelotas me voy a vivir a un campanario. Tratá de no ser tan incómoda y lavate los dientes que dentro de poco te vamos a tener que comprar una aspiradora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Además, lo mío, se trata de una cuestión molesta y si me molesta me molesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Las baratas brasileras te comen la lana, </span><span style="font-size: 18pt;">el papel, el algodón, </span><span style="font-size: 18pt;">el paño, los roperos, los zapatos, los </span><span style="font-size: 18pt;">gemelos, cualquier cosa </span><br />
<span style="font-size: 18pt;">te comen, y no te comen a vos porque no te vieron.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Dejá todo por mi cuenta, andá tranquila.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Pará, pará, ya te sale el destinatario y me querés serruchar el enviato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">No sé si te habrás dado cuenta de que yo te veo a vos, y vos, que no me ves, pero tenés una carita de sopa que mata, o no mata, extermina:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Es un producto de ceras Johnson<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Nuevo R.A.I.D.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Mata<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Cucarachas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Pulgas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Hormigas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Matándolas bien muertas (vapores penetrantes)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">La vidriera está vigilanta y me parece que me voy a tomar el olivo muy derepente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Garotos, ya empecé.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Uníos garotos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Unios garotos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Uníos, uníos.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Por entonces me sentía realmente esquizo. Durante el día hacía mi tratamiento y quería curarme, pero al caer la noche armaba mi mochila con un poco de ropa y mis cuadernos y mis lápices y preparaba mi fuga. Cuántas veces esperé que los ruidos de la casa se acallaran y que todos se fuesen a dormir para salir como un forajido oculto en la oscuridad, cargando mi mochila. Me iba sin decir nada, entornando apenas la puerta detrás de mí, y entonces caminaba deslizándome por las sombras. No quería que nadie me viese, creía que toda la ciudad era una clínica psiquiátrica disimulada entre calles y casas y plazas. Al llegar a la estación de trenes ya me sentía cansado y confundido… ¿adonde iba? Sentía sueño y me adormecía. ¿A dónde pensaba llegar? ¿Qué estaba<br />
haciendo? Me sentía realmente loco, cargado como un tonto y sin rumbo cierto, sin saber adonde ir, como el loco de las cartas del tarot… me sentaba en un banco en la estación y veía pasar los trenes sin decidirme a tomar ninguno mientras el tiempo transcurría. Cerca del amanecer, con la última oscuridad de la noche volvía a mi casa, entraba sin hacer ruido, deshacía la mochila… era increíble las cosas que pretendía llevar en mi huída. Eso era de lo mas extraño, en cada fuga cambiaba notablemente el contenido de mi equipaje, como si con cada equipaje viajasen diferentes personas…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Sin duda alguien se iba a partir del punto máximo de la fuga, porque cuando volvía ya no parecía ser el mismo. Alguien me<br />
dejaba en el banco de la estación, tomaba el tren por mí y yo volvía mas solo y abandonado a desarmar a escondidas el complejo equipaje y meterme en la cama los pocos instantes que faltaban para el amanecer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Un día vino Gato con una caja de ampollitas y le costó bastante convencerme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">Estoy tomando unos medicamentos –le dije muy seriamente –si tomo alguna otra droga puede ser contraproducente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">Todo lo contrario, –me aseguró Gato –te podés morir si seguís tomando esos medicamentos de mierda… -y para dar por terminada la discusión, limó unas ampollitas y se inyectó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Entonces limé mis ampollas y me piqué yo también. Inmediatamente comprendí toda la verdad, esos medicamentos de los psiquiatras me estaban volviendo loco, me estaban confundiendo, me estaban atontando, sofocando mi fuego interior, cortándome las ramas de crecimiento, impidiéndome la libre respiración, obstruyéndome la visión… y no me fue necesario preparar ningún equipaje, salimos a la calle simplemente tomados de la mano llevando solo lo puesto, y en la estación tomamos el tren sin sacar pasaje y esa noche aparecimos en el departamento de Farolito. Yo me había impuesto tanta soledad y ahí estaban mis amigos como si el tiempo no hubiese transcurrido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Pero después de varios días de naufragio volví a mi casa con una terrible sensación de fracaso y dormí varias semanas.<br />
Hasta que de pronto, una mañana ella apareció en medio de mi habitación, mi ángel luminoso: K! Botas altas, pantalón de pana color dorado, camisa blanca y un largo chaleco afgano. Se iba a Londres la semana próxima. Pero antes quería ir a Villa Gesell a despedirse del mar. ¿Quería acompañarla? Tomé el voluminoso<br />
tomo de Las Mil y Una Noches que estaba leyendo y salimos a hacer dedo al camino. Momentos después viajábamos hacia <st1:personname productid="la Villa" w:st="on">la Villa</st1:personname> en la destartalada chata de un viejito que avanzaba muy lentamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">K me miraba divertida y decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">-No se puede creer… ¿vos siempre viajas así, Omar?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Ella y Gracielita habían ido a hacer una obra de teatro a Rosario y a Córdoba y habían viajado las dos solas a dedo, leyéndoles la biblia a los camioneros, y habían llegado rápido como la luz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Claro, pensaba yo, dos minas solas a dedo van como el viento. Ahora yo le leía los cuentos orientales en una catramina que avanzaba a paso de tortuga… Y luego de complicadas peripecias<br />
llegamos a <st1:personname productid="la Villa. Y" w:st="on"><st1:personname productid="la Villa." w:st="on">la Villa.</st1:personname> Y </st1:personname>fueron hermosos días plenos de sol. Paramos en casa de una familia amiga y estábamos todo el día jugando en el mar y tomando sol sin hacer mas nada en esas playas que comenzaban a poblarse de los primeros turistas del verano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Era como si hubiésemos recuperado nuestra infancia olvidada. No había problemas, no había mas conflictos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">K llevaba un cascabel de bronce hindú atado al tobillo con un tiento de cuero. Se lo sacó y sin decir nada lo ató alrededor de mi tobillo. Sonreímos y volvimos a mirar el mar en silencio y esa misma noche regresamos a Buenos Aires.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Cuando llegamos a Baires nos fuimos al departamento de Marta Serrano, que era realmente el departamentito mas reducido que yo hubiese visto, y que estaba ahí nomas, a la vuelta de Galería del<br />
Este tras un larguísimo corredor interminable, entrando por una puertita en la minúscula salita y subiendo un escalón hasta la única habitación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Extendido sobre el medio de la cama, desnudo, boca abajo, con una enrulada peluca verde yacía el andrógino de Jorgelina. La lámpara velador sobre la mesita de luz cuyo resplandor había<br />
sido atenuado por un pañuelo de seda azul, arrojaba sobre él-ella una fantasmal luminosidad de profundidades marinas. Parecía el andrógino de Maldoror recostado en la hierba, pero este, en lugar de llorar derramando abundantes lágrimas, se reía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Yo ya había visto antes a ese flaco alto con pinta de Greta Garbo. Si, en una mesa de <st1:personname productid="la Giralda" w:st="on">la Giralda</st1:personname> con K, toda la noche bordando con sus luminosos hilos de colores… y enhebrando mostacillas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Desnudo sobre la cama con un pelucón verde escribía unos poemas que nos iba leyendo. Escribía y leía, se había tomado cualquier pastilla y se reía roncamente mientras leía sus poemas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Así que nos tomamos unas pastillas. </span><span style="font-size: 18pt;">Hasta que llegó Tango que</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">
había conseguido una caja de pervetas en una farma y le preguntaba a K si nos podíamos picar ahí o si teníamos que ir a otro lugar. Entonces K dijo un poco en broma<br />
que había un lugar muy lindo en las barrancas de San Isidro; y así fue que en medio de la noche nos fuimos los tres a Retiro y en la estación desierta tomamos el tren.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Después caminamos por unas calles empedradas hasta una vereda cortada en una barranca que se asomaba al río. Todo estaba muy<br />
oscuro. Nos asomamos por el borde de la barranca y nos pareció ver allá abajo el final del jardín de una vieja quinta, desdibujándose entre los matorrales que bajaban hasta el río.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">…¿y ese caserón? –pregunté admirado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">La mansión de los Ocampo. –dijo K. – Desde acá se ve la barranca de la parte de atrás del parque que baja hasta el río.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Nos sentamos sobre la baranda mientras el viento agitaba los ramajes que nos cobijaban. Nos picamos en ese lugar, en plena oscuridad a la luz del encendedor, y de pronto Tango escrutando el cielo nocturno le preguntó a K:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">¿Vos lo ves?... está ahí... ¿podés verlo?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">Si, si… está ahí…-dijo K mirando el cielo negro por encima de nuestras cabezas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">¿Entonces… ¿lo ves?... –insistió Tango - ¿está?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">Si, -dijo K –ahí está. –afirmó volviendo a mirar hacia lo alto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Yo también miré hacia arriba pero confieso que no vi nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">Bueno, vamos… entonces vamos. –ordenó Tango. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">De pronto noté que se iban para el lado de la estación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">Esperen –les dije - ¿adonde vamos?... si acabamos de llegar…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal;"> </span></span><span style="font-size: 18.0pt;">Vamos… nos vamos –decían ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Pero mi insistencia y mis preguntas fueron inútil y regresamos a la somnolienta estación de trenes y volvimos al centro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Yo me quedaría eternamente intrigado…¿qué habría sido lo que ellos vieron y que estaba flotando ahí arriba sobre nosotros en la noche?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Pocos días después K nos avisó que su avión salía de Ezeiza con destino a Canadá al día siguiente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Krishna, el mendocino del taller de Kalendar le había hecho para viajar un largo abrigo de piel de cordero; era blanco y vaporoso, y las lanas llegaban hasta el suelo. En el dobladillo le había encanutado un join para brindar cuando llegase a Londres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Fuimos con Marta en el autito hasta el aeropuerto a despedirla. Y<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Ella alcanzó su avión pasando corriendo y<br />
saltando a través de las puertas vidriadas y girando y volviéndose para mirarnos y saludarnos una vez mas hasta el final como bailando siempre una danza que la alejaba inevitablemente de nosotros. Antes me había hecho prometer que no me deliraría y que haría lo posible para viajar. Nos encontraríamos en París, o en Barcelona…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Yo me quedaba cantando un tema de Almendra de esa época:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> “Era una chica que voló<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> vio florecer la luz del sol<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> y no volvió<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Tal vez esté sentada aquí<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> en una silla de algodón<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> para mirar y mirar<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> ¿Dónde estás ahora?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> que el viento borró tus manos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> ¿Dónde estás ahora?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> tu cara es tan gris<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> tu imagen se va.”<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/drfYnApb97Y?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> *<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">(continuará)<o:p></o:p></span></div>
</div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-9233711160907118282014-08-28T20:19:00.001-07:002014-10-22T02:53:50.848-07:00"GENERACIÓN DESCARTABLE" - (Segunda Parte)<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">Capítulo 4</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">“EL MALDITO TELÉFONO”</span><br />
<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlCGExrkKJIfbC10P8WXYNlVihpcKG2nGKGD-Y5e8rosVQPs_42HMaI27V1GCRvRnUPUg6oUKJnwDM519T5UWKlGMsNjz1L46czrnG1kaa9vSrc_PJDuhuLHfrIhEDpqdthCIQv84vKeZy/s1600/malditotelefono.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlCGExrkKJIfbC10P8WXYNlVihpcKG2nGKGD-Y5e8rosVQPs_42HMaI27V1GCRvRnUPUg6oUKJnwDM519T5UWKlGMsNjz1L46czrnG1kaa9vSrc_PJDuhuLHfrIhEDpqdthCIQv84vKeZy/s1600/malditotelefono.jpg" height="320" width="303" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgw7Bh-lw2uapi3QzCruiwEX_nx9KzggsRMibTqkhoRiL7XDzLT_D-t17dJZ9M3AwMRuVFChZ0-R1J5o_O2QGQ-f8idhMLiu90aEjlmBe_YA3tKJUnf5ju4SpxWIxVeoccXGL6y2_V0Z89b/s1600/PROUDHON.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgw7Bh-lw2uapi3QzCruiwEX_nx9KzggsRMibTqkhoRiL7XDzLT_D-t17dJZ9M3AwMRuVFChZ0-R1J5o_O2QGQ-f8idhMLiu90aEjlmBe_YA3tKJUnf5ju4SpxWIxVeoccXGL6y2_V0Z89b/s1600/PROUDHON.jpg" height="320" width="268" /></a></div>
<span style="font-size: 14pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 14pt;">Esas pastillas nuevas eran buenísimas y su poder había obrado un resultado milagroso: yo había podido vencer todas las inhibiciones y me había atrevido a realizar algo tan</span><br />
<span style="font-size: 14pt;">
prodigioso como hablar amigablemente con Hugo y tocarle el pelo.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Tal vez atemorizado por un acto tan heroico me refugié en mi casa durante algunas semanas. Entonces no debía afrontar ningún riesgo, podría alimentarme y descansar o leer y escribir sin sobresaltos. Hasta que una tarde llegaron el Peli y Miguel que venían a<br />
rescatarme. ¿Qué me pasaba? ¿Por qué desaparecía semanas enteras? ¿Por qué me<br />
alejaba así de la gente, de mis amigos? ¿Por qué era tan paranoico?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- No soy paranoico, -mentí, y agregué – pero tengo que cuidarme…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Miguel me miró con desprecioy y susurró de manera casi inaudible:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Así estás… por cuidarte tanto, parecés un viejo de ochenta años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 14pt;">Ël en cambio no pensaba tener </span><span style="font-size: 14pt;">ningún cuidado y ya estaba por dar su próximo salto, ¡el gran salto del tigre!.. Se iba a Brasil, tal </span><span style="font-size: 14pt;">vez con Luis, tal vez yo quisiera ir con ellos… Pero eso era todavía tan solo </span><span style="font-size: 14pt;">un proyecto…</span><span style="font-size: 14pt;">y muchas ganas de salir al</span></div>
<span style="font-size: 14pt;">
camino.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">En cambio había algo más concreto y más próximo: con unos amigos se había aplicado unas ampollas de Pervitín inyectable. ¡Era genial! Y había sido un viaje de varias horas, con mucha energía, muy hight y muy speed…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y si yo quería podíamos conseguir una caja de ampollitas en cualquier Farma. ¡Eran venta libre! Pero eso sí, teníamos que conseguir a alguien para la aplicación porque no era nada simple, había que saber ponerla; valía moneditas así que juntamos la plata entre los tres y un rato después salíamos de la farmacia con la cajita amarilla y blanca de Pervitín en ampollas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Llamamos a mi amigo Ciri para que nos aplique, pero sus estudios de enfermería eran muy limitados, sabía aplicar intramuscular pero todavía no se animaba a dar endovenosa; además expuso sus escrúpulos: ¿no nos haría mal esa droga?<br />
Leyendo el prospecto nos aclaró que se trataba de una droga muy fuerte. Pero<br />
Miguel dijo que él ya había experimentado y que no había problema. Así que nos<br />
inyectaron una dosis intramuscular a cada uno. Nos pareció que no nos hacía<br />
nada… o solo por momentos… como una oleada de calor… pensamos que tal vez para que hiciese un efecto más notable, la aplicación debía ser endovenosa… El<br />
enfermero improvisado se fue y nos quedamos los tres solos, silenciosos. Ya era<br />
muy tarde de noche y nos acostamos en mi cama grande. Teníamos frío y nos<br />
tapamos con una manta. Yo estaba en el medio y mis amigos se abrazaban a mí<br />
mientras la habitación ondulaba suavemente como un navío.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Parece que no hace nada –dije – pero es como un barco que vuela…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Mis amigos se apretujaron contra mí… y nos dormimos mecidos por el oleaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglyZJb7Ddgfry9F58I4NDvkI6vAsGnUntH1mfGtt0pP279qTT9nDtINH3uzQ65A_KPUNGkw9dEYzxRQ573YkWfzO4GG6GIlK1x9QVazNP_reHBKI7p_oj-0rG2V4qNXkF9piGXHDvaDqrv/s1600/sobre+juan.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglyZJb7Ddgfry9F58I4NDvkI6vAsGnUntH1mfGtt0pP279qTT9nDtINH3uzQ65A_KPUNGkw9dEYzxRQ573YkWfzO4GG6GIlK1x9QVazNP_reHBKI7p_oj-0rG2V4qNXkF9piGXHDvaDqrv/s1600/sobre+juan.jpg" height="160" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Omar, mi bello y adorado<br />
Omar:</span><br />
<span style="font-size: 14pt;"> Si, </span><span style="font-size: 14pt;">recibí una sola carta tuya. La otra habrá quedado no sé dónde. Estoy en París.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">
Notre Dame, Sena, Las Tullerías, el Bois de Boulogne, St. Germain de Pres,<br />
Montparnasse…en fin, ¿para qué seguir?... El mapa no es el territorio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Tengo “anvies” de recibir una carta tuya, escríbeme. Puedes hacerlo a:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">Juan</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-GB" style="font-size: 14.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">Cook / Wagons Lits<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-GB" style="font-size: 14.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">14 Bv. Des Capucines<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-GB" style="font-size: 14.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">París 9 – FRANCE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">Yo solo leo libros de </span><span style="font-size: 14pt;">descripciones de pájaros exóticos y voy a cine. (He visto “Teorema”, “If”, -una </span><span style="font-size: 14pt;">maravilla- “Nuestra Señora de los turcos”, </span><span style="font-size: 14pt;">“Susana Lenox” (con Greta </span><span style="font-size: 14pt;">Garbo), “</span><st1:personname productid="La Emperatriz Roja" style="font-size: 14pt;" w:st="on"><st1:personname productid="La Emperatriz" w:st="on">La Emperatriz</st1:personname> Roja</st1:personname><span style="font-size: 14pt;">” </span><span style="font-size: 14pt;">(con Marlen Dietrich), y muchas más que sería arduo enumerar; sin cortes ni censuras en la cinemateca.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">También estudio francés en <st1:personname productid="la Alianza" w:st="on">la Alianza</st1:personname> de París, y ya hablo regio. Contame qué pensás hacer “inmediatamente” y “mediatamente”. Vivo en una habitación grande y clara sobre Rue St. Placide (entre Montparnasse y St. Germain de Pres) ¿Estas escribiendo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">Mi último dibujo:</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlMZbJr1oW2HCSkTL2TI_Wck2FW4vGEwG4Jt5RGrFZ3Zt6JhkUU3Ph9yYZCT6FRpccIavYqF7y8iwKVMHJkk5XxFIK4amu3K7jqkDRgJrpF2A0H-mnm9kMHcj1AaeoO1zYPPTUyk5pNv9D/s1600/dibujo+juan.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlMZbJr1oW2HCSkTL2TI_Wck2FW4vGEwG4Jt5RGrFZ3Zt6JhkUU3Ph9yYZCT6FRpccIavYqF7y8iwKVMHJkk5XxFIK4amu3K7jqkDRgJrpF2A0H-mnm9kMHcj1AaeoO1zYPPTUyk5pNv9D/s1600/dibujo+juan.jpg" height="155" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">(</span><st1:personname productid="La Reina" style="font-size: 14pt;" w:st="on">La Reina</st1:personname><span style="font-size: 14pt;"> de los Tigres)</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">Como ves, no tiene ningún sentido, pero a mi me gusta.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Estoy muy resfriado y se debe notar en la letra, pues no me sale bien la escritura, pero en fin, tú sabrás disculpar. El mes pasado estaba más loca que una cabra, pero ahora he empeorado y estoy mejor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Si llegás a venir a París no te vas nunca más, únicamente para irte a Londres.</span><br />
<span style="font-size: 14.0pt;">Londres creo que es directamente un paraíso terrenal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Amor mío, esperando tu rápida respuesta quedo en <st1:personname productid="la Ciudad Luz" w:st="on"><st1:personname productid="la Ciudad" w:st="on">la Ciudad</st1:personname> Luz</st1:personname>, anhelante. Saluda a nuestras posibles comunes amigas de mi parte: Marisa, Renée (¿viajó o no?), etc…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">Juan</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">A veces Gabriel y Noemí llegaban al departamento de Farolito y se encerraban en la cocina, pero una vez que fui a tomar agua y habían olvidado cerrar la puerta, entré y vi que el Zombi se estaba picando; con su brazo desnudo sobre la mesa mientras Noemí lo ayudaba ajustando el torniquete de goma, el Zombi esgrimiendo la jeringa<br />
hurgaba con la aguja para ensartar la vena. Me quedé parado ahí sin atreverme a<br />
hacer el más mínimo movimiento que pudiera interferir en tan delicada operación.<br />
Me sintieron pero ni me miraron. Con la lengua asomando entre los labios entreabiertos siguió buscando la escurridiza vena. Yo también me sentí atrapado con la mirada fija en ese lugar de la escena hasta que una voluta de sangre como un humo espeso de un rojo oscuro entró en la jeringa, al tiempo que aflojaban el torniquete y el Zombi iba empujando el émbolo lentamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Mientras yo tomaba agua ellos reanudaron una conversación que parecía haberse iniciado antes de que yo entrase.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Al principio me pareció que Noemí se reía, pero enseguida me di cuenta que estaba llorando mientras decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- …entonces, es un hijo de puta, no va a cambiar nunca, va a ser siempre así…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- …y si, claro. –dijo el Zombi.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Pero… ¿de quién estarían hablando?... Me quedé petrificado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Ellos continuaron el diálogo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">Yo ya te lo dije.–dijo el Zombi.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">¿Me lo dijiste o lo pensaste? – preguntó Noemí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">Es lo mismo –dijo el Zombi –lo pensé y te lo dije.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">¡Ah, no! –aclaró Noemí, enunciando entonces lo que en adelante pasaría a ser el Principio de Noemius:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">Si lo que vos crees que yo te dije, no te lo dije, entonces, te lo dije.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-size: medium;">Al principio no la entendí, pero como en ese tiempo </span><span style="font-size: 19px;">hablábamos</span><span style="font-size: medium;"> mucho de telepatía enseguida supe de qué se trataba y vi que el principio resultaba ser un axioma incuestionable.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRour66mL-3Ukmy0BcV8B-mH3iLhSg0Qk5UBz9FCo3PsKBLPiVH6iV3q3CDVbXpFvIfRBWul4q9A3C_nIhSVp4v_A0HCy_Pe4Bl6iQQSxCi_zNwBu0ZUQm6SvPvEY-C2cUMKmgTx0WWI8p/s1600/sobre+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRour66mL-3Ukmy0BcV8B-mH3iLhSg0Qk5UBz9FCo3PsKBLPiVH6iV3q3CDVbXpFvIfRBWul4q9A3C_nIhSVp4v_A0HCy_Pe4Bl6iQQSxCi_zNwBu0ZUQm6SvPvEY-C2cUMKmgTx0WWI8p/s1600/sobre+2.jpg" height="249" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Querido Omar:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Como no he recibido noticias tuyas te vuelvo a escribir. ¿Qué estás haciendo y qué pensás hacer? Yo hace quince días que estoy en París y trato de alquilar un departamento que no sea muy caro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Estoy trabajando como lector para Gallimard en la parte de teatro y trato de empezar los ensayos de mi obra.<br />
Por ahora vivo en un hotel donde me puedes escribir, pues aunque me vaya me<br />
guardan las cartas:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">J.B.P.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Hotel de Verneuil<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">29 rue de Verneuil<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">75 París 7ª.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">FRANCE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Escribime pronto, please.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Cuando vengas haceme un favor, traéme 4 ó 5 pomos de Aqualane<br />
(en pomos de plástico, no en frasco). No es una broma, no te rías, pues es lo<br />
único que me sirve para, etc. Y aquí no existe. Por favor, no te olvides.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Cuéntame cuales son tus planes y tratá de juntar algún dinerillo para los primeros tiempos, enseguida te arreglarás. Acá las emigradas ya formamos casi una colonia y somos poderosísimas. ¡La unión hace la fuerza!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Besos y abrazos de tu amigo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Juan<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/oCB6wQ1R0WA?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">A la tarde del día siguiente,
por una pura casualidad, el departamento estaba solitario y el Zombi había
puesto a girar un simple que un amigo le había traído de Brasil, “Aquele
Abraço” que se repetía en el cambiador automático por enésima vez. Yo estaba
leyendo tendido en el diván y él se había sentado en el taburete alto de dibujo
junto al maldito teléfono. Entonces comenzó la larga y lenta operación: se ató
el brazo con la goma, limó la ampollita, la partió y cargó la jeringa.
Silenciosamente me acerqué y me paré frente a él. Buscó su vena, su sangre
brotó y se inyectó y cuando retiró la aguja y me miró sonriente vi que
idénticas estrellas de alta magnitud brillaban en el fondo de sus pupilas como
soles binarios. Entonces levanté la manga de mi camisa y avancé mi brazo
extendido hacia el Zombi.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg1cS3IMa1qxOPR6W6YYsoGpqCZEtexcB1jl3zD9phcWvIwe05BJxHIxqKlSx51Yr_-2avGd45dlpv1TB8QZJqcKEez_EZv3g8hVF3MG_hST-_LXYRMHjCki2HCxm0GMeb_r90TBLofdLj/s1600/pico+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg1cS3IMa1qxOPR6W6YYsoGpqCZEtexcB1jl3zD9phcWvIwe05BJxHIxqKlSx51Yr_-2avGd45dlpv1TB8QZJqcKEez_EZv3g8hVF3MG_hST-_LXYRMHjCki2HCxm0GMeb_r90TBLofdLj/s1600/pico+2.jpg" height="320" width="180" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Otra conversación que yo
agarraba empezada:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- El cuerpo no miente, –dijo Gracielita – no se puede mentir con el
cuerpo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y Farolito después de un
momento de reflexión sentenció:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Todo el que nació, murió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y me miró fijamente esperando
que yo quisiese agregar algo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- ¿Y los que no mueren?
–pregunté.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Esos son solo… aquellos que
no han nacido. –contestó categóricamente Farolito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoLIMsoe1ip1ZCs94NeQyPh3ttOX7UHERJNxgRr3IUInaAaZoOyW0e1xSgZB5Q5lhD0JP-8ci7JvQFT8XucOcrD503rz7wm1_cKKGhF99bK0kIw9kUVdK397Q7A0J3mQnXhKLzZsLkxego/s1600/sobre+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoLIMsoe1ip1ZCs94NeQyPh3ttOX7UHERJNxgRr3IUInaAaZoOyW0e1xSgZB5Q5lhD0JP-8ci7JvQFT8XucOcrD503rz7wm1_cKKGhF99bK0kIw9kUVdK397Q7A0J3mQnXhKLzZsLkxego/s1600/sobre+3.jpg" height="227" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Omar:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> ¡No te eternices en Baires mientas
Dios te espera en París! No tomes más anfetaminas, hay unas pastillas nuevas
por acá que son increíbles y no dan épocas negras ni efectos secundarios. Ya
verás. En Septiembre tendré una casa enorme en las afueras de París donde
podremos vivir juntos y haremos fiestas. Creo que Armando y Carlos vienen
también. Así que tratá de llegar los primeros días de Septiembre. Tratá de
viejar en avión, pues sale casi lo mismo y si lo hacés en barco apurate. Yo estaré:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">1 al 17 de agosto – Roma –
Posta Centrale – Posta Fermo</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">20 al 27 – Venecia – Posta
Centrale – Posta Fermo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Septiembre y luego: J.N Flipo
– 27 rue de Sablons – París XVI<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">Contestame lo mas pronto
posible y según cuando llegues envías la carta a dichas direcciones.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">La casa quinta tiene árboles,
un arroyo, es hermosísima. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Si tenés algunos elementos
para hacer artesanías traélos, es la manera más fácil de ganarse el sustento, y
si no, no importa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">¿La viste a Renée? En Roma me
encontré con un amante en común, </span><span style="font-size: 14pt;">Livio W… y estuvimos hablando
de ella mucho tiempo.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Conocí un grupo de chicos
increíbles (de <st1:metricconverter productid="15 a" w:st="on">15 a</st1:metricconverter>
20 años y nos pusimos “hight” con vino Marsala a l´uovo (con el calor que hace
en Roma te pones hight tomando agua) …y
me decían: “come sei bello” y me besaban, ¡qué hermosa es la juventud! Mañana
les llevaré unas pastillitas a ver qué pasa. (Tres eran hermanos, iguales, los
tres con anteojos de miope, era alucinante). Ay, mire, debo dejarlo para ir al
correo y enviar esta carta. Por favor, hágame saber todo, quiero saberlo todo,
todo, o si no me volveré loca! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">Te quiero</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Juan<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Sentados en el suelo en la
habitación de Farolito, el Zombi y Noemí enhebran mostacillas haciendo
collares. Yo estoy ornamentando las alpargatas blancas de Hugo con una colorida
guarda de canutillos. Veo que el Zombi nunca terminará ese collar porque no ha
hecho el nudo al extremo del hilo y las mostacillas que va enhebrando se van
desenhebrando por el otro extremo… Y cuando lo descubrimos nos explicó que ya lo sabía, y que él
enhebraba así porque quería hacer un collar infinito y no le gustaba terminar nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Esos collares hippies eran muy complicados, había que estar
contando espacios y mostacillas y colores para formar las figuras. Era una
antigua técnica artesanal que tenía origen en los indios americanos, y Noemí
nos decía que los indios hacían trabajos maravillosos con dibujos fantásticos,
y que al terminarlos producían un error imperceptible, como un color equivocado
o un número diferente en la serie, para dejar establecido que se trataba de una
realización humana, porque solo Dios es perfecto, decían.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y había mostacillas muy
hermosas, porque con Kris<st1:personname productid="la Polaka" w:st="on">,</st1:personname> paseando por el centro habíamos descubierto una tienda muy vieja. Era un gran
salón inmenso, oscuro y desierto como un dinosaurio conservado en el hielo que
parecía permanecer en otro tiempo. Y estaba atendido por un viejito que se
movía graciosamente en su ámbito de daguerrotipo color sepia; y le habremos
parecido jóvenes viajeros del futuro, porque nos recibió con suma amabilidad en
su polvoriento planeta olvidado y nos mostró mercaderías fabulosas como tesoros
escondidos: puntillas y crochés, cordones y guardas, adornos de hilos dorados y
extrañas hebillas de nácar con aplicaciones de estrás…Ahí estuvimos toda la
tarde revolviendo entre los estantes y los cajones hasta que encontramos unas
cajas llenas de mostacillas, canutillos y botoncitos que eran una delicia;
transparentes, espejados y muy coloridos; y el viejito nos explicó que eran
checoeslovacas y que eran una partida que había llegado de antes del tiempo de
la guerra; y no quisimos preguntar de antes de qué guerra porque eran tan
bonitas y raras y antiguas que hubiesen podido ser de la guerra de Troya, pero
nos dijo que nunca se habían vendido y que podríamos aprovechar todo el lote a
muy bajo precio. Y cuando estableció el precio después de arduos cálculos, nos
miramos sorprendidos porque pedía por todo eso nada más que unas pocas monedas,
pero supimos disimular tanta generosidad y salimos con todo el botín casi sin
poder contener la risa hasta llegar a la calle. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMRVHMgn0Q-KB5nQe9oi_kn-JYCHtxsmpp8AsUiOED6Cq_COfJ00EprSKE0mRO7tg7IWdtPyB1ds-82PBK0E6BiE1MVuNoxjgk9XgU6KxNQcRB93JD4L085LvsqG8DgLgVI0pA8W7YWsQS/s1600/sobre+4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMRVHMgn0Q-KB5nQe9oi_kn-JYCHtxsmpp8AsUiOED6Cq_COfJ00EprSKE0mRO7tg7IWdtPyB1ds-82PBK0E6BiE1MVuNoxjgk9XgU6KxNQcRB93JD4L085LvsqG8DgLgVI0pA8W7YWsQS/s1600/sobre+4.jpg" height="320" width="296" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> </span><span style="font-size: 14pt;">Omar:</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Recibí tu carta en Roma, donde
estaré hasta el quince de Agosto, luego debo volver a París pues se me acaban
las vacaciones y tengo que continuar trabajando en la editorial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Estoy ganando mucha plata y
ya me compré un departamento de dos habitaciones y para el invierno tal vez me
pueda comprar un auto de segunda mano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Creo que si vinieras tendrías
que hacerlo ahora (agosto, setiembre) pues es la mejor época para conseguir
trabajo, y yo creo que vos no tendrás ningún problema. También podrías vivir en
mi casa hasta cuando quieras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Espero que ya estés repuesto
y no hagas más pavadas que solo te arruinan la salud.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Estuve preguntando si en la
editorial necesitaban correctores de pruebas de libros editados en español y me
dijeron que si, así que si te gusta eso es seguro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Contestame lo mas pronto que
puedas. Un abrazo de tu amigo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">Juan</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> </span><span style="font-size: 14pt;">El Zombi me había ayudado la
primera vez, pero después yo tenía que aprender… y me resultaba casi imposible.
Estuve horas tan solo hasta lograr atravesar la epidermis con la punta de la
aguja, y todavía faltaba lo mas difícil, seguir metiendo la aguja hasta
ensartar la vena escurridiza que se me zafaba y se iba para </span><span style="font-size: 14pt;"> </span><span style="font-size: 14pt;">el otro lado, y cuando al fin logré pincharla,
todavía hubo que coordinar varias operaciones aceleradas como soltar las
ligaduras y empujar el émbolo…</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y así de pronto comencé a
picarme, como diria Williams Burroughs si lo ves una vez seguro que lo hacés,
porque esa imagen igual que una palabra es como un virus que necesita
replicarse a si mismo como información, en información… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3dzE4kwKYW-Kova6p1ZFJLwURyyTFj38mVwl4cWcqYO9Xps72llSZues7eosgCP4pyuG12rdDO97GtdzTybWk_SM4Sv_AO691ZkzRaL4oHrCrXf-uaBzGtVmbk6DfE_RlZpGGTxKzjS_p/s1600/pico.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3dzE4kwKYW-Kova6p1ZFJLwURyyTFj38mVwl4cWcqYO9Xps72llSZues7eosgCP4pyuG12rdDO97GtdzTybWk_SM4Sv_AO691ZkzRaL4oHrCrXf-uaBzGtVmbk6DfE_RlZpGGTxKzjS_p/s1600/pico.jpg" height="320" width="220" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Por entonces comenzó a venir una loca al departamento de Farolito Le decían The Acid Queen. ¡Era tan hermosa, tan alta y flaca, con
lárguísimos pelos de reflejos rojizos, y
vistiendo siempre túnicas orientales y sandalias… y tenía unos trips para
transar. Hugo compró varios que repartió entre el Peli, Tango, Gracielita, el
Zombi y Noemí. Tomaron las pastillitas anaranjadas cerca de la medianoche. Yo
hubiese querido tomar pero había llegado tarde a la repartija y nadie me
ofreció. Me quedé sentado en la estera viendo como mis amigos divagaban toda la noche, en conversaciones que por
momentos eran insólitas y que generalmente
conducían hacia una risa incontenible. Tango había tocado unos temas
hasta que de pronto algo le pareció muy absurdo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- ¡Basta, por favor!... ¡dejenmé!...
–decía riéndose y agarrandosé la cabeza, </span><br />
<span style="font-size: 14.0pt;">y repetía - ¡Qué ridículo!...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Se paraba y se volvía a
sentar, caminaba riéndose a lo largo de la habitación exclamando:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- ¡Ah, era así entonces!...
¿era tan simple?... y parecía imposible… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y nadie salto por la ventana,
no hubo delirios, ni viajes negros, ni estados catatónicos de éxtasis, porque desde
afuera todo se veía como siempre, aunque todas las luces del departamento estubiesen encendidas y todo el tiempo música en el tocadisco o con la viola…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Farolito dibujaba con tinta negra sobre un
inmenso cartón en el suelo. Había varios focos de conversaciones que fluían
incesantes. Por momentos me parecía que se comunicaban en un nivel superior de
la mente más allá de las palabras. Estaban todos muy speed, y además esas
continuas risas que parecían sintetizar el sinsentido de todas las cosas…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Al amanecer Tango se sentó en
el marco de la ventana abierta mirando como se iba iluminando el día. Estábamos
en un piso alto y yo tenía miedo. Ël miraba el vacío, después miraba a sus
amigos dentro de la habitación y se reía. Adentro todos se reían con él y él se
asomaba al vacío diciendo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- ¡ Basta che, por favor!...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHmKRpuEbGl8BcHmGjlMwZjyb5I1JAJ15Wul_ly9NBFtcJm_OvE3I6diis0Y5MFJRaZQT31rsrDLHstBRgroSQLubkZ0nobxTyKyuzE21nb4mBYYdV1bI4Iqndo5oAAHnnCIOSaFNSRclJ/s1600/sobre+5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHmKRpuEbGl8BcHmGjlMwZjyb5I1JAJ15Wul_ly9NBFtcJm_OvE3I6diis0Y5MFJRaZQT31rsrDLHstBRgroSQLubkZ0nobxTyKyuzE21nb4mBYYdV1bI4Iqndo5oAAHnnCIOSaFNSRclJ/s1600/sobre+5.jpg" height="189" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">OMAR:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">¿Sabías que en árabe tu
nombre se escribe AMAR y se pronuncia OMAR? Creo que tu destino es el de ser
“AMAR” o sea una acción sin cuerpo físico, tal vez con cuerpo astral, lo que te
da grandes poderes para la “DIVAGACIÖN TOTAL”, (pero usalo para el bien nena,
pues tus poderes son grandes y tu santidad podría ser maravillosa.)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Carlos ha llegado y está muy
bien. Si ves a Cylbia y a Renée deciles que las amo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">En diciembre iré a Buenos
Aires y a fines de enero iré a Brasil, así que nos veremos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Me mudé otra vez. Escribime a
la dirección del remitente. Buenos Aires es una ciudad hermosa, pero espero que
sepa comprenderte, pues es medio paisana (como puntiaguda a veces).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">Te mando este Dibujo Astral:</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjSBZ_anJCnXUXXgffWAJhgLOYtGlbBs3d5tGpXi-54yoYyCBv6zKsEEul4EsznrugMzAk4qtNzXfeZwBhSMuZcK4-QqLB-rKfuXHdfcD_EPm-AdwT5VuKfr3tZWhqgLjSB3U37CdxWnFu/s1600/dibujo+astral.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjSBZ_anJCnXUXXgffWAJhgLOYtGlbBs3d5tGpXi-54yoYyCBv6zKsEEul4EsznrugMzAk4qtNzXfeZwBhSMuZcK4-QqLB-rKfuXHdfcD_EPm-AdwT5VuKfr3tZWhqgLjSB3U37CdxWnFu/s1600/dibujo+astral.jpg" height="162" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">Te quiero.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> </span><span style="font-size: 14pt;">Juan</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> </span><span style="font-size: 14pt;">PD :</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Yo también te quiero mucho y quiero tus
cuadernos y tu barco que vuela y tu prédica en el desierto y nuestras caminatas
por el oasis, Omar Bautista, cuando comprendíamos que no éramos egos separados
en mundos ajenos, sino que formábamos parte del Todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Te esperamos, Joe viene. Tu
casa estará es el sur de España, tus amigos estarán allí esperándote.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14pt;">Carlos Borsani</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Yo quería tomar trip y en los
días siguientes no podía dejar de pensar en eso. Pero no había forma, era muy
caro, y yo no tenia plata, nunca podría reunir el dinero necesario. Pero una
tarde estábamos solos en el departamento Gato y yo, y estábamos ansiosos y nos
aburríamos… Ella también quería tomar. Teníamos que hacer algo… Y fue entonces
cuando reparé en la extensa discoteca de Farolito y me puse a revisar los
anaqueles. Allí había viejos discos LP que nunca se escuchaban, infinidad de
viejos discos de folclore, muchos de tango y de música clásica. Deduje que eran
de la época careta de Hugo, porque ahora no escuchaba nada más que rockanrol.
Automáticamente fui apartando los LP que me parecía que se podían vender. Gato
me miraba sin comprender mientras yo formaba una pila de longplays, todo folklor,
todo tango, todo clásico, pura basura pensaba yo, lo que no es rock no es
música. Farolito nunca notaría la falta de esos vinilos. Se lo dije a Gato:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Los llevamos a una de esas
disquerías del centro y los vendemos y con lo que nos den nos compramos el
trip, ¿qué te parece?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Gato me miró como disfrutando
una travesura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- ¿Te parece?... -me preguntó
a su vez, pero yo ya estaba cargando la pila de discos y salimos para el
centro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Después llamamos a la loca del ácido por
teléfono y a la noche volvimos a lo de Farolito, muy animados, con la diminuta
pastillita anaranjada en el bolsillo de mi camisa. Hugo y los chicos salían en
ese momento todos juntos para un recital. Nos quedamos solos Gato y yo. Pusimos
música, partimos por la mitad la pastillita y la tomamos. Al rato enseguida
sonó el timbre. Era Kris y nos encantó verla llegar, tan vital y animada y sonriente, ya que ahora la
conversación estaba asegurada, porque Gato y yo nunca hablábamos demasiado,
pero Kris no paraba, y siempre estaba contando las anécdotas mas divertidas. Nosotros no
decíamos nada pero el trip empezaba a hacernos efecto, venía como por oleadas,
como una ola de calor que encendía todo con colores brillantes. Gato y yo nos
mirábamos y sonreíamos con tácito acuerdo, en tanto que Kris que no había dejado
de hablar ni un momento ahora nos contaba sus proyectos: terminaría de hacer la obra con el grupo y se iría a Londres, ya estaba tramitando
el pasaporte… y así pasaron un par de horas y estaba todo de lo mas psicodélico
hasta que sonó el maldito teléfono.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">¡Por qué tenía que atender yo?,
si yo jamás atendía el teléfono, nunca me gustó hablar por teléfono, nunca
supe, nunca quise… ¿por qué entonces había tenido que atender esa extraña
llamada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Yo no sabía bien quién
hablaba, era una voz de hombre, si, un tipo mayor, pero… ¿qué decía? Me costaba
entenderlo, yo estaba en ácido, pero él parecía estar borracho. Vacilaba y
había largos momentos de silencio al otro lado del tubo… Yo no sabía qué
decirle puesto que no encontraba la más mínima coherencia en sus palabras, pero
sin embargo no podía cortar. Gato y Kris me miraban intrigadas. ¿Con quién estaba
hablando? Yo trataba de encontrar algún sentido en las palabras del borracho.
Pensé que podía ser el Gallo, pero después me pareció entender que se trataba
de un amigo del Gallo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Yo te dije la
otra noche en el boliche… ¿no te lo dije?... que había que tener cuidado con
eso…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">¿Con qué?
–pregunté yo tratando de sonsacarle algo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">Dale… -me dijo el
otro- No te hagas el boludo que vos sabes bien…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">¿Qué?... si… si… claro -respondí ambiguamente yo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Pero él siguió riéndose,
recitando fragmentos deshilvanados de poemas y letras de tangos… Me pareció que
todo lo que decía se estaba tornando muy
tendencioso, porque poco a poco iba haciendo alusión a algo que yo todavía no
acertaba entender hasta que dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">Voy con el pibe…
lo espero abajo y subo con él…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">¿Adonde?...
–pregunté yo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">Arriba… -dijo él,
y agregó –así escuchamos esos viejos discos de tango que tenés… vos sabés…vos
sabés que yo sé… y mirá que esta vez te la sigo a muerte...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Solté el tubo del teléfono
que cayo al suelo. Estaba temblando. Gato y Kris me miraban
preocupadas… ¿qué me pasaba? Yo no podía hablar, temblaba y me contorsionaba,
me subió un sudor frío, todo se movía convulsivamente. Busqué mi campera y me
la puse, tomé mi bolso y comencé a salir. Gato y Kris seguían mis
movimientos sin dejar de preguntar:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">¿Qué pasa,
Omar?... ¿qué hacés?... ¿quién era el teléfono?... pero… ¿adonde vas?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Yo tenía que salir de allí,
tenía que huir, no sabía muy bien de quién pero lo mejor sería huir. Abrí la
puerta, salí corriendo del departamento y comencé a bajar las escaleras como si
me persiguiese la voz del teléfono, la voz de mi conciencia, mientras Gato y Kris iban detrás de mí, hasta
que en un descanso de las escaleras me alcanzaron y me atraparon, me abrazaron
estrechamente entre las dos mientras me acariciaban y decían:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">-
Calmate, Omar, por favor calmate.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Gato
miraba a su alrededor como cuando los gatos parecen mirar movimientos
invisibles en el espacio mientras Kris me abrazaba llorando y diciendo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">-
No te vayas, Omar, nosotras te queremos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/klTw94kTstg?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Volvimos
a entrar en el departamento. La puerta había quedado abierta, las luces
encendidas, el tubo del teléfono en el suelo… ¿Qué había pasado? Los efectos
alucinógenos del ácido se iban atenuando, se iban como habìan llegado en lentas oleadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Al
rato llegaron todos: Farolito, Tango, Graciela, Zombi, Noemí y el Peli… Y con
ellos estaba… ¡el hombre del teléfono! Era él, aunque no podía saberlo con
exactitud, un tipo mayor, de la edad del Gallo y parecía estar bastante pasado
de alcohol. Se había encontrado abajo con los chicos y Hugo había ido a comprar
unos vinos y unos trozos de asado para festejar el encuentro. Y ahí estaban
Hugo y el tipo cortando el asado sobre una tablita y tomando vino tinto y
conversando en un mismo lenguaje tanguero, poético y bastante incoherente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Yo
ya no tenía miedo, el ataque de terror había pasado, pero en cambio me sentía
avergonzado. ¿Cómo me había atrevido a vender esos discos? Había traicionado la
confianza de un tipo tan macanudo como Farolito. Pero no me atrevía a hablarlo
y afrontar el problema: en cambio, tenia la sensación que Hugo y todos mis amigos
sabían lo que había pasado… lo que estaba pasando, ya que desde siempre me parecía
que leían cada uno de mis pensamientos, y la actitud de mis amigos hacia mí
parecía decirme: ¡Basta de drama! Ya pasó… ya está… no exageres...pero guarda, que este juego
es a muerte. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Por lo demás yo no estaba muy seguro de lo que
había escuchado en el teléfono, era todo tan raro… tan ambiguo, pero de lo que
no me cabía ninguna duda era que la voz en el teléfono había hecho alusión a
“esos viejos discos de tango”…pero ¿eso qué tenía que ver? ¿acaso podría haber
hablado de todas las cosas menos de unos discos viejos? En tal caso hubiese sido igualmente sospechoso. Pero sin embargo no había nada raro en ese
hombre, aunque su voz en el teléfono me hubiese parecido el mismo demonio.
Sentado ahí, comiendo el asado jugoso sobre la tablita y tomando su tinto
parecía un tanguero trasnochado, o un paisano desorientado, y aunque no hubo
presentaciones enseguida supuse que debía ser un viejo amigo del Gallo y de la
familia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Hubiese
bastado que dijese: - Sacá esa música de locos, pibe, y poné algún tango… -
para que yo saliese aullando por las escaleras, pero no, no lo dijo, y en
cambio Forolito le mostraba ahora el último dibujo que estaba haciendo en el
cartón grande tirado en el suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">Muy bueno, pibe,
-decía el hombre del teléfono – pero explicame un poco de qué se trata…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">Es el Juego del
Chancho. -dijo Farolito con una expresión de tierna ironía - ¿ves?... acá en el medio está el Chiquero…
Y este es el Chancho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">¿Y todo eso
alrededor? -preguntó el hombre del
teléfono.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">Es el Pais del
Chancho. –dijo Farolito, y siguió explicando – Es como un juego ¿entendés?...
cada tanto el Chancho se escapa y todos tienen que correrlo hasta hacerlo
entrar otra vez en el Chiquero. La gente del país se aposta en lugares
estratégicos desde donde pueden espantar al Chancho. A veces si el Chancho no se
escapa ellos mismos lo sueltan para poder jugar. Hasta en remotas regiones se
conoce el juego y ya todos están alertados. En otros países también se juega el
Juego del Chancho. Ves, acá están representados todos los barrios porteños que
participan del juego. Aquí está la gente de Almagro, los de Caballito, estos
son los pitucos de Barrio Norte, y aquí está la gente de <st1:personname productid="La Boca" w:st="on">La Boca</st1:personname>, San Telmo y Palermo…
¿ves?... Nosotros estamos aquí fijate, calle Laprida, vecinos de Xul Solar, en
pleno barrio de Florida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Como
el estilo gráfico de Farolito no era netamente figurativo, el hombre del
teléfono miraba el dibujo como tratando de descifrarlo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">…
tal vez la figura central con infinidad de dientes y pelos erizados tuviese
alguna semejanza con el mencionado porcino y esas negras rayas obsesivas
parecían ser alambradas y caminos… y entonces esos garabatos infantiles como
insectos exasperados debían ser la gente del País del Chancho…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Cerca
del amanecer lo acompañamos hasta abajo para despedirlo. Lo saludamos en la
puerta del edificio y se fue dando tumbos en la oscuridad de la noche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Todos
volvieron a subir, pero Gato y yo nos quedamos tomando fresco sentados en el
umbral. Lentamente volvía la calma, la tempestad ácida estaba amainando. Tuve
una sensación de profunda paz y de super lucidez. En realidad podía ver con total
claridad en mi propia vida, ya que si la culpa se disolvía no podía haber
ningún sobresalto. Haber tomado esos discos no tenía nada de malo desde que
toda nuestra generación propugnaba por la abolición de la propiedad privada, la
propiedad privada es el verdadero robo habían señalado ya los hippies
parafraseando a Proudhon. Mis amigos bien podían tomar mis cosas como yo las de
ellos… trataba de auto-convencerme… todo estaba bien… y de veras que por
momentos lograba enfocar los hechos desde un ángulo donde estaba todo bien y no
había ningún conflicto. A la vez sentía que si lograba mantener ese enfoque de
la realidad toda mi vida se desarrollaría de manera armoniosa: pero,
precisamente, permanecer en ese punto de vista era el trabajo más difícil,
porque siempre tenía una imagen parcial e incompleta de los hechos y entonces
todo parecía sumamente complicado, y sin embargo era tan simple…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">En
un momento me pareció ver con claridad todo lo que tenía que hacer. ¿Qué estaba
haciendo en esa pálida ciudad?... con esos interminables rollos familiares; para colmo sin poder andar libremente por la calle, siempre perseguido por la policía,
agredido, drogado, reventado. Sin duda lo mejor que podía hacer era irme, irme
y</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;"> re-irme y reírme… arreglaría todo y no me dejaría enredar en mas nada, tenía
que tener ese único objetivo. Pensé en
Pipo que había desertado de la city y estaba en Capilla del Monte viviendo en
el rancho y trabajando en una panadería.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">Me voy a Brasil.
–dije como pensando en voz alta –ya no me banco esta ciudad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Como
el gato de Cheshire, Gato sonreía junto a mi.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">¿Y vos que pensás
Gato?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">No, nada… me
estaba acordando de un chico amigo que ganó el premio al mejor disfraz en el
carnaval de Río y dice que este año va a ir de nuevo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Insólito…
Gato podía llegar a salir con cualquier respuesta dadaísta… Pero aunque
pareciese delirante no lo era tanto desde el momento en que yo había estado el
año anterior en el carnaval de Río y ahora estaba pensando volver… Ella había
estado leyendo mis pensamientos…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Subimos
hasta el departamento tomados de la mano. Los demás estaban conversando
serenamente. La situación era difícil puesto que Gato y yo estábamos en ácido y
pretendíamos que no se diesen cuenta. Gato entró al baño y cuando salió después
de un largo rato fue notable su disimulada inquietud.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">¿Qué te pasa
Gato? –le preguntó Noemí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">No, nada –dijo
inaudiblemente Gato, pero después se acercó a Noemí y sentí que le decía: -no,
¿sabés qué?... que me miro al espejo del baño y veo esta mitad de la cara
diferente de esta otra mitad… pero muy diferente… ¿vos cómo me ves?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Noemí
la miró atentamente y al final dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt;">No, lo que pasa
es que todos tenemos una parte diferente de la otra, y creo que es</span><br />
<span style="font-size: 14.0pt;"> todo el
cuerpo, la mitad derecha levemente diferente a la mitad izquierda… y en la cara
a veces la diferencia es notable, una parte un poco mas alta o mas grande que
la otra… es eso… pero eso no tiene nada que ver… eso no quiere decir que uno
sea un monstruo esquizofrénico… ¿qué estás pensando Gato? …quedate tranquila,
vení, vamos hasta el espejo y vas a ver que yo también…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y desaparecieron frente al
espejo del baño. Como la puerta quedó abierta desde la sala podíamos verlas,
petrificadas frente al espejo murmurando quien sabe qué…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Lo que pasa es que somos
individuos, -dijo Farolito, - y INDIVI – DUO también quiere decir DUO –
INDIVISIBLE… somos la unión de dos
semejantes que no pueden separarse, y que además para romper la divina
simetría no son iguales sino levemente diferentes. Además como los comandos están
cruzados, el individuo derecho se maneja
desde el cerebro izquierdo y el izquierdo desde el derecho… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Siempre me pareció –dije yo
ya amaneciendo como para rematar la noche –que las personas que tienen un ojo
mas grande que el otro es porque son medio brujos, como Borges, o como Sartre, o como Luis Buñuel, por ejemplo, que tiene un
ojo que es como un periscopio… pero también es un fenómeno muy frecuente entre los alcohólicos
crónicos…creo...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y como siempre, nos dormimos
entrado el amanecer escuchando la
guitarra de Tango sonando suavemente en la habitación de al lado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/pQl6zt-iD3k?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> * <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> </span><span style="font-size: 14pt;">(continuará) </span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-79983711063166187572014-07-04T17:01:00.001-07:002014-10-22T02:35:56.451-07:00GENERACIÓN DESCARTABLE - (Segunda Parte)<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18pt;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcGoCgweelekH_yeAqg6UqIRnUsmDORCUdrqxoUhRqLgQxliNrsWTMtNI51sjPs3Xi6t8ZwqBP4k8QD8MUwsqhiCsmGAXTFTYc1dKskXw1esbzO-IwOzCx2UE04iNykCAAEjuX_eKUC7cq/s1600/farolito.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcGoCgweelekH_yeAqg6UqIRnUsmDORCUdrqxoUhRqLgQxliNrsWTMtNI51sjPs3Xi6t8ZwqBP4k8QD8MUwsqhiCsmGAXTFTYc1dKskXw1esbzO-IwOzCx2UE04iNykCAAEjuX_eKUC7cq/s1600/farolito.jpg" height="215" width="320" /></a></div>
<span style="font-size: 18pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18pt;">Capítulo 3</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">“FAROLITO”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18.0pt;"><span style="background-color: white; color: #141823; font-family: Helvetica, Arial, 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19.31999969482422px;">"los comensales persisten ataviados por el prestigio de no estar" - Olga Orozco.</span></span><br />
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18.0pt;">Quedé en encontrar al Peli Luis Alberto en Kalendar donde solíamos ir para visitar a Krishna el mendocino y a los Romero. La sede del sufismo en Buenos Aires había evolucionado mucho en<br />
los últimos tiempos: en la planta baja el local estaba repleto de la mercadería artesanal mas sofisticada de Oriente: metales, cerámicas, tejidos, ropa exótica; y en los pisos superiores, talleres, estudios y vivienda funcionaban a la perfección, cada vez con mayor afluencia de gente en los cursos y prácticas. Me gustaba verlos trabajar en los talleres. Nos sentábamos junto a Krishna en el<br />
taller de costura mientras él cortaba y cosía a máquina y conversábamos toda la tarde. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Nos encontrábamos con algunos conocidos que iban a las clases de movimientos o a las horas de meditación.<br />
Pero yo, por mi parte, no sentía interés concreto en conocer de qué se trataba toda esa enseñanza. Enseguida leí un texto de sufismo que me deslumbró: “Los Maestros de Gurdjieff” de Lefort, pero no se me ocurría entrar a trabajar en el grupo, puesto que nunca realicé prácticas concretas. Pero lo poco que había alcanzado a leer acerca del sufismo me parecía apasionante aunque no entendiese<br />
bien de que se trataba concretamente. Krishna me había dado a leer los “Textos Sufies” de Idries Shah y hasta Psicologia de <st1:personname productid="la Posible Evolucin" w:st="on"><st1:personname productid="la Posible" w:st="on">la Posible</st1:personname> Evolución </st1:personname>del Hombre de Ouspensky, y esos textos me habían impactado fuertemente, pero nunca recibí una propuesta concreta de integrarme al grupo de trabajo.</span><span style="font-size: 18pt;">Así que con el Peli pasábamos<br />
por Kalendar a ver a nuestros amigos sin involucrarnos demasiado en sus actividades esotéricas.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18pt;"> Salimos a la calle ya de noche y caminé junto al Peli sin que<br />
tuviésemos un lugar preciso adonde ir. Me gustaba caminar con él porque casi siempre iba cantando. Y esa vez iba cantando un tema del flaco que yo conocía bien:</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18pt;"> “Gabinetes Espaciales donde la gente va</span></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Los que llegan de <st1:personname productid="la Tierra" w:st="on">la Tierra</st1:personname> esos son los más<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Algunos saben por qué lloran<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Algunos quieren ver la
aurora…”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/HfVQ4A6HnUQ?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">En algunas calles la
resonancia de la voz del Peli era magnífica, entonces nos parábamos en un
pasillo desierto o en el hall de algún edificio a probar las diferentes
sonoridades de la voz. A veces encontrábamos extrañas resonancias como de
efectos especiales…Pero en la city no se podía estacionar mucho en ningún lugar
ya que el centro era peligroso para los desprevenidos, por la cana. Y también
era genial ir caminando por la vereda estrecha en una calle a contramano del
tránsito, con las luces de los autos dándonos en los ojos porque ese efecto nos
daba la sensación de estar protagonizando una vertiginosa filmación callejera
con un despliegue de luces inusitado. Pero lo más importante era andar cantando
o cantar andando. No sé bien por qué, pero nos llenaba de alegría ir pateando
el rockanroll por las calles del centro. El Peli entonaba perfecto y además se
sabía todos los temas de onda. En algunas frases yo me atrevía a unir mi voz al
canto y los resultados no estaban nada mal. Pero aunque sabíamos andar mucho
junto y nuestra comunicación era buena yo siempre podía ver su ser solitario,
sus hábitos vagabundos entrenado en el arduo aprendizaje de la calle, con su
insólita costumbre de hablar solo, pedir dinero o dormir en una plaza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Y sin duda el Peli había
pasado numerosas veces por esas experiencias, pero lo más divertido era que al
mismo tiempo había otra faceta de su personalidad que bien se podía calificar
de principesca. Desde ya era evidente su aspecto pulcro y refinado de
dandy-clochard, levemente abstraído. Muy blanco y rubión, de ojos celestes muy
claros y modales exquisitos, no daba la impresión de ser un vagabundo aunque
frecuentemente durmiese en los bancos de las plazas o en las escaleras de los edificios
de departamentos. Pero esos eran apenas sus períodos indefinidos entre otras
historias porque por lo general vivía en lujosas residencias con personas de
alto nivel social. Pero no era que se ocupase de “vivir” a la gente, eso no le
interesaba en lo mas mínimo. Creo que era simplemente que la gente lo amaba
instantáneamente y quería ayudarlo y protegerlo. Él establecía relaciones muy
profundas y sinceras con las personas con las que convivía y no solo recíbía
ayuda sino que también sabía dar algo siempre a cambio: amor, afecto, comprensión,
colaboración, imaginación… Y si bien es cierto que en esas relaciones muchas
veces se involucraba sentimentalmente, nunca engañaba a las personas y sabía
conservar su independencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Al doblar una esquina recordó
que podíamos ir a un boliche a ver cantar a Gugú. Era ahí no más, a pocas
cuadras de Callao en un bar muy pituco que acababan de inaugurar. Por supuesto
que el Gallo era amigo de los dueños y lo había invitado, así que no tendríamos
que pagar entrada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Nos sentamos en la mesa de
sus amigos y él me presentó:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 18.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 18.0pt;">Este es el Gallo,
ya sabés, el dueño del BarBarO… y ella es Gugú, su mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Ël debía andar por los
cincuenta, con cabellos plateados y perfíl de pájaro; mientras ella era una
especie de Juliette Greco aún más divina
que me dejó fascinado. Eran muy amables y adoraban al Peli que en ese
tiempo estaba viviendo en casa de ellos. En algún momento ella se levantó
naturalmente de la mesa, tomó una guitarra, se encaramó a una banqueta y
comenzó a cantar. Tenía una voz muy cálida y su repertorio incluía canciones de
protesta, de humor y… de amor. Cantó temas de compositores de vanguardia del Di
Tella como Jorge de <st1:personname productid="La Vega" w:st="on">La Vega</st1:personname>
y Pony Micharvegas. Con sobriedad y agudeza cantó un tema inolvidable:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18.0pt;">“Todo pasa, todo pasa,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Todo pasa, menos el amor.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/xc2PrWoRQUg?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">El tema hacía un análisis de
las diferentes formas de amar en cada década del siglo XX. Y cuando terminó la
actuación nos fuimos a su casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Era un amplísimo departamento decorado con
mucha originalidad. Allí se unían los elementos antiguos con los más modernos.
Pinturas y esculturas de vanguardia con ambientes hipersofisticados y pesados
muebles antiguos. En el living había un bar con una vieja caja registradora, alfombras
espesas y sillones muy confortables, y toda una pared estaba ocupada por un
formidable retrato del Gallo y Gugú realizado por un conocido artista pop. Luis
Alberto me llevó hasta un salón. Allí el piso estaba por abajo del nivel y era
como una inmensa piscina toda forrada de piel blanca con almohadones coloridos
distribuidos por todas partes. Las luces producían alucinantes efectos óptical
y el equipo de sonido era fabuloso, escuchábamos a los Who como en vivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">- Cuando Tango vino aquí, -me
dijo el Peli –se puso a gritar y a saltar y a rodar por todas partes. Se volvió
loco de alegría y no podía parar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Gugú enseguida se fue a
dormir, pero con el Gallo y el Peli nos fuimos al estudio a quemar un poco de
hierba… Me senté frente al tablero de dibujo y el Gallo me dio papeles
lindísimos y fibras de colores. Nos pusimos a conversar mientras fumábamos y al
rato él se fue a dormir. Con Luis seguimos dibujando y después él también se
retiró vencido por el sueño. Seguí dibujando encantado con el papel tan fino y
los colores y en algún momento apareció el Gallo, desnudo, salido de su cama
para recordarme que ahí en la cajita china estaba el grass y que podía armarme
todo lo que quisiese. Así que pasé aquella encantadora noche dibujando y oyendo
música y de vez en cuando armando un join para seguir dibujando la noche... <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Y nos fuimos a media mañana
luego de un desayuno con una amable conversación donde Gugú dijo tal vez sin motivo aparente:<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 18.0pt;">- Un día montó a caballo y viajó lejos conociendo a gente maravillosas y viviendo aventuras extraordinarias...</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18.0pt;">Anduvimos dando vueltas por
la city y parándonos a tomar sol en cada plaza hasta que al anochecer el Peli
me dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">- Ahora quiero que conozcas
al hijo del Gallo, a Hugo, Farolito. Vamos para su departamento. Vas a ver lo
que es, te va a encantar…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Si, el departamento de Hugo
en la calle Laprida…</span><br />
<span style="font-size: 18.0pt;"> (Pienso que aquí el relato tendría que convertirse en un
texto teatral, porque siempre relacioné con un juego escénico todo lo que
pasaba en el departamento de Hugo). </span><br />
<span style="font-size: 18.0pt;">Caminamos hasta Pueyrredón y Las Heras y de
allí unas pocas cuadras por Laprida y el Peli se detuvo en la puerta de un
edificio de departamentos y llamó por el portero. Había anochecido y los altos
y frondosos plátanos formaban un túnel sobre la calle empedrada. Nos atendió
una voz metálica preguntando quién era.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">- Soy yo, el Peli, estoy con
Omar, un amigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Y la puerta se abrió. Subimos
al tercer piso sin ascensor y la puerta del departamento se abrió
inmediatamente. Hugo era muy flaco y blanco, de aspecto nervioso y ojos orientales
detrás de sus gruesos anteojos y unos pelos afro amarillos quemados muy
eléctricos que parecían un farol encendido sobre su cabeza. Vestía unos jeans
alicaídos, descalzo y el torso desnudo… y desde un primer momento no quiso
verme, ni me miró, solo tenía ojos para el Peli mientras le decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">-¡Qué bien que viniste, tenía
ganas de verte… -y se apartó para dejarnos pasar. –Hola –me dijo distraídamente
sin presentación. Y adentro en su equipo de música sonaban los “Sueños Dorados”
del Abby Road de los Beatles recién editado.</span><br />
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/-kjfeXv4Zmg?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18.0pt;"> Era un departamento chico en donde
el lugar principal sería siempre ese living rectangular con su ventana al fondo
y sus puertas, a la cocina, al baño y a la habitación contigua. En la sala
había una cama chica que se hacía sofá, el tablero de dibujo con su alta
banqueta, el equipo de música, un par de esteras en el suelo con algunos
almohadones, libros por todas partes… y el maldito teléfono.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">El tablero de dibujo estaba
fuertemente iluminado por una lámpara de brazo móvil direccional y era evidente
que hasta ese momento Hugo había estado dibujando. Ocupó su lugar en el alto
taburete y el Peli y yo nos acomodamos en los almohadones sobre las esteras del
piso. Hugo no me miraba ni me dirigía la palabra en ningún momento, en cambio
mantenía una comunicación muy amable y agradable con el Peli. Sin dura estaría
contrariado porque el Peli había llegado acompañado, pero no era mayor problema
porque podía hacer como si yo no existiera para él. Es cierto que en gran parte
estaba también mi actitud paranoíca y catatónica de aquellos tiempos, porque el
caso es que yo tampoco trataba de intervenir en la conversación. Ellos hablaron
de diversos temas hasta que la charla se centro en su padre, el Gallo y su
relación con Hugo. Tenía una actitud muy crítica y divertida con respecto a su
padre, aunque no exenta de cariño, pero daba la impresión de ser más una
relación entre camaradas y amigos que entre padre e hijo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Fumamos un poco mientras el
Abby Road giraba indefinidamente en el equipo. Varias pinturas de gran tamaño
colgaban de las paredes, y el motivo era muy similar en todas: la sombra de un
cuerpo con sombrero en tonos negro oscuro atravesado por líneas ondulantes de
colores luminosos. Era como si en un mundo de sombras lo único vivo y luminoso
fueran esas líneas ondulantes de los sentidos, porque en el contexto oscuro del
cuadro aparecía en uno como un rayo verde, en otro como un resplandor violeta y
en otro como un relámpago amarillo. Casi todos los cuerpos tenían sombrero como
una prolongación natural de la cabeza, pero no había ninguna diferenciación, no
había ojos, ni bocas, ni orejas, eran sombras idénticas, solo sombras humanas,
solo cabezas borrosas y esas líneas luminosas, casi sonoras, como prefiguración
de lo visual.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Mientras tanto Hugo se había
puesto a dibujar y yo lo observaba. Bajo el poderoso haz de luz de la lámpara
me llamaba la atención su pelo amarillo electrificado que flotaba sobre su
cabeza como una nube de oro iridiscente. Su movimiento nervioso de acomodarse
los anteojos sobre la nariz a cada momento imprimía a su rostro un gesto de
analítica crueldad. Por momentos hablaba muy rápido casi sin mover los labios y
en un tono muy bajo, lo que exigía prestar una mayor atención a sus palabras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">El Peli fue hasta la cocina a
preparar unos tes. Era tarde… nos podíamos quedar a dormir ahí ¿verdad? Hacía
calor y el Peli preguntó si no había problema en desnudarse. Claro que no.
Sabía que podía hacer todo lo que quisiese en su casa. Por lo que el Peli se
quitó la ropa y tomó el té desnudo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">- Soy nudista –decía el peli
como subrayando su acción inspirada tal vez en los multitudinarios desnudos de los hippies en el festival de la Isla de White.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Al rato Hugo dejó de dibujar avisando que se
iría a dormir a la otra habitación. El Peli puso un pañuelo sobre la lámpara y
la luz se atenuó con un suave tono azulado. Se tendió sobre la estera con
algunos almohadones. Si yo quería podía dormir en el diván, pero yo me puse a
mirar un catálogo de pintura y al amanecer me dormí sobre la estera junto al
Peli.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Y me instalé, me quedé a
vivir ahí, a mi manera, es decir no en forma permanente pero sí durante largas
temporadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">El departamento de Farolito
era el lugar más insólito que se pueda imaginar, tal es así que extrañamente
los muebles y los objetos cambiaban todos los días de lugar y nada permanecía
nunca en el mismo sitio. La cama ocupaba cada día una orientación diferente, lo
mismo que el tablero de dibujo, las esteras y los cuadros. La distribución de
los cuadros era lo que mas variaba, porque siempre aparecían bastidores nuevos
con nuevas pinturas que como una exposición interminable cubrían las paredes de
las habitaciones. Y siempre se buscaban nuevos efectos en la decoración del
ambiente, y hasta una vez, el diván dejó de recorrer las innumerables
posiciones junto a las paredes y fue ubicado exactamente en el medio de la
habitación. También los diferentes efectos de luz daban un aspecto cambiante al
ambiente y uno tenía siempre la impresión de estar cada día en una casa
distinta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Además el departamento de
Farolito era el lugar de encuentro y reunión de sus numerosos amigos. Hugo
vivía rodeado de amigos. Siempre había con él un grupo de personas, siempre
alguien estaba por llegar, a cada momento alguien se iba. Era un lugar muy
transitado, parecía un aeropuerto y en los diferentes ambientes se establecía un complejo tránsito.
Siempre había dos o tres amigos charlando y tomando mate en la cocina. Otro
grupo dibujando y escuchando música en la sala. Otros leyendo o durmiendo en la
otra habitación. Y el simpático desfile no paraba nunca ni de día ni de noche.
A cualquier hora sonaba el maldito teléfono para avisar que alguien vendría… y
siempre había alguien que traía grass. Pero en cambio nunca se cocinaba en el departamento, porque Hugo salía a comer
a la casa de su madre y salvo el té o los mates o unos vasos para cerveza o
gaseosa, no había otros elementos de cocina en la casa. Se decía que era
preferible, porque los lugares donde se preparan comidas se tornan
insoportables de sucios, en cambio ese lugar era limpio y despojado de
elementos innecesarios, era mas un atelier que una vivienda. Lo único importante eran los efectos visuales de la
cambiante decoración, la música todo el tiempo, la luz, las pinturas, los
libros, las apasionantes conversaciones, las continuas visitas de los amigos…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Cuando desperté aquella
primera mañana oí un rasguido de guitarra. Me asomé a la habitación contigua y
los vi sentados frente a frente junto a la ventana ensayando unos temas en la
viola: Hugo… y Miguel.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Miguel le pasaba unos tonos
de un tema de Pappo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">“Luz que alumbra mis sentidos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Nunca imagine<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Que no me podrían alcanzar…”<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/06IxzjgNsAM?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Hugo practicaba la posición
de los dedos sobre el diapasón y entonaba. Tenía una hermosa guitarra con
cuerdas de acero. Me pareció extraño verlos juntos. Ignoraba que fuesen amigos
y ahí estaban frente a frente, blanco y negro… Sentí que fluía entre ellos una
fuerte corriente inteligente. Se comunicaban con un lenguaje super acelerado y
se reían juntos bajo el sol de la mañana que entraba por la ventana. Sus movimientos
eran ágiles y nerviosos. Estaban vestidos con ropas muy coloridas y Hugo se
había ajustado una faja indígena tejida color violeta alrededor de la cabeza.
Mientras hacían música y conversaban tomaban mate. El Peli se paseaba desnudo
pero calzado en sus botitas beat de altos tacos tejanos, abstraído de su
hermoso cuerpo blanco donde su sexo parecía un delicado pimpollo rosado. Ahí
estaban ya despiertos mis amigos, y yo también estaba ahí, aunque Hugo no me
viese. No me hablaba, y yo tampoco le hablaba y trataba de pasar desapercibido.
Miraba a la gente, escuchaba sus conversaciones pero casi nunca hablaba ya que
sabía por experiencia propia que a hablar y a rascar todo es empezar, que luego
no sabría parar y que al final hablar era hablar para no decir nada. Si tomaba
algún estimulante me ponía a dibujar, o a escribir, o a leer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Dibujaba mucho. En la casa
siempre había un grupo de personas dibujando. En el tablero bajo la fuerte luz
de la lámpara, o por los rincones, y hasta en el suelo. Hugo también hacía
interminables dibujos a la tinta sobre inmensos cartones. Entonces dibujaba
durante toda la noche. Una noche que por casualidad no había venido nadie a
visitarnos y la casa estaba extrañamente tranquila y silenciosa, me senté junto
a él frente a la mesa de dibujo y me puse yo también a dibujar con unas fibras
sobre mis papeles. Noté que Hugo dibujaba febrilmente. Era esa hora alta de la
noche que se alarga antes del amanecer y que da la sensación de ser
interminable. El dibujo de Hugo era laberíntico, con fuerte influencia del
cómic dibujaba miles de personajes y situaciones. Su mano segura con la
rapidograf de punta gruesa se movía velozmente de un lado a otro de la
superficie del cartón. Yo por mi parte dibujaba sobre papel transparente con
fibra negra. Yo veía su dibujo como sin duda él veía lo que yo dibujaba. No
hablábamos, pero yo intentaba decirle que estaba junto a él, que aunque él no
me viese yo igual estaba ahí con él en medio de la noche. El parecía percibir
mi pensamiento sigilosamente y cuando el amanecer comenzó a clarear en la
ventana soltó la lapicera, se sacó los anteojos y frotándose los ojos con los
dedos dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">- Estoy cansado, mis ojos ya
no dan más. Me voy a dormir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">A mi me parecía que a veces
él se refería a mi de manera encubierta. Si durante una conversación con el
Peli, por ejemplo, hablando de álguien, Hugo preguntaba:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">- ¿Quién es?... –yo suponía
que estaba inquiriendo para saber quién era yo realmente. Yo pensaba que Hugo se
preguntaría qué estaba haciendo yo ahí y lo peor es que yo no hubiese sabido
responder a esa pregunta. Como él nunca se refería a mi yo creía que lo hacía siempre y en
forma indirecta. Hasta que poco a poco me fui dando cuenta de que tal vez hablaba
solo de mi, y que siempre, en cualquier caso hacía alusión a mi, se refería
solo a mi.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Yo tenía la sensación de que
él leía en mi mente y en mis pensamientos. Sabía y enunciaba en sus
conversaciones todo lo que yo hacía, pensaba y deseaba como si hablase de otro.
Pero por lo demás nunca me hablaba, en cambio para mi yo era el todo al que
tácitamente se aludía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Empecé a conocer a sus amigos más íntimos. Los
que más tiempo lo acompañaban eran el Zombi y Noemí. El Zombi era un muchacho de
aspecto lánguido de largos pelos lacios y mirada divagante que hablaba en un
tono arrastrado como entre dormido; y su novia Noemí era como un patito feo a punto
de transformarse en cisne, con una intensa afectividad a flor de piel, muy
pálida, con ojos saltones y pelos alborotados. Estaban siempre juntos y ella
era muy graciosa para contar largas historias interminables, y era observadora muy aguda con un fuerte
sentido crítico. Solían llegar y se encerraban en la cocina y entonces no se
podía entrar ahí. A veces discutían y se peleaban y siempre estaban viviendo
una historieta de peleas y reconciliaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">También venía muy seguido el
primo de Hugo, un muchacho de veinte años que hacía la colimba y estaba pelado
pero que aprovechaba cada salida para ir a lo de Hugo a drogarse un poco, poner
música de The Doors en el tocadiscos todo el tiempo y enfurecerse contra el
maldito sistema y el servicio militar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">También estaba el otro primo
que era un tipo muy creativo que hacía trabajos de diagramación para tapas de
libros con ilustraciones. Tenía un taller de imprenta y además era actor.
Siempre estaba muy atareado y pasaba por el departamento como una luz varias
veces al día. Y a veces venía también
por un par de horas el mismo Gallo a ver a su hijo y tal vez a constatar
que todo andaba bien en la casa. Se sentaba junto a Hugo a charlar tomando
mate, se fumaban unos porritos y después se iba. Y nos daba mucha tranquilidad
y confianza sus periódicas visitas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Además, poco a poco empezaron
a llegar al departamento de Hugo ¡todos mis amigos!: Gato, Tango, Renée, <st1:personname productid="la Polaka" w:st="on">la Pola</st1:personname>… y todo el mundo se
instalaba, ya éramos un campamento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Tango llegó como siempre
pidiendo plata para pagar un taxi que había dejado esperando abajo y se instaló
como para siempre. Desde entonces la habitación de Hugo pasó a ser la pieza de
Tango y el panorama cambió mucho, porque la habitación ya no conservaba el
orden aséptico de Hugo porque ahora el colchón estaba en el suelo y había un
revoltijo de ropa por todas partes junto a vasos y platos con restos de comida
y abundancia de revistas comics de historietas. Y al largo desfile de visitas
se sumó la de la mamá de Tango que venía
a traerle la comida y a verlo un par de veces a la semana para asegurarse que
estaba bien y que no había caído preso otra vez como siempre. Entonces se
sentaba junto al colchón donde Tango leía una revista, desplegaba su paquetito
con milanesas y huevos duros y frutas, cebaba unos mates con el agua del termo,
charlaba un rato con su hijo y después se iba. Y si ella no podía venir era la
hermana de Tango la que le traía la vianda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Gracielita también venía con
frecuencia. Una tarde que estábamos con Hugo y el Peli, llegó, se puso en tetas
con un chaleco afgano precioso, se tendió en el diván y nos contó que estaba
trabajando con el Grupo Lobo en “Tiempo de Fregar”. Nos decía que la obra era
muy loca y que hacía una crítica sumamente cruel de las costumbres de la clase
media.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> El Grupo ensayaba en una casona de la avenida
Pueyrredón donde vivían todos juntos. Me llevó a conocerlos. En un gran salón
vacío con lustroso piso de madera los actores enfundados en sus mallas de baile
hacían un ejercicio de improvisación. Flaco, alto y muy versátil Traffic se
arrastraba por el suelo recorriendo todas las posibilidades del espacio en
medio de un largo mónologo improvisado. Su cuerpo adquiría las formas más
insólitas y su voz buscaba los tonos más originales. En ese ensayo estaban
Robertino y Kris y cuando terminaron de ensayar nos fuimos a una habitación
del fondo y Traffic se puso a armar unos joins y las chicas le pidieron que
imitase el estilo exquisito y afectado de Norberto, que no estaba en ese
momento. Fumamos esa hierba y enseguida las imitaciones de Traffic fueron
graciosísimas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Yo estaba sentado sobre un
colchón en el suelo con Gracielita y Kris. Ellas decían que tenían hambre,
que les había “pegado de hambre” y Kris en quien yo había descubierto los ojos verdes más
preciosos que se pudiesen imaginar, buscó entre sus cosas hasta dar con un
paquete de galletitas y una latita de paté de foie. Abrió el paquete de
galletitas, pero no había abridor para la lata, ni llave ni abrelatas. Era todo
un dilema. ¿Qué se podía hacer?... entonces Kris decidió que había una sola
forma. Con un cuchillo de punta perforó la lata y después manipuló cortando
hasta abrirla. El proceso fue complicado y todos seguíamos las alternativas de
sus movimientos entre divertidos y expectantes hasta que finalmente lo logró,
abrió la lata y dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">- ¡Listo, ya te abrí ¿viste?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">… y en ese momento me dí
cuenta que ella era sensacional, porque comprendí que me había abierto a mí,
que desde ese momento nos conocíamos y que ella acababa de entrar en mi vida.
Era pequeña y bien proporcionada, frágil pero fuerte, y bella como una muñeca
de cajita de música. Pelos finos y lacios, casi sin tetas como un adolescente
andrógino y un lenguaje directo de originalidad inagotable. Y como mis grandes
amigos, conversadora interminable: Kris…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Yo acostumbraba tomar
cualquier pastilla estimulante. Una tarde en el departamento de Hugo alguien
apareció con unas pastillas nuevas envasadas en una larga tira de celofán;
sobre el envase de cada pastillita se leía la palabra “Pervitín” en letras
verdes transparentes. Tomamos unas cuantas y fue la primera vez que hablé con
Hugo. Estábamos tirados en el piso dibujando y no se cómo hice para romper el
bloquéo que nos mantenía incomunicados, pero lo nombré, lo llamé por primera
vez y por su apodo: Farolito, y cuando me miró con sus inquietantes ojos
orientales desde detrás del grueso aumento de sus lentes, le dije como si fuera
para mí una necesidad imperiosa:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">-…¿puedo tocarte el pelo?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Entonces me miró sonriendo y
dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">- Claro, tocalo si tenés
ganas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Y yo mismo presencié
asombrado como mis manos liberadas de mi autocontrol se acercaban lentamente a
su cabeza hasta tocar sus extraordinarios pelos. Y oí asombrado mi propia voz
que ya no parecía mi voz cotidiana, porque ahora era una voz más profunda y mas
significativa que decía con la mayor espontaneidad:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">- …¡cómo me gusta tu pelo!...
–desde que lo había visto por primera vez cuando me habían parecido los pelos
de un ángel, muy diferentes a los “cabellos de ángel” de las sopas, porque
estos eran los pelos de un ángel loco muy osado que había metido los dedos en
el enchufe de la gran energía universal… y mientras decía todas esas pavadas
que Hugo escuchaba con un gesto entre divertido y burlón, mis manos y mis dedos
temblorosos recorrían la aureola áurea de su pelo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">- ¡Es sensacional… –le dije
-…como un hongo atómico!...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjS1YhF0E7zTpIliTvvirfVeRxeUBCF-P8nD-BnYwiSajVWDHYcuLfeoP-3usY2MHucjllu4QNbR3gyX3MVAg0AUoitiLcxyqp4p24jyOVLGZ3CKJuOXs4Bhj4LgWjHa6QNUVcULxrYX9Ii/s1600/sain+tropez+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjS1YhF0E7zTpIliTvvirfVeRxeUBCF-P8nD-BnYwiSajVWDHYcuLfeoP-3usY2MHucjllu4QNbR3gyX3MVAg0AUoitiLcxyqp4p24jyOVLGZ3CKJuOXs4Bhj4LgWjHa6QNUVcULxrYX9Ii/s1600/sain+tropez+3.jpg" height="222" width="320" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<st1:personname productid="La Cote" w:st="on"><span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span></st1:personname>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLcVeEw_BxXlpLNBCs1zQj-Ww5k__5ZKalr2roluHAnFWilCZw7OwBnOmfbC0sNyJbaqMBLUJ4XjO9dxc3WK_S46fi4CNL3rgS7S1hFxY5d2bRMSxULSrIGc92ORKgqeCNJUsStwdidRBF/s1600/sain+tropez+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLcVeEw_BxXlpLNBCs1zQj-Ww5k__5ZKalr2roluHAnFWilCZw7OwBnOmfbC0sNyJbaqMBLUJ4XjO9dxc3WK_S46fi4CNL3rgS7S1hFxY5d2bRMSxULSrIGc92ORKgqeCNJUsStwdidRBF/s1600/sain+tropez+2.jpg" height="225" width="320" /></a></div>
<st1:personname productid="La Cote" w:st="on"><span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span></st1:personname>
<st1:personname productid="La Cote" w:st="on"><span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span></st1:personname>
<st1:personname productid="La Cote" w:st="on"><span style="font-size: 18.0pt;"><br /></span></st1:personname>
<st1:personname productid="La Cote" w:st="on"><span style="font-size: 18.0pt;">La Cote</span></st1:personname><span style="font-size: 18.0pt;"> dÁzur – Saint Tropez – <st1:personname productid="La Nuit" w:st="on">La Nuit</st1:personname> – 2 de Julio de 1970.-<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Querido Omar:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> ¿Cuándo vas a
venir?... ¿Eh? Vos naciste para la libertad y para contemplar paisajes
demasiado hermosos. Creo que aquí encontrarías los decorados convenientes y
relaciones maravillosas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> ¡Deja que el mundo pueda
amarte como te mereces!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">¡Ven! ¿Estás hermoso como
siempre? ¿O más aún? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;"> Hasta el diez estoy en
Saint Tropez; y luego voy a Italia, donde puedes escribirme a Roma – Correo
Central – Poste Restante. Hasta fines de Agosto. ¡Hazlo pronto! Para vivir no
creo que tendrías problemas. Es fácil subsistir (además con lo poco que
comemos!) Los primeros días de Setiembre vuelvo a París. No te olvides de mí,
pues te quiero mucho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">Juanito<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 18.0pt;">(continuará)<o:p></o:p></span></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
</div>
</div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-38502025089316751802014-04-25T17:56:00.001-07:002014-04-26T07:12:15.579-07:00.GENERACIÓN DESCARTABLE - (Segunda Parte) <div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Capítulo 2</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">LOS CHICOS PERDIDOS<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6hzLulByOdcbOp3U5tHrIbm_JfFgfzznLVGQuyL1F0NVwvm6q0rYdrUdxx92OspYTLRC1025-2Gqo0oXVvLyPAKRWVL4YCj4BeFV3rsbtTOAbC74obbh1CRREzkJzXxP_7-ku3SDtMp8K/s1600/chicos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6hzLulByOdcbOp3U5tHrIbm_JfFgfzznLVGQuyL1F0NVwvm6q0rYdrUdxx92OspYTLRC1025-2Gqo0oXVvLyPAKRWVL4YCj4BeFV3rsbtTOAbC74obbh1CRREzkJzXxP_7-ku3SDtMp8K/s1600/chicos.jpg" height="259" width="320" /></a></div>
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 16pt;"><span style="background-color: white; color: grey; font-family: Helvetica, Arial, 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 12px; line-height: 15.359999656677246px;">Un jour on tuera tous les miroirs, et alors on verra. - Julio Cortazar</span></span><br />
<span style="font-size: 16pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 16pt;">Pasé unos días en casa</span><span style="font-size: 16pt;"> </span><span style="font-size: 16pt;">durmiendo y alimentándome bien y una noche</span><br />
<span style="font-size: 16pt;">
vino Pipo y entonces me contó que Junco había muerto. Hacía meses que se habían separado y no sabía muy bien cómo había sido... no estaba muy claro, parece que estaba borracha, alguien le había prestado un auto, iba manejando por la ruta en Capilla del Monte y se estrelló contra un árbol... pero él ya no<br />
estaba triste ahora, esa había sido la modalidad de ella de irse, de dejarnos,<br />
así, violenta, impetuosamente como había vivido. ¿Había sido un accidente o una determinación? Ese misterio que nunca llegaríamos a conocer también había sido parte de su modalidad. Habiendo creado un universo misterioso se iba de acuerdo a las leyes de su propio juego. Pero para mi no se había suicidado, si lo hubiese elegido se habría desbarrancado, pero nunca impactando contra un árbol…</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Escuchamos música y cada cosa nos traía el recuerdo de Junco. Pipo me traducía la letra de “Ella se vá de casa”, el formidable tema de los Beatles. </span><br />
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/ekEEkDa8p40?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<span style="font-size: 16.0pt;">Oímos también el tema de los Jefferson que nos gustaba tanto: “Comin´ Back to Me”, y nos quedamos conversando hasta muy tarde. Yo le contaba de mi viaje a Brasil; él había traído sus marcadores de colores y nos<br />
pusimos a dibujar. En un sobre de carta dibujó una mano con un ojo en la palma y un rayo cayendo. Alrededor escribió con diferentes colores “Los Chicos Perdidos” y después, en una hoja de cuaderno escribió:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKfFeB5kDq-U4piZPkba36EK6rzyrC8aq8PhAAxEg_GiayCbMeIZBxiMSOJQljW6HZEOmtHfNmAObrqjc2PWfA-cgawwLVesM4xfe4qFgh0mDbLTjAClihRPG00GpQUMDuLsuQrqjH9xBK/s1600/chicos+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKfFeB5kDq-U4piZPkba36EK6rzyrC8aq8PhAAxEg_GiayCbMeIZBxiMSOJQljW6HZEOmtHfNmAObrqjc2PWfA-cgawwLVesM4xfe4qFgh0mDbLTjAClihRPG00GpQUMDuLsuQrqjH9xBK/s1600/chicos+2.jpg" height="212" width="320" /></a></div>
<span lang="EN-GB" style="font-size: 16.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;"><br /></span>
<span style="font-size: 16pt;">“Please dont dismise my case. When that steamboat wistle blows I´m gonna give you all I got to give, and I hope you receive it well, defending on the way you feel that you live.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-GB" style="font-size: 16.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">Anyone can fill his life with things he can see but just can´t touch.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-GB" style="font-size: 16.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">Please hear these words that speak dear laulord.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Traduzco por aproximación ya<br />
que hay palabras que no encuentro en ningún diccionario:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Por favor no ignores mi caso.<br />
Cuando suene la sirena de este barco voy a darte todo lo que yo puedo dar, y espero que lo recibas bien, defendiendo lo que sientas que está vivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Nadie puede llenar su vida con cosas que<br />
puede ver, pero que no puede tocar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Por favor oye estas palabras querido señor.”<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="https://ytimg.googleusercontent.com/vi/1Z1mPEDDg_g/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="https://youtube.googleapis.com/v/1Z1mPEDDg_g&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="https://youtube.googleapis.com/v/1Z1mPEDDg_g&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Mas tarde conseguí que agarrase la viola y que hiciese algo de música. Improvisó un tema donde había que “girar y girar dando vueltas y vueltas en el viento”...</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Y cuando dejamos de cantar en medio de la noche el profundo silencio que siguió al canto nos provocó una risa infantil incontenible. Así que tomamos los marcadores de colores y sin parar de reír dibujamos una espiral infinita, interminable sobre la pared, una espiral que iba avanzando y girando por toda la habitación, estrechándose y ensanchándose y cambiando de colores, subiendo y bajando y avanzando, siempre avanzando y desenvolviéndose a través de movimientos circulares. Pintamos la pared hasta que se gastaron todos los marcadores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Entonces súbitamente se me ocurrió que era el momento oportuno para hacer una mancia. Tomé el libro de Borges de Los Seres Imaginarios y abriendo sus páginas al azar dejé caer mi dedo y leí donde señalaba:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> “…después irán despertando las demás formas.” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Tuve que leer el párrafo entero para comprender el significado de la frase:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">“En el tiempo del Legendario Emperador Amarillo el mundo de los espejos y el mundo de los hombres no estaban como ahora incomunicados. Eran además, muy diversos; no coincidían ni los seres ni los colores, ni las formas. Ambos reinos, el especular y el humano, vivían en paz, se entraba y se salía por los espejos. Una noche, la gente del espejo invadió la tierra. Su fuerza era grande, pero al cabo de sangrientas batallas las artes mágicas del Emperador Amarillo prevalecieron. Este rechazó a los invasores, los encarceló en los espejos y les impuso la tarea de repetir, como en una especie de sueño, todos los actos de los hombres. Los privó de su fuerza y de su figura y los redujo a meros reflejos serviles. Un día sin embargo, sacudirán ese letargo mágico. El primero en despertar será el Pez. En el fondo del espejo percibiremos una línea muy tenue y el color de esa línea será un color no parecido a ningún otro. Después irán despertando las otras formas. Gradualmente diferirán de<br />
nosotros, gradualmente no nos imitarán. Romperán las barreras de vidrio o de<br />
metal y esta vez no serán vencidas. Junto a las criaturas de los espejos<br />
combatirán las criaturas del agua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> En el Yunnan no se habla del Pez sino del "Tigre del espejo". Otros entienden que antes de la invasión oiremos desde el fondo de los espejos el rumor de las armas.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">“Después irán despertando las demás formas.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Nos dormimos al amanecer.<br />
Poco después desperté a media mañana. Algo milagroso me había arrancado de lo profundo del sueño. Me incorporé sobre la cama y miré a Pipo junto a mí. Dormía profundamente boca arriba. La habitación estaba completamente en penumbras porque habíamos cerrado todas las ventanas para poder dormir, pero por alguna rendija se filtraba en la cámara oscura un fino, hermoso y polvoriento rayo de sol. Y ese rayo luminoso caía justo en la palma de la mano entreabierta de Pipo dormido. Lo contemplé admirado y tuve de pronto una fugaz inversión de sentidos: me pareció que en realidad el rayo de luz brotaba de la palma de la mano de Pipo, lograba salir por algún intersticio de la ventana cerrada y materializarse a millares de kilómetros más allá, en la esfera incandescente del sol de nuestro sistema planetario. Me sacudió una fuerte sensación de magismo revelado...revelador. Y permanecí así largo tiempo recordando la música de la noche anterior. Recordando cómo él mismo había dibujado todo eso: una mano abierta con un ojo en la palma de donde surge un rayo luminoso... Los Chicos Perdidos...Y cuando luego de un tiempo que me pareció eterno, la luz del sol bajó de su mano y empezó a desplazarse sobre las mantas, sonreí al recuperar el sentido habitual de todas las cosas y recién entonces volví a sumergirme en el sueño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Pasamos el resto del día leyendo y charlando.</span><br />
<span style="font-size: 16.0pt;">Mis viejos no hacían historia cuando venía Pipo. Les caía simpático y lo estimaban, entonces podíamos estar tranquilos. Por la noche Pipo me dijo que había un recital de Tanguito en una sala cerca de Congreso. Me vestí especialmente para la ocasión: un pantalón de corderoy grueso color marrón, una camisa amarilla con cuello Mao y mis zapatitos estilo Muriel. Toda una ropa muy hermosa que había traído de Brasil. Los zapatos habían sido un verdadero hallazgo. Eran como esos zapatitos tan bonitos y tontos<br />
que usan las niñas en edad escolar: negros y de punta redonda con una<br />
presilla cruzando por encima del empeine para abrocharse en un botoncito redondo como un ojo de pájaro. Los había encontrado en una mesa de saldos, muy baratos, y no pude resistir el llevarlos conmigo. Recordaba que Muriel, la protagonista del film under del nuevo cine americano “David y Lisa” usaba unos zapatos iguales. Era la historia de una adolescente esquizofrénica en una clínica psiquiátrica que cuando transitaba la personalidad de la encantadora Muriel no podía evitar el hablar en versos rimando exquisitamente las palabras. Y justamente se enamoraba de un chico paciente también de la clínica que sufría el mismo delirio del Licenciado Vidriera: se creía de cristal y no soportaba que nadie lo tocase porque temía romperse.. En una escena magistral ella lo persigue lentamente tratando de tocarlo con la punta del dedo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Terminé de vestirme y me maquillé frente al espejo de mi habitación tal como me había acostumbrado a hacerlo en Río de Janeiro… Un maquillaje<br />
ligero: un poco de sombra sobre los párpados, labios lívidos y una fina línea<br />
azul bajo los ojos. Me envolví en mi capa de paño azul símil Oscar Wilde y<br />
salimos a la fresca noche otoñal… a tomar no una carroza sino un simple colectivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">- Parecés una puta cara. –me dijo Pipo suavemente al oído, muy divertido. – ¡Todo el mundo te mira!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Y era cierto que llamaba mucho la atención, no pasaba inadvertido como cuando me paseaba por Ipanema. Me sentía otra vez perseguido y acosado. Le explicaba a Pipo que en Río yo salía a pasear así todas las noches con collares y anillos y que a nadie le llamaba mayormente la atención. Pero cuando llegamos a Congreso y nos mezclamos entre la gente del centro noté que pasaba un poco mas desapercibido, porque Buenos Aires, <st1:personname productid="la Gran Aldea" w:st="on"><st1:personname productid="la Gran" w:st="on">la Gran</st1:personname> Aldea</st1:personname><br />
ya tenía pretensiones de internacionalidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Entre la gente que esperaba en la puerta de la sala Pipo se encontró con Cristina su gran amor en esa época. Se estrecharon en un fuerte abrazo y Pipo le dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">- Mi amor, qué bueno que viniste, quiero hacerte el amor… ya me estaba por coger a Omar con lo lindo que se vino de Brasil… después del recitar nos vamos al Dixon.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Cristina me miraba divertida viendo como yo me ponía de todos colores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">El primer recital de Tanguito fue en una sala chica de Avenida Callao cerca del Congreso y estaba repleta de gente. Entre sus numerosos amigos estaba todo el mundo. Unas pocas luces de colores caían sobre el escenario y ahí en el medio estaba Tango sentado con su guitarra haciendo “Natural”. Estaba hermosísimo<br />
con sus botitas beat negras, pantalones jeans negros y campera negra rocker,<br />
como siempre. Hizo todos sus temas durante un par de horas largas con una<br />
increíble serenidad. Y en algún momento antes del final hizo mi tema preferido, “Un Día en <st1:personname productid="la Vida" w:st="on">la Vida</st1:personname>” de los Beatles, el tema de composición casi sinfónica que tanto había impactado a los roqueros de Buenos Aires. Y lo hizo en castellano, en una traducción propia que resultó perfecta.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/aDOCBors1Zw?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 16pt;">Después del recital nos fuimos todos caminando a bailar a un boliche de Avenida Rivadavia. El flaco Spineta estaba entre la gente junto a Tanguito. En algún momento vi que Rennée hablaba con el flaco y hasta me parece que estuvieron bailando juntos en la pista. Pero tal vez sea una extraña figura aleatoria, ya que a esa altura de la noche yo ya me había tomado toda la ginebra y todas las pastillas y me había encontrado con Elisa la amante triangular de Leo que había conocido en Río.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Me sentía feliz de haber vuelto, y me parecía comprender recién ahora la causa<br />
real de mi regreso a Baires: este era el único lugar del mundo donde estaban<br />
todos mis amigos. Pero me engañaba porque aún ignoraba que uno puede llevar a todos sus amigos consigo a cualquier lugar a donde vaya. Pero esto solo llegaría a saberlo algún tiempo después. Hasta entonces me hubiese resultado imposible pensar que todos mis amigos debían estar ahí solo porque yo había tenido que regresar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Me fui con Elisa a la pensión donde vivía pero yo me había tomado todo y excepto un desenfrenado delirio cualquier otra cosa resultó imposible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> </span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 16.0pt;"> *<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Días después encontré a Juanito paseando por Florida frente al Di Tella. Estaba muy hermoso y nos regocijamos del encuentro. Nos habíamos separado en Rio y cuando llegué a Buenos Aires y lo busqué en su departamento de la calle Moreno, él y todo su mundo de efebos ya no estaban allí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 16.0pt;">Qué bueno que te encuentro, Omar. ¡Tenía tantas ganas de verte! Tengo que contarte algo maravilloso: ¡La semana próxima me voy a París! ¿No te parece formidable? Ahora te capturo, te quedás conmigo y no te separás de mí hasta el final. Creí que nunca más volvería a encontrarte. Mi libro todavía no se edita. Galerna dá miles de vueltas, pero ya va a salir, no te quepan dudas. Estuve corrigiendo las pruebas y mientras tanto ¿sabés qué hice? Yo había reunido una pequeña colección de obras de pintores argentinos amigos míos. Todos los mas grandes maestros… A cada pintor amigo le pedía un cuadrito y así llegué a tener Soldi,<br />
Gambarte, Grela, Perez Celli, Spilimbergo, Forte y muchos otros más. Bueno, un buen día me impacienté y me dije:¿Qué estoy haciendo aquí, en esta pálida Buenos Aires?... ¡Yo me voy a París! ...Así que programé una vernisage en donde expuse las pinturas y logré venderlas casi todas. Eran obras maestras, imaginate. Pero además, entre todo el paquete, logré pasar un par de prodigiosas falsificaciones de una amiga mía que hace unos Spilimbergos mejor que los auténticos. Esto que no trascienda, es top secret, ya la vas a conocer, te llevaré a su estudio, es <st1:personname productid="la Elmyr" w:st="on">la Elmyr</st1:personname> de Hory argentina. A todo esto reuní el dinero para el viaje y mucho más. Tengo amigos allá, contactos, direcciones. Hasta hay posibilidades de trabajo. Primero voy a Madrid por unos días para<br />
echar un vistazo por El Prado y después: ¡Oh la la…¡París!... c´est la vie...! ¿Te imaginás a <st1:personname productid="la Pequeña Lulú" w:st="on">la Pequeña Lulú</st1:personname>, la niña pobre en pleno París?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt;">
<span style="font-size: 16.0pt;">Acompañame, estoy en un hotelito aquí a la vuelta. Te mostraré mi equipaje. Llevo arrros de orrro y perrrlas… y por si fuera poco auténticas Dddiadddemas de Dddiamantes…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt;">
<span style="font-size: 16.0pt;">Nos alejamos de Florida y doblamos hacia el bajo y mientras tanto Juanito exultante no dejaba de decirme:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><span style="font-size: 16.0pt;">Te voy a escribir las cartas mas apasionadas. Pero me vas a contestar. ¡Va a ser tan divertido! Y cuando se edite mi libro y yo sea muy rico y famoso vas a venir a visitarme, ¿verdad?, a mi casa… en París…<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 16.0pt;"> </span><br />
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 16.0pt;"> *</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
</div>
</div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-51041231311675520172014-03-19T18:26:00.001-07:002014-03-19T19:31:54.355-07:00<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Para vos, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Omar,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">esta poesía de <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">“Les Élus de <st1:personname productid="la Nuit" w:st="on">la Nuit</st1:personname>” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<st1:personname productid="LA REINE" w:st="on"><span style="font-size: 16.0pt;">LA REINE</span></st1:personname><span style="font-size: 16.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Je suis la reine<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">des essaims et des hommes<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">des termites et des astres,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">des terrains vagues et des
constelations.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-GB" style="font-size: 16.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">Je suis née il y a trois millions d´annees<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">a la source d´un ruisseau d´or<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">qui coulait dans <st1:personname productid="la Cappadoce." w:st="on">la Cappadoce.</st1:personname><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Moi-méme, je suis en or masif,
pur,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-GB" style="font-size: 16.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">et mes gestes resplendissent tels une foret incendiée<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">ou une coulee de lave
incandescente<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">sous une sombre nuit étoilée.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Je suis si imposante<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">q</span><span lang="EN-GB" style="font-size: 16.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">ue personne n´a jamais osé me
toucher<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-GB" style="font-size: 16.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">ni méme m´approcher,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">on dit que souvent, la nuit,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">je me suis transmuée en
charogne<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-GB" style="font-size: 16.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">dans l´espoir qu´au moins les hyénes<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-GB" style="font-size: 16.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">me caressent avec leurs langues rugueuses…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-GB" style="font-size: 16.0pt; mso-ansi-language: EN-GB;">ce qui semble assez improbable pour une reine.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Je suis une reine.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Au-delá de la géometrie Je
suis.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Je bois des néctars,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">mange des friandises
diaphanes<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">et sodomise des anges
transparents.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Juan Bautista Piñeiro<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"><img src="https://fbcdn-sphotos-h-a.akamaihd.net/hphotos-ak-prn1/t1.0-9/1011030_699456703426902_1898580999_n.jpg" /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 16.0pt;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<span style="font-size: 16pt;">DE REGRESO</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">“¡Qué mina bárbara <st1:personname productid="la Negra" w:st="on">la Negra</st1:personname>! Una de las pocas
realmente libre que conozco. No tiene ley, no tiene código, va a lo que saca.
¡Es un personaje! Algún día voy a escribir algo sobre <st1:personname productid="la Negra." w:st="on">la Negra.</st1:personname> ¿Te fijaste con qué
facilidad que atrae a la gente? Es como si los hipnotizara… y si, es media
bruja. Ella sola da para una novela.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Sergio Mulet<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">“Tiro de Gracia”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">De regreso en el laberinto infinito
de Buenos Aires. Sin habérmelo propuesto estaba otra vez en el mismo lugar,
aunque por supuesto algo había cambiado. Me parecía que había tenido que viajar
muy lejos para vivir una parte de mi vida que se me había pasado por alto: mi
adolescencia. Por unos pocos meses había vivido despreocupado y sin conflictos,
a pleno sol y en absoluta libertad, tratando de seguir solo los impulsos de mi
propio ser, sin imposiciones familiares ni problemas de dinero. Me había
sentido independiente y capaz de arreglarme solo en el mundo. Y eso me había
dado una nueva fuerza. Pero el vuelo había sido muy breve y había caído otra
vez en esa realidad opresiva que ya conocía tan bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Rennée y Gracielita se entusiasmaron cuando me
vieron aparecer por la casa de San Telmo con Marisa y la brasilera Vicky,
porque casualmente habían estado pensando en mí a raíz de las complejas
operaciones esotéricas que estaban llevando a cabo en esos días; y cuando les
mostré los pocos libros que había podido salvar de la desintegración del viaje
de vuelta, se mostraron realmente asombradas: ¡Numerología!, ¡Tarot!, ¡Cábala
Mística!… porque precisamente era en relación con esos temas que estaban
trabajando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Rennée no pareció muy
contenta de volver a encontrar a Marisa. Habían sido amigas en un tiempo, pero
parecía que ya no lo eran tanto. Marisa se entrometía en todas las
conversaciones dispersando la concentración en el trabajo y <st1:personname productid="la Negra" w:st="on">la Negra</st1:personname> optaba por no tenerla
en cuenta para nada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Yo me interesé muy vivamente
en las investigaciones de mis amigas. Me mostraron sus esquemas y sus gráficos
que coincidían exactamente con los temas desarrollados en mis libros. Así que
inmediatamente nos pusimos a trabajar en una tarea que según Rennée, requería
la mayor atención, porque había que hacer uso de todo el poder de la razón sin
apartarse para nada de las formas más rígidas del pensamiento lógico. No
debíamos confiar en la intuición ni dejar nada librado a la casualidad. Esto
era aritmética, álgebra pura. Yo sentí que el piso se removía bajo mis pies. Las
matemáticas no eran mi fuerte, pero ¿cómo explicárselo a mis amigas?... cuando
yo sabía muy bien que para <st1:personname productid="la Negra" w:st="on">la
Negra</st1:personname> hasta la música y la poesía eran expresiones de las
matemáticas superiores…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> El caso era que durante el análisis de
los componentes de los caracteres simbólicos
de la escritura, es decir las letras del abecedario, habían descubierto que la
letra Be larga imprenta mayúscula, segunda letra del abecedario y primer
consonante estaba formada por la unión de los números 1 y 3 y que en realidad <st1:personname productid="la B" w:st="on">la B</st1:personname> era el número 13 con sus
caracteres 1 y 3 fusionados… O sea que el segundo exponente del sistema
escrito, el dos lingüístico estaba formado por el 13 del sistema numérico. –
Está claro – afirmaba <st1:personname productid="la Negra-" w:st="on">la Negra-</st1:personname>
el dos contiene la raíz del uno y la posibilidad del tres…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Así que nos abocamos inmediatamente a
desarrollar en papel milimetrado y sobre
los ejes de coordenadas y abscisas el proceso por el que se llevaba a cabo ese
fenómeno extraordinario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Tomamos unas cápsulas de
anfetaminas para poder concentrarnos mejor en el trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Marisa y Vicky se fueron a dormir a la
habitación contigua mientras nosotros nos sumergíamos en nuestros complejos
gráficos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Mas tarde llegó Miguel y el trabajo se postergó
para otro momento porque enseguida se puso a hacer unos temitas con su
guitarra. Yo aproveché para cantarle a
capela los nuevos temas que había aprendido en Brasil, las composiciones
vanguardistas de Vandré, Chico Buarque y Caetano Veloso. Y a Miguel le
encantaron esas canciones. En buenos Aires el movimiento del rock nacional
estaba en plena floración, se organizaban festivales y se editaban discos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Mas tarde apareció Luis Alberto Seguin, muy
contento de volver a encontrarnos. Nos sentamos en un rincón en el suelo en
posición de loto mirándonos frente a frente sin hablar, con una sonrisa
idéntica. Habían acontecido tantas cosas durante mi ausencia… teníamos nuevos
amigos… ya me contaría… pero mas tarde, porque acababan de llegar riendo y
alborotando Javier y Melina contando la última aventura callejera: los habían
parado los blus cuando venían para acá y los habían revisado minuciosamente
aunque sin encontrar la bola de grass que desenrollaban en ese momento y que
había pasado desapercibida en un bolsillo oculto de la campera. Melina estaba
radiante y Javier de un humor mas corrosivo que nunca. Me miraba incrédulo, me
palpaba y me decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 16.0pt;">¿Ya estás acá
otra vez, Omar?... ¿argentino yaaaaa?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Y estuvimos haciendo música
hasta la salida del sol, cuando Rosanrol fue a buscar leche y facturas, nos
sentamos todos en un gran círculo en medio de la habitación, se abrieron todas
las ventanas y las puertas para dejar entrar la luz del nuevo día y <st1:personname productid="la Negra" w:st="on">la Negra</st1:personname> sirvió el desayuno
envuelta en una bandera argentina, con el sol dorado refulgiendo sobre su
pecho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Después a lo largo del día
nos fuimos quedando solos. Era así desde hacía un tiempo, la casa se llenaba de
gente inexplicablemente, todos los amigos parecían coincidir en ese lugar en
algún momento y después volvía la calma durante días…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Marisa y Vicky se fueron y
quedamos en la casa Rennée, Miguel y yo. Nos refugiamos en la habitación grande
cerrando ahora todas las puertas. Encendimos una vela y nos acostamos a leer
tendidos sobre un colchón tirado en el suelo. Rennée nos leía “Los Grandes
Iniciados”, el voluminoso libro de Shuré. En su velada voz pasaban las
historias de Platón, Pitágoras, Buda, Jesús… y durante varios días no salimos
de ese lugar apasionados con la maravillosa lectura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Mas tarde regresó Gracielita y nos trasladamos
a la habitación de arriba. Allí la lectura continuó con “El Libro de los
Muertos” en una edición que contenía el texto tibetano y el egipcio. Rennée me
preguntó si tenía miedo cuando empezamos a leer acerca de las Divinidades
Irritadas. Yo tomé un huevo muy blanco de la frutera junto a la cama y lo paré en perfecto equilibrio sobre la
palma de mi mano para demostrarle que mi pulso estaba bien firme y que no tenía
nada de miedo. Renée me miró fastidiada y de un manotazo aplastó el huevo que
chorreó entre nuestros dedos. Reímos juntos, pero enseguida ella me advirtió:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 16.0pt;">No te distraigas,
Omar, -me dijo muy seriamente- porque sino cuando mueras no vas a poder
alcanzar la liberación del Samsara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Y así continuó la lectura. Leíamos
en voz alta y nos turnábamos para leer. En un par de noches leíamos libros
enteros… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Amanecía cuando una de las
velas con que nos alumbrábamos se consumió y pego fuego al colchón sobre el que
estábamos tendidos leyendo. Como hipnotizados, veíamos que el fuego avanzaba y
no hacíamos nada, seguíamos prestando atención a la lectura, pero en un momento
nos alarmamos e intentamos apagarlo, entonces <st1:personname productid="la Negra" w:st="on">la Negra</st1:personname> nos detuvo… ¿cómo
íbamos a sofocar ese espléndido fuego que acababa de brotar entre nosotros?...
El fuego, Agni, era una divinidad de la naturaleza muy poderosa… ¿quién se
creía capaz de poder extinguirlo?... Nos veíamos iluminados por las cambiantes
llamas flamígeras y estábamos fascinados mientras el fuego seguía creciendo y propagándose
rápidamente a través del colchón. Enseguida la habitación se llenó de un humo
espeso y sofocante. Y entonces, recién entonces Rennée rompió el encantamiento ígneo
al que nos sometíamos como encandilados, se levantó de un salto y apartándonos
abrió la ventana, agarró el colchón de una punta y lo sacó a la terraza donde
se terminó de quemar desprendiendo densas volutas de humo gris sobre el rosáceo amanecer. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Esa tarde salimos a pasear.
Caminamos hasta el centro por la avenida Belgrano mientras Gracielita nos
contaba que estaba ensayando un trabajo con su grupo para poner en el Di Tella.
Se llamaba “Las Orestiadas” y había
muchas escenas de pura agresión donde los actores se daban con todo. Cada uno
tenía un número, y cuando aparecía un número en la pantalla todos tenían que
atacar al que tenía ese número. Todos contra ese… Todos con todo contra ese, durante
varios segundos hasta que cambiaba una señal y todos volvían a inmovilizarse
frente a frente esperando la aparición del número siguiente en la pantalla… Y
en los ensayos había que darse en serio, aunque desarrollando ciertas técnicas
actorales para no hacerse mal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Mientras hablábamos llegamos
al centro y anduvimos dando vuelta por los boliches del ghetto, hasta que en algún
lugar Renée nos pidió que la esperásemos y entró en un edificio de
departamentos del que salió enseguida diciendo que había pasado a saludar a una
amiga. Seguimos caminando y ella se puso junto a mí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 16.0pt;">Me dieron un
regalito, Omar, mirá. –me dijo alegremente y me mostró un sobrecito. Escrito en
letra de imprenta con un marcador verde decía: “Para Renée y Omar”, y mas abajo
había pintado un corazoncito rojo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 16.0pt;">¿Qué es? –le
pregunté.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 16.0pt;">L.S.D. –dijo ella-
recién llegado de California. Vamos a
casa a tomarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Así que lentamente volvimos
caminando hasta San Telmo. Ahí nos estaba esperando Luis Alberto. Mientras
tanto yo había tenido tiempo de pensarlo durante el camino y estaba paranoico,
me perseguía una idea estúpida: ¿quién había escrito mi nombre en el sobrecito?
Su amiga no me conocía, ¿cómo sabía mi nombre?, y por la letra parecía escrito
por Renée… Estaba embotado y no podía pensar otra cosa. Abiertamente me
perseguía y tenía miedo. Hasta entonces nunca había tomado lisérgico y tenía
temor a tener un mal viaje, lo que era bastante frecuente según los relatos de
algunos experimentados. Cuando entramos a la casa le dije a Renée que no
tomaría el ácido. Ella me miró como desencantada sin poder evitar sus mohines
despectivos, pero abrió el sobrecito y sacó una pastilla, la partió y le dio la
mitad a Luis Alberto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Pusieron música, encendieron
velas y sahumerios y se pusieron a mirar juntos las maravillosas ilustraciones
del libro de Carl Jung “El Hombre y sus Símbolos”. Al rato noté que estaban muy
animados. Hablaban y se reían, cuchicheaban y se admiraban. Yo los observaba.
Luis Alberto parecía ascender a un estado de conciencia cada vez más elevado.
Las ilustraciones que veía le parecían extraordinarias, increíbles, fabulosas.
Realmente ahí estaba todo el pensamiento humano expresado de la manera más
bella y armoniosa y viendo los mandalas y los signos arquetípicos de la mente
alcanzó en su viaje un estado tan próximo al Nirvana que se desmayó. No nos
atrevimos a tocarlo. Sonreía y respiraba placidamente y despertó un rato
después sin intentar explicar qué le había pasado. Se sentía bien y el viaje
continuaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Yo me había puesto a observar
a Renée y habíamos caído en el juego de “mirarse”. Ella me mirada asombrada y
después se reía divertida. Pensé que me estaría viendo de las formas mas
extrañas. Me concentré yo también en la mirada
y vi que <st1:personname productid="la Negra" w:st="on">la Negra</st1:personname>
se transfiguraba. Le brotaron del rostro líneas brillantes como pelos luminosos
y la veía aureolada como los santos. Me preguntó qué veía. Le dije que la veía
con largos pelos y barba como si fuese un profeta. Si, le dije que en realidad
estaba viendo al mismísimo Moisés. Ella entonces se rió un tanto molesta y me
dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 16.0pt;">Vos sos Moisés,
Omar. Yo no tengo nada que ver con tus visiones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Entonces comprendí
sobresaltado que estaba viendo mis propias proyecciones. ¡Y nada menos que Moisés,
el colérico patriarca del pueblo de Israel! Mi proyección no era nada estimulante. Ahí estaba en lo
profundo de mi conciencia otro símbolo de mi deformada educación
judeo-cristiana. Entonces su rostro cambió bruscamente. Era un hombre feo al
que veía ahora, un hombre muy feo cuyos rasgos brutales parecían haber sido
modelados toscamente con sus propias manos… Pelos desgreñados, barba hirsuta,
marcas, cicatrices… Y comprendí que ella era Sócrates “El Escultor de Hombres”
cuya biografía ilustrada yo había leído de chico en una colección de Vidas
Ilustres de una revista mejicana. Entonces Renée me preguntó qué estaba viendo
ahora y cuando le dije un tanto avergonzado:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 16.0pt;">Veo al feo de
Sócrates.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Se rió francamente y dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 16.0pt;">Bueno, eso está
un poco mejor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Entonces yo le pregunté a mí
vez:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 16.0pt;">¿Y vos qué ves?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Ella dudó un momento antes de
contestar y finalmente dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 16.0pt;">Veo veo… algo muy
extraño… No sé como explicarte… Veo <st1:personname productid="la Impermanencia" w:st="on">la Impermanencia</st1:personname>… Te veo aparecer… y desaparecer. De
pronto estás ahí… y de repente ya no estás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Me pareció bastante desconcertante
su visión y preferí no indagar si se trataba de un fenómeno de proyección o de
una visión objetiva. Empezaba a sentirme perseguido otra vez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">La psiquis del paranoico
funciona así: ante el universo que lo ignora él todo lo relaciona consigo
mismo. Para el paranoico todo lo que pasa y todo lo que se dice se refiere a
él. No hay nada que no tenga relación con él. Como bien dice el refrán: “Si va
a un casamiento cree ser la novia y en un velorio le parece ser el muerto.” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Entonces Miguel se puso a
hacer un nuevo tema con la viola:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Apurate Josefina<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">que la misa se termina<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">tomá mate y empolvate<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">que sino dios te castiga.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">En la iglesia Josefina<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">a todo el mundo examina<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">se olvida de sus pecados<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">por mirar a las vecinas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Apurate Josefina<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">que la misa se termina<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Josefina apurate<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">tomá mate y empolvate<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Me pareció que sin duda
alguna se estaba refiriendo a mí. Si, eso que estaba cantando lo cantaba por mí
y para mí. Seguro, no tenía ninguna duda. Yo también sospechaba que el tema de
la vaca “¿Nunca te miró una vaca de frente?” … lo había compuesto para burlarse
de mi mirada obsesiva durante mis frecuentes ataques catatónicos. Así que pensé
que otra vez se la estaban tomando conmigo. Me levanté y le dije a Renée:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 16.0pt;">Chau, me voy. –y
empecé a salir de la habitación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 16.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 16.0pt;">Viste… -dijo
ella- …viste que siempre te vas… Algunos no encuentran mejor recurso que irse
para hacerse notar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Y todavía después, mientras
viajaba en el ómnibus hacia mi casa continuaba oyendo su voz:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">- “Te vas… vos siempre te
vas…”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> *<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="https://ytimg.googleusercontent.com/vi/m7WJREd_ugY/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="https://youtube.googleapis.com/v/m7WJREd_ugY&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="https://youtube.googleapis.com/v/m7WJREd_ugY&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
<br /></div>
<span style="font-size: 16pt;"> </span> ...omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-63951471428421061492014-03-18T17:27:00.001-07:002014-03-18T17:55:39.509-07:00: "GENERACIÓN DESCARTABLE" - <a href="http://omarteum.blogspot.com/2013/09/generacion-descartable-indice-general.html?spref=bl">omaragon omarteum: ¡¡¡Ya llega!!! - "GENERACIÓN DESCARTABLE" -</a><u>(Segunda Parte)</u>.<br />
*** Con nuevos capítulos inéditos.***<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3H4kBI4VyDzOkaT_YcS8MdDwEWWePkW6Ac0K1HgCSX1CaDxi2UTMTG_YPdLaW5-DbqpmDk2vyrfvE4zVDmvelgtTpCZhXYyvJv61Kam3__lZ4UIBGq3IGT7Yozuioe7CXhl2C-HiKdmF8/s1600/de+regreso.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3H4kBI4VyDzOkaT_YcS8MdDwEWWePkW6Ac0K1HgCSX1CaDxi2UTMTG_YPdLaW5-DbqpmDk2vyrfvE4zVDmvelgtTpCZhXYyvJv61Kam3__lZ4UIBGq3IGT7Yozuioe7CXhl2C-HiKdmF8/s1600/de+regreso.jpg" height="244" width="320" /></a></div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-4033884767025050722013-09-24T23:39:00.001-07:002016-01-14T04:08:44.947-08:00"GENERACIÓN DESCARTABLE" - ÍNDICE GENERAL<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">"GENERACIÓN DESCARTABLE"</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">ÍNDICE GENERAL<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">INTRODUCCIÓN A VERANO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">EL COMIENZO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">EL COCO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">MIGUEL<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">EN LAS LILAS<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">ROMILIO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">CYLBIA <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">VOLÚBILIS VARIADA<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">PRIMAVERA<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">AMOR DE PRIMAVERA<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">REVOLUCIÓN NARANJA<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">¡HELP!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">BRUJOS DE VERANO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<st1:personname productid="LA PORDIOSERIE" w:st="on"><span style="font-size: 13.5pt;">LA PORDIOSERIE</span></st1:personname><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">MELINA<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">CAPILLA DEL MONTE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">POEMAS DE PIPO REMOLINO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<st1:personname productid="LA NEGRA RENÉE" w:st="on"><span style="font-size: 13.5pt;">LA NEGRA RENÉE</span></st1:personname><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">TANGO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">MONTE GRANDE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">EL POZO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">FIESTA EN EL PALACIO VERDE<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">EFECTOS</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">LUZ SPEED<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">BRASIL<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<st1:personname productid="LA CASA DE" w:st="on"><span style="font-size: 13.5pt;">LA CASA DE</span></st1:personname><span style="font-size: 13.5pt;"> TIJUCA<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">LOS ÁNGELES DE <st1:personname productid="LA CALLE" w:st="on">LA CALLE</st1:personname><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 13.5pt;">DEUS MITOLÓGICO <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-4419263372542771292013-09-24T15:50:00.001-07:002013-09-24T15:51:41.557-07:00..<div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"></span><br />
<div>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">"Al convertirse en escritura la realidad se hace mentira."</span></div>
<br />
<div>
<br /></div>
<div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mario Vargas Llosa</span></div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-15099544559785145882013-09-23T10:19:00.001-07:002013-09-23T10:19:44.531-07:00omaragon omarteum: omaragon omarteum:" - Capítulo 27 - "DEUS MITOLÓG...<a href="http://omarteum.blogspot.com/2013/09/omaragon-omarteum-capitulo-27-deus.html?spref=bl">omaragon omarteum: omaragon omarteum:" - Capítulo 27 - "DEUS MITOLÓGICO"</a><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7brziGROPdqZjfoHxEAl_13a8OuqGRVzI-mOlsUvSACJ-bD_CQmyg3Z6xWi8cmr7EwLcVotDHfrCJRu6XgNMjybRUnYDu_OypmI5TrZvW2KcxT-BVr5GuZ4tn_DVjfMJW1W5vdPfWAHeE/s1600/deus.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7brziGROPdqZjfoHxEAl_13a8OuqGRVzI-mOlsUvSACJ-bD_CQmyg3Z6xWi8cmr7EwLcVotDHfrCJRu6XgNMjybRUnYDu_OypmI5TrZvW2KcxT-BVr5GuZ4tn_DVjfMJW1W5vdPfWAHeE/s320/deus.jpg" width="201" /></a></div>...: .omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-30048395394124615182013-09-23T10:16:00.001-07:002015-08-03T09:32:07.206-07:00omaragon omarteum:" - Capítulo 27 - "DEUS MITOLÓGICO"<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">"Generación Descartable"</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Capítulo 27</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">"DEUS MITOLÓGICO"<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: medium;">Iba a playa de Leblón desde la mañana, me quedaba hasta la tarde y me gustaba volver caminando hacia la casa. Parecerá increíble porque hay una distancia inmensa desde Leblón a Tijuca por la costa, pero con frecuencia me gustaba hacerlo. De paso iba "trabajando", pidiendo dinero y así juntaba más de lo necesario. Me gustaba pasar a través de las amplias avenidas por la elegante Copacabana con sus lujosas lojas y sus hoteles internacionales donde los ricachones despreocupados solían dar hasta billetes de diez contos. Después pasaba el </span><span style="font-size: 19px;">túnel</span><span style="font-size: medium;"> del Pan de Azucar y seguía atravesando Flamengo y Botafogo hasta Cidade. En Flamengo no se conseguía mucho porque era un barrio de clase media y pequeña burguesía, y en Botafogo no convenía ni intentar el mangazo porque era un barrio de gente humilde y trabajadores, pero en Cidade valía la pena tomarse su tiempo. Primero porque allí volvía a encontrarse gente bastante pudiente y también porque era el lugar mas interesante de mi largo trayecto ya que cerca de allí se agrupaban el Museo de Arte Moderno, </span><st1:personname productid="la Biblioteca" style="font-size: 14pt;" w:st="on">la Biblioteca</st1:personname><span style="font-size: medium;"> y </span><st1:personname productid="la Cinemateca" style="font-size: 14pt;" w:st="on">la Cinemateca</st1:personname><span style="font-size: medium;">, y ahí solía pasaba mis mejores momentos. Con frecuencia me quedaba las tardes enteras hasta bien entrada la noche en ese lugar maravilloso. Solamente la arquitectura ya era fabulosa. Desde las vidrieras de la sala de lectura se veía el mar espléndido de </span><st1:personname productid="la Bah■a" style="font-size: 14pt;" w:st="on">la Bahía</st1:personname><span style="font-size: medium;"> de Guanabara y los amplios jardines del museo. Yo consultaba los ficheros y los libros de los anaqueles que a diferencia de otras bibliotecas eran de libre acceso, es decir que el público podía revolver y buscar directamente entre los estantes. Después recorría las salas de las exposiciones de pintura y escultura, y como broche de oro asistía a la proyección de algún film de antología en el pequeño auditorio de la cinemateca. Ese era mi gran mundo. Salía a fumar un joint en los jardines de diseño ultramoderno, entre las esculturas abstractas y volvía a recorrer los salones de exposición. Veía obras increíbles como nuca había visto en las galerías de Buenos Aires a no ser entre las vanguardias del Di Tella. Pero los artistas plásticos brasileros me parecían más osados y con más sentido del humor que los argentinos. Una noche en la sala de proyecciones ví “Gabinete del Doctor Caligari” que me dejó sorprendido y alarmado.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: medium;"> Después seguía camino hacia Tijuca recorriendo una avenida tras otra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Había conseguido comprar un calentador y algunos utensilios de cocina y ya podía prepararme algo de comer al llegar a la casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Un día apareció la conflictiva Laura Madanes. Se había escapado de su familia en Buenos Aires y se había largado tras nosotros. Nunca supe cómo había hecho para encontrarnos pero estaba ahí, durmiendo en la habitación de Marisa en el Palacio de Tijuca. Yo no la soportaba. Estaba más perversa que nunca, me recordaba aquel estilo de crueldad del mundo de Renée y de toda la gente de Buenos Aires que yo había olvidado tan rápidamente y que de pronto ella me devolvía con su perverso estilo. Me dí cuenta, así de repente todo lo que había cambiado mi vida. En principio ya nada me perseguía. Nadie me perseguía. La gente no me resultaba ni cruel ni retorcida. En cambio la gente de Río me parecía fresca, amable, expresiva y afectuosa. También es cierto que yo había dejado de tomar esas nefastas pastillas de anfetamina y tal vez esa fuese la verdadera causa de todo el cambio. Me sentía saludable y vital. Estaba conociendo un mundo nuevo que me atraía con una fuerza continuamente renovada. Ahora todo resultaba simple y bello. Porque también había dejado atrás la relación conflictiva con mi familia y ese era otro factor importante de mi liberación. No quería ni pensar en el complejo mundo de mi vida en Baires y las conversaciones crispadas de Laura me causaban pavor. Pero no estuvimos mucho tiempo juntos, cambiamos unas pocas palabras y noté que a su vez ella no me reconocía, algo había cambiado en mí que ya no era el mismo. Yo creía saber cual era el secreto: solo el sol y la magnífica gente de Río sin conflictos, sin dramas. La ví tan atrapada en su propia trama que solo pude decirle que se tomase un tiempo y que en pocos días estaría mejor. Ella se enganchó con Marisa y la turma y casi no volvimos a vernos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Me quedé pensando en mi propio cambio. Qué increíble que hasta ese momento me hubiese pasado desapercibido, pero el caso era que hasta la maconha ya no me producía aquellos delirios persecutorios, los estados catatónicos y las terribles paranoias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Había sido todo una pesadilla, un mal sueño, una enfermedad del lado de allá. En realidad el grass me hacía bien, me ponía optimista, me divertía, era saludable, encima me daba hambre y me renovaba las energías. Activaba mi imaginación y ampliaba mis percepciones. Era medicinal, me conectaba con la vida mientras que mis experiencias en Baires estaban signadas por obsesiones autodestructivas. De pronto adoré Río y amé Brasil.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">También mi imagen había cambiado: me había cortado el pelo muy cortito y me afeitaba barba y bigotes. Me ocupaba de andar limpio y bien vestido. Tal vez influenciado por Juanito y Marisa me adaptaba al gusto carioca por la ropa nueva y los cuerpos limpios. Yo venía de participar en la floración del movimiento hippie en Baires, pero en Río ese fenómeno todavía no se había manifestado a nivel popular. Aún no se veía por las calles a la gente de la generación de la flor y aunque por la radio se pasaba música de los Beatles, todos preferían la música brasilera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Por esos días asistí en Cinelandia al estreno de Satiricon de Fellini y quedé fuertemente impactado, me parecía que los hermanos incestuosos éramos Juanito y yo y también adoré al semidios albino que moría de sed en medio del desierto… sin duda nunca había visto nada comparable. Una obra de arte mayor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Enseguida llegaron las fiestas de fin de año. Había dejado de ver a Juanito que ya vivía con sus nuevos amigos en Ipanema. Nos veíamos a veces paseando por la avenida costanera. Pero en cambio se había profundizado mi relación con Marisa. Al menos en el terreno en que parecíamos necesitarnos. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Marisa era de ese tipo de personas que no pueden dejar de inventar todo a cada momento. Inventar y reinventar la realidad todo el tiempo. Mentía todo y mentía bien pero era evidente que mentía mas por originalidad que por necesidad. Sin duda creía, como muchas personas, que decir siempre la verdad era de lo más aburrido. Y cuando me necesitaba para algún maneje yo era siempre su mejor amigo, su "hermano", pero una vez conseguido lo necesario se alejaba de mi sin complejos. Pero yo la quería y me encantaba su forma de ser tan fresca, superficial y voluble. No éramos pareja y no iba a andar exigiéndole nada, al contrario, me gustaba así mismo, tal como era. No paraba un momento y siempre estaba inventando alguna historia. Y no era solamente que mintiese, podía decir también las verdades más crueles acerca de si misma y de los otros, pero además había que inventar otro tanto, aunque solo fuese como divertimento. Algunos creían que era malísima, según la fama que se hacía ella misma y algunas veces hasta tenía que demostrarlo, pero con los amigos era puro corazón. Típica canceriana, siempre estaba enamorada, siempre obsesionada por algún amor, por amar y ser amada. Con la turma se tomaban toda la cerveja, después seguían con el whisky y acababan con la ginebra. Hablaba todo el tiempo y sabía contar las anécdotas más graciosas y ocurrentes. A veces se le salía el Rolling Stone que llevaba a dentro y se peleaba y rompía todo. Cuando despertaba después de una resaca tenía fuertes sentimientos de culpa y había que pagar los platos rotos, pero sabía tener la fuerza necesaria para reponerse.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Cuando supo que yo pedía dinero por la calle para comer y para otros gustos como el cine y alguna ropa enseguida formamos una sociedad de trabajo. Y así fue como salíamos a trabajar todos los días, preferentemente en el horario de bancos y oficinas. Nos íbamos al centro de Cidade y empezábamos con el verso para conseguir dinero. El verso era siempre el mismo con leves variantes: “Disculpe señor, nois somos estudantes aryentinos y ficamos sin dinhero.” Eso era invariable, pero después introducíamos variantes según el caso: “No recibimos nuestra mesada y necesitamos dinhero para viajar… o para comer… o cualquier otra cosa. Y la gente nos daba. ¡Era increíble cómo nos daban! Y Marisa era especial para detectar fortunas. A simple vista ella sabía muy bien a quién había que pedirle, o por la cara o por el traje, o por el carro o por lo gordo o por la expresión bonachona, y nuestra especialidad eran los “gorditos opulentos”. Esos eran los que más daban, sin preguntar nada, y era increíble toda la plata que juntábamos al final de la tarde. Yo tenía los bolsillos llenos de todo tipo de billetes chicos y grandes. Por lo general el trabajo era bastante mecánico y en pocas horas nos hacíamos el día. Pero muchas veces pasamos por situaciones divertidas, interesantes o complicadas, porque a veces se daba el caso de encontrarnos con gente que se enojaba porque ya le habíamos pedido otras veces otros días y se daban cuenta de que éramos cuenteros, y algunos nos amenazaban con denunciarnos a la policía. Pero había muchos que además de ayudarnos nos brindaban su amistad, entablábamos conversaciones interesantes y hasta nos invitaban a su casa a comer. Como generalmente pedíamos para comer que era lo mas efectivo siempre nos encontrábamos con alguien que casualmente iba a almorzar a un restaurante y nos invitaba a compartir su mesa. Aunque preferíamos el efectivo no podíamos rehusar tanta amabilidad y algunas veces nos vimos obligados a almorzar dos veces seguida en distintos lugares con diferentes comensales. Entonces teníamos que fingir estar hambrientos y comer todo lo que nos servían.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Había que tener buena memoria visual para no tocar a una misma persona varias veces porque eso las enfurecía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Cuando terminábamos de trabajar nos repartíamos el dinero y cada uno se iba por su lado. Yo había comprado alguna ropa y cosas para la casa, pero Marisa se gastaba todo en las salidas nocturnas con sus amigas. Cuando se quedaba sin nada me pedía de lo mío. Yo solo gastaba para comer, para cinema y para grass, así que siempre me sobraba plata y le prestaba sin esperar devolución.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: medium;"> Pasamos la fiesta de natal en casa de una familia amiga de Marisa y después nos fuimos a bailar. Pero el </span><st1:metricconverter productid="31 a" style="font-size: 14pt;" w:st="on">31 a</st1:metricconverter><span style="font-size: medium;"> la noche todo el mundo estaba en la playa festejando Yemanjá, la diosa del mar. Todos los habitantes de las favelas bajaban a la bahía con presentes de flores, bailando y cantando viejas canciones tradicionales. La playa se llenó de velas encendidas y altarcitos con peines, comidas, bebidas, ofrendas de dinero, flores y espejitos… regalos para la diosa que a medianoche son botados al mar en pequeñas barcas. Las negras bahianas con sus vestidos impecablemente blancos </span><span style="font-size: 19px;">orlados</span><span style="font-size: medium;"> de puntillas formaron rondas y bailaron sobre la arena hasta entrar en trance. Una ceremonia maravillosa que jamás olvidaré. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Aveces yo robaba algún libro en las bancas de journais y pasaba varios días leyendo en la casilla del jardinero. Pero un día Marisa me pasó un libro recientemente editado en portugués: “Diario de un Ladrón” de Jean Genet que me produjo una fuerte impresión. Enseguida adoré ese estilo delirante con esas descripciones tan poéticas de las ropas de los vagabundos y los presidiarios, sus aventuras marginales, sus amores trasgresores, sus traiciones, sus miserias… Me costaba leer en portugués pero devoré el libro en muy poco tiempo y a veces Marisa me traducía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Hasta que en algún momento comencé a deprimirme. Tal vez extrañase a Juanito. ..No lo sabía con certeza, pero dejé de ir a la playa. Salíamos a trabajar y yo volvía al palacio y me pasaba leyendo toda la noche, oyendo los tambores obsesivos de las escolas de samba, fumando grass solo en mi habitación, dibujando y escribiendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">También salía a encontrarme con los ángeles de la calle y luego dormía días enteros. Una noche desperté antes de medianoche. Había estado leyendo y durmiendo y fumando y de pronto sentí pasos sobre la hojarasca del jardín y vi a Juanito entrando en la habitación. Me pareció increíble y casi milagroso. Se sentó junto a mí al borde de la estera y me miró preocupado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">Omar… ¿qué te pasa? Hace tanto que no sé nada de vos… Marisa dice que no querés salir, que estas deprimido. Estamos en Río de Janeiro, Omar, tenés que disfrutarlo. Aprovechar este momento de tu vida que nunca se va a volver a repetir…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Yo lo miraba sonriente y dopado sin poder contestar y el siguió diciendo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">¿Qué estas haciendo aquí?... solo, en esta casa abandonada... Este lugar no te hace bien. Tenemos que hacer algo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Me pareció de pronto un ángel asomado al borde del infierno. Nos quedamos en silencio un momento, después me acarició levemente y se marchó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Algunos días después en pleno calor del mediodía sentí que alguien llamaba en el jardín y cuando abrí la puerta ví a un señor gordito y elegantón, de cierta edad, con ojos claros de muñeca. Se presentó: era Cecilio Madanes, el tío de Laura y estaba persiguiendo a su sobrina que se había fugado de la casa, la mocosa. Le habían dicho que estaba viviendo allí con nosotros. Le dije que había estado unos días en la casa cuando llegó de Baires, pero que después no había vuelto a verla. Quiso saber qué hacía yo y de qué me ocupaba. Confundido le mostré alguno de mis delirantes dibujos y después se fue.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Al poco tiempo dejamos el palacio de Tijuca. Con Marisa trabajamos fuerte varios días seguidos y alquilamos una habitación en una pensión de Ipanema a pocas cuadras de la avenida. Era un lugar discreto y la habitación era amplia y cómoda. Fue por entonces que leí el “Justine” de Sade ya que Marisa era lectora apasionada del divino marqués. También vimos juntos el inquietante film de Polansky “El bebé de Rosmary”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Ahora nuestros amigos podían visitarnos en la pensión. Marisa dormía sola en la cama grande de puro ventajera que era, porque decía que ella necesitaba dormir sola porque daba muchas vueltas durante la noche. Yo dormía en un colchón en el suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y pronto llegaron los famosos carnavales cariocas. Vi todos los desfiles de las escolas. Una noche la divina Verushka entusiasmada atravesó la valla que contenía al público y quiso meterse a bailar con las comparsas pero fue expulsada violentamente por los agentes de seguridad. Por mas famosa que fuese ningún extranjero podía invadir la sagrada pista del sambódromo… Ese año Portela ganó el premio del carnaval. Me gustó mucho el desfile histórico que contaba la liberación de los esclavos. Bailé por las calles atestadas al son de la música hasta el amanecer. La gente se tiraba a dormir en las veredas y yo seguía bailando con mis amigos hasta terminar en la playa. De pronto vi que se me venía encima… Cecilio Madanes enfurecido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">Mirá mocoso de mierda, -me dijo enojadísimo –que sea la última vez que le decís a mi sobrina que yo tengo pinta de trolo porque te rompo el alma. ¿Me entendiste?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y se volvió a perder entre la gente, ¡el tío! La tarada de Laura me había metido en un lío con su eterno chismorreo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Con Marisa ya íbamos a trabajar en taxi y cada vez éramos más hábiles con el verso y con la gente que tocábamos. Nos iba tan bien que abrimos una cuenta de ahorro conjunta en un banco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Una tarde encontramos unos hippies argentinos paseando por Cidade. Desgreñados y sucios al estilo hip nos pidieron dinero a nosotros en un portuñol risible. El trío estaba compuesto por un muchacho y dos chicas. Él era un tal Leo, que se presentó como astrólogo y que viajaba con sus dos mujeres que además eran hermanas. Enseguida supimos que era amigo de la negra Renée quien una vez le había tirado las cartas y le había aconsejado tener dos mujeres para colmar sus ansias amatorias. Así había encontrado a las dos hermanitas y formaban un triángulo feliz. Los llevamos a la pensión y pasamos unos días juntos hasta que siguieron viaje. Y así fue como me enteré que Marisa también conocía a <st1:personname productid="la Negra." w:st="on">la Negra.</st1:personname><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Claro, -me dijo – si fuimos amigas y algo mas… vivimos juntas en el Melancólico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Yo no salía de mi asombro ya que nunca se me hubiese ocurrido asociarlas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">La dueña de la pensión considerando que nos visitaban tantos amigos nos ofreció un lugar mejor en otra casa de su propiedad cerca de allí mismo, en una calle que subía la ladera del morro. Nos dijo que allí vivían unos músicos locos y que estaríamos más en nuestro ambiente. Y entonces nos mudamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Era una casa en una calle que subía hacia el morro en un laberinto de callecitas entre Copacabana e Ipanema. Una casa de dos pisos con un hermoso jardín al frente. Ocupábamos una habitación en el piso superior que tenía un largo balcón, justo al lado de la habitación de los músicos, unos chicos divinos que habían formado una banda de rock sensacional. ¡Finalmente había rock también en Río! Ya estábamos allí, y los músicos ensayando todo el día con sus potentes equipos. Tenían un estilo parecido al de los Cream. Nuestros balcones se comunicaban y del otro lado llegaba un olor bien conocido. Era de tarde y Marisa se quejaba porque no había podido dormir la siesta. De pronto la vorágine del rock se aplacó y oí que comenzaban a hacer un blues y cuando la voz del cantante arrancó con el tema salí al balcón irresistiblemente y me asomé por la puerta abierta de la habitación de al lado, para ver enseguida unos pelos amarillos enrulados y unos ojos de un azul muy intenso. Era Arpa cantando “My Chemis” y con un rápido intercambio de sonrisas nos hicimos grandes amigos. Desde entonces no me perdía un momento de las largas horas de ensayo. Todos los chicos del grupo eran formidables, pero yo tenía una comunicación especial con Arpa. Me gustaba su actitud crítica y contestataria y me gustaba sus composiciones y su voz poderosa. Teníamos largas conversaciones y nuestros pensamientos eran muy afines. Él me llamaba “meu amigo aryentino” y a mi me parecía que nuestras mentes estaban muy conectadas porque nos bastaba una mirada para entendernos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">El grupo ensayaba allí, pero cada uno vivía en su casa. Un día fuimos a ensayar a lo de Arpa. Tomamos un viejo tranvía que se montó a la cresta de los morros dando vueltas y más vueltas hasta que llegamos a una casa muy hermosa en medio de un inmenso parque. Entre añosos árboles la casa parecía salida de un cuento de hadas. Ensayaron toda la noche, y </span><span style="font-size: 14pt;">nos fuimos al amanecer, yo con la certeza de haber conocido un ser excepcional: Arpa…</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Juanito regresó a Buenos Aires en esos días. Se volvía porque tenía que ver qué pasaba con la publicación de su libro. Pasó el último día en Río con nosotros y esa noche a la hora de partir estábamos muy tristes. No sé por qué le preparé un sándwich de presunto para el viaje y lo acompañé a tomar el taxi que lo llevó hasta la rodoviaria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">El verano llegaba a su fin, pero aún a fines de abril todavía estábamos con Marisa tomando sol en la playa mientras ella me decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">¿Te das cuenta Omar?... En pleno mes de abril mientras todo el mundo ya volvió a su trabajo nosotros estamos aquí en la playa como bacanes, tenemos buena guita, vamos a boite, vivimos en una casa hermosa, tenemos amigos hermosos, tomamos taxis… ¡Esto sí que es vida!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Pero pensábamos trabajar. Una señora amiga nos había encargado unos trabajos de artesanía, enhebrar unos collares de cuentas, pulir unas fantasías, hacer un marco de metal para un espejo… Nos había dado el material y hasta nos había facilitado las herramientas, pero no nos decidíamos a comenzar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Mientras tanto en unas de mis habituales incursiones por las librerías me encontré con un libro que me llamó la atención. Estaba envuelto en papel transparente y traía un juego de extrañas cartas. Se trataba de “O Livro do Tarot”. Sin pensarlo dos veces puse el libro entre las revistas que llevaba y salí de la librería. Unas cuadras mas adelante en una banca de journais descubrí unas revistas literarias francesas formato Planeta, tomé un par de ejemplares y seguí mi camino con la mayor naturalidad. Poco después en una calle de comercios elegantes me paré a mirar una vidriera y divisé unas hermosas camisas. Entré a preguntar el precio, pero en el local parecía no haber nadie y me puse a mirar la mercadería. Nadie venía a atender. Tomé varias camisas de tul de seda muy bonitas con dibujos de flores y mariposas de vivísimos colores y las guardé entre mis ropas. Eran de una tela tan fina que cabían en un puño. Seguí mirando todo, salí de la tienda y me alejé. Había leído a Genet y estaba inspirado. Descubrí que tenía gran habilidad para la sustracción, y sobre todo muy buena suerte. Los tesoros de Río se me ofrecían generosamente, parecían decirme: “toma lo que quieras, es todo tuyo”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Marisa me presentó a su amiga Ángela. Era muy ingeniosa y hablaba con la zeta. Inmediatamente la encontré parecida a Gracielita. Ella pensaba que yo era un tanto diabólico y hasta planeamos casarnos, todo en joda, claro, porque ella decía que quería ser “a mulher do Diabo”, pero en realidad me inquietaba un poco ese juego donde yo encontraba extrañas coincidencias...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Marisa casi nunca fumaba maconha y solo lo hacía de vez en cuando para complacerme. Entonces se ponía muy divertida y los juegos de palabra eran interminables. Pero en cambio volvía siempre al amanecer invariablemente muy alcoholizada. Yo estaba siempre fumando grass y como no me gustaba mucho bolichear me quedaba leyendo y escuchando música. Billy la enamorada de Marisa nos había prestado un tocadiscos chiquito portátil y yo me había “conseguido” unos buenos disquitos 33 rpm: “Safe in my garden” de The mamas and the papas, Michel Polnareff, “Le roi de fourmis”, de los Beatles: “Viaje mágico y misterioso”, el magnifico “Fool on the Hill” y “Rústico camino azul” (mi preferido).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Una noche girando por Copa conocí un chico muy dulce que cuando supo que yo era argentino me confió su admiración por el Che Guevara. No podía entender que no me interesase la política cuando según él “todo era política”. Tuvimos un encuentro tan apasionado como efímero que duró esa sola noche. Al amanecer salí al balcón envuelto en una sábana. Salía el sol y me subí a uno de los pilares del balcón. Soplaba una ligera brisa marina. Me descubrí haciendo flamear la sábana y baile para él, desnudo sobre la calle vacía mientras la ciudad se iba despertando. Pero no volvimos a encontrarnos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: medium;">Hasta que una noche Marisa apareció con unas cápsulas de anfetamina… Estaba muy loca y no podía parar de hablar. Decía tener saudades de Argentina. Extrañaba Buenos Aires, los amigos, los boliches. Quería volver cuanto antes y nos pusimos a planificar el regreso. Nos iríamos así, sin avisar a nadie para evitar la pálida emocional. El mismo lunes sacaríamos nuestros ahorros del banco y saldríamos para Sao Paulo y de ahí directo a Buenos Aires. Yo también estaba nostalgioso de mis viejos amigos, de los boliches y del reviente porteño… Comenzamos a preparar nuestro equipaje. Nos llevaríamos todo. No había tiempo de andar devolviendo nada ni de dar explicaciones. Había muchas cosas, demasiadas. Los libros </span><span style="font-size: 19px;">nomas</span><span style="font-size: medium;"> ocupaban dos bolsos inmensos y con la ropa se hicieron otros dos bolsos más. Y los trabajos encargados, los discos, el tocadiscos, todo… Tuvimos una duda a último momento: llevarnos los trabajos encargados ya era demasiado deshonesto porque esas personas habían tratado de ayudarnos, pero no podíamos quedarnos a dar explicaciones. Sí, nos íbamos con todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: medium;">Nadie nos fue a despedir ya que nadie supo que nos íbamos. Yo solo lamentaba no poder decirle </span><span style="font-size: 19px;">adiós</span><span style="font-size: medium;"> a mi querido Arpa, pero el lunes a primera hora sacamos nuestro dinero del banco y tomamos un ómnibus en la rodoviaria con destino a Sao Paulo. Por supuesto que hasta nos fuimos sin pagar la pensión. Me sentí muy culpable de llevarnos los trabajos encargados, que no eran cosas de gran valor, apenas unas chucherías, pero la actitud era pésima, aunque si uno se complace en leer a Sade y a Genet también hay que llevar la teoría a la práctica…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: medium;">Al escribir todo esto pienso que aquella huída fue muy extraña. En realidad no huíamos de nada en particular, pero… ¿de qué estábamos escapando?... A veces me asalta una sospecha: ¿qué motivos podía tener Marisa para salir así de Río?... ¿por qué abandonaba repentinamente a sus queridas amigas de la turma sin dar explicaciones?... ¿Habría roto </span><span style="font-size: 19px;">dramáticamente</span><span style="font-size: medium;"> con su amada Billy?...Tal vez no haya sido solo un cope anfetamínico y saudades…pero ella no quiso aclarar nada al respecto...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Llegamos a Sao Paulo y buscamos a una amiga que nos alojó por unos días. Vivía con su familia y su pareja: Vicky, una garotinha muito bonita, casi una crianza. Por la noche salimos a bolichear y Marisa se enganchó con Vicky. Ella misma nos pidió que la llevásemos con nosotros a Buenos Aires… y nos fuimos… con todo nuestro exceso de equipaje… y con Vicky.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Al amanecer salimos a la ruta a hacer carona. ¡Nos llevaban! Dos muchachas y un chico…. íbamos viento en popa. Yo veía con pena como la original arquitectura con características orientales iba quedando atrás… Las casas de colores intensos… los ornamentos coloniales… Pasamos por una extensa región de chalets tipo alpino mientras Marisa distribuía las últimas cápsulas de anfeta hablando sin cesar en la cabina del camión que nos llevaba. Hablaba sin parar extasiada y angustiada. Y nos amaba, decía, éramos sus mejores amigos y nos amaría siempre…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">En Porto Alegre buscamos a una amiga que habíamos conocido en Río durante el carnaval. Era divina y muy parecida a María Bethania y nos alojó unos días en su casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: medium;"> Nuestro equipaje se había aligerado sensiblemente. Por obra de lo que convenimos en llamar “la magia de la mafia brasilera” olvidamos los dos inmensos bolsos con libros y ropa en el baúl de un taxi. Re-volados nos bajamos muy frescos del coche y </span><span style="font-size: 19px;">recién</span><span style="font-size: medium;"> cuando se alejaba a toda velocidad nos dimos cuenta entre sonoras carcajadas que se llevaba todos nuestros tesoros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Pasamos unos días en Porto Alegre y seguimos viaje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Antes de llegar a la frontera, en un camión que nos dejó en medio de la ruta olvidamos otra valija con los trabajos, los materiales y las herramientas. Cuando llegamos a la frontera nos quedaban apenas los bolsitos de mano y una pocas cosas más. El sueño se había desvanecido en nuestras manos, pero aún teníamos a Vicky con nosotros como trofeo: una auténtica aborigen brasilera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Llegamos a Buenos Aires y caímos los tres en casa de mis viejos quienes no tardaron mucho en descubrir escandalizados la relación que había entre Marisa y Vicky y ahí se pudrió todo. Marisa se fue a procurar un lugar para llevar a Vicky, pero se enganchaba bolicheando con sus viejos amigos y así pasaban los días. Vicky en mi casa se aburría, extrañaba y dormía todo el día, hasta que finalmente Marisa llegó y se la llevó a una pensión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Entonces yo empecé a preguntarme qué estaba haciendo ahí, otra vez en la maldita Buenos Aires y a comienzos del pálido otoño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Como Wan-Tzu no sabía si era un hombre que había soñado ser una mariposa o una mariposa que estaba soñando que era un hombre…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
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<span style="font-size: 14.0pt;"> * <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
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<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">(Fin de la primera parte de "Generación Descartable")</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Continuará.</span></div>
<div class="MsoNormal">
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<div class="MsoNormal">
<br /></div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-24772607987652202242013-08-24T12:54:00.001-07:002013-08-24T12:54:46.276-07:00omaragon omarteum: omaragon omarteum:"LOS ÁNGELES DE LA CALLE" - "Gen...<a href="http://omarteum.blogspot.com/2013/08/omaragon-omarteumlos-angeles-de-la.html?spref=bl">omaragon omarteum: omaragon omarteum:"LOS ÁNGELES DE LA CALLE" - "Gen...</a>: “Generación Descartable” Capítulo 26 “LOS ÁNGELES DE LA CALLE ” “Yo bebo los néctares, como los manjares diáfanos y sodomizo a los ángeles transparentes.”...omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-29328296793893363802013-08-24T11:09:00.001-07:002013-08-24T11:09:12.717-07:00omaragon omarteum: omaragon omarteum:"LOS ÁNGELES DE LA CALLE" - "Gen...<a href="http://omarteum.blogspot.com/2013/08/omaragon-omarteumlos-angeles-de-la.html?spref=bl">omaragon omarteum: omaragon omarteum:"LOS ÁNGELES DE LA CALLE" - "Gen...</a>: “Generación Descartable” Capítulo 26 “LOS ÁNGELES DE LA CALLE ”<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjt7Cxocfdqr3YIzkRDH-HUzYnif417Z8H8dCPyZbDD1z0yaMJZTIkhlKL8urz7rVPwgWTSFu7B3Ym6AmMSHwgEyfTgOQUvi_npv6bJe0WV6FLKpT3Q05WhkCtpV89lNa51KzuOfvJ0fXSx/s1600/%C3%A1ngeles+de+la+calle.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjt7Cxocfdqr3YIzkRDH-HUzYnif417Z8H8dCPyZbDD1z0yaMJZTIkhlKL8urz7rVPwgWTSFu7B3Ym6AmMSHwgEyfTgOQUvi_npv6bJe0WV6FLKpT3Q05WhkCtpV89lNa51KzuOfvJ0fXSx/s320/%C3%A1ngeles+de+la+calle.jpg" width="320" /></a></div>omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-16434019592174541312013-08-24T11:05:00.001-07:002013-08-24T12:58:01.092-07:00omaragon omarteum:"LOS ÁNGELES DE LA CALLE" - "Generación Descartable" - Capítulo 26<div class="MsoNormal">
“Generación Descartable”</div>
<div class="MsoNormal">
Capítulo 26</div>
<div class="MsoNormal">
“LOS ÁNGELES DE <st1:personname productid="LA CALLE" w:st="on">LA CALLE</st1:personname>” </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
“Yo bebo los néctares,<br />
como los manjares diáfanos</div>
<div class="MsoNormal">
y sodomizo a los ángeles transparentes.”</div>
<div class="MsoNormal">
“Los Elegidos de <st1:personname productid="la Noche" w:st="on">la Noche</st1:personname>”</div>
<div class="MsoNormal">
Juan B. Piñeiro</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: medium;">Sin duda todavía no tenían dieciocho años pero en todos los casos eran excepcionalmente bellos y yo los reconocía instantáneamente cuando los veía en las ruas del centro de Tijuca entre la gente de las lojas y las galerías y las callejuelas intrincadas de alrededor de los cinemas. Era simplemente al cruzar las miradas y enseguida una sonrisa apenas contenida o un breve gesto de malicia disimulado y entonces se iniciaba el juego. Porque ni bien acabábamos de divisarnos y comprender que estábamos jugando el mismo juego, al mismo tiempo los cuerpos comenzaban con sus desplazamientos y sus encantamientos, sus ir y venir y volverse y mirar y esperar en la esquina y doblar por una callecita y recién entonces, en algún lugar mas apartado caminar a la par del ángel y comunicarse con tímidas sonrisas y al toque </span><span style="font-size: 19px;">nomas</span><span style="font-size: medium;"> la pregunta de si hay algún lugar adonde ir…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">¿Qué hacían esa crianzas danzando por las ruas a la hora caliente de la siesta?... con el sudor brotando del labio superior, la cara tiznada ligeramente de hollín y polvo y mugre como un leve toque de maquillaje, invariablemente desnudos aunque convenientemente envueltos en las ropas grandes de los otros y después todo ese dorado esplendor de pelos alborotados y quemados por el sol, y al final la mutante epidermis del ángel: suaves praderas de cobre y oro y ónix y azabache...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y claro que siempre había un lugar a donde ir, bajo el agobiante calor de la tarde solo había que alejarse del centro unas largas cuadras áridas hasta la casa abandonada de Tijuca y el jardín enmarañado y frondoso con su hilo de agua murmurante y al fondo la fresca sombra del alto árbol de mango sobre el galponcito del jardinero…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Durante el trayecto había podido averiguar muy poco acerca del ángel. Primero por la diferencia de idiomas y después porque siempre esos diálogos abundan naturalmente en dobles sentidos y encubrimientos y adivinanzas y vaguedades, por lo que nunca se tiene suficiente acceso al verdadero mundo del ángel y es inútil preguntarle ¿por dónde vivís? porque a esa pregunta el ángel invariablemente se sentirá impulsado a mentir y nombrar los lugares mas opuestos y alejados de su ignoto domicilio. Como tampoco se podía tener alguna certeza acerca de la edad, porque aunque el ángel declarase siempre tener más de dieciocho… o casi… era evidente que debía tener quince o menos. Y por último tampoco convenía inquirir al ángel acerca de su ocupación o trabajo o estudios porque las respuestas eran siempre errátiles y confusas y no arrojaban nunca ninguna luz acerca de la naturaleza angelical. Hasta el nombre que daban podía ser inventado. Pero lo cierto es que a veces el ángel decía llamarse Gilson o Paulinho o Wily o Dorival … y una vez… ¡Áureo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Era tan diferente, tan maravillosamente bello… yo no podía dejar de admirarlo y era solo mirarnos y reírnos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">- ¿Cuál é o seu Nome?... ¿Cómo é que voce diz?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y entonces él volvió a pronunciar para mi otra vez su luminoso y certero nombre:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Eu sou Áureo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- ¿Áureo?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Sim… Á U R E O .<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- ¿E vocé sabe o que quer dizer seu nome? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Áureo quer dizer Áureo mesmo. –dijo tautológicamente él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">-Si, claro. –aseguré yo, y agregué tal vez como para mi mismo –Pero Áureo también quiere decir que es de oro, o que brilla como el oro… y también se dice de un resplandor como una luz que proyectan los cuerpos… pero mas que nada es el misterioso número áureo o número de oro de los griegos, el irracional número de las divinas proporciones que debía contener toda obra de arte perfecta…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Me miró con el gesto apaisanado del que sabe que nada sabe (y nada puede dejar de saber) y yo aproveché para mirarlo más detenidamente y ver que realmente era un chico muy luminoso y esplendido. Era un hermoso caboclo, lo que en Brasil quiere decir un mestizo y se veían en él marcadamente rasgos fisiognómicos tanto de indígena americano como de europeo del norte. Una extraña mezcla de indio alemán… los pelos muy rubiones y enmarañados, las facciones muy amplias extendiéndose hacia lo ancho, ojos verdes refulgentes, una boca deliciosa como de fruta y vino y unos cadenciosos movimientos de muchacho ebrio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: medium;"> Que los teólogos </span><span style="font-size: 19px;">polemicen</span><span style="font-size: medium;"> acerca de cuántos miles de ángeles pueden bailar sobre la punta de un alfiler, pero lo cierto es que todos los ángeles ya sabían fumar marihuana y podía notárselo al verlos, por los ojos enrojecidos característicos de los maconheros...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Bajaban de las favelas, sin duda habrían estado tomando cerveja en algún callejón y al mediodía, a la hora del sol mas abrasador, habían pasado por la boca de fumo donde los hombres transaban y donde todo el tiempo se armaban y se hacían rolar aquelis charutones… y desde ahí se había largado para el centro de Tijuca donde nos habíamos encontrado. Solo algo así podía dar una idea aproximada de la naturaleza inmediata del ángel. Y enseguida estábamos entrando en el umbrío jardín hacia el frondoso árbol de mango.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">Ah!... –exclamó Áureo cuando vio que estaba repleto de frutos en sus ramas mas altas –Eu vou pegar umos mangos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">¿Vocé vai trepar al árbol? –pregunté yo desde la puerta abierta del cobertizo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">¿Trepar?... –preguntó divertido Áureo -…A vocé que eu vou trepar… mais primero vou pegar mango.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y sin decir más comenzó a treparse al árbol. Yo lo observaba desde abajo, y el sol que se filtraba en rayos por entre el ramalaje de la fronda lo iba iluminando en su ascenso produciendo destellos sobre su piel y sus músculos. Podía verse su vello pubescente como una delicada pelusa de oro rodeando todo su cuerpo. Con la vista puesta allá arriba, en los frutos mas ricos, ascendía rápidamente y por momentos se volvía hacía abajo para mirarme y estallar en una sonrisa radiante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Estuvo enseguida en la copa del árbol juntando mangos y tomándose su tiempo para comer el mejor en la misma rama.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">Yo entré en la habitación, me saqué la ropa y me asomé a la puerta desnudo y lo estaba llamando, y él me veía y se reía y por fin bajó y entró donde yo lo esperaba acostado en el jergón, atravesó la puerta de madera blanca sobre la que yo había pintado un corazón muy rojo… y a partir de ahí el ángel se tornaba prácticamente invisible para mi.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Después podría volver a retomar su contemplación ya en estado de reposo dulcemente adormecido frente a mis ojos.<o:p></o:p></span></div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-63307701378222018472013-06-24T16:31:00.001-07:002013-06-24T16:31:32.689-07:00 LA CASA DE TIJUCA - "Generación Descartable" - Capítulo 25.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG-M15I2-MJO6QNRlWHpb_YYRs24qVZZ2buAGQ7w3BPjA9JLMbbTeaDozNeOFdkwcbSLIuw9ObUrgcOpVvI6kh9xRNuTUhyfIOdAlRQMmUp26XohZvE2zkQ1oLVxfXUZXOkv-zgITr6exh/s1600/CASA+DE+TIJUCA+z.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="277" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG-M15I2-MJO6QNRlWHpb_YYRs24qVZZ2buAGQ7w3BPjA9JLMbbTeaDozNeOFdkwcbSLIuw9ObUrgcOpVvI6kh9xRNuTUhyfIOdAlRQMmUp26XohZvE2zkQ1oLVxfXUZXOkv-zgITr6exh/s320/CASA+DE+TIJUCA+z.jpg" width="320" /></a></div>.omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-28851913287780922322013-06-24T16:18:00.001-07:002015-08-03T08:44:47.013-07:00<div class="MsoNormal">
<st1:personname productid="LA CASA DE" w:st="on"><st1:personname productid="LA CASA" w:st="on"><span style="font-size: 16.0pt;">LA CASA</span></st1:personname><span style="font-size: 16.0pt;"> DE</span></st1:personname><span style="font-size: 16.0pt;"> TIJUCA<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Era una de esas casas de principios de siglo con sus puertas y ventanas altas como para gigantes, rodeada por un jardín donde languidecían viejos árboles, una verja con una puerta de entrada, un caminito de baldosas y unos pocos escalones de mármol blanco rajados recibían a los invitados, en otros tiempos, porque ahora esa puerta principal estaba clausurada y cuando llegamos con Marisa y Juanito aquella misma noche, rodeamos la casa por el jardín y entramos por la parte de atrás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">No había luz y avanzamos tanteando entre las tinieblas, hasta una puerta sin llave que cedió y Marisa encendió una vela. Vi un piso de baldosas blanco y negro levantado en algunos lugares y un ventanal alto por donde se asomaban los árboles y la noche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Ahí podíamos dormir y Marisa desplegó dos esteras sobre las baldosas del piso. No se necesitaba nada mas, la noche era cálida. Ella dormía en una habitación del otro lado de la casa y en el cuarto contiguo habitaban una pareja de cineastas: Zena y Walter, pero ellos solo venían de vez en cuando, no teníamos que asustarnos si los oíamos llegar tarde por la noche y salir temprano por la mañana porque casi nunca paraban mucho tiempo en la casa. Y no había llaves, solo una forma simple de atrancar la puerta, porque el lugar era seguro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Nos tendimos sobre las esteras a la luz de la vela. Las paredes descascaradas dejaban entrever en partes diferentes fragmentos de suntuosas pinturas pretéritas. Los grillos del jardín nos daban su monótona serenata y a lo lejos sonaba el corazón de las escolas de samba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Con Juanito nos miramos desconcertados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">- ¿Y ahora… ¿dónde estaremos?... – dijo él, y nos echamos a reír porque todo era realmente muy absurdo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Cuando me desperté casi al mediodía la puerta estaba abierta y afuera sentado en las escalinatas que daban al jardín Juanito escribía una carta para sus amigos de Buenos Aires. Era un día radiante y yo imaginaba que estábamos en los jardines de Bomarzo que había visto en unas ilustraciones. La casa estaba en ruinas y carcomida por el tiempo, y el jardín era realmente selvático. Por todas partes entre los árboles crecían matas, arbustos salvajes y enredaderas, y al fondo, junto a la casilla del jardinero, ahora abandonada, se erguía majestuoso un árbol de mango. Era tan añoso que parecía cobijar bajo sus ramas todo el viejo caserón. A través de sus anchas hojas el sol se filtraba en líneas luminosas y sus altas ramas estaban cargadas de frutos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Me acerqué a Juanito para ver qué estaba escribiendo: después de un largo párrafo con su pequeña letrita había dibujado a su heroína, <st1:personname productid="la Pequea Lul" w:st="on"><st1:personname productid="la Pequea" w:st="on">la Pequeña</st1:personname> Lulú</st1:personname> haciendo de niña pobre con su vestidito remendado y diciendo orgullosa: “Estamos en el hotel mas lujoso de Río de Janeiro.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Recorrí el abigarrado jardín que rodeaba la casa. Los altos muros de las casas vecinas ocultos tras apretadas enredaderas hacían del jardín un lugar completamente privado. En todo alrededor no había ventanas ni edificios que pudiesen alterar la intimidad de las ruinas. No había agua corriente pero desde el fondo del jardín, una cañería averiada dejaba correr un arroyito de agua cristalina que serpenteaba a través de las malezas y formaba un laguito entre la frescura de la fronda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">La casilla del jardinero me pareció encantadora, detrás de su puerta de madera vi una habitación sombría con techo de chapa, el elástico oxidado de una cama vieja y una mesa bajo la ventana, y decidí que esa sería mi habitación; ese lugar me atraía como si me hubiese estado esperando, habría que hacer algunos arreglos pero era el lugar mas lindo de la casa, justo bajo el árbol de mango.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Volví a entrar a la casa para conocer el resto de las instalaciones que no había podido ver durante la noche. Pasé por la habitación de los cineastas que estaba donde había sido en otro tiempo la cocina; la misma desnudez que nuestro dormitorio, unas esteras enrolladas en el piso, alguna ropa colgada de clavos en las paredes, unos vasos y botellas de guaraná y cerveja, y posters y fotografías pegados en las puertas. Un espejito, un peine y un par de cepillos de dientes en un vaso sobre un estante daban prueba de la existencia de sus ausentes habitantes. Sobre lo que debió ser el fogón se había improvisado una especie de altar con velas, cenicero, florerito con flores ya marchitas y algunos libros de cine. Por lo demás el mismo estilo ornamental: paredes descascaradas y pisos levantados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">De ahí pasé a la sala central de la casa: un salón inmenso rodeado de puertas. Era ese el salón al que tenía acceso la puerta del frente de la casa, pero esa puerta ahora estaba clausurada por dentro con unas tablas clavadas. Las altas ventanas, también, cerradas, por lo que el gran salón en pleno mediodía se encontraba en penumbras. El piso de madera de largos listones había sido levantado en partes y estaba medio suelto de modo que se balanceaba bajo mis pasos. En un rincón había una montaña de ropa vieja.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">La habitación del fondo era la de Marisa que todavía dormía. Abrí la puerta de la habitación contigua y me hirió la espejeante luz del mediodía: ahí no había techo ni nada, en esa habitación todo el techo se había derrumbado haciendo hundir el piso hasta el sótano, y la pared del frente también había caído, pero la ventana cerrada que permanecía en pié extrañamente aferrada a unos restos de muro daba un carácter insólito a ese lugar, <st1:personname productid="la Habitacin" w:st="on">la Habitación</st1:personname> del Vacío, sin techo ni piso pero con ventana…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Retrocedí volviendo a cerrar esa puerta y la penumbra volvió al salón. Anduve unos pasos más y me senté en el suelo. Por entre los intersticios de las ventanas entraban polvorientos rayos de sol y sentado ahí traté de imaginar los tiempos de esplendor del salón de la casa, los muebles de esa época, los cortinados de las ventanas, las lámparas pendiendo del techo, el empapelado de las paredes… luego traté de incorporar a los antiguos habitantes en ese mismo recinto imaginario: entraban por la puerta principal unos señores distinguidos y había damas elegantes esperándolos sentadas en los sillones, y el griterío de los niños llegaba desde el jardín.Pero el salón se sacudió de aquella vida imaginaria del pasado volviendo enseguida al salón vacío del presente. Un rayo de sol, a mis pies, iluminó una mancha de tinta negra sobre el piso de madera. Era una mancha regular… algo se había volcado salpicando el piso, tal vez un frasco de tinta china… y eso había sucedido sin duda hacía muchísimo tiempo, quizás el frasco de tinta había caído mientras los niños realizaban la tarea escolar y nadie le había dado importancia, y sin embargo aquella mancha de tinta negra los había sobrevivido a todos, y ahí estaba todavía, después de tanto tiempo, mientras los habitantes de la casa ya habían pasado por la vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">La puerta de la habitación de Marisa se abrió y apareció somnolienta en el fantasmal salón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">- Hola!.. ¿qué hacés ahí?... ¿viste lo que es esto?... y yo… ¡qué manera de dormir!… también con toda la cerveja de ontem… quiero decir de anoche… ya se me pegó el portugués… ¿viste ese montón de ropa vieja?... hay algunas cosas buenas… no sé cómo aparecieron aquí… mirá: camisas, remeras… agarrate lo que te guste que total no son de nadie… mirá esta camisa paraguaya de hilo blanco con la pechera bordada… te va a quedar bien con una calça branca… y esta camisa a lunares tan brasilera… hay de todo... deben ser regalos de los fantasmas de la casa… ¿y dónde está Juanito?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Salimos al jardín, y nos sentamos junto a Juanito que terminaba su carta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">- ¿Qué les parece mi palacio de Tijuca? –preguntaba Marisa - …y este jardín salvaje tan encantador y misterioso… Vayamos a desayunar al lanchonette, yo si no tomo cafecinho al despertarme no puedo ni pensar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> -y mientras salíamos nos decía: - No hay problema en dejar las puertas abiertas, Tijuca es un barrio tranquilo de gente humilde y los brasucas son muy supersticiosos, para ellos casa abandonada es “casa mal asombrada”, es decir con fantasmas, casa encantada… nadie se atrevería a entrar y por otra parte no hay nada de valor… ¿qué podrían sacarnos? … si ni cocina donde preparar cafecinho tenemos…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">En el lanchonette lleno de gente que hacía un alto en el trabajo a mediodía tomamos cafecinho y algunos pasteles y bocaditos. El café era rico, fuerte, y muy barato pero lo curioso era que no se servía en las mesas y se tomaba de pié junto al mostrador. Marisa compró cigarrillos Carlton que eran importados de los mejores, y nos comentó como al pasar que ya su dinero se estaba acabando. Por supuesto que no trabajaba ¡ni pensarlo!... y en seguida tenía que ir a encontrarse con sus amigas porque había una garotinha que gostaba muito de ela: a Bily, bonitinha, uma graça, ya la íbamos a conocer, irían a praya, a tomar cerveja y por la noche a boite, y nunca volvía antes del amanecer… y siempre de pilequi, y eso cuando volvía, porque a veces ficaba dias enteiros com a turma y al palacio caía solo de vez en cuando para dormir, precisamente como ahora cuando su dinero se estaba acabando. Pero ya conseguiría de alguna manera, a gente arruma. Nosotros podíamos disponer de nuestro tiempo, el Tijuca Palace estaba a nuestra disposición.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Lo primero que hicimos con Juanito fue procurar maconha, simplemente, dando unas vueltas por el centro comercial, enseguida unos pretos nos hicieron señas y nos ofrecieron. Ya nos habían advertido que había que ver bien la mercadería y no entregar el dinero antes de recibirla, pero no hubo ningún problema, un “dólar” como llamaban al paquete era un buen lote y estaba en precio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Sin ninguna persecuta nos sentamos en una plaza y armamos unos charutos. Pensar que en Buenos Aires era tan caro y se armaban tan finitos y además… estaba tan prohibido. Ahí fumamos libremente, y algunas garotas que pasaban y percibían el cheiro nos miraban con sonrisas de complicidad. Pero en realidad nadie se ocupaba de nosotros. Y era un fumo fuerte, verde-marrón de olor muy penetrante y enseguida nos puso locos. A cada instante mi conciencia se agudizaba tomando cuenta de la originalidad de todas las cosas. Estábamos percibiendo un mundo nuevo, otro país, y cada cosa me maravillaba. La gente era tan diferente… y las casa y los vehículos y los árboles… Veía los morros coloridos asomando alrededor, y los buses que pasaban con colores luminosos y nombres de lugares que sonaban exóticos, y a lo largo de las avenidas se erguían altísimas palmeras tropicales. Hasta el aire tenía otra vibración, parecía más puro, más límpido y ligero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Juanito se sentía inmensamente feliz. Miraba a su alrededor y me decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">- ¡Así es como estamos en Rrrrrío de Janeirrrrro…! –(otra vez se le daba por jugar a pronunciar acentuadamente las erres de esa forma que tanto me divertía) -y seguía diciendo: -Rrrrrrío de Enerrrrro… me siento extranjerrrrra en tierrrrras extrrrrrañas… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Y siguió así loqueando largo tiempo haciéndome llorar de risa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Al rato nos fuimos a pasear por Cinelandia. En las bancas de jornais Juanito encontró a su gran amiga <st1:personname productid="la Pequea Lul" w:st="on"><st1:personname productid="la Pequea" w:st="on">La Pequeña</st1:personname> Lulú</st1:personname>, solo que aquí se llamaba Lulucinha. Compramos un par de ejemplares y anduvimos caminando por entre la gente de los cines. En un cinema vimos que daban “2001 Odisseia no Espaço”. El cartaz de propaganda decía: “Longe da terra ate a lua… e alem ainda” …esas palabras me parecieron especialmente hermosas: ALEM AINDA… ¿qué querrían decir? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Juanito que hacía grandes progresos con su portugués ya lo sabía y tradujo para mi: “Lejos de la tierra, hasta la luna y MAS ALLÁ TODAVÍA… ¡¡¡Mas allá todavía!!!… alem aínda… era realmente encantador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Yo ya había visto el film en Buenos Aires, pero Juanito no lo había visto aínda, así que decidimos gastar nuestros últimos cruceiros en <st1:personname productid="la Odisea Espacial" w:st="on">la Odisea Espacial</st1:personname> de Stanley Kubrik. Pero antes de que comenzase la proyección nos metimos en un gabinete del baño y armamos otro gran charuto que fumamos ahí mismo, mientras detrás de la puerta se oían algunas voces que comentaban divertidas:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">- ¡ O cheiro dáquela fumaça!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Pero nadie nos molestó ya que ese olor estaba impregnado por todas partes en la calle y la gente no lo tomaba en cuenta. Salimos del baño y entramos a la sala justo cuando se apagaban las luces y comenzaba la proyección.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Sin duda era el mismo film que yo había visto, pero entonces algo había cambiado en mi manera de ver, porque en esta nueva visión todo me pareció mas significativo, los diálogos eran mas ingeniosos y todo tenía un sentido mas profundo del que yo había intuido a primera vista. Pero además mi mente estaba más ágil y despierta y captaba nuevos detalles en cada escena. En el final nos aferramos a nuestros asientos para no ser arrebatados en esa vertiginosa fuga a través del hiperespacio. Esos colores y esos paisajes eran fascinantes. Cuando terminó, como era un continuado estuvimos de acuerdo en quedarnos a verla otra vez, y lo hicimos. Estábamos sentados solos bien adelante, casi dentro de la pantalla y conversábamos y hacíamos comentarios todo el tiempo, y un poco antes del viaje final corrimos al baño, armamos otro charutón y fumamos obsesivos para volver rápidamente a la sala justo para el despegue. Nos tendimos casi acostados en nuestras butacas y dejamos que el viaje alucinante se metiese por nuestros ojos asombrados. Y cuando todo terminó nos quedamos mirándonos… y sin duda que después de haber experimentado el hiperespacio, retomar el espacio real resultaba complicado, pero nos recompusimos, salimos a la calle y entramos a caminar en silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Comimos unos pasteles de camarón en un puesto callejero, tomamos un guaraná y nuestro dinero se acabó, tocamos fondo, pero paseábamos despreocupados y felices por las largas avenidas en la noche invadida por el sonido del transito y los insectos. Regresamos a dormir al caserón pensando que al otro día, mañana, “habría que hacer algo”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">A la mañana siguiente cuando desperté Juanito ya no estaba, pero había dejado una nota sobre su estera: “Omar: salgo a buscar lo que hace falta. Volveré con arrros de orrro y diademas de diamantes. Juanito.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Busqué en el resto de la casa. Marisa no había venido a dormir y estaba solo, encontré el bagulho de maconha y me armé un buen charuto para despertarme y encarar el día. Al rato estaba explorando el jardín. Decididamente haría de la casilla del jardínero mi habitación y mi atelier. Era un muy buen lugar, luminoso y fresco y a la sombra del árbol de mango. Abrí puertas y ventanas y realicé una limpieza general, con unas ramas improvisé una escoba y barrí y saqué las telas de araña. Sin duda alguien había vivido allí hasta no hacía mucho tiempo porque las paredes conservaban en buen estado una mano de pintura a la cal blanca. Era un lugar increíble, puse mi estera sobre el elástico de la cama y llevé mi bolso con mis pocas cosas. Recogí unos mangos del árbol y los devoré sentado en el jardín. Y ya estaba instalado. Por la tarde tuve ganas de tomar café y me fui hasta el lanchonette. A media lengua le expliqué a alguien que tenía hambre y no tenía dinero y sin hacer preguntas molestas me convidaron con un guaraná y un sándwich.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Y así empezó todo, porque desde entonces ese sería el método empleado para conseguir “lo necesario”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Juanito volvió al anochecer con algunas provisiones. Se había hecho de amigos en la playa y le habían prestado unos cruceiros, una gente divina, volverían a encontrarse mañana en Copacabana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Yo ya estaba instalado en mi nueva habitación, pero Juanito decidió permanecer en su lugar en la casa. Las densas frondas del jardín le resultaban inquietantes… y nos dormimos sin que Marisa apareciese tampoco esa noche, aunque en un momento, tarde, sentimos llegar a los cineastas del cuarto contiguo, pero cuando despertamos a media mañana ya habían vuelto a salir. Su habitación estaba más revuelta y habían dejado una caja llena de papeles que parecían guiones de cine y algunos libros técnicos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Salimos veloces para la playa. Yo me tendí en la arena y dejé que el sol me abrasase y me pusiese al rojo como una brasa brasilera mientras Juanito iba a encontrarse con sus amigos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Caminé a lo largo de la playa y jugué a la pelota con unos chicos. Cuando sentí hambre fui hasta un lanchonette y conseguí que alguien me invitase a comer, así de simple. Después volví a la playa y me metí en el mar, un mar más bravío que el de Villa Gesell, y todo me parecía tan grandioso que no me animé a pasar la rompiente, pero jugué largo tiempo en la orilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Por la tarde volvió Juanito, había estado con sus amigos que lo habían invitado a pasear por Leblón, era una playa muy paqueta, ahí nomás, pasando Ipanema y la habían pasado bárbaro y ellos lo habían invitado a almorzar…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">De pronto Juanito pareció confundido y me dijo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">- Omar, tengo que decirte algo… pero me da vergüenza… la verdad es que… anduve pidiendo plata por la calle…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">- ¡Qué increíble, Juanito! –le dije asombrado –yo también hago lo mismo…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Nos miramos un momento y nos largamos a reír. Era increíble, pero habíamos estado haciendo lo mismo a escondidas uno del otro, pero lo importante era que el método funcionaba de maravilla, ya que las provisiones de ayer habían sido conseguidas de esa manera. Era fácil y divertido y en realidad no tenía nada de malo, la gente era generosa y daba con gusto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Pero entonces… ¿sus amigos de Leblón eran un invento? Nooo… existían de veras y los había conocido paseando por Ipanema, pero no quería que supiesen que no tenía un céntimo, era gente muy linda, intelectuales, él escribía en una revista y ella era profesora de letras, y eran hermosos… y ¡qué increíble!: él era tan parecido a Juanito que hubiese podido ser como un hermano un poco mayor… y ella ¡divina!...parecida a Jean Moreau… Mañana estaba invitado a cenar en su casa y estaba muy excitado:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">- ¡Imaginate, Omar, yo, la niña pobre, la mendiga de Ipanema invitada a jantar con sus majestades de Río de Janeiro!...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Y fue así como nos iniciamos en la mendicidad, caminando por algunas calles laterales, pidiendo dinero para el bus o para comer y en un ratito juntamos un montón de cruceiros. ¡Rió era divino y Brasil era maravilloso! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">En un lanchonette encontramos a Marisa al caer la noche. Estaba tomando cerveja con sus amigas y nos invitó, y enseguida nos presentó a la Bily, a sua namorada que era una moreninha muy bonita y parecía estar deslumbrada por la personalidad histriónica de Marisa, de perfil alto, hiperexpresiva , encantadora y super imaginativa y que era el centro de atracción de toda la turma, un grupo numeroso compuesto casi exclusivamente por mujeres, algunas notablemente masculinas y otras increíblemente femeninas y divinas super-woman, y tambien algunos muchachitos afeminados. Esa era la barra, a turma da pesada y nos tomamos toda la rica cerveja Brahama. La gente se veía fresca y etérea después del día de playa con sus pieles muy bronceadas y sus ligeras ropas coloridas paseando a lo largo de la avenida costanera. Eran muy amables y afectivos y enseguida se estableció entre nosotros una fuerte corriente de amistad. Nos enseñaron que a las tortas se les llamaba fanchonas y a las maricas vichas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;"> Pasaba una mariposa por la avenida y la gente la piropeaba, si: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">-¡Vicha maluca! – decían a su paso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Pero no las insultaban ni agredían como en Buenos Aires. Era mas bien como un piropo, un saludo respetuoso, porque en Rio las vichas eran las reinas del carnaval y en Brasil carnaval e sagrado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">A media noche nos fuimos a bailar a boite y terminamos de pilequi viendo el amanecer en la playa. La caravana de Marisa seguiría todavía un complicado itinerario con sus amigas, pero antes de dejarnos nos tiró unos cruceiros porque ya había conseguido grana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">- Vocé ya viu… o dinhero pinta… e a gente arruma…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Y Juanito y yo nos tomamos un bus hacia Tijuca.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 16.0pt;">Juanito descansó un rato, se puso sus mejores galas y al mediodía partió raudo hacia Ipanema a encontrarse con sus nuevos amigos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-36182571868906988452013-04-28T16:39:00.001-07:002013-04-28T16:39:32.450-07:00: omaragon omarteum: GENERACIÓN DESCARTABLE - Capítulo 24."BRASIL"<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhF441m5l3b5nlLtFKXfvyK0xJdpd8aIxiK_ToNQ3-xJ7cvvs2EI8FG8ciZix-5cIx_IbIiiQw2pcVeqqUoiwALslrMPaTANd2Fnitpv_AVBsbl410O1ZVWP-GCnc4PqetCq5klJwFVgyAR/s1600/brasil.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhF441m5l3b5nlLtFKXfvyK0xJdpd8aIxiK_ToNQ3-xJ7cvvs2EI8FG8ciZix-5cIx_IbIiiQw2pcVeqqUoiwALslrMPaTANd2Fnitpv_AVBsbl410O1ZVWP-GCnc4PqetCq5klJwFVgyAR/s320/brasil.jpg" width="280" /></a></div>omarserrafornerhttp://www.blogger.com/profile/10455697190413196433noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2362450514859170001.post-27413110393520101372013-04-28T16:36:00.001-07:002015-06-30T21:37:56.829-07:00 omaragon omarteum: GENERACIÓN DESCARTABLE - Capítulo 24<div style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -26.1pt; margin-top: 5.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;">BRASIL<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -26.1pt; margin-top: 5.0pt;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 16.0pt;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -26.1pt; margin-top: 5.0pt;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 16.0pt;">“Usted me recuerda las flores que comí en Capri.” – A. Pizarnik</span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: -26.1pt; margin-top: 5.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Los Beatles editaron “Hey Jude” en ese año. Un tema realmente genial, dividido en dos bloques diferentes era una composición super original. Todo el mundo escuchaba y comentaba “Hey Jude”. Melina hasta había contado las veces que se repetía la segunda parte: diecisiete veces y media, como el Bolero de Ravel. Era el número clave entre el grupo: el diecisiete del tarot, la esperanza, la estrella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Me encontré con Pipo y Miguel por Corrientes frente al Lorraine. Junco estaba en Capilla del Monte y Pipo se iría pronto para allá. Miguel preparaba su primer recital en un teatro de la calle Corrientes. La mamá de Pipo había conseguido la sala. En la primera parte iría el trío Manal, y después Miguel Abuelo. Estábamos todos muy excitados esperando ese día.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">A la hora del recital Miguel había desaparecido y no lo encontraban por ninguna parte. Lo trajeron a último momento completamente borracho que ni se podía parar. Lo desnudaron y lo metieron en la bañera, le dieron litros de café fuerte y lo vistieron para salir a escena. Tenía el pelo largo y barba crecida y vestía un hermoso traje blanco y una camisa rosa con shabot. Primero los Manal crearon un clima de bluseada formidable. Después al fin salió Miguel y estuvo excepcional. La negra Renée entre el público hizo sonar un cencerro en el tema de la vaca. Estábamos exaltados, nuestros amigos estaban lanzados y ya nada los podía parar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Después Pipo se fue a Capilla. Y yo volví a frecuentar la casa de Renée. Una noche extrañamente aceptó ir al cine y sin ningún plan previo salimos volando para llegar justo a tiempo para ver “2001-Odisea en el Espacio”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: medium;">Fue por entonces que Renée me regaló una bola de cristal facetada como esas que colgaban de las antiguas arañas de luces. En sus dibujos de esa época donde firmaba con el </span><span style="font-size: 19px;">seudónimo</span><span style="font-size: medium;"> de “Pneuma”, aparecían siempre esos cristales facetados. Los personajes de sus dibujos miraban a través de cristales con ojos desorbitados, en uno de ellos una muchacha mostraba el cristal del que salían luces fulgurantes, en otro del cristal surgían flores en forma de mandala. Un día fuimos a casa de Juanito, nos pusimos a dibujar en la sala bajo la intensa luz de la mañana que entraba por los ventanales. Juanito escribía junto a nosotros y a veces nos leía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">“El sabio tomó entonces su hinchado miembro con ambas manos y tocó con el ya enorme glande mis pies, uno tras otro, y mis manos. Luego, colocándose frente a mi cabeza, separó las piernas, alzó los brazos, y comenzó a golpear suave y cadenciosamente mi rostro con su sexo.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">¿Qué les parece esta descripción? –nos preguntó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">¡Jot jot jot! - dijo la negra y me convidó unas pastillas que yo rechacé.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-size: 14.0pt;"> No quería tomar, en cambio me levanté y me fui al baño y estando en el baño la puerta se abrió repentinamente y apareció Gabriel, el enigmático personaje del Palacio Verde, el solitario que rara vez salía de su habitación, y cuando notó que el baño estaba ocupado, me miro largamente y en vez de salir, entró y cerró la puerta tras de sí. Como yo estaba a punto de ducharme se apresuró a sacarse la ropa y meterse conmigo bajo el agua proclamando divertido el eslogan de los hippies: “Ahorren agua, duchensé en grupos.” …y en eso creo que nos demoramos demasiado, porque cuando al fin salí del baño y volví a la mesa del salón Renée ya no estaba, se había ido, pero sobre mi dibujo incompleto había dejado la hermosa bola de cristal facetado junto a la que había escrito:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> “Si te extiendes al más allá<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> no te olvides de llevar<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> el pentagrama de tu sonrisa.” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Por esos días decidimos con Juanito acelerar nuestra partida. Estábamos en plena primavera y para el verano teníamos que estar en Brasil. Vendí mi tocadiscos Winco, era un regalo de mis viejos y en mi casa hubo tremendo lío, pero ya tenía el dinero para el pasaje. Me compré un pantalón para viajar que escandalizó a mi familia y al vecindario, muy ajustado y color durazno. Entonces una mañana tomamos un viejo tren en Federico Lacroze con pasajes de segunda clase hacia Paso de los Libres. Nos maravillamos al pasar por los palmares de Entre Ríos… ¡qué lugar tan hermoso!... y esas inmensas praderas de pastos verde rodeando las altas palmeras… Juanito usaba una gorra color bordó de bandolero y casi no llevábamos equipaje aparte de unos bolsitos de mano. En la segunda del tren viajaba gente muy humilde, campesinos y gente de pueblo llevando sus bultos cargados de mercadería. Nosotros nos sentíamos felices. Recordé de repente que había olvidado el cristal facetado en el congelador de la heladera, pero ya lo volvería a encontrar en algún lugar. Nos divertíamos leyendo los nombres guaraníes de las estaciones. En una parada vimos el altar de la virgen desbordando de flores y Juanito me preguntó:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">¿Si vieses un milagro al pasar por una estación, si se te apareciese la virgen y te concediese un deseo… ¿qué pedirías, Omar?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">En ese caso mi respuesta fue instantanea:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">Pediría… volver a presenciar otro milagro en la próxima estación, y así sucesivamente…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Era lo mejor que se me podía ocurrir por la preservación de lo milagroso, para siempre, a través de todas las estaciones. Y Juanito sonrió divertido por mi ocurrencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Por la noche llegamos a la frontera y pasamos a Uruguayana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Conseguimos una habitación muy barata en un hotel alumbrado con lámparas de querosén y velas. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Me desperté temprano al amanecer, el hotel era unos galpones amarillos y hacía mucho frío hasta que salió el sol. Para ahorrarnos la plata del pasaje salimos a hacer dedo a la ruta. Saltábamos y bailábamos sobre el asfalto y los camiones pasaban con estrépito. Un camión nos llevó hasta un lugar y después otro hasta otro. Pero después esperamos varias horas y nadie nos llevaba, entonces rompimos el canuto, paramos un ómnibus y al amanecer tras un largo viaje entrábamos a Río de Janeiro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Buscamos un hotel barato y así llegamos al hotelito de Praça Tiradentes, un hotel para caballeros solos con habitaciones chiquitas en las que solo cabía una cama de una plaza. Eran decenas de cuartuchos unos junto a otros divididos por paneles sin techo con puertas sin cerradura. No conocíamos a nadie, no llevábamos ninguna dirección, ni siquiera hablábamos una palabra de portugués, pero estábamos ahí, en ese hotel “solo para hombres” y el ambiente parecía de lo peor. Por la noche estábamos sentados en la cama de Juanito conversando y él de pronto se sobresaltó. Había visto un fantasma pasar por detrás de mí y estaba verdaderamente alarmado. Había fantasmas en el hotel... Salimos a caminar, era el mes de noviembre y la noche era hermosa, hacía mucho calor y la gente era tan diferente… Había mucha gente de color, como nunca habíamos visto en nuestro país. Los bares eran de lo más pintoresco, llenos de gente bulliciosa que tomaba cerveza en las mesas de la vereda. Y las construcciones eran sumamente originales: casonas de madera coloniales, ventanas con rejas antiguas, colores fuertes. Todo nos encantaba. Comimos unos pastelitos en unos puestos callejeros y volvimos a dormir al hotelucho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">A la mañana siguiente lo primero que hicimos fue salir presurosos a la playa. Tomamos un bus y llegamos a Ipanema. Era un espectáculo maravilloso, la playa y los morros y el Pan de Azucar y el Cristo Redentor, toda <st1:personname productid="la Bah■a" w:st="on">la Bahía</st1:personname> de Guanabara con ese mar fabuloso y las islas frente a la playa… El oleaje nos zarandeó y el sol nos puso al rojo. A la noche paseamos por la avenida y volvimos rendidos al hotel. Y así pasaron varios días.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Un día Juanito se había ido a la playa temprano y yo me había querido quedar y al mediodía bajé a comer unos bocaditos en la plaza y estando sentado en un banco se me acercó un muchacho negro bellísimo. Negro azabache, alto, flaco y atlético como un abisinio, y con una sonrisa panorámica creí entender que me preguntaba de donde era. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">Argentino… -dije, pero él pareció no entender.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">E onde que vocé mora?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Señalé el hotelucho frente a la plaza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Ahí… -dije – en el primer piso… primer… andar…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Él ya me había tomado disimuladamente de la mano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">Vocé vai que eu vou… - dijo muy naturalmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">Pero… no se permite entrar visitas…-balbuceé yo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">você… vai olhar através de sua janela…- dijo él y no sé como pero cntendí perfectamente… janela, si, era ventana, ya sabía, ya me habían dicho… y entonces… que yo vaya… y me asome por mi… ventana…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Sin comprender del todo qué pensaba hacer crucé la calle de la plaza, entré al hotelucho, pase por la recepción, y subí las escaleras hasta el primer andar. Era la hora del sol pesado de la siesta, los hombres dormitaban en sus cuartuchos con las puertuchas entreabiertas para que corriera un poco el aire y se los veía semidesnudos y abatidos sobre sus camastros, atravesé el pasillo al que daban todas las puertas y me dirigí a la ventana que daba a la calle, se oía también el chapoteo y el parloteo amortiguado de algunos hombres en las duchas… me asome a la janela y vi al Abissinio sentado en el banco de la plaza que me saludaba con la mano, y se paraba y venía para acá, cruzando la calle y mezclándose entre la gente que desfilaba por la vereda y como un elástico trapecista subía ágilmente por los caños del desagüe del hotelucho y en dos o tres volteretas aparecía exactamente frente a mi en la ventana y haciéndome el inequivoco gesto del silencio saltó la janela y me precedió silenciosamente a través del corredor hasta mi cuartucho, cerramos la puertucha y ahí pude verlo por primera vez… en todo su esplendor…cuando se despojó de sus escasa ropas, su cuerpo perfecto, de un negro azulado como los hijos del Nilo, y azul violáceo en los lugares mas íntimos, pero no podíamos demorarnos mucho tiempo en la contemplación y después de un abrazo interminable me tendió imperiosamente boca abajo sobre el jergón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Enseguida después de amarnos y una vez ya vestido se sacó un amuleto que llevaba al cuello, un precioso caracol de mar engarzado en un cordel negro y me lo regaló diciendo:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">Bem-vindo ao Brasil, você vai gostar, pode creer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y salió dejando la puertucha entreabierta y volviendo a saltar por la ventana hacia la calle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Cuando le conté mi insólita aventura a Juanito no pudo dejar de preguntarme:</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- ¿Era hermoso?... ¿cómo era?...</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- Divino como un sol negro -dije yo -un verdadero oximorón...</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Paseando por “cidade” con Juanito nos parábamos a escuchar las conversaciones de la gente para aprender portugués: eran sonidos abiertos y cadenciosos, acompañados por gestos amplios, pero entendíamos muy poco. Juanito entendía bastante, pero yo no cazaba una.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Nos entendíamos con los brasileros más que nada por un lenguaje de señas. Paseábamos y mirábamos a la gente, admirándo tanto a las mujeres como a los hombres, y todos nos parecían bellísimos, con pelos afros enrulados, pieles oscuras, ojos orientales, cuerpos ágiles y esbeltos. Y por las noches se oían tambores lejanos, como los latidos de un inmenso corazón que se aproximaba. Eran las escolas de zamba que ensayaban para los desfiles de carnaval.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Mientras tanto nuestro escaso dinero se iba acabando. En pocos días más tendríamos que dejar el hotel. Si no sucedía algo realmente milagroso ¿qué sería de nosotros? Hasta que una tarde, paseando por la elegante avenida Copacabana, Juanito y una muchacha de jeans y camisa colorida se abrazaron a los gritos, saltando y besándose.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">¡Juanito, vos aquí! –gritaba ella, y él decía:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">¡No puede ser!... ¿Qué hacés vos aquí?...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y era que nos habíamos encontrado nada menos que con Marisa Mona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">- ¡Juan, hermano! –decía ella, mientras explicaba a sus amigos brasileros- Olha ahí gente: ¡meu irmao!... ¡eli e meu irmao<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y se abrazaban girando y balanceándose. Yo conocía a Marisa de haberla visto un par de veces en Buenos Aires, en El Estaño donde habíamos tomado unos vinos y también ella había estado de paso por <st1:personname productid="La Pordioserie" w:st="on">La Pordioserie</st1:personname>, el campamento de Valeria del mar a donde había llegado viajando a dedo con Miguel.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Por supuesto que ella y Juanito no eran verdaderos hermanos, pero nadie podía dudarlo puesto que eran bastante parecidos, al menos los mismos preciosos ojos celestes ultramarinos. Pero yo siempre encontré a Marisa muy parecida a Maria Elena Walsh. Y ciertamente se conocían, habían sido amigas y Marisa sabía recitar a veces sus poemas y cantaba también sus canciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Fuimos a sentarnos en la terraza de un lanchonete a tomar cerveja con sus amigos brasileros. Yo quería pedir un vaso de agua y le pedí a Marisa que me enseñase cómo se decía. Había que pedir al garçon: “Um copo d´agua” y cuando vino el mozo me atreví a pedir:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: 14.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-size: 14.0pt;">Um Kop Od´akua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">En la mesa brotó una carcajada general. ¡Yo pronunciaba tan rudamente!... parecía marciano… una máquina parlante… ellos en cambio hablaban con suavidad, con cadencia casi musical, dando a las palabras una entonación próxima al canto… y si no hubiese sido porque Marisa tradujo mi pedido al garçon me hubiese muerto de sed en pleno Copacabana sin que nadie llegase a entenderme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Anochecía cuando nos fuimos a la playa y allí sentados en la arena mirando el mar Marisa nos cantó a capela todas las canciones de onda en aquel verano en Río de Janeiro, muchas de María Betania, otras de Chico Buarque y hasta de Caetano… y Geraldo Vandré y su prohibido “Pra nao dizer que nao falei das flores”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Vem, vamos embora<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Que esperar nao é saber<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Quem sabe faz a hora<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Nao espera acontecer<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;"> Marisa sabía muchas canciones y adoraba la música brasilera. Y cuando nos quedamos solos nosotros en la playa ya de noche viendo a lo lejos las velas encendidas de las macumbas en la arena, Marisa nos cantó toda su nostalgia, se puso tanguera y termino cantando:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">“Cuando un amigo se va<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Nadie nos devolverá<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Todo el corazón que le brindamos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Tanta compartida soledad<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Un amigo nuevo no es lo mismo, Pepe,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Nos quiere por la mitad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Y ahí mismo brotó toda su nostalgia porteña… los amigos, los boliches, las conversaciones hasta el amanecer… mi-buenos-aires-querido…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 14.0pt;">Hacía varios meses que Marisa estaba en Río y le encantaba, la gente era maravillosa, ¡tenía tantos amigos! Dejaríamos el hotelucho, teníamos que ir a vivir con ella, estaba con unos amigos brasileros que hacían cine. Habían copado una casa abandonada en el barrio de Tijuca y había otras habitaciones donde podíamos copar nosotros. Allí íbamos a estar bien… ¡¡¡Brasil e lindo di mais!!! <o:p></o:p></span></div>
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